La elegante casa de Ana Milán en el centro de Madrid: un piso lleno de ideas y mucho estilo

El salón de Ana Milán esta presidido, sin duda, por una chimenea del siglo XIX (que veremos a continuación más detallada) y un sofá exclusivo y único para ella con tapicería en estampado geométrico. El sofá queda frente a dos puffs que actúan como mesas centrales y que combinan a la perfección.

Pero lo que hace llamativo a este salón son los elementos decorativos como esculturas colgadas de la pared, cuadros que, sin duda, no pasan desapercibidos, lámparas con base de estilo marinero y el contraste de las molduras y ventilador de techo en tonos oscuros con el blanco predominante.

La zona del comedor de Ana Milán enamora a cualquiera. El papel pintado de la pared fue un auténtico flechazo para la actriz. Es de Juan Gatti para Coordonné, inspirado en Yves Saint Laurent que evoca los años 70.

En tonos naranjas y naturales, muy acordes, son sus sillas confidentes que no dejan indiferente y que están en un primer plano junto al papel. Como si fuera de catálogo, es de alta inspiración en el Art Decó.

Como decíamos anteriormente, la chimenea es el eje central que preside el salón de Ana Milán. Del siglo XIX, un estilo muy clásico y tallada a mano en mármol de Carrara, para sorpresa de la actriz, los motivos tallados de la chimenea coinciden con las molduras del techo. Parece estar hecha para ella.

En uno de los espacios del salón, además de colocar la televisión (que justo se encuentra detrás de Ana Milán en la imagen que vemos), la actriz reservó una zona exclusivamente dedicada a otra de sus pasiones, la lectura, con esta librería totalmente integrada en la pared.

Amplios y largos estantes para colocar todos sus libros. Para relajarse mientras lee, también tiene dos sillones individuales iguales y tapizados que son otras dos piezas verdaderamente visuales.

Este rincón del dormitorio de Ana Milán es la perfecta representación del mismo. Un papel pintado en tonos grises modo dibujo en contraste con el amarillo del cabecero de la cama orejero en terciopelo.

Las lámparas que cuelgan del techo de estilo vintage mantienen el equilibrio decorativo del resto de la casa. Una perfecta combinación que hace de su dormitorio un espacio acogedor y 'que abraza'.

Aprovechando la luz que entra por sus grandes ventanales, Ana Milán integró un banco bajo ventana en una de ellas para convertir y aprovechar la zona en un espacio de lectura muy relajante. Además lo ha reforzado y hecho más acogedor con los cojines en tonos grises y bordados muy acordes con las cortinas.

Una de las sillas más icónicas de todos los últimos tiempos en el panorama decorativo, es la silla de estilo Bauhaus denominada como silla Cesca. Símbolo del siglo XX, Ana Milán tiene una silla de inspiración en el modelo icónico de la que ya te hablamos. De hecho, hay muchas opciones similares y baratas para que puedas copiarla.

En las paredes, integra pequeños huecos que aprovecha para incluir elementos de almacenaje y hacer más versátil y cómodo su hogar.