45 salones para 2023 con un nexo común: llevan el sello El Mueble ¡y son fantásticos! (con vídeo)

Blanco, madera y fibra natural se dan cita en este salón comedor cuyo principal protagonista es el gran ventanal que lo conecta al porche y al exterior. Con esas vistas ¡no es para menos! Disfrutarlas todo el año era el objetivo primordial de sus dueños y Amoca Arquitectos lo hizo posible.

¿Otro acierto? La estantería blanca que alberga la chimenea y las baldas de madera que le dan profundidad.

En este salón rústico mandan el beige y el gris. Carme Caubet así lo eligió para un resultado acogedor. La madera de abeto y de pino aclarada y tratada, un par de sofás de distinto color, una mesa ligera y un puf de piel terminan de completar su estilo de cabaña.

La influencer @Eliandeli_, la interiorista Pia Capdevila y Ana y Fran, una pareja de arquitectos, nos abren las puertas de sus mini salones para demostrarnos que ¡el tamaño no importa! 

Desde que Pantone eligiera Viva Magenta como color del año 2023, todo apunta que los rosas, los fucsias y los rojos van a llevar la batuta cromática el próximo año. Este salón con chimenea le hace un guiño con un sofá de terciopelo en rosa empolvado, muy bien acompañado de otro modelo en blanco. La madera antigua recuperada, en mesas y embocadura, lo llena de encanto.

En 2023 veremos salones conectados con el exterior, bien por grandes cerramientos o, como en este caso, por un muro de piedra. Este, diseñado por el estudio ST Interiorismo, es una continuación del que hay en el porche. Para que no quedara tan rústico, se montó de forma artesanal, piedra a piedra. Madera y fibra sirven para reforzar ese look tan natural.

En los salones de 2023 la televisión dejará de ser por fin el foco de atención. Y todo gracias a los múltiples diseños de muebles de salón que intentan ocultarla. En este salón moderno y chic, el mueble en madera ocupa toda la pared. Diseñado por Sergi Pons, no solo camufla la tele, también almacena y acoge la chimenea. Y por si fuera poco, esconde el aire acondicionado.

Comunicar estancias va a seguir siendo el leit motiv del 2023. Así, el salón compartirá espacio con la cocina y el comedor pero sin perder la identidad de cada uno. Veremos salones abiertos en su totalidad o bien, como este de la imagen, con puertas acristaladas que se abren o cierran, según la necesidad.

La perfilería blanca gana puestos frente a la negra: es más luminosa y menos dura. A este salón neutro, diseñado por Elisa Martínez y Odone Elorza, le va que ni pintado.

Los salones 2023 serán espacios despejados. Tendrán los muebles justos, a la altura adecuada para que no se coman la luz. Los tonos neutros —que seguirán en alza— se verán salpicados con detalles subidos de tono.

Este proyecto de Bárbara Serra se hace eco de ello con sofá rinconero, baldas en la pared, kilim en rojo y mueble a medida bajo la ventana, que sirve de almacenaje y asiento.

Si te apasiona la lectura, querrás tener en tu salón una librería capaz de almacenar todos tus libros. En 2023 veremos los dos extremos: sencillas baldas en la pared, si no hay espacio suficiente y grandes estanterías, como esta, si los metros acompañan.

Este imponente modelo en roble, diseñado por Isabel y Manu Núñez, ocupa toda una pared, interrumpido por el vano que comunica con el dormitorio. Sofás y butacas neutras se han dispuesto para disfrutar de las espectaculares vistas al mar.

Si tienes un salón tan cuadrado como este y quieres aprovechar al máximo sus metros, opta por colocar un sofá rinconero en 2023. Te permitirá sumar más asientos y sacarle todo el partido a la estancia.

Este, de la imagen, realizado a medida, tiene la altura justa para disfrutar de las vistas desde cualquier ángulo. La interiorista Gabriela Conde ha diseñado además un mueble con chimenea en color beige, a juego con la madera clara de las mesitas nido.

Para multiplicar la luz de tu salón, nada como pintarlo en colores neutros que lo amplíen visualmente. La interiorista Carde Reimerdes proyectó este salón atemporal, válido también para 2023, con chimenea, sofá y butacas tapizadas de lino, una mesa recuperada y una alfombra geométrica que le da personalidad.

¿Te has fijado en el techo? Las vigas se pintaron en un color gris suave. Junto a textiles y complementos ponen la imprescindible nota de color.

