Aunque tengamos la cubertería "buena" bien guardadita en un cajón y apenas vea la luz del día, es normal que con el tiempo pueda ennegrecerse. No, no es que tus cubiertos estén para tirar. ¡Stop! Simplemente necesitan un poco de buena mano con la ayuda de este truco casero. Verás qué fácil y rápido recuperan su brillo impecable, ¡y sin gastar en productos!
¿Qué necesitas?
- Bicarbonato
- Sal
- Agua
- Cuenco para hacer la mezcla
- Cuchara para añadir y remover los ingredientes
- Trapo para impregnar la mezcla y limpiar los cubiertos
Aquí tienes el paso a paso
Paso 1. En un recipiente mezcla el agua con la sal y añade después el bicarbonato.
Paso 2. Remueve bien hasta que se disuelva.
Paso 3. Impregna un paño de cocina con la mezcla y frota los cubiertos hasta que queden relucientes e impolutos.