Verano

51 /368
Terraza con porche conectada al salón.

51.

Un porche con cortinas, ¡qué gusto!

Sí, el calor y el sol nos gustan. Pero también esas tardes en las que la brisa se hace protagonista y nos da un poco de tregua. En este porche, esa brisa mueve las cortinas (que aportan privacidad y protegen un poco del calor), invitando a disfrutar de un té helado mientras miras al horizonte. ¿Está tu mente ya ahí?  

Patio con buganvilla.

Butacas de Taller de las Indias. 

El Mueble

52.

Un patio "secreto" coloreado por una buganvilla

Este rincón es de los más mágicos de la casa. Se accede a e´l por un arco revestido por esta buganvilla en flor, queda un poco recogido y es muy i´ntimo. 

Dosmitorio. conbitaca y cómoda de madera.

Cómoda francesa de un anticuario de L'Isle sur La Sorgue. Butaca de Crearte, en La Bòbila Atelier. 

El Mueble

53.

Un dormitorio decorado con piezas de estilo

En esta casa el mar está siempre presente. Y el dormitorio no es una excepción, de hecho desde aquí se disfruta de una panorámica espectacular al pueblo de Llafranc. El lino, la madera y las fibras siguen reinando en esta estancia, pero la decoradora ha apostado, además, por piezas de estilo y de anticuario para sumar carácter a este espacio íntimo, como la butaca o la gran cómoda de madera. 

Salón con butacas de mimbre.

Mesa de centro, a medida y butacas de La Bòbila. 

El Mueble

54.

Un salón que mira al mar

Las vistas son las que mandan en este salón. Y la interiorista era consciente de ello, por eso optó por pocas piezas y sencillas, que fueran cómodas, vistieran este espacio, pero no compitieran con la panorámica. Las butacas, de respaldo calado y bajo, no son un obstáculo visual y, a la vez, recogen la tertulia. Madera, fibras y lino son los materiales estrella con los que se ha aliado Blanca para dar este aire fresco y veraniego al salón.

Porche con pérgola de metal y sofás de obra con cojines azules y beige.

Mesa y sillas de Becara. Cojines y mantel de Deco&Living. 

El Mueble

55.

8. Una casa blanquita que es un mirador a la Costa Brava

Cuesta creerlo. Pero antes de que la interiorista Blanca Tey y el arquitecto José Luis Bonet reformaran esta casa en la Costa Brava, esta maravillosa terraza daba la espalda al mar. Tenía unas vistas despejadas al mediterráneo y, sin embargo, no se aprovechaban, porque el sofá miraba hacia la casa. Con las obras, el sofá se desmontó y se cambió de lugar, y se ideó una ligera pérgola metálica que, al ser más alta que la casa, no tapa las vistas ni desde el interior. 

Salón son sofás blancos, mesa de madera y pufs de fibra.

Sofa´s a medida con tapiceri´a de Gancedo. Alfombras de yute de Zara Home. 

El Mueble

56.

Un salón con vocación de chill out

El salo´n es una invitación al relax. Por la elección de un mobiliario sencillo, un guiño al estilo de la isla, y por el blanco que lo tiñe todo. La pared de piedra, la misma del exterior pero aquí se ha rejuntado para darle un aspecto más amable, las piezas de madera y los detalles de fibras crean un conjunto natural con mucho carácter. 

Dormitorio con baño en suite.

El mueble del ban~o es un disen~o de GCA. 

El Mueble

57.

Un dormitorio en suite con un look boho chic

Como el resto de la casa, el dormitorio es pura calma. Se ha equipado con pocas piezas pero con encanto, como el cabecero de barrotes, la gran lámpara con pantalla textil o las cortinas vaporosas y con sutiles motivos estampados. 

Piscina en un jardín.

Piscina en un jardín.

El Mueble

58.

Un jardín rodeado de naturaleza y a un paso del río

Aunque esta casa se disfruta durante todo el año, es en verano cuando está en plena ebullición. Su ubicación privilegiada y su maravilloso entorno natural la convierten en el "patio" de recreo perfecto para los más alevines de la familia. En una elevación del terreno se ha insertado una piscina de obra, con un look de abrevadero para integrarse de manera más natural con el entorno. 

