Renueva tu casa ¡sin hacer obras! con estos 30 trucos infalibles

Que nada frene el paso de la luz en el salón. Aleja los muebles más voluminosos de las ventanas y vístelas con cortinas ligeras. ¡O sin ellas! La belleza de la galería de este salón se ha impuesto a unas cortinas, dejando que la luz entre a raudales bañando toda la estancia.

En este salón, decorado por Van Castro, se han elegido muebles poco voluminosos –y los que hay, el sofá y el aparador, se han arrimado a las paredes– y estilizados, como la mesa de centro con estructura metálica o la auxiliar.

Si no tienes suficiente espacio, ¿por qué no usar mesitas auxiliares que hagan esta función? Son más ligeras, las puedes mover a tu gusto y crearás, además, una tertulia más informal. Si las eliges en blanco y de líneas redondeadas, les restarás peso visual. Estas son de Ikea y de Maisons du Monde.

A falta de asientos, ¡ingenio! Si tienes un mueble bajo en el salón, como este diseño de GCA Architects, basta con completarlo con unos cojines o colchonetas para que se convierta en un improvisado banco. Y, si además, está junto a una ventana, mucho mejor.

Sutiles. Así deberían ser las lámparas de sobremesa o de pie en salones de pocos metros. Si las eliges con la estructura estilizada, ya sea metálica o de madera acertarás seguro. Lámpara de pie de Luz & Ambiente. Puf y mesa auxiliar de El Globo. Lámpara de sobremesa de V Dinastía.

El tono rojizo intenso del suelo de madera se ha envuelto de blanco para restarle peso visual y evitar que se "comiera" la luz. La alfombra, de Ikea, decora a la vez que cubre parte del suelo.

Es una opción perfecta para sumar más asientos en el comedor. Además, puede resultar más económico que las sillas y da un aspecto más desenfadado al comedor. Este, en "U", es un diseño de la decoradora Bárbara Sindreu.

Y gracias al banco realizado a medida por Juan Daniel Rama con diseño de la decoradora Carolina Juanes. Para que sea más cómodo, se ha planificado tipo arcón, con el sobre abatible y espacio para guardar, por ejemplo, las colchonetas y los cojines que sirven de mullido asiento.

Sí, es posible. Elígelas sin brazos, ganarás unos centímetros, y en caso de ser tapizadas, opta por colores muy suaves. Las de la imagen, de Vitra, aúnan diseño, ligereza y, al ser de espuma rígida de poliuretano, son muy fáciles de limpiar.

¡Y las protege! Y en el comedor, buena falta que hace, sobre todo si arrimas la mesa a la pared para ganar unos preciados centímetros. Elígelo de un material fácil de lavar, sobre todo si el comedor está integrado en la cocina, como en este decorado por Asun Antó.

No lo dudes, es uno de los complementos con más poder transformador. No solo decora por sí solo, sino que colocado estratégicamente frente una ventana, reflejará la luz multiplicándola y, además, traerá el exterior dentro de casa. Comedor decorado por Pía Capdevila.

 En el comedor, es sin duda la pieza más voluminosa. Para que no se "coma" todo el espacio, prueba con una redonda. 

Si cuentas con una pared de más de 3 m en el cuarto de tus hijos, tienes un tesoro. Te cabe sin problemas una litera tipo tren, que puede reunir en una sola estructura, hasta tres camas y zona de armarios y cajones. La de la imagen es un diseño de Boyfe realizada por Pler Interioristas.

 ¿Cómo? Con un arrimadero. Protégelas de golpes, rayaduras y roces –sobre todo si arrimas la cama a la pared– con un arrimadero a media altura. Si no quieres darle protagonismo, puedes pintarlo igual que las paredes.

Coloniza las paredes con baldas o librerías. Cualquier hueco es bueno para aprovecharlo para guardar. Para que no resulte tan "pesado" elígelas en blanco o camúflalas pintándolas igual que las paredes. Estas librerías son un diseño de Meritxell Ribé.

 Los niños, en realidad, no necesitan mucho espacio en su armario si guardamos solo lo que les va esa temporada. Las prendas que se le han quedado pequeñas y que quieres guardar por un valor sentimental, no las dejes en su armario. Guárdalas en cajas debajo de la cama o sobre su armario.

¿Tienes el espacio debajo de su cama desaprovechado y acumulando polvo? ¡Ponle remedio! Unos cajones, como aquí, o unas cajas de cartón o plástico te regalarán espacio extra casi de la nada.

 Juguetes, cuentos, lápices de colores, libretas... Su cuarto puede ser un auténtico caos de diversión. Ayúdale a que aprenda a recojer sus cosas con unas baldas para los libros, cestas grandes para los juguetes, cajas para el material de dibujo... Y nunca está de más identificar cada cosa con su nombre.

Si quieres aprovechar al máximo tu cocina, esta es la mejor solución. Buena prueba de ello es esta cocina diseño de las decoradoras Laura Argelich y Carla Casanova y realizada por Basora.

Es una manera de darle uso a un espacio desaprovechado. Puedes instalar cajones u optar por un zócalo de quita y pon. Es un espacio perfecto para guardar la batería de uso más esporádico, como las paellas u ollas más grandes.

 Si planificas los armarios altos con puertas de vitrina, como se ha hecho aquí, aligerarás el conjunto sin renunciar a espacio de almacén. Elige los frentes de cristal al ácido para ocultar el contenido.

Es la combinación por la que se decidió el decorador Pedro Mans para esta cocina. Y fue todo un acierto: el blanco aligera la pared de armarios, la madera suma calidez y el acero inoxidable le da un punto actual a la cocina.

¿Has pensando en un lavavajillas compacto o de media carga? Si no coméis siempre en casa, un lavavajillas de 60 cm cuesta de llenar y ocupa unos centímetros que, con uno de 45 cm, podrías sumar a un armario y ganar espacio extra para guardar. Lo mismo ocurre con el horno o la placa de cocción.

 Para la mantelería, los cubiertos, los salvamanteles... Las cestas de fibras son un aliado perfecto en la cocina: ayudan a mantener el orden, son decorativas por sí solas y añaden un plus de calidez en un espacio que, a veces, tiende a ser muy "profesional".

 En este dormitorio, decorado por Asun Antó, el blanco lo inunda de todo: paredes, suelo, mobiliario y ropa de cama. Con ello, se crea una atmósfera serena y apacible, a la vez que luminosa.

Aprovecha la pared de la cama con un cabecero versátil, que además de decorar, ofrezca espacio para guardar, como este que hace las veces de librería y mesilla de noche, tipo hornacina.

Para aumentar la sensación de profundidad y amplitud en el dormitorio alíate con los espejos. Colócalo en un punto en el que reciba la luz natural para que la refleje y multiplique la luminosidad.

¿Quieres prescindir de las mesillas pero sueles leer en la cama? ¡Ningún problema! Empotra los apliques. Para que sean más cómodos, elígelos con el brazo articulado, así podrás orientarlos según tu postura en la cama. Estos son de Bover Iluminación.

Deja 60 cm libres a ambos lados de la cama y a los pies 80 cm como mínimo. Frente al armario lo ideal es dejar un metro libre, para poder abrir las puertas y cajones cómodamente y poder moverte.

Si no quieres "perder" ni un centímetro, opta por un estor. Aquí, al aprovecharse el espacio bajo la ventana con un mueble a medida, era además la mejor opción. Si lo prefieres puedes combinar dos estores, uno más vaporoso y otro un poco más tupido, para regular la entrada de luz según las horas de más o menos sol.