9 cabeceros de cama originales que no son los típicos y que quedan fabulosos en todos los estilos de dormitorio

Este dormitorio abierto al baño y al vestidor tenía tantas ventanas, que no había una pared en la que apoyar la cama. Por eso, la interiorista Asun Antó la colocó en el centro del espacio y la convirtió en el eje del resto de zonas.  Así, el cabecero es un murete divisor que separa la cama del tocador, da privacidad y también mucho estilo. "Le pusimos papel pintado de efecto textil, que recuerda la clásica raya diplomática, así se ve más vestido. Lo rematamos con un tablero de madera de roble, a juego con la balda de las mesillas, que están integradas en el murete", explica la decoradora. 

La pared del cabecero es la gran protagonista de este dormitorio decorado por la interiorista Asun Antó gracias a su panelado hecho con molduras de Orac Decor que se han pintado en un favorecedor color verde de Valentine. Un tono sereno, que combina bien con el blanco y da sensación de profundidad al dormitorio. El panelado suma personalidad al dormitorio y lo decora sin restar espacio. Los apliques en negro refuerzan su aire contemporáneo. 

Ese dormitorio mallorquín respira tradición y calma por sus paredes encaladas en blanco, la ropa de cama de lino y algunos detalles de contraste en negro. Estos los ponen el cabecero, la barra de la cortina y el aplique. El cabecero es sencillo, pero efectista: una barra de forja negra de la que cuelga el cabecero de lino, mullido y delicado. Un clarísimo ejemplo de que, a veces, menos es más. 

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Elegante y cómodo: así es este cabecero de terciopelo azul índigo que enmarca la cama en este dormitorio luminoso y relajante. El cabecero tapizado es mullido, por lo que resulta cómodo para recostarte a leer. El terciopelo es agradable al tacto y brillante y su color azul tiene un efecto relajante en el dormitorio. Su tono encaja a la perfección con el papel pintado con motivos naturales que reviste la pared. 

Unas puertas recuperadas se convierten en un cabecero cálido y único en este dormitorio. Las puertas se han dejado al natural, para que luzcan sus vetas y el color miel de la madera. Para fijarlas a la pared puedes usar un adhesivo si no quieres taladrar. Al elegir las puertas que sean en proporción a la cama que enmarcan y a la altura de la habitación. 

El mural de aire oriental que preside este dormitorio es el gran protagonista de la estancia. Es un proyecto hecho en familia por el estudio Hoc Volo que ha buscado el equilibrio entre la mezcla de muebles clásicos y otros más actuales. Por eso el dormitorio respira un aire sutil, entre retro y oriental, con una banqueta clásica a pie de cama, muebles de rejilla y toques de negro, con lámparas colgantes doradas y mesillas negras.

En dormitorios pequeños el ingenio se agudiza para sacar el máximo partido al espacio sin perder estilo y practicidad. Eso ha sucedido en este proyecto de la interiorista Paula Duarte: “Como no teníamos mucho fondo, hicimos el cabecero a medida. Pusimos rafia y sobre ella el carpintero hizo una cuadrícula de madera. Luego añadimos un papel pintado con hojas verdes. Es el mismo tono de verde que tenemos en los cojines o el plaid. Así, Todo fluye con los mismos materiales y colores", explica Paula. 

En apenas 20 cm de fondo, este cabecero cumple con mucho estilo varias funciones dentro del dormitorio. Hecho con Pladur, enmarca la cama, integra dos hornacinas a modo de mesillas, su repisa sirve como base decorativa y, además, esconde las instalaciones. Es un diseño de la decoradora Beatriz Hernández que ha revestido la hornacina y las mesillas con madera del mismo tono que el banco a pie de cama y el suelo de roble. 

Si sabes hacer punto o ganchillo puedes tener un cabecero original como este. De trapillo, cuerda, lana... elige el material y el color que mejor se adapte a la decoración de tu dormitorio y a la ropa de cama. Aquí un trapillo en tono piedra combina a la perfección con las fibras naturales y la mezcla de blanco y beige. Para que no se mueva, se ha colgado de unos ganchos.