5 salones pequeños muy luminosos

La interiorista Pia Capdevila ha despejado el espacio en el salón para potenciar al máximo la entrada de luz. Para lograrlo ha abierto un panel de cristal entre salón y cocina para ampliar su ángulo visual. Otro acierto ha sido dejar visto y lacado en blanco el techo de bóveda. A más altura, más espacio.

Concentrar todo el almacenaje del salón en una librería también propicia que el espacio se vea más despejado La librería hasta el techo en blanco, igual que las paredes, se funde con ellas. Tiene huecos irregulares y también integra el televisor. 

La interiorista Begoña Susaeta ha ganado luz y sensación de amplitud en este salón sustituyendo un tabique por un panel acristalado. Los cuarterones de hierro blanco rebajan su peso y le dan un look actual. 

La separación entre salón y cocina combina una ventana fija, un tabique central  para la TV y una puerta corredera. El contrapunto cálido lo pone la madera. 

La interiorista Celia Crego ha cambiado la distribución de este piso para ubicar el salón en el rincón más luminoso. De ahí que el espacio de la galería se haya destinado a los sofás, a pesar de contar con menos metros que la zona central que ahora es el comedor. sa

Para compensar la falta de metros un mueble bajo aprovecha el espacio bajo la ventana. En blanco se funde con las carpinterías. Los estores visten las ventanas sin interferir su superficie. Y el resto de muebles, en tonos neutros muy claros, se han colocado hacia las ventanas: un sofá para dos, la butaca de respaldo bajo y una mini mesa de centro. 

"Una de las primeras decisiones de esta reforma fue forrar con espejos la pared del sofá. Así logramos dos objetivos fundamentales: multiplicar la luz y crear más sensación de espacio" explica Mercedes Postigo, autora del proyecto de este piso de 65 m². 

El salón queda abierto a la cocina con la que comparte el suelo de madera blanqueada y los mismos tonos decorativos para ganar unidad. Incluso los frentes de los armarios inferiores son del mismo acabado que el suelo y los de los armarios altos están lacados, lo que multiplica la luz. 

Este salón con vistas a la playa de la Concha, en San Sebastián, no podía sino disfrutar de su paisaje. La interiorista Begoña Susaeta apostó por una base clara en beige y por darle color con tonos amarillos y ocres. "Los propietarios no querían el típico piso marinero en blanco y azul", explica Susaeta. 

Para no tapar los grandes ventanales de forma irregular la interiorista apostó por estores en lugar de cortinas. Se adaptan mejor a la forma de las ventanas y además son muchos más ligeros. Los eligió en tonos claros igual que el resto de decoración.