Un piso pequeño con una gran terraza

Eliminar tabiques y unificar salón, cocina y comedor ha sido la solución utilizada por el equipo de Nido para ganar sensación de espacio en este piso de apenas 64 m2 que cuenta con dos dormitorios y dos mini baños. El piso conserva todo su encanto gracias a sus paredes de ladrillo visto y sus techos de bóveda. 

Por sus dimensiones, el espacio cuenta con los muebles imprescindibles para vivir cómodamente sin llenar el piso de pequeños auxiliares que los que hacen es empequeñecer. En el salón, el sofá con capitoné gris pone un toque nórdico y asegura la comodidad. 

La galería es uno de los tesoros de esta segunda planta y una de sus principales entradas de luz natural (junto con las ventanas del dormitorio). De ahí que no se ha querido tapar las ventanas con estores y cortinas y se ha aprovechado como un privilegiado mirador con un banco a medida rodeado de plantas. Un auténtico oasis en la ciudad. 

La cocina abierta al salón y totalmente en blanco aprovecha al máximo el espacio del que dispone con armarios altos y también en la barra de desayunos. Esta sirve de zona de apoyo al salón y también de expositor de arte. Su iluminación se ha resuelto con una barra con focos que salva el techo de bovedilla (difícil, a priori, de iluminar). 

El suelo de la cocina no es el mismo parqué de madera que reviste todo el piso, aquí se ha optado por un porcelánico claro que se ha decorado en su parte central con una cenefa de mosaico (muy probablemente el suelo que tenía este piso en orígen). El porcelánico siempre es una gran elección para zonas que se ensucian más como la cocina ya que es muy fácil de limpiar. 

El comedor es sencillo pero resulta acogedor por su pared decorada con macetas colgadas, su alfombra colorista y que está arropado por el sofá y la escalera de caracol. En todo el espacio de salón, cocina y comedor se ha enyesado y pintado un arrimadero blanco de unos 90 cm de altura. Es perfecto para ganar en sensación de espacio y de claridad. 

Esta es la perspectiva del piso desde la galería. Para incrementar la sensación de espacio el equipo de Nido ha optado por una decoración donde el blanco es protagonista y por despejar al máximo el espacio. Como se aprecia en la imagen, todos los elementos se han alineado en el mismo frente. Las alfombras son clave para enmarcar las distintas zonas. 

Una escalera de caracol es la mejor opción en pocos metros cuando se tiene que acceder a otra planta. Esta se ha buscado en los mismos tonos y materiales que el resto de decoración del espacio: blanco y madera. Y sus peldaños se han decorado con mini macetas de plantas. La escalera lleva al gran tesoro de este piso barcelonés. 

La terraza es uno de los grandes alicientes de este piso barcelonés. Em la zona de solárium se ha instalado un suelo sintético en la zona de comedor se ha conservador el barro original. Tiene espacio de sobras para instalar un rincón de jardineria, una barbacoa...¡El espacio lo permite!

El dormitorio principal está justo en la esquina del edificio y tiene una planta irregular que supone un reto de distribución. La cama se ha ubicado en la pared más larga justo al lado del ventanal. Una ligera silla salva el ángulo más complicado y, al otro lado, se ha optado por una mesilla mínima. El blanco es la mejor opción para llenar el dormitorio de serenidad y luz. 

El equipo de Nido ha dado un toque único a la pared del cabecero al dejar a la vista solo un cuadrado del ladrillo visto original. Del mismo ancho de la cama da verticalidad al espacio. Todo el resto, en blanco, hacen que la luz campe a sus anchas. El cabecero es una repisa de Pladur que sirve para apoyar un cuadro. Y las lámparas suspendidas a la altura de las mesitas son las que se encargan de la luz de ambiente. 

Y eso que a pesar de los metros el piso cuenta con dos baños (uno de ellos en suite). Para optimizar al máximo el espacio y dar sensación de amplitud todos sus elementos son blancos: el revestimiento, el mueble bajolavabo volado, los sanitarios... y la ducha en la esquina tiene una mampara corredera para facilitar el acceso sin restar ni un cm. 

La cama arrimada a la pared y una mesita súper ligera es todo lo que cabe en este dormitorio pensado para visitas esporádicas que también se podria convertir en zona de estudio. También se encuentra en la zona más irregular del piso pero tiene una bonita entrada de luz y plantas. Menos es más.