Sueños de verano: estos 33 salones con vistas al mar son fresquitos, relajantes y estilosos. ¡Muy El Mueble!
Es verano. Queremos un look refrescante y veraniego para la casa. Y estos salones de la revista El Mueble son la mejor inspiración que puedes encontrar. Tienen el mar de fondo y una decoración que pone el reloj en modo off. ¡Vamos a verlos!
Redactora de El Mueble especializada en decoración y orden
Actualizado a 07 de agosto de 2023, 15:16
¿Qué tendrá el mar que nos hace sentir en paz? Será el color, los reflejos del sol, el sonido del agua... Y si eso lo sumamos a la casa, tenemos salones de verano tan fresquitos y tranquilos como los que hemos recopilado para ti. Todos tienen el mar de fondo y una decoración slow que te trasladará a los días de relax eternos. Con maderas, fibras naturales, mucho blanco, toques de azul y algún que otro guiño moderno. ¡Estos son los mejores salones con vistas al mar de El Mueble!
Salón con sillones de Ikea. Mesa de centro de Ethnicraft. Alfombra de Zara Home. Cojines de Zara Home y La Maison.
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El mar, como si fuera un cuadro
No hay mejor look marinero que el que combina blanco y azul. Y en este salón de Pipi&Deco con privilegiadas vistas al mar era la opción ideal. ¡Hasta el suelo es blanco! Para ceder protagonismo al mar se puso un marco de madera en el ventanal. Solo con ver la foto se palpa la calma en el rincón del sofá.
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Salón con colchonetas de Sunbrella. Butaca de La Forma. Mesa de centro y alfombra de Aquitania Mobles. Lámpara de techo de Ay Illuminate.
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Cuando la playa entra en casa
Es la sensación que transmite este salón, en el que el mar parece ser uno más de la decoración. Está en Menorca, y eso se nota en el ambiente. Muebles de obra blancos conviven con piezas de madera imperfecta, fibras naturales y linos ligeros. Hay rayas marineras en los cojines y los estores y ¡hasta un mini escritorio para trabajar con vistas! Una delicia.
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10 salones de verano llenos de estilo
10 salones de verano llenos de estilo.
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10 salones de verano llenos de estilo
Descubre estos salones de verano encantadores e inspiradores a partes iguales. ¡IDEALES!
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Salón con sofá a medida de Petit Côté Déco. Puf de Tapidisseny. Mesa de centro de Guadarte. Alfombra de Taller de las Indias.
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Un salón rodeado de verde y azul
Gracias a las ventanas que miden ¡casi 4 metros de largo! La intención era potenciar las vistas y los estores y los sofás blancos son otra clave que resalta el paisaje. ¿El look? Cálido, acogedor, natural, con el sello de la interiorista Raquel Zárate. Mezcló madera, fibras naturales... Así este salón en una segunda residencia se ha convertido en el sitio favorito de la familia.
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Salón con sofá y puf de Ikea. Mesa de centro a medida. Lámparas de sobremesa de Azul Tierra. Alfombra de Taller de las Indias.
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Pasión por el Mediterráneo
Con delicadas notas rosadas en los cojines, lamparitas de madera y pantalla textil, sofás de lino y ramos de flores y bandejas de fibras este salón transmite romanticismo. Lo decoró su propietaria, Rosmy Novellas, una artista enamorada del mar. Desde aquí, casi se pueden tocar los pinos mediterráneos.
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Salón comedor con sofá y alfombras de Mandrágora. Butacas de Crisal. Mesa de Fusta amb Cor.
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Elegante y con un ventanal enorme
Así podríamos definir este salón comedor proyectado por Amoca Arquitectos. El cerramiento mide más de 10 metros y tiene seis hojas con perfilería invisible. Así, esté abierto o cerrado, ¡las vistas siempre están ahí! Con un sofá de brazos redondeados y un par de butacas con estructura de madera es súper sofisticado. Aquí se disfruta del buen tiempo con un aire muy chic.
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Salón con sofá y cortinas de Ikea. Mesa de centro de Mister Wils. Mesa auxiliar similar en Tiendas Pardo. Alfombra de Hamid.
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Un salón de verano en blanco y madera
Pechón es uno de los sitios con más encanto de Cantabria y en él encontramos este salón espectacular. Está volcado al Cantábrico y su decoración neutra, a base de blanco, lo llena de paz. Dorotea Estudio también apostó por poner unas cortinas de lino en las ventanas. Con la brisa marina parecen velas de barco.