Porche de madera y cañizo co sofás de obra.

Porche de madera y cañizo co sofás de obra.

El Mueble

59.

7. Una casa rústica en medio del bosque rehabilitada para compartirla en familia

Esta casa disfruta de una ubicación privilegiada,  junto al río Tiétar y en medio de un frondoso bosque. No es de extrañar que la interiorista Marta Yanguas, junto con su hermana y su madre, reformaran el porche para contar con un completísimo y confortable salón exterior. 

Porche con comedor y cocina exterior.

Butacas de Taller de las Indias. 

El Mueble

60.

5. Una casa modernista de sabor mediterráneo y con un espectacular jardín

En el corazón de la localidad barcelonesa de Vilassar de Mar, esta casa tiene mucha miga. De hecho, es una vivienda modernista de 1870 y se ha reformado conservando al máximo su esencia y volcándola a su espectacular jardín. El porche se ha aprovechado para crear una completa cocina exterior, un comedor y un salón de verano. Cuando empieza el calor la vida se traslada aquí. 

Dormitorio con muebles. defibra natural.

Cabecero a medida por Cusó Tapissers con tela de Guell-Lamadrid.

El Mueble

61.

Un dormitorio blanco fresquito y con mucho encanto

Este dormitorio transmite calma, frescor y personalidad. Y es que al blanco que lo tiñe todo, se suman elementos originales modernistas que se han conservado y aportan personalidad y encanto al espacio, como las vidrieras, las puertas y esas ventanas llenas de historia. ¿Quieres ver el resto de esta casa de verano?

Casa con piscina infinity.

Casa con piscina infinity.

El Mueble

62.

4. Una privilegiada atalaya en la costa alicantina con vistas al mar

Esta casa es una invitación a disfrutar del verano sin freno. Encaramada en una colina de la localidad alicantina de Jávea, cuenta con unas vistas únicas al islote del Portichol y al mar mediterráneo. Con la reforma, llevada a cabo por el decorador Pablo González, se le dio por completo la vuelta a casa... empezando por la piscina, que de origen estaba detrás de la vivienda, dando la espalda al mar. Ahora, parece prolongarse sobre el mediterráneo. 

Salón veraniego con sofá rinconera.

Sofa´ de Masabo, puffs de Maisons du Monde. Alfombra de Alfombras Hamid.

El Mueble

63.

Un salón de altura con un relajado look de beach house

Imagina este salón con unos metros de altura metros, con ventanas minúsculas de 1 x 1 y sin vistas al mar. Así era antes de que Pablo abriera grandes ventanales que ahora regalan una panorámica de 10 metros lineales de vistas al Mediterráneo, y eliminara el falso techo, lo que le dio a este salón 5 metros de altura. Reconvertido el espacio, decidió vestir una de las paredes con lamas de madera, que "mal pintó" en blanco, para darle ese look especial de beach house. ¡Qué acierto!

Dormitorio con vistas al mar.

Funda no´rdica rosa, plaid acolchado mostaza y cojines a juego de Filocolore. 

El Mueble

64.

Dormir con los pies en el agua...

O casi. Y es que estar tumbado en la cama es lo más parecido a estar en medio del mar. Y todo, gracias a la pared de cristal que el decorador abrió con la reforma. La decoración es fresca y ligera, para que nada compita con estas maravillosas vistas al mar. No te pierdas el resto de espacios de esta casa pensada para exprimir al máximo el verano

Dormitorio de verano de estilo campestre con vestidor tras el cabecero y ropa de cama blanca y terracota.

Cabecero y cortinas de Gla Empordà. Butaca de Crearte Colecctions y banqueta de Tine K Home. 

El Mueble

65.

Un dormitorio campestre de sabor provenzal

Este dormitorio, decorado por Marta Xucla` y Blanca Berenguer, respira un sabor provenzal. Para lograr este aire campestre ligero y luminoso se ha partido de una paleta croma´tica dominada por el blanco en todos sus matices ca´lidos, creando una base serena y acogedora. Pocas piezas y sencillas para no recargar un espacio de por si´ bello. Y las notas de color (beiges y rosas empolvados) sutiles y sin contrastes marcados.

