Los SALONES que verás en la revista El Mueble de marzo de 2022 (muy cálidos y luminosos)

Los baños son los protagonistas del número de marzo de El Mueble. Pero también encontrarás muchas más ideas e inspiración y casas que te harán soñar. Entramos en sus salones para que corras a tu quiosco a por ella. También puedes comprarla en Amazon aquí.

El salón queda conectado con el porche y tiene un irresistible aire natural gracias a la pared de piedra que enmarca la zona de estar. Es un guiño a Menorca que pidieron los propietarios y que fue levantada piedra a piedra de forma artesanal. Refuerzan ese aire natural la alfombra de fibras, las mesas de madera o los cojines en tonos tostados y caldera.

La luz campa a sus anchas en toda la zona de día, donde los muebles hacen las transiciones entre los espacios. La chimenea integra mucho almacenaje y una zona de apoyo y queda abierta al comedor contiguo. Ambos ambientes comparten la misma decoración: tonos beige, la presencia de la madera y los detalles de fibras. ¿El resultado? Tan elegante como natural. 

El salón de esta casa en Marbella vive volcado al exterior. "Al plantear la reforma tiramos paredes y unimos salón, comedor y cocina con grandes ventanales que dan a las terrazas" explica la interiorista Nezha Kanouni. Está decorado con dos grandes sofás blancos enfrentados y mesas de centro y butacas de look moderno. 

El juego entre blanco y negro es protagonista en la decoración del salón (y en el resto de la casa). El blanco llena de luz el salón y está presente en los muebles principales, las paredes y hasta las vigas del techo a dos aguas. El contraste negro lo ponen las carpinterías y algunos detalles, como la mesa de centro de diseño o las patas de las butacas.

El salón de este piso regio barcelonés no puede ser más acogedor. Tiene una base súper cálida con paredes en color arena y suelos de madera que enfatizan, todavía más, los sofás grises en L y la mesa de centro, súper robusta de madera. Sus ventanas están vestidas con grandes cortinajes que se funden con las paredes y dan intimidad. 

Salón y comedor están comunicados y solo quedan separados visualmente por las butacas de rejilla. La zona del comedor queda enmarcada por uno de los tesoros del piso: un mirador que la decoradora ha aprovechado como zona de lectura rodeada de plantas. 

Luminoso, joven y muy acogedor así es el salón de este piso madrileño decorado por Eva Baena. Las molduras ponen un toque elegante a las paredes y enmarcan el sofá. Los elementos principales en blanco asegura la luz en el salón, mientras que la calidez vienen de la mano del suelo y los muebles de madera y los cojines en tonos tierra. 

Para mantener la sensación abierta de la zona de estar "en lugar de poner dos clásicos sofás enfrentados, elegimos una chaise longue cómoda que deja espacio visual para apreciar el comedor" explica Eva Baena. En medio de ambos asientos la mesa de centro de mármol y hierro queda elegante y actual y cierra el estar un versátil puf de aire boho. 

La propietaria de esta casa es una amante del Ampurdán y la decoración y eso se ve claramente en el salón de su casa. "Ella tiene un gusto y un estilo muy femenino. Por eso apostamos por elevar los interiores con toques de color, como el rosa antiguo del sofá de terciopelo del salón"  explican desde el estudio Quintana Partners responsables de este proyecto. 

En cada estancia de la casa manda un tono y en el salón el protagonista es el blanco que tiñe paredes, el techo con vigas y algunos muebles principales, como el sofá. Este contrasta con el marco de madera de la chimenea, procedente de un anticuario de Florencia, o el suelo de microcemento topo que unifica toda la casa. 

Este dúplex en el Pirineo está arropado por la madera envejecida que reviste todo un frente de pared. El techo del salón de madera de pino se pintó de blanco para rebajar sus presencia y darle más luz a este espacio que debe acoger cómodamente a una familia numerosa de 11 miembros. 

El salón queda abierto al resto de la planta baja, sin puertas que impidan el paso de la luz. Los muebles de la cocina son de la misma madera que la pared del salón y, en la entrada, el arrimadero verde y el papel pintado de cuadros ponen una nota muy acogedora.