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Salón con mesa de centro, a medida. Butacas y cojines, de La Bòbila. Pufs de mimbre de Catalina House. Mesa auxiliar redonda de anticuario. Lámpara blanca de India&Pacific.
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Un salón blanco para que el mar luzca más
Este salón pintado de blanco y con estas bonitas ventanas en arco con cuarterones potencia las vistas espectaculares al Mediterráneo de esta casa en la Costa Brava. ¿Un truco para tener un look veraniego? Las cortinas blancas y las butacas de fibras, ligeras y relajadas. Es un proyecto de la interiorista Blanca Tey, y ¡solo uno de los salones El Mueble llenos de inspiración!
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Salón con sofá, de B&B. Mesa de centro, de teca, diseño de Aaquitania.
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Relax menorquín
Aunque relajado, el estilo decorativo de las Islas Baleares nunca deja de sorprendernos, como el de esta casa ubicada en Menorca con vistas al Mediterráneo, en la que Aquitania ha proyectado un salón sin estridencias para que el interior no compitiese con el exterior.
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Salón con mesas de centro, butacas de mimbre y alfombra, en Sacum.
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Un salón pequeño que crece con las vistas
Marta Tobella ha ideado en Begur un salón ecléctico en el que el amarillo, el azul y el beige componen una paleta de colores equilibrada en la que ninguna tonalidad destaca sobre las otras.
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Salón con butacas tapizadas en Deco Lur Sofá. Alfombra, modelo Geometrika, de KP.
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Rumbo al norte
Tener un salón con vistas a la playa de la Concha –en el Golfo de Vizcaya– es un privilegio que hay que aprovechar cada día, por ello la decoradora Begoña Susaeta ha creado en esta casa de San Sebastián un espacio tan acogedor como alternativo.
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Salón con sofá de Miki Beumala. Mesas de India & Pacific y silla de Catalina House. Cuadros de Silvia Sennacheribbo.
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Un salón que mira hacia el mar
“Me encontré una casa que miraba al mar, pero era oscura. Las ventanas eran pequeñas, tenía el suelo y las puertas oscuras, y estaba pintada en ocres, amarillos y salmones”, explica la interiorista Bárbara Sindreu. Ella le devolvió todo el encanto al salón apostando por una paleta de tonos claros que da todo el protagonismo a las vistas y por maderas lavadas y al natural.
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Salón con fundas de butaca y cojines de Lexington. Alfombra y lámpara en Sacum.
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Azul y blanco, la combinación del verano
Este salón con muebles en blanco de verano decorado por el estudio Knowhaus tiene una clave para potenciar sus espectaculares vistas al mar: usar la combinación de color blanco y azul, los tonos marineros por excelencia, presentes en toda la decoración. La alfombra de fibras pone el toque final.
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Salón con sofá grande de Maisons du Monde. Sofá pequeño de Ikea. Butacas y mesa de centro de Mercader de Venecia. Alfombra de Cotlin.
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Un salón 'muy El Mueble' con vistas al mar
Este salón lo tiene todo para ser 'un salón muy El Mueble': sofás blancos y confortables, muchos cojines que ponen la nota de color, presencia de madera que añade la calidez en las vigas y en la mesa de centro, una alfombra de fibras... Y esas vistas a los pinos y al mar mediterráneo. ¿Lo mejor? Aquí se vive todo el año, no solo en vacaciones. Un proyecto de Rosa Viñets e Irma Aleu.
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Salón con sofás y mesas de centro, de Rivièra Maison. Mesa auxiliar y alfombra, en Cassai Home & Fashion.
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Turquesa como el mar... y como una joya
Como si fuese la suite de un hotel cinco estrellas con vistas al Mediterráneo, esta casa mallorquina decorada por Catalina Socías se funde con el azul del mar en armonía y sin tener que avergonzarse de su abuso del monocolor. Los sofás, la alfombra, los cojines y los plaids. ¡Todo es azul!
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Salón con sofá de obra. Mesa de centro de Mercantic. Alfombra y pufs de Miv Interiores. Cestos y bandeja de Es Cucons.
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Fibras, fibras y más fibras para un look relajado
Este salón en Ibiza mira al mar y en este caso la decoración apuesta por ser 'hippie-chic': la base es blanca, hay pocas piezas, y las fibras vegetales dominan, en la alfombra, los pufs, los cojines, los cestos y hasta las lámparas de esparto. La mesa y el espejo de madera refuerzan el aire natural y, para que el mar y el paisaje de la isla destaquen más, no hay cortinas. La reforma la llevó a cabo Mireia Pla.