Dormitorio de verano de estilo clásico con alfombra kilim y estructura de cama de madera oscura.

Cama y co´moda de anticuario. La´mparas y cortinas de El Corte Ingle´s. Mesilla de Crisal Decoracio´n. Color de la carpintería Skylight de Farrow & Ball.

El Mueble

66.

Decorado con piezas recuperadas y de anticuario

La decoración de este dormitorio, que pertenece a un cortijo del sur, combina una base tradicional con piezas escogidas de herencia y de anticuario, como la cama de madera, la cómoda y la mesilla. Aunque se impone una base en blanco, se han buscado toques de color, con las puertas y porticones de este suave azul cielo, o la alfombra multicolor. 

Baño con mueble de madera, labavo sobreencimera y toallas de nido de abeja.

Baño con mueble bajolavabo, realizado a medida, de Coton et Bois. Lavamanos, de Bathco. Espejo, realizado a medida, de Masià. Escalera, de Mimbre&Co.

El Mueble

67.

Cambia las toallas por otras más ligeras

Guarda las toallas afelpadas y saca las que tengas de nido de abeja o de piqué, son más finas y más fresquitas. Así que, además de dar al baño un nuevo look, al salir de la ducha la sensación será más agradable y refrescante. 

Salón de verano de estilo rústico moderno.

Sofá y butacas, en Descanshop. Mesa de centro, en Expo Mobles Inca. 

El Mueble

68.

De piedra, lino y madera y abierto al jardín

Este salón es tan natural como veraniego. La madera es el material que reina, con las vigas que recorren todo el espacio y la carpintería a juego. Los grandes ventanales abren por completo el espacio al jardín y los sofás blancos y las cortinas livianas aligeran el peso del conjunto. 

Salón de verano decorado en blanco.

Sofá modelo Linus y butacas Claire de Atemporal. Mesa de centro de Graham & Green. 

El Mueble

69.

Tradición mallorquina puesta al día

Rústico, pero luminoso, veraniego pero acogedor para todo el año, y con una decoración que enamora con su sencillez. Así es este salón, con sus techos altísimos y esos detalles constructivos típicos de las casas rurales mallorquinas. El blanco se impone, como no podía ser de otro modo, y Luis Fernández, de LDFL studio junto con la constructora Barr Baleares, lo han vestido con materiales naturales, como las fundas de lino de los sofás. 

Salón de verano decorado en blanco y tonos rosas.

Sofás de Maisons du Monde, mesa de centro de El Globo, cortinas de Zara Home y plantas de Fronda. 

El Mueble

70.

Un salón familiar en blanco sereno y luminoso

Todo en este salón es blanco: los sofa´s, las paredes y la alfombra. ¡Y eso que es con una casa con 4 niños!  Esta base junto con los grandes ventanales que abren el salón al jardín inundan de luz un salón tan acogedor como ligero y mediterráneo. Las plantas –si eres fans, descárgate nuestro ebook "La gran guía de las plantas"– como los grandes ejemplares de Ave del Paraíso, refuerzan esa atmósfera refrescante. 

Salón de verano de estilo rústico moderno.

Mesa de centro similar de Crisal. Sofa´ similar de El Corte Ingle´s. Chaiselongue similar de Sancal.

El Mueble

71.

Un salón en blanco coloreado por los textiles

Este salón es fresco y luminoso, porque pertenece a una casa mallorquina, pero a la vez es ca´lido y acogedor gracias al suelo de piedra caliza claro y a un blanco roto muy suave para las paredes, las vigas y los elementos de madera. Han sido los textiles, con alfombras grandes y cla´sicas, y cojines de tonos tierra, y los muebles de madera y mimbre y cuerda los que dan el contrapunto de color y calidez. 

Salón de verano de estilo moderno con sofá blanco y gran estantería de obra.

Sofa´s y puf de Sandon. Alfombra de sisal de KP.

El Mueble

72.

