Navidad

Ante la falta de espacio para colocar la decoración, hay que echar mano de la imaginación. Si tu casa tiene los techos altos y con vigas, puedes usarlas como soporte para colocar adornos navideños como esta estrella. Quedará genial. 

Para no saturar tu piso pequeño con la decoración de Navidad, apuesta por adornos ligeros y elegantes. Un buen ejemplo es la delicada estrella con detalles naturales que decora esta puerta. 

Lleva la magia de la Navidad a todas las estancias de tu casa. También al dormitorio. Hazlo mediante pequeños adornos, no es cuestión de saturar la decoración. Una pequeña figurita de un árbol, una corona en la ventana o una guirnalda sobre el cabecero será suficiente. 

La mesa de centro, la del comedor o el mueble del recibidor son perfectos para acoger un original centro con velas que, además, creará puntos de luz mágicos y envolventes.

¿Qué te parecería decorar las ventanas con una guirnalda o una corona de Navidad handmade? No resta ni un centímetro en casa y decora tanto desde dentro como desde fuera, sobre todo si la completas con luces.

Aprovecha las cestas en las que sueles guardar las mantas o dejar los cojines para crear pequeños rincones llenos de magia. Guarda las mantas en el armario temporalmente y usa las cestas para colocar unas guirnaldas de luces y unas bonitas bolas de Navidad. El resultado es espectacular. 

La repisa de la ventana o la encimera de la cocina también son espacios en los que colocar pequeños adornos navideños. Unos arbolitos de madera junto a unas velas y una guirnalda natural será suficiente. También hay adornos que se pegan a las ventanas o que pueden crearse mediante plantillas y nieve artificial. 

Aunque la corona de Navidad es perfecta para dar la bienvenida a tus invitados durante estas fechas tan especiales, también es un recurso idóneo para el interior. Y, ante la falta de espacio, espejos y paredes son la mejor base para que se luzcan. 

Al decorar de Navidad un piso mini, tendrás que pensar en los detalles más pequeños. Las encimeras de los muebles o las baldas de las estanterías son un buen lugar al que llevar la magia navideña. Por ejemplo, puedes reconvertir tu joyero de cristal en adorno metiendo unas luces led en su interior. 

Dentro de la bañera, en el suelo o en cestas, los regalos de Navidad también pueden invadir el cuarto de baño. ¡Y prueba de ello es este de la imagen!

La Navidad es un poco loca —y más si hay niños— y admite escenas imposibles en otros momentos. Podéis encontrar los paquetes allí pero estaría bien que os los llevárais al salón para abrirlos con tranquilidad.

¿Y si junto al desayuno tu pareja te llevará a la cama los regalos de Navidad? ¡Sería todo un detalle! Si quieres sorprender a tu chic@, sírvele los regalos en una bandeja, como se merece. Si es de plata, mucho mejor, tal y como nos sugiere en la imagen la interiorista Asun Antó.

El aparador, la cómoda o la estantería que tengas en el dormitorio también son buenos candidatos para colocar en ellos los regalos de Navidad. Puedes emplazarlos dentro de los cajones, sobre los estantes o en el sobre.

¿Más maneras de colocar los regalos en casa? Olga Gil-Vernet también los ha depositado sobre la repisa de la ventana.

En la chimenea, en la escalera, bajo el árbol, en el alféizar de la ventana... Sea donde sea dónde coloques los regalos, no te olvides de poner un zapato encima. Así no habrá confusiones al abrir los paquetes. Dice la tradición que los Reyes Magos saben qué regalo dejar, según el tamaño y estilo del zapato. ¡Toma nota!

La estilista y decoradora Olga Gil-Vernet nos brinda esta original idea para colocar los regalos de Navidad: introdúcelos en delicadas cestas hechas de cuerda y cuélgalas en los pomos de las puertas o en la barandilla de la escalera. Así, también servirán como elemento decorativo.

Si el día 7 tienes que trabajar o viajar, déjale a tu pareja un anticipo de lo que vendrá sobre la mesilla de noche. ¡Menuda sorpresa se llevará al despertarse de su Mag@ preferido!

¿Qué te parecería colocar algunos regalos de Navidad sobre la mesa del desayuno? A la vista o camuflados, déjalos en el plato del pan, en el bol de los cereales o debajo de la servilleta. ¡Asombra a los tuyos con un mini regalo extra! Los dejarás con la boca abierta.

Papá Nöel tiene la costumbre de entrar por la chimenea, por eso qué mejor que dejar los regalos junto a ella. Colócalos en torre de mayor a menor tamaño y de forma desenfadada. No importa que estén mezclados porque los ayudantes de Santa son muy detallistas y han puesto etiquetas nominativas en todos ellos.

¿Tienes un baúl a los pies de la cama? Saca los cojines o las mantas que normalmente guardas en él y utilízalo para guardar los regalos de Navidad. Te vendrá fenomenal si sois muchos en casa o si os habéis portado bien todos y los Reyes han sido generosos.

También te valdrán otros tipos de contenedores, como las papeleras metálicas que tienen tus hijos en su dormitorio.