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Salón con butaca de Sacum con cojines de La Maison y Sira. Alfombra de Let ´s Pause. Mesa de Catalina House.
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Un mirador a la Costa Brava
Un aire relajado y mucha luz envuelven cada rincón del salón de este apartamento de Colera de apenas 51 m2. Su gran suerte, además de su privilegiada ubicación, son sus 30 m2 de terraza que permiten crecer el salón hacia el exterior. Su decoración en tonos neutros y materiales naturales, como fibras y madera, lo funde con el paisaje y los colores de la playa. Es un proyecto de Sonia Badia.
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Salón con mesa de centro y alfombra de MM Estudi.
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En blanco y azul klein
El dúo protagonista del verano es el elegido para este salón en el que se ha aprovechado el perímetro de las ventanas para colocar bancos. Aunque no se ha elegido un azul cualquiera. Es un azul klein que suma mucha energía al salón, con la pared de listones de madera y la colchoneta del banco de obra a tono. Para suavizarlo, textiles en un gris piedra muy clarito. Es un proyecto de Gemma Mateos y Miquel Moya que ¡rebosa personalidad!
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Salón con butacas, sillones y sofá de Crearte Collection. Mesa de roble diseño de Cuca Arraut y cesto de Mercader de Venecia.
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Cortinas con mucho 'flow'
Este salón es parte de una impresionante casa que fue ni más ni menos que un convento. Además de las preciosas ventanas en arco que transforman las vistas al mar en una postal, aquí la clave son los estores y las cortinas. Ligeras, de algodón tipo bambula, son vaporosas y ponen mucho encanto. Algunas son grises, a juego con las puertas.
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Salón con butacas negras tapizadas por La Maison, en Sosters Studio. Mesa de centro realizada por Fusteria Minguez para Sosters Studio.
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Una casa 'Brava'
No le faltan detalles a esta casa situada en Girona cuyas dos alturas se comunican visualmente. El salón se funde con la terraza gracias al microcemento del suelo, 'calentado' por las fibras vegetales de sus alfombras circulares. Aquí, ¡las vistas se multiplican por infinito! Es un proyecto de Begoña y Berta Garrido.
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Salón con sofá de obra con cojines a medida de Patchmon. Puf, en el Meu Coixí.
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Salón (sub)rayado
A la decoradora Cristina Carbonell no le ha temblado el pulso a la hora de apostar por unos 'destacados' textiles a rayas (en los cojines y el puff) porque la base decorativa de esta casa menorquina, así como la de muchos muebles y objetos, es de color crudo.
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Salón con mesa de centro y auxiliares, en Merc&Cia. Butacas de madera, en Maisons du Mmonde. Lámpara de techo, de Ay Iluminate. Alfombra, en Gra.
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Con los pies en el agua
En esta casa de Girona, la interiorista Pia Capdevilaha comunicado el perfecto salón –cargado de detalles– con la terraza para alargar visualmente el espacio. ¡Y vaya si lo ha conseguido! Es como si desde las butacas pudiésemos meter los pies en el agua.
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Salón con sofás Ghost, de Gervasoni. Silla, en Mercader de Venecia. Mesa de centro, de India & Pacific. Alfombra, de Azul Tierra. Cortinas, de Ferrer & Ponce, con la tela Litoral 03, de Yutes.
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Azul 'marino'
No es casualidad que los cojines y otros detalles de este salón sean de color azul, ya que Grup Escrivá Interiors ha ideado un concepto muy 'limpio' en el que el único protagonista es el mar y sus tonalidades 'marinas'. La alfombra de fibras y el suelo de microcemento continuo refuerzan ese look desenfadado y veraniego. ¡Qué gusto!
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Salón con estanterías de roble y hierro y mesa plegable de A Touch of class. Sofá cama con telas Hot Madison. Los pufs esconden almacenaje. Cortinas de Casellas. Cojines de Govou Fabrics.
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Una casita en primera línea de playa
Abierto al mar. Así es el salón de esta casita en Llafranc (Costa Brava) que a pesar de tener 4 plantas de 12 m2 tiene sitio para una familia numerosa. ¿Su secreto para conseguirlo? Muebles llenos de ingenio como la librería a medida del salón que esconde la mesa y los asientos del comedor. Es un proyecto de Lory Hansen.