Un salón moderno y atemporal donde el verano es eterno

Todo en este salón, proyectado por la decoradora y propietaria de Antima, Synne Marie, está pensado para el disfrute al máximo de la sensación relajante del verano. Esta casa está en Marbella, de ahí que el verano se alargue más allá de las estaciones, por eso se apostó por una decoración luminosa, fresca y acogedora, y muy serena. El blanco no podía faltar, y se ha acompañado de toques de verde y el beige del pavimento, que arropa un poco el espacio. 

Dormitorio de verano con visillos blancos.

Dormitorio con funda nórdica, de Filocolore. Cojines de rayas y con tela camisera, de Sira. Mantas, de Zara Home. Lámpara aplique, de Sacum.

El Mueble

73.

Reduce el número de textiles en el dormitorio

Menos cojines, solo unas ligeras caídas o visillos en las ventanas y un plaid en lino o algodón. Nada de mantas a la vista. Todo este cambio en los textiles hace que se sienta el dormitorio más agradable y fresco.

Comedor de verano junto al salón con mesa de madera, sillas y banco de madera.

Salón comedor con sofá y lámparas de techo, de Taller de las Indias, mesa del comedor, de La Casita de Margaux, y sillas de Casa. Banco, de Asitrade.

El Mueble

74.

Otra idea para una deco veraniega en el comedor

Sustituye las pantallas por unas maxi de fibra, como estas. ¿Recuerdas que te hablábamos del poder que tiene este detalle? Pero además, para lograr un efecto más informal, también puedes jugar con bancos o taburetes combinados con sillas con respaldo alrededor de la mesa.

Comedor de verano junto a un ventanal con mesa de madera y banco de obra.

Comedor con mesa, de Carels, y lámpara de techo, de Coton et Bois. Sillas, de Pilma.

El Mueble

75.

¿Cómo hacer más refrescante el comedor?

Un mantel de lino con una bonita caída y de un color cálido, como ocre o mostaza, es ideal para darle a tu comedor un aire más veraniego y refrescante. Saca tu vajilla más colorida para que haga contraste. Unos bajoplatos de fibras y una vajilla colorida harán el resto.  

Comedor de verano con motivos marinos.

Comedor con lámparas de techo de Sacum y el mantel y salvamanteles, de fibra vegetal, de Lexington.

El Mueble

76.

Y, por supuesto, motivos marineros

¡Pues sí! ¿Por qué no decorar un comedor urbano con detalles marinos, marineros o navy, que te recuerden a tus mejores momentos de las vacaciones? Unas acuarelas con unos corales, un mantel en tonos azules y blancos y alguna flor azul, como las hortensias, que decoren la mesa y parecerá que vuelves a estar en tu apartamento de la playa. 

Recibidor de verano con consola de madera espejo ventana.

Recibidor con espejo hexagonal, de Leroy Merlin. Consola de madera y espejo de cuarterones, de Ixia.

El Mueble

77.

Y si tu recibidor es urbano… ¡Así se le da un aire veraniego!

¿Cómo? Añade algún jarrón con flores que lo alegren, unas plantas verdes que le den vida. Puedes incorporar notas de color también con esos jarrones: amarillos, aguamarina, verde, azul…

Recibidor de verano con consola de madera y complementos de fibras naturales.

Recibidor con consola de Culdesac y cestos de Tine K Home, en Sacum.

El Mueble

78.

Empieza con la entrada a tu casa

Para decorar tu casa este verano, empieza por el recibidor. Apórtale un toque fresco para que te reciba de forma agradable cuando las temperaturas calientan. Comienza cambiando los complementos por otros de fibras naturales, más veraniegos, y mueve alguna de tus plantas lejos de la ventana, donde pueden quemarse.

Recibidor de verano con capazos de playa de mimbre.

Recibidor con banquetas y cestos, de Sacum. Alfombra, de La Maison. Faroles, de Catalina House.

El Mueble

79.

Un recibidor preparado para ir a la playa

O a la piscina. Y es que es tiempo de chapuzones y tardes al sol. Por eso, guarda abrigos, bufandas y chaquetas (aportamos que queda alguna suelta por ahí) y saca los capazos y cuélgalos en el mueble de la entrada. ¿Ya tienes todo preparado para una tarde refrescante? Además de para usar sombreros y capazos, ¡también son un excelente recurso decorativo!

