Cómo combinar el sofá y las butacas: 35 ideas que funcionan

Si has apostado por un salón en tonos neutros, pero has huido del total white con unos sofás de color gris, combínalos con una butaca con una funda en blanco, como en este salón. Asegurarás la luminosidad, pero sin necesidad de apostarlo todo neutros claros.  

Una butaca puede ser la pieza clave para que un salón moderno no caiga en el minimalismo más frío. Combinar un sofá de líneas sencillas con una butaca clásica con la estructura a la vista compensará el efecto minimalista y ayudará a subir la temperatura del espacio. Puedes potenciar este efecto si añades más elementos de madera y fibra natural, como aquí la mesita auxiliar y la alfombra.    

En este vídeo te enseñamos el salón ideal de la revista El Mueble. Es un proyecto de Asun Antó, de Coton et Bois.

Consigue el salón perfecto para las tertulias con amigos con una distribución en forma de U. Coloca dos sofás grandes y un par de butacas en torno a la mesa de centro y cerrando el conjunto. Así todos tus invitados estarán enfrentados y habrá contacto visual. ¡Y a disfrutar de una buena tertulia!

Es importante, al hacer tu composición de sofás y butaca, que dejes "pasillos" libres para favorecer el tránsito en la sala. En este salón, el sofá rinconero se ha arrimado a la pared y la butaca se ha colocado en un extremo para no obstaculizar el paso. 

Para salones anchos, gana asientos enfrentando los sofás. Añade auxiliares a cada lado para aumentar las plazas. En función del tamaño de la mesa de centro, deja más o menos espacio entre ello, basándote en una distancia mínima de 150 cm entre cada sofá.

Este salón respira un aire relajado muy natural y la combinación del sofá y la butaca contribuye a ello. El sofá, un diseño rinconero, se ha elegido en blanco, lo que contribuye a que se funda con la decoración, y la butaca es una pieza que combina una estructura de madera –a juego con las mesitas auxiliares– con un respaldo y asiento de cuerda. 

¿Combinar dos sofás y una butaca todos diferentes? ¿Y por qué no? La decoradora Begoña Susaeta demuestra en este salón cómo una decisión a priori arriesgada puede ser todo un éxito. ¿La clave? Que compartan un nexo común. En este caso, el color. Y es que el gris azulado, el rojo y el blanco son los colores con los que ha jugado con la decoradora, y los ha ido introduciendo en las tres piezas que integran el salón. 

Esta distribución es la que reserva el lado más largo para el sofá y los dos costados para las butacas. Uno de los lados permanece despejado para no cerrar del todo el salón, favoreciendo igualmente la comunicación. 

Una combinación que siempre funciona incluso si eres de los que teme arriesgarse decorativamente hablando es apostar por un sofá neutro y reservar la nota de contraste, el toque más personal o de estilo para las butacas. Esto es lo que ha hecho en este salón la decoradora Lucía Mariñas, que ha optado por un sofá rinconero en blanco y de líneas rectas y lo ha acompañado con dos butacas de terciopelo en rosa y estructura metálica. ¡Qué acierto!

Está claro que el sofá siempre se mantendrá en su sitio, el que hayas elegido, pero ¿por qué no jugar con la ubicación de las butacas. Escoge piezas ligeras que puedas mover fácilmente allí donde se precisen, según la ocasión. 

Ah, y no hace falta que sigas las reglas de siempre, ¡échale imaginación! Si lo normal es pegar el sofá a la pared para ganar espacio, piensa en una alternativa diferente: separándolo de la pared metro y medio, podrás tener una estantería con espacio de paso. Coloca después unas butacas ligeras, como estas sin reposabrazos. 

Dos sofás gemelos en "L" y dos butacas idénticas cerrando el estar. Esta combinación funciona muy bien tanto a nivel práctico, porque "dibujas" la tertulia perfecta, como a nivel estético, porque la repetición de los mismos elementos crea un espacio visualmente más ordenado. Toma nota de las butacas, porque se convirtieron en una sensación la pasada temporada ¡y siguen de moda!

Otra opción sería poner el sofá apoyado en la pared más larga y dos butacas en uno de sus lados, en perpendicular. Con esta composición, el salón parece más amplio y diáfano, sin perder comodidad. 

Busca un color que te guste y conviértelo en el leit motiv de tu composición. No hace falta que sofá y butacas sean "de conjunto", pero sí que guarden cierta relación y en este caso la da el color. El sofá se ha elegido de color beige porque es la pieza que visualmente pesa más y este color se ha llevado a las butacas, que aúnan una base de beige en su estampado y el azul que domina en el espacio. El naranja, en complementos y textiles, acaban de reforzar la sensación de conjunto.

Si no quieres "sobresaltos" decorativos, apuesta por unificar sofás y butacas, tanto en diseño como en tapicería, como han hecho los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar en este salón. 