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Salón con sofás de la decoradora Cristina Carbonell, con cojines hechos a medida por Patchmon. Butacas, mesa de centro y alfombra, de Aquitania, y pufs de rayas, de El Meu Coixí.
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Un salón que parece el porche
"Quería que el interior pareciera el exterior". Con este objetivo la interiorista Cristina Carbonell hizo apertura en la mayoría de paredes para que la luz inundara el salón de esta casa menorquina. ¿Y qué mas? Pocos muebles par dar protagonismo al paisaje, por eso los sofás son de obra y blancos. ¡Misión cumplida!
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Salón con sofa´ gris modelo Ghost de Gervasoni, en Idees Disseny. Mesas de centro de madera de varios taman~os, en Coco-Mat. Butacas modelo Fly de &tradition, en Idees Disseny.
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Un salón moderno con vistas al mar
Los propietarios querían que este salón fuera tan confortable en invierno como en verano, por ello apostaron por una decoración que nada tiene que ver con el típico apartamento de playa. Eligieron muebles modernos y mucha madera, como los paneles de roble que revisten la pared del salón y esconden el aire acondicionado, la puerta de la suite y los armarios. Es un proyecto de Mireia Torruella, interiorista de Júlia Brunet Interiorisme y responsable de la reforma.
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Salón con sofa´s disen~o de la propietaria. Mesas, pufs, plaids y alfombra de Catalina House. Jarrones y planta de Atelier de Kentia Formentera.
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De piedra, arena y mar
Un salón abierto y respetuoso con el paisaje fue el objetivo en la reforma de esta casa de Formentera realizada por Miriam Hidalgo, de GCA Architects. Por eso hicieron nuevas aberturas y tinñeron los interiores de un suave arena. “Usamos los materiales típicos de la isla y recuperamos todo lo recuperable, como la piedra de la fachada, que en el salón se revocó para que fuera más amable”. Como en verano se hace más vida fuera, el salón solo tiene lo básico, con una cómoda zona de tertulia con asientos tipo chill out que dan un look relajado.
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Salón con sofá y butacas de Crearte Collection. Lámpara de techo y mesa auxiliar de Becara.
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Telón de fondo
Los arcos enmarcan los sofás de este salón abierto hacia el mar, decorado por Cuca Arraut. Gracias a las butacas enfundadas, el puf trenzado y el blanco roto de las paredes respira un aire muy slow. ¿El color? Lo ponen los cojines terracota, más cálidos, y los verdes, que dan un toque natural y refrescante al salón. Como las copas de los árboles que asoman por las ventanas.
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Salón con sofá de Maisons du Monde. Mesa de centro, en Better & Best. Pufs y lámpara de pie, en Dernier. Butacas, en Marystrastos. Alfombra, de Ikea.
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Asturias, casa querida
La interiorista Natalia Zubizarreta enmarcó las vistas a la bella localidad de Tazones, en Asturias, con un banco de obra bajo el ventanal, frente al que situó el sofá en tonos crudos, a tono con las vigas del techo y el resto de muebles. Las casas en la costa son como exclusivos miradores desde los que disfrutar de las vistas sin perder ni un ápice de comodidad. En este, además, el banco tiene prácticos huecos para almacenar con cestas. ¡Fantástico!
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Salón con sofás, mesas de centro, butacas, mesas auxiliares y alfombra, todo de Cassai.
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Un salón de cine
Como si de una gran pantalla de cine se tratase, el ventanal de este salón situado en Mallorca invita a sentarse y no hacer otra cosa que no sea observar los barcos navegar por la costa. La barandilla es invisible y así las vistas se multiplican. Catalina Socías se encargó de la decoración, para lo que apostó por sillones de fibras y muebles blancos con toques de madera. Un estilo muy playero y relajante.
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Salón con sofás, alfombra, cortinas y puf en P&S Interior. Mesa de centro, de Becara. Lámpara de pie, en Demure. Lámpara flexo de pie, en Côté Soleil.
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Clásicos renovados
La decoradora Lourdes Pérez ha ideado un interiorismo clásico en el que también hay hueco para los materiales naturales en esta casa de Marbella. El gran arco que da paso al porche estiliza aún más las vistas al mar. La brisa acaricia las cortinas blancas y los sofás, mullidos y llenos de cojines, invitan a dejar pasar las horas mirando al horizonte.
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Salón cubierto con mobiliario de Gandía Blasco. En el comedor interior, sillas de madera en Craquel.
