Casas pequeñas: 40 m2, 4 plantas, camas para 7 personas y unas impresionantes vistas al mar

La familia propietaria de esta casa de vacaciones en la Costa Brava pidió el más difícil todavía a la interiorista Lory Hansen (de A Touch of Class), que ha conseguido con su intervención que en estas cuatro plantas minúsculas puedan quedarse a dormir cómodamente siete personas.

Ubicar la cocina en la planta menos transitada fue uno de los grandes aciertos de la reforma: "Hicimos una pequeña claraboya para que entrara la luz", cuenta la interiorista. La barra está justo debajo, pensada para recibir esa luz.

Atención al armario empotrado camuflado en la pared de la escalera, aprovecha el espacio y demuestra que el color blanco no es la única forma de sacar partido a los espacios pequeños.

El suelo es de un práctico laminado que imita a la madera, a juego con el beige clarito de los muebles de la cocina, pero con lo que debemos quedarnos es con el color negro de la pared...

Como decíamos, ese toque de pintura negra es importante: en las cuatro plantas, esa pared por la que discurre la escalera es negra. En la planta baja, la interiorista Lory Hansen delante de un pequeño mueble bar que ha diseñado e instalado junto al sofá para ahorrar constantes viajes a la cocina.

Seguimos en la planta principal, donde los muebles (como en el resto de la casa) tuvieron que ser hechos a medida: "Si buscas en tiendas, es prácticamente imposible que encuentres algo que se ajuste a lo que necesitas”, explica la interiorista.

La estantería a medida tiene truco: esconde la mesa y los asientos del comedor. “La mesa de hierro y roble, cuando se abre y se pone hacia la ventana gracias a las ruedas, dobla su tamaño y permite comer a diez comensales”.

Subimos las escaleras y llegamos a la planta que alberga la zona de estar, donde una pared de espejos con cuarterones de hierro multiplica la luz y el espacio. “Al igual que el sofá (en el que pueden dormir dos personas), tuvimos que meter los espejos con grúas por la ventana”, comenta la interiorista.

El aparador de roble francés, hecho a medida, es bajito para no recargar. Además, tiene sitio para meter los pufs, que también sirven de mesitas auxiliares.

Hansen se encargó de la redistribución y salpicó la casa de detalles geniales. “En la escalera de hierro puse barandilla de cristal. Así no se ve, pero garantizamos la seguridad”, explica Hansen. La pared de la escalera está pintada de un tono pizarra y gana calidez con el sisal que forra los peldaños. La suma de elementos naturales e ideas que aprovechan la luz y el espacio son la clave de una casita ahora sí, perfectamente aprovechada.

En la última planta se encuentra el muy pensado dormitorio. Sobre la cama, dos lámparas que parecen cuadros en realidad son apliques que dan una luz regulable.

En esta planta sí que tuvimos que rompernos la cabeza”, confiesa Hansen. La puerta de granero de hierro tiene tres posiciones: puede cerrar el baño o la habitación y si se queda en medio todo queda abierto, de modo que fluye la luz.

Este armario a medida no solo esconde la televisión y los cajones: las puertas laterales, de cuerpo entero, son armarios roperos.

Si buscas ideas para pisos pequeños, no te pierdas las claves de estos salones geniales de la revista El Mueble.