Salón de verano con sofá blanco y cojines de color coral.

Salón con sofá, de Masabo. Pufs, de Maisons du Monde. Alfombra, de Alfombras Hamid.

El Mueble

80.

Tonalidades más caldeadas sin que dejen de refrescar

Además del azul, la gama de los corales es perfecta para dar a tu casa ese toque veraniego que te hará creer que estás junto al mar (aunque estés en la ciudad). Combinado con azul queda genial. También con el verde. Y si el sofá es blanco, el coral se lucirá con estilazo. Como en este salón de verano

Salón de verano con sofá beige y cojines azules.

Salón con sofás modelo Albert, de Atemporal. Mesa de centro y escritorio, de Tot Interiors. Taburete, de Let's Pause. Butaca de ratán, en MIV Interiores.

El Mueble

81.

Notas "animadas" y refrescantes de color

Los azules, en todas sus gamas, son la mejor opción para decorar una casa con los colores de verano. ¡También el verde! Y algunas pinceladas en amarillo. Porque son tres tonos muy relacionados con el exterior: mar, montaña y sol. Su efecto es relajante y refrescante. Así que si vas a renovar las fundas del cojín, incluye alguno de estos colores: azul marino, azul aguamarina, azul claro... ¡Todos valen!

Decorar el salón de verano con tonos tierra y fibras naturales.

Sofá y puff de Grassoler, en Sacum. Alfombra de yute de Hamid y mesa de centro diseño de la decoradora. 

El Mueble

82.

¡Las fibras son para el verano!

En El Mueble somos fans de las fibras naturales. Y aunque son una opción ideal para todo el año, es en verano cuando sacan lo mejor de sí mismas. La decoradora Marta Tobella se alió con ellas para decorar este salón de verano: más allá de la alfombra, las llevó a los estores, originales y muy decorativos.  

Salón de verano con sofás beige y mesa de centro de madera.

Sofás y librería diseño de la decoradora. Mesa de centro de Brucs. 

El Mueble

83.

Refrescante con toques de verde

Luminoso, fresco, acogedor, atemporal... Este salón, decorado por Paula Duarte, es todo esto y más. Y la clave es la elección de una base muy blanquita, que permite dar mucho juego con los textiles, más fresquitos en verano, con esta combinación de diferentes tonos de verde, o más cálidos en verano. Las plantas, en la mesa de centro y en la librería, refuerzan este frescor y llevan la naturaleza dentro de casa. 

Salón de verano con vistas al mar y decorado en blanco y madera.

Sofa´ de Tapidisseny y mesa de centro de Zoco Home. Butaca de MD Toiles Nature.

El Mueble

84.

Blanco y madera, el dúo infalible para un salón de verano

Este salón es pequeñito, ya que pertenece a un apartamento de verano de apenas 70 m2. Pero la arquitecta de interiores A´ngeles Rodes, arti´fice de la reforma, exprimió los metros con pocas piezas, ligeras y versátiles, y una base en blanco que suma amplitud y luz. Los muebles de madera suman calidez y hacen más confortable un espacio pensado para el disfrute del verano.

Salón de verano con sofás azules.

Sofá de IKEA, retapizado en azul. Mesas de centro procedentes de la India. Cómoda gustaviana, en Crisal Decoración.

El Mueble

85.

Un salón veraniego en blanco con refrescantes toques de azul

Este salón respira verano. El blanco cálido de las paredes y el techo es la base neutra perfecta para darle color con las tapicerías, de este vibrante azul añil. Las fibras, como la gran alfombra o el puff, contribuyen a refrescar el ambiente, mientras que el mix de estilos y procedencia de las piezas –algunas de tiendas de artesanía, otras traídas de viajes...–  suma estilo y carácter. Recuerda: para decorar un salón de verano alíate con los textiles. Es la fórmula del éxito.

Salón de verano con paredes de piedra y sofás blancos.

Sofás y puffs de Margarita Ventura y mesas de centro de HK Living. 