Si tu salón es pequeño o simplemente no quieres que se vea abigarrado, inspírate en esta composición: un sofá rinconero que aprovecha todo el hueco del estar pero a la vez es ligero al estar tapizado en blanco, y una butaca visualmente ligera pero, a la vez, con personalidad, como la icónica Butterfly, diseño de Bonet, Kurchan y Ferrari.

La mesa de centro debe colocarse a una distancia mínima de 50 cm del sofá. A partir de ahí, el paso es cómodo y seguro. Las butacas (si hay más de una) deben mantener una distancia mínima de un metro entre ellas. Además, estas deben estar a unos 90 centímetros de distancia de la pared más cercana. 

En El Mueble nos gusta mezclar estilos diferentes en un mismo espacio, porque crea ambientes más ricos y personales, como en este salón, donde un sofá de líneas modernas y look informal se ha acompañado de una butaca tipo orejera clásica, con patas torneadas y respaldo en capitoné. 

Otro recurso para distinguir la zona de sofás de la de butacas, muy decorativa, es usar distintos materiales. En este caso, un sofá tapizado en beige de líneas rectas con dos butacas de fibras enfrentadas a él flanqueando la mesa de centro. 

No hay duda: lo primero en lo que te fijas en este salón en la butaca. ¡Doblemente! Por un lado, porque esta butaca de Crearte Collection se ha convertido en un hit, de hecho es una de nuestras piezas de mobiliario favoritas. Y, por otro, por su llamativo color amarillo, que rompe con la unidad de blanco y da alegría, color y personalidad a este salón.

En este salón con sabor rústico se ha optado por vestir el estar con dos piezas de estilo clásico que contrastan con el espacio y le dan un toque sofisticado. Así, la butaca tipo bergère, un clásico que nunca pasa de moda, se ha acompañado con un sofá a juego, creando un estar con mucho encanto. 

En este salón se ha jugado, de nuevo, con el contraste para crear un estar tan moderno como personal. Así, se ha optado por un sofá y una butaca de diseño, de líneas curvas y orgánicas que destaca sobre la arquitectura señorial de este salón, creando un conjunto decorativamente muy interesante. 

En este salón, la arquitectura manda. Por eso la decoradora Sandra Vergara apostó por una decoración de base neutra, actual pero a su vez atemporal. Y escogió algunas piezas especiales como nota de contraste, como la escultórica butaca, que con su estructura de madera resulta decorativa incluso de espaldas. 

En este salón se ha querido cerrar el estar y distinguirlo totalmente del comedor, aunque compartan espacio. Los sofás modulares permiten una gran flexibilidad compositiva, adaptándose a la planta de tu salón. 

En este salón se ha empleado un recurso decorativo realmente efectivo para ubicar sofás y butacas. Hablamos del efecto espejo, que duplica las piezas como si se reflejaran en un espejo situado en el medio del espacio. La clave está en elegir piezas gemelas, tanto de sofás como de butacas, creando un estar simétrico y visualmente muy ordenado.  

Lo decimos en sentido literal, ya que aquí, el juego de butaca y sofás acotan el área más confortable de la sala gracias a su disposición. 

Las piezas de fibras, con su trama, dejan pasar la luz y con ello, no llenan. Si no quieres prescindir de butaca, opta por una como esta, modelo Kawa en Valentina Shop, elegida por la decoradora Carolina Juanes.

Si tu salón tiene una gran salida exterior, como en este caso, no tengas miedo a poner el sofá, flanqueado por dos butacas, delante de la ventana. Obtendrás el mejor fondo posible: ¡un cuadro natural y en movimiento! 

En este salón acogedor se han ubicado sofá y butacas enfrentados, para favorecer la comunicación y el rato de ocio al lado de la chimenea.  En el centro, una mesa auxiliar da servicio a ambas zonas de asiento por igual. 

Otro truco decorativo que funciona muy bien en el salón es separar visualmente butacas de sofás, con un cambio en sus tapizados.

Y otro consejo para distinguir las áreas de asiento en un salón. En esta ocasión se trata de mezclar un sofá de estilo actual con una butaca clásica, tipo Luis XVI. Aquí también se juega con distintos tapizados y se ubica la butaca a un lado de la salida al balcón, para crear un cálido rincón de lectura. 

Tanto si tu punto de referencia es una chimenea como el televisor, ubica sofás y butacas alrededor de él. Crearás una zona muy acogedora y acotarás el ambiente del salón del resto del espacio, ideal en estancias grandes con peligro de parecer desangeladas. 

Si normalmente sois dos en casa, pero hacéis alguna que otra reunión familiar o con amigos en casa, opta por un sofá cómodo y butacas con personalidad, acompañadas de algún puf, para ofrecer zonas de asiento extra ocasionales. 

Si tu sofá está apoyado en la pared más larga y colocas butacas enfrentadas, como mínimo debes dejar 150 cm entre ellas y el sofá para obtener un circuito confortable. 

Coloca los asientos para que favorezcan la convivencia. También es importante que la propuesta sea flexible, es decir, que puedas mover y cambiar de sitio algunos de ellos, en este caso, las butacas de mimbre.