El 2023 dice adiós a los tabiques y formula salones con nuevas soluciones a la hora de separar ambientes. ¡Mucho ojo a los listones de madera, a modo de celosías porque vamos a verlas y mucho el próximo año!

Las interioristas Toya Trías de Bes y Sandra Gibert han optado por un diseño de lamas de madera para separar el salón comedor de la escalera, sin restarles luminosidad. Lo han completado con tres sofás en forma de U y 4 mesitas ligeras en lugar de una grande.

Si quieres enriquecer y elevar el nivel de tu salón apuesta por decorarlo en 2023 con un cuadro. Grande o pequeño, solo o en composición, tú decides. Lo único que debes tener en cuenta es que sus colores engamen con el resto de la estancia (muebles y textiles).

En este salón proyectado en beige, la interiorista Blanca Ferré ha elegido un cuadro de Blanca Cases en tonos arena que le da más calidez. Las butacas en rosa empolvado aportan un toque chic.

Para aquellos salones con orientación norte que disponen de poca luz, la mejor opción es agrandar las ventanas que ya hay... o crear unas nuevas. ¿Cómo?

Las interioristas Ana Berganza y Paula Heredero se han inventado esta solución: abrir un cerramiento fijo en la pared del sofá para que la luz fluya de una habitación a otra. Una excelente propuesta para aplicar en los salones de 2023.

Con el fin de disfrutar las vistas que regalan los 3 ventanales de este salón, la interiorista Natalia Zubizarreta colocó dos sofás en forma de L cerrando el estar con dos butacas de madera.

Las cortinas, los cojines y la doble alfombra superpuesta en tonos neutros consiguen darle un look súper acogedor. Luz y calidez siguen en auge, como no podía ser de otra manera, en los salones de 2023.

¡Cuánto nos gustan los salones revestidos de madera! En este, proyectado por Sylvia Preslar, solo ocupa una pared, la de la chimenea de leña, para no saturar. La elección de la madera clara, las paredes beige y las mesas redondas y ligeras son presagio de que los tonos arena y los diseños sinuosos van a ser protagonistas en los salones 2023.

En la mayoría de los salones, la pieza estelar es el sofá. ¿Cómo van a ser en 2023? Seguirán los tonos neutros pero también aparecerán otros tonos más intensos, como los granate, verdes, azules o grises.

Este de la imagen es en un gris azulado ¡y nos chifla su contraste! Recuerda que para poner tonos oscuros de sofás, tu salón debe ser muy luminoso.

¿Te gustan los sofás blancos? En 2023 van a seguir en cabeza pero si te fijas en estos enfrentados tienen una peculiaridad: su tapizado ha dejado de ser totalmente liso y se presenta en un discreto estampado adasmacado. 

Para romper la hegemonía del total black, la interiorista Dafne Vijande ha elegido un par de butacones grises a cuadros muy british que le dan ese estilo colonial y clásico, tan atemporal.

Si tu salón tiene un desnivel ¡no lo unifiques! Puedes sacar provecho de esa particularidad. Como hicieron en este de la imagen la arquitecta Irma Aleu y Antinae Interiorismo.

En la parte más elevada, aprovechando que había ya una librería acristalada, dispusieron una zona de trabajo cuyas vistas al jardín son inmejorables. Los salones diferentes también tienen cabida en 2023.

Los salones sencillos reclaman su hueco en 2023. ¡Y lo tienen! Este, decorado por el estudio Deco & Living, da fe de ello. Colores neutros, mezcla de muebles modernos y clásicos y detalles dinamizantes lo hacen buen candidato para ser copiado de pe a pa el próximo año. Una buena decoración es capaz de potenciar la luz y proporcionar un ambiente relajante, muy slow.

Los salones con techos altos exigen grandes ventanales para multiplicar su luminosidad. Para hacerlos más confortable en 2023, apunta los trucos que el arquitecto Jacobo Lladó aplicó en este de la imagen. 

Colores neutros, cortinas generosas, madera, fibra natural y plantas a tutiplén. Palmeras altas en el suelo, cintas y helechos sobre las mesas... hacen que el exterior ajardinado se replique en el interior con toda su frondosidad.

Si tu salón es pequeño y no sabes cómo sacarle todo su jugo, fíjate en esta propuesta de Anna Vendrell que puedes trasladar al tuyo en 2023. ¿Las claves? Paredes en blanco roto, una librería abierta y simétrica ubicada tras el sofá a medida, una mesa ligera y dos pufs. ¡Suficientes para garantizar calidez y orden!