El Mueble

86.

Un salón de verano abrazado por la piedra

El gran muro de piedra que reviste la pared del sofá es el robamiradas de este salón proyectado por Clara Joly d'Aussy. La decoradora ha llevado la piedra a solo una pared, convirtiéndola en un elemento decorativo más que, además, suma personalidad. Y, para que nada compitiera con ella, eligió textiles en blanco, que además refrescan. 

Dormitorio de verano con techos abuhardillados blancos, ventilador de techo y textiles en color mostaza.

Butaca, escritorio, la´mparas y sillas de Segunda E´poca. Ropa de cama de Zara Home.

El Mueble

87.

Un dormitorio campestre en blanco que respeta la tradición

El blanco es impone en este dormitorio, presente en las paredes, las vigas del techo y las contraventanas de madera maciza, logrando un look relajante, tradicional y una base perfecta para el resto de elementos, como la butaca o la silla de aire francés o el precioso suelo tradicional de barro cocido. 

Dormitorio de verano con cama con dosel y ropa de cama azul.

Cama con dosel de Aquitania. 

El Mueble

88.

Un dormitorio de verano con una terraza privada y vistas al mar

Este dormitorio es una postal de verano. En blanco, con una terraza privada para disfrutar de los atardeceres al fresco y con vistas despejadas al mediterráneo. El blanco, que se impone en paredes, cortinas y la cama con dosel, contribuye a refrescar el espacio. 

Dormitorio de verano con papel pintado azul y verde en el cabecero y ropa de cama blanca.

Papel pintado de Gasto´n y Daniela. Cabecero de TC Collection. Ropa de cama de Lo de Manuela. Mesillas y co´moda de Crisal.

El Mueble

89.

Con un refrescante papel pintado de motivos étnicos

La decoradora Natalia Zubizarreta apostó por el papel pintado para decorar este dormitorio y ponerle esa nota de frescura y de mar que este espacio, a un paso de la playa, pedía. La ropa de cama blanca y los cojines decorativos en verde y azul, a juego con el papel, completan un look veraniego y estiloso. 

Dormitorio de verano con cama con dosel y ropa de cama de color verde.

Cama con dosel realizada a medida por Barr Baleares, cabecero con tela de lino de Designers Guild y mesita de noche de Graham & Green. 

El Mueble

90.

Romántico y veraniego, con una cama con dosel

El equipo de LDFL Studio vistió este dormitorio romántico con una cama con dosel, que "llena" el espacio y crea esa atmósfera femenina, delicada y relajante. Las caídas en lino decoran y sirven de improvisadas mosquiteras en verano. 

Dormitorio de verano con pared del cabecero en verde, cabecero de madera y ropa de cama blanca.

Cabecero hecho por un artesano almeriense en marqueteri´a de olmo, el color de la pared es el Gris Jungla de Valentine y el mueble bajo la ventana es un diseño realizado a medida por la decoradora. 

El Mueble

91.

Un dormitorio de aire rústico con una refrescante pared en verde

Este dormitorio, decorado por Bàrbara Serra, respira un aire rústico pero urbano. El precioso techo tipo volta catalana le da carácter sin restar luz, gracias al entrevigado en blanco, y el verde con el que la decoradora ha pintado la pared del cabecero evoca la naturaleza y crea un refrescante efecto envolvente. 

Dormitorio de verano con ropa de cama blanca y elementos en madera.

Cabecero, mesita de noche, lámpara de techo y ropa de cama, en Catalina House. 

El Mueble

92.

Un dormitorio en suite fresco, natural y veraniego

Este dormitorio respira un aire zen. Y la decoración minimalista y sobria y la pátina de color arena que unifica el dormitorio y el baño son en gran medida responsable de ello. Un gran ventanal diluye las barreras in & out y abre este espacio a su maravilloso exterior. En este dormitorio, proyectado por GCA Architects, siempre es verano. 

Dormitorio de verano con ropa de cama blanca y cojines y plaids en tonos tierra y verdes.

Butaca y lámpara de Miv Interiores.

El Mueble

93.