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Un salón sin límites
Incorporar la terraza al salón con un cerramiento ha sido clave en este piso malagueño para hacer que el mar entrara dentro de casa. "Las carpinterías estaban muy deterioradas a causa del salitre, así que renovarlas fue una parte importante de la reforma" explica la propietaria Cristina. Decorado con muebles de líneas rectas y en tonos muy neutros, se funde con el horizonte.
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Salón con sofás, de tapizados Doñana. Lámparas, de Thai Natura. Mesa de centro, en Hanbel.
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Siempre Marbella
La 'capital' de la Costa del Sol siempre ha destacado por su estilo refinado y su saber estar. Para muestra, este salón decorado por María Santos, donde el blanco suma luz y elegancia y ayuda a resaltar los colores de la decoración. Toques terracota, grises y verdes que conviven con el azul del mar.
Cuando él está, no hay nada que le pueda hacer sombra. Inmediatamente se convierte en protagonista y consigue que toda la decoración le baile el agua. Estos salones se han rendido a la inmensa belleza del mar, a sus vistas. Y no es para menos, pues les regala su precioso azul como telón de fondo, sus brillos y, a algunos, incluso su olor y su música.
Hemos viajado, entre otros lugares, hasta Formentera, Ibiza, Málaga, Asturias, Barcelona o Mallorca para encontrar algunos de los escenarios junto al mar más espectaculares. Y los hemos encontrado. Estos interiores no solo nos encantan porque son miradores de excepción, sino también porque han conseguido, a través de la decoración, dialogar y conectar con el paisaje. La decoración se ha volcado en él, buscando la forma de hacerlo Siempre Marbella El Mueblemás protagonista y crear sintonía entre interior y exterior.
Blanco ibicenco
Cuando el espectáculo visual llega desde fuera, los interiores también saben ceder protagonismo y vestirse para ser los mejores consortes. Por eso el blanco, el neutro por excelencia, es uno de los grandes favoritos. Además, es el color más luminoso y veraniego. En las paredes, sofás, e incluso textiles como cortinas o alfombras añade frescura a estos salones.
Madera, el contrapunto cálido
Es uno de los materiales más versátiles de la decoración. En estos salones la madera se encuentra muy cómoda, no solo porque a veces recuerde a la de las barcas de pescadores o de los antiguos navíos, sino porque suma calidez al frescor del mar. En tonos claros, pintada de blanco, decapada o con pátina se instala bien a gusto en elementos como los marcos de las ventanas o las vigas vista, en muebles y también en detalles decorativos. Su gran aliada: la fibra natural, en alfombras y también en sillas, cestos, bandejas...
Ventanales XXL
Cuando las vistas son tan increíbles, sobran las paredes. Los amplios ventanales de pared a pared e incluso en esquina consiguen que este cuadro de naturaleza viva entre en casa y forme parte del salón. Para vestirlos: ropa ligera. Las cortinas de visillo en tonos muy claros suman frescura y, con la brisa marina, se mueven creando un efecto vaporoso y etéreo. Estores de texturas muy finas o enrollables con tejidos traslúcidos son otra alternativa. En este caso, permiten regular la entrada de luz según el momento del día.
Todos querían verlo...
¿Darle la espalda? Jamás. Durante los momentos de descanso en el sofá todos queremos disfrutar de las vistas. Los modelos rinconeros son una de las mejores opciones para aprovechar al máximo la panorámica. Si lo que quieres es un salón que invite más a la reunión, coloca un amplio sofá mirando hacia el mar y, en el lado opuesto pero en oblicuo, un par de butacas de respaldo bajo, que obstaculicen las vistas lo menos posible.
...y todos querían abrazarlo
Estos salones no han podido resistir la tentación. Muchos, casi todos, han ido a su encuentro. Y así, se han extendido hasta las terrazas contiguas que asoman al mar. En lugar de crear dos ambientes distintos para el salón interior y el situado al aire libre, parece que se clonan para crear una continuidad visual que, una vez más, ceda protagonismo al paisaje. Así, los tonos se repiten dentro y fuera, desdibujando los límites de este camino que, gradualmente, se acerca al gran azul.
Estos salones ya tenían una grandísima ventaja: contar con vistas de ensueño hacia el mar. Pero, incluso con sus dosis de modestia decorativa y sabiendo ceder ante tan gran rival, han logrado convertirse en espacios gustosos, frescos y cálidos a la vez, y con una conexión excelente con el exterior. Sus ojos, siempre en dirección al gran azul, porque, como dice Marc Levy: "El mar sostiene la mirada; la tierra, nuestros pies".