Por el contrario, si tu salón es grande pero le falta estilo, aquí tienes el truco de Loopa Studio para devolvérselo en 2023. Un sofá modular que permite múltiples posiciones, según las necesidades. Y para darle dinamismo, unas mesitas nido redondas que aparecen y desaparecen, a su antojo.

Si quieres darle a tu salón un aire eterno de vacaciones, apunta esta receta infalible que puedes "cocinar" también en 2023: piedra, madera y blanco. Fueron las claves de este salón abierto a la cocina y al comedor con ideas súper sostenibles y detalles tradicionales, como el uso de fibra, roble y materiales autóctonos.

La decoración de este salón es singular. La interiorista que lo proyectó, Asun Antó, ideó una inusual embocadura de madera para la chimenea que lo llena de calidez. Sobre ella, un espejo de cuarterones atrapa toda la luz dándole amplitud.

Los salones neutros ganan puntos cuando se revitalizan con una pared subida de tono. La interiorista Jeanette Trensig ha lacado en un verde oscuro la estantería con chimenea integrada. El verde es atrevido pero no cansa y trae la naturaleza al interior. ¿El resultado? Darle personalidad al estar.

Este salón redondo pertenece a la casa de la interiorista y pintora Andrea Soler. Tiene un estilo regio, muy afrancesado. Tanto es así que su dueña lo ha bautizado como "el salón de María Antonieta". Pintó las paredes en un tono neutro, eligió un sofá blanco para aprovechar la luz y una alfombra oscura para lograr el contraste.

¿Qué hace especial a este salón? Varios detalles. A primera vista sus vigas de madera antiguas. Las interioristas Marta Jáudenes y Olivia Reina, del estudio LF91 Interior Design, las han restaurado y pintado del mismo color que la mesa del comedor con el que comparte espacio. El aparador a medida de detrás del sofá es totalmente artesanal. Y si te fijas un poquito más, las cortinas de lino, a juego con el tapizado de los sofás, dan nivel a la decoración. 

El espectacular techo de madera a dos aguas reforzado con troncos en bruto pone la nota peculiar en este salón tipo montaña. La ventana superior por la que se cuela la luz y los rayos de sol dan a parar justo en el sofá, dispuesto en forma de L para contemplar el paisaje. ¿El remate? La moderna estufa de leña con tubo curvado. ¡Te dan ganas de sentarte junto a ella y disfrutar de su buena temperatura!

Dos sofás claritos en forma de L, una butaca de diseño y una alfombra geométrica son las claves de este salón moderno. Dafne Vijande lo ha ubicado en torno a la chimenea como lugar predilecto para mantener largas conversaciones en familia.

En este espacioso salón se han dispuesto dos zonas de estar: una más íntima junto a la chimenea, y otra más social ideada para recibir visitas.

Su estilo clásico hace de la estancia un lugar súper elegante y muy chic. Desde el techo en forma de cuadrícula o las lámparas de araña hasta la chimenea de piedra o las cortinas de diseño geométrico en dos colores, beis y gris, a juego con el resto de la decoración. 

En este salón amplio y luminoso, la interiorista Lourdes Pérez, de PS Interior, ha conservado toda su esencia: vigas a dos aguas recuperadas, suelos de terracota abrillantados, chimenea lacada en blanco... 

Con dos zonas de estar, una de invierno y otra de verano, se proyecta hasta el infinito ganando profundidad. Pero si hay una pieza especial es, sin duda, la doble mesa de madera oscura que da a la estancia su estilo rústico contemporáneo.

Tener un salón por el que no pasen los años es el sueño de muchas de nosotras. En este de la imagen, las interioristas Mausha Marsá y Tanana Montero consiguieron ese look atemporal. ¿Y cómo? Pues eligiendo lo que nunca falla: una paleta de colores neutros y materiales naturales de altísima calidad, como madera, linos, sedas...

Un espectacular ventanal desde el que disfrutar de bonitas vistas son motivo más que suficiente para hacer de este salón algo especial. Pero no el único.

Sus decoradoras, las interioristas Marina y Laia Reguant, de Marina & Co, eligieron un papel pintado de rayas en torno al que gira el resto de la decoración: el cuero de los pufs, el lino de los sofás, la madera de los muebles y vigas...

¿Qué tendrán los salones típicos de montaña que inmediatamente nos trasladan a lugares cálidos y acogedores? La interiorista Carme Caubet ha conseguido enamorarnos con esta deliciosa estancia revestida de madera.