Veraniego y con un look boho chic

Este dormitorio transmite sensación de verano. Por su decoración minimalista y con un aire boho chic tan característico de Formentera, y por sus hipnóticas vistas al jardín, que colorean e inundan de frescor la habitación. 

Dormitorio de verano con ropa de cama azul y blanca.

Cama de Carpintería Sampietro. Lámpara de sobremesa de Rialto Living y banqueta de Let's Pause. 

El Mueble

94.

Con un cabecero murete que separa el dormitorio del baño

Este dormitorio respira un aire campestre actualizado. Su techo de vigas de madera y la selección de piezas de aire artesanal, como la escalera o la banqueta de madera, dan ese toque natural, mientras que el suelo de microcemento aporta una pátina más actual. El murete, que no llega hasta el techo para sumar luz, sirve de maxi cabecero y separa la zona de cama del baño en suite. 

Dormitorio de verano con ropa de cama blanca y lámpara grande de tela.

Lámpara de techo de Ay Illuminate y alfombra de Zara Home. 

El Mueble

95.

Estiloso y con un total look en blanco

Pocos colores dan tanta sensación de frescor como el blanco. Con la ventaja de ser una opción muy versátil, ya que basta vestir el espacio con textiles abrigados para caldearlo de inmediato. Aquí, la decoradora Isabel Otero ha optado por un total look en blanco, que crea una atmósfera sosegada, fresca y serena, y lo ha vestido con toques de estilo, como los azulejos artesanos junto al cabecero, que dan un toque delicado y chic con sus brillos.

Dormitorio de verano de estilo campestre con ropa de cama de tonos tierra.

Cabecero de forja, en Serrallería Mase. Mesita de noche, en Aquitania y banqueta, en CHM Studio. 

El Mueble

96.

Un dormitorio campestre con ventanas al jardín

En este dormitorio, decorado por Chari Manzano, el jardín parece colarse dentro de casa gracias a su hilera de ventanales. En este verde provenzal dan un aire fresco y natural de este espacio. Las fibras naturales, de la alfombra, la banqueta, la butaca o las lámparas, suman ligereza y refuerzan este sabor natural. 

Dormitorio de verano de estilo clásico con papel pintado en la pared del cabecero y ropa de cama azul y blanca.

Banqueta de Better & Best, apliques de Maisons du Monde, galán de noche de De Natura y alfombra de KP.

El Mueble

97.

Con un original papel pintado de cuarterones

Este dormitorio, decorado por Isabel Flores y Nuria Almansa, es una invitación al descanso. Blanco, con pinceladas clásicas, como la banqueta a pie de cama o el galán de noche, y toques de estilo, como el original papel pintado de la pared del cabecero que simula cuarterones, es fresco, ligero y muy veraniego. 

Dormitorio de verano con vistas al mar, ventilador de techo y ropa de cama blanca y beige.

Apliques y cojines de Maisons du Monde. Ventilador de techo de Leroy Merlin. 

El Mueble

98.

Un dormitorio de verano pequeño con vistas al mar

Cuando desde la cama ves el mar, como en este dormitorio decorado por Ángeles Rodés, nada debe competir con las vistas. La decoradora apostó por una decoración muy neutra y minimalista, que además de ceder el protagonismo al mar, aligera un dormitorio pequeñito. El blanco de paredes y estores y una ropa de cama en un suave beige refrescan una atmósfera que invita al descanso. 

Fachada de casa de piedra con plumbago y perro 00528592

99.

La nobleza y atemporalidad de la piedra

Las paredes y suelos de piedra dan solidez a tu casa y mucha presencia. Sus gruesos muros refrescan la casa, por dentro, y le dan un carácter auténtico por fuera. Si la vistes, como aquí, con un frondoso plumbago, la llenarás de color y vida durante el verano. 

hamaca-entre-arboles 00460554

100.

Siestas refrescantes y revitalizantes

Pocas estampas, a excepción del mar, nos evocan tanto el verano como una hamaca tendida a la sombra. Para leer al fresco, echar una cabezadita o una señora siesta mecida por la brisa y con cantar de los pajarillos. 

Hama con colchoneta de Filocolore y cojín de Catalina House.