La casa de Vanesa Lorenzo y Carles Puyol en Andorra: un refugio de madera minimalista y elegante con toques de lujo silencioso

A través de esta adorable imagen de Vanesa Lorenzo junto a sus perros, vemos algunos detalles de la entrada de su residencia en Andorra. A primera vista, la construcción de piedra irradia un encanto rústico característico de las casas de montaña de esta zona.

Alejada ya de las pasarelas con las que se ha recorrido medio mundo, la modelo ha descubierto en el diseño de ropa infantil y en el interiorismo dos nuevas pasiones que la ocupan buena parte de su día. Precisamente ha cuidado con esmero la decoración de su hogar alpino con piezas con alma vintage y personales objetos para vestir las estancias, pero sin recargarlas en exceso. 

Ese mismo estilo de vida auténtico y de conexión con la naturaleza se ve en el dormitorio de la pareja. Un espacio donde se respira calma, sosiego y que invita a bajar el ritmo. Y para ello, han optado por la madera como principal protagonista para revestir las paredes en una continuidad en las mesillas de noche. El único toque de color, la ropa de cama en tono oscuro. 

Ese mismo minimalismo natural, esa ausencia de barroquismo y de objetos por todas partes se replica en el cuarto de baño de las dos hijas de la pareja. Pese a ser su espacio no es una estancia demasiado infantil, a no ser por pequeños detalles como sus cepillos de dientes de colores, una taza de WC a su altura y algún que otro simpático peluche. El lavabo es doble, para que no haya peleas por las mañanas, y se duplicado también el espacio de almacenaje bajo el mismo. 

El cuarto de Manuela y María sigue ese mismo leitmotiv en cuanto a sencillez, pocos elementos y gama cromática terrenal. Como se puede ver en esta escena, los textiles de la cama son rústicos y en un color que a priori no es muy elegido para la habitación de una niña; sin embargo, el resultado nos gusta y es acogedor. Eso sí, lo mejor de todo, el nombre de las dos en la pared. 

En el caso de su cocina no iba a ser menos y en esta estancia la distribución ha aprovechado cada metro disponible con una cocina en L gracias a una encimera prolongada que hace las veces de barra o isla. Una cocina de madera donde no se echa en falta almacenaje, hay por todos lados, y que invita a disfrutar mientras se cocina sin prisa. 

Esa misma vida sana y natural se transmite también a la hora de cuidar la alimentación de toda la familia, como vemos en esta escena de uno de los desayunos de la modelo. Una fotografía donde apreciamos de nuevo esa presencia natural de la madera.