Cuenta con espacio para sentarse a charlar, disfrutar de las vistas, tumbarse a descansar... ¡Y todo bien calentita gracias a la presencia de la chimenea recuperada y textiles gustosos! ¿Se puede pedir más?

Si quieres llevar a tu casa esa sensación de calma que te transmite tu segunda residencia, copia los trucos que la interiorista Marta Tobella ha trasladado a este salón: color arena en las paredes y presencia de materiales naturales en mobiliario y complementos (mesa de madera, sofás de lino, cortinas y alfombra de yute...). Entrarás en modo vacaciones en un periquete.

En contraste con el cerramiento y la estructura de la mesa de comedor, ambas en negro, este salón se ha ideado todo en blanco para multiplicar su luminosidad. La chimenea y los textiles le dan calidez y las vigas de madera aclaradas, se pintaron también de blanco, para quitarles un excesivo peso visual.

Los salones de paredes neutras necesitan un elemento de contraste que les den su peculiaridad. Puede ser una pared subida de tono o un mueble con presencia.

En este de la imagen, la interiorista Asun Antó se ha decantado por enfundar los sofás en un color gris marengo que destacan frente a las paredes y el sillón en beis. Y para dar calidez, qué mejor que una chimenea integrada en la librería y una mesa de centro de madera.

Este salón pertenece a la casa de los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar. ¿Qué es lo que le hace singular? Sus nuevas ventanas. Las balconeras de sus extremos no existían, eran pared. Al crearlas, no solo la luz entra a raudales sino que duplicaron la entrada a las terrazas. El uso de tonos neutros, madera y fibra le hacen súper acogedor, ¿no crees?

Recrear con rigor el interior de una masía centenaria sin serlo fue el truco maestro que llevaron a cabo en este salón las interioristas Blanca Berenguer y Marta Xuclà.

Y qué mejor para ello que rodearse de piezas con encanto, como la espectacular chimenea con base de piedra negra que sirve de asiento y de almacenaje para leña. ¿Otra llamada de atención? El techo de vigas de madera a dos aguas que recalca aún más ese aire de vivienda antigua.

Otro ejemplo de salón generoso que se duplica, también en originalidad. Las interioristas Elena Llorente y Loreto Prieto, de Le Design 4U, dispusieron al fondo un estar más recogido y dado a la tertulia. En primer plano, el segundo salón, ubicado a un nivel inferior, se dedica al descanso y a disfrutar de sus maravillosas vistas.

En cuanto al mobiliario cabe destacar, sobre todo, una chaise longue heredada y retapizada que rebosa estilazo. Y por supuesto, el original techo realizado ¡con más de 7.500 palitos de bambú colocados en diagonal a dos niveles! Todo un reto.

Y si las vigas de madera dan encanto, lo mismo ocurre con las paredes de piedra, como las que tiene este salón.

La interiorista Maite Prats lo reformó respetando los muros que, además de darle personalidad, son un estupendo aislante térmico. Y frente a ese estilo rústico que desprenden, el estar se amuebló con sofás de lino y una mesa moderna que lo actualizan.

Los techos altos permiten la presencia de vigas de madera. Las de este salón a dos aguas, adquieren una forma triangular muy decorativa. La interorista Irma Aleu las dejó en su color natural para darles el protagonismo que se merecen. Su fuerza visual se contrarrestó con sofás claros y la calidez de la madera. La mesa de centro de estilo industrial hace un guiño a la cocina de microcemento, al fondo.

Tonos claros, muebles justos y alguna pincelada de verde son las claves para lograr un salón cómodo, apto para la desconexión total. Prueba de ello, es este de la imagen decorado por la interiorista Asun Antó: un salón comedor en donde dominan los tonos piedra y arena, junto con un relajante verde agua. A veces la sencillez es la mejor característica.  

Además de la presencia de vigas, los techos altos también permiten una decoración exquisita, como las de este salón decorado por el interiorista Jaime Parladé. Sus 3, 5 metros de altura se han adornado con franjas en tonos tierra, arena y verde creando figuras geométricas. Ese trío de colores se repite en el mobiliario y en los textiles: los sofás verdes, las butacas en crudo, la mesa de madera o el plaid marrón.

Llevar el exterior al interior de casa es una constante en la decoración de los últimos años. En este salón se ha logrado y, por eso, es especial. Han tapizado las butacas con estampados naturales que te hacen soñar con paisajes verdes. También puedes lograrlo con la presencia de plantas XL o con grandes ventanales que te permitan admirar el jardín.