Elige contenedores especiales para presentar los regalos de Navidad: cestos de fibra natural, cestas de picnic, baúles o trineos, como el de la imagen. Además de decorativos pueden ser parte del regalo.

Si la abuela tiene un asiento reservado exclusivamente para ella, dejarle todos sus regalos en su butaca favorita. Así, podrá abrirlos con calma y de la manera más cómoda. Procura que los envoltorios no sean complicados para que pueda desenvolverlos con facilidad.

Y si eres tú quién tiene que trabajar, antes de ponerte a ello abre los regalos que toda la familia han depositado con tanto cariño sobre la mesa de tu despacho. Será una buena manera de empezar el deber con otro talante. Haz un descanso para desayunar con ellos y agradecerles el detalle. ¡Se lo merecen!

Para los que no tienen chimenea, Papá Nöel tiene que buscar otros escondrijos. Dejar los regalos de Navidad en el banco del recibidor puede ser una buena alternativa.

Se pueden colocar sobre el asiento o en el suelo, apilados uno sobre otro o metidos en cajas. Si el banco tiene capacidad de almacenaje y tapa, será un excelente lugar para ocultarlos hasta dejarlos a la vista.

Deja los regalos de los peques en su dormitorio. Mételos en una bolsa de terciopelo o un saco de arpillera, tal y como haría Santa. ¡Y espera a oír los gritos! Será señal de que ya se han levantado y los acaban de abrir.

Ya saben los Magos de Oriente que a los más cómodos de la casa les gusta abrir los regalos bien sentados. Por eso, se están planteando dejarlos sobre butacas, sillas o en el mismo sofá. Es más, traviesos ellos, pueden esconder los paquetes pequeños detrás de los cojines. Así se mantiene el suspense por más tiempo.

Otro lugar ingenioso dónde poner los regalos de Navidad, según la interiorista Marta Tobella, es en el hueco de la escalera. Si es ahí  donde hasta ahora colocabas el árbol de Navidad, llévalo este año al salón. Así dejarás este rincón despejado y reservado a los Reyes Magos.

Otro emplazamiento para colocar los regalos de Navidad súper tradicional es dentro de unos calcetines XL. ¡Muy importante! Cada uno tendrá que tener su propio calcetín.

Puedes colgarlos en los picaportes de las puertas, en la embocadura de la chimenea o en la barandilla de la escalera, como en la imagen, y guardar en ellos los paquetes. ¡Eso sí no deberán ser ni muy grandes ni muy pesados!

"Para vestir la mesa de Navidad hemos optado por una decoración elegante y poco recargada. El mantel de lino marca la personalidad, unido a una vajilla blanca clásica, servilletas de cuadros vichy y un bajoplato de fibras. Los servilleteros están personalizados con ramitas de canela y frutos de hipericum", explica la estilista Eva Baena. 

Gracias a la base decorativa de este piso, en blanco y tonos crudos, no fue difícil encontrar la mejor combinación para crear una decoración navideña llamativa y, al mismo tiempo, muy elegante. 

En el dormitorio se han llevado pequeños y elegantes detalles navideños, que llevan la magia al espacio sin recargarlo. Son los jarrones con hojas de eucalipto y bayas rojas es suficiente.  

Verde, blanco y, no podía faltar, el rojo: "Es un cla´sico de la Navidad, aunque lo hemos actualizado. Por un lado, con unos rojos que tienden a burdeos, nada que ver con los tonos más brillantes, y por el otro, con toques de negro, presentes en las servilletas con cuadros vichy, los cojines del sofá...", comenta nuestra estilista Eva Baena. Pero, vamos a ver la decoración navideña al detalle... 

Los tejidos rústicos y elementos en rojo envuelven esta mesa que nos traslada al aire invernal de las montañas del norte de Europa. La superposición de manteles da a la mesa un efecto elegante y se han dejado los extremos de sin vestir para lucir la madera natural. Aportan un toque rústico el tapizado de lino de las sillas, los caminos de mesa –hechos con tela que imita la sarga de los antiguos sacos–, los candelabros de madera y cristal y los portavelas hechos con piñas.

En las sillas, colgar un adorno navideño como este de un ciervo puede darles el toque festivo. Aníudalos con una ramita de abeto y paniculata blanca. Y si quieres darle un toque aún más personal, pon sobre estos adornos el nombre de cada uno de los invitados, ¡así sabrán donde tienen que sentarse!

¿Cómo puedes dar a tu vajilla un toque rústico y navideño sin cambiarla? Con un individual de ratán y un bajoplato en rojo. Añade estrellitas forradas de tela escocesa, bolas navideñas y ramitas de abeto para acentuar el efecto. Pon las servilletas sobre los platos, enrolladas y atadas con un cordel. Coloca casitas iluminadas y portavelas de cristal en varios puntos de la mesa. 

El punto fuerte de esta mesa, además del bajoplato navideño, son las copas de vino y champagne en rojo intenso, que se combinan con las de agua en cristal transparente. Un detalle como colocar unos bombones junto al plato para cada comensal siempre te hará quedar bien. ¡Por qué una Navidad al estilo tradicional, en rojo y crema, siempre triunfa!

Elige un camino de mesa de color rosa y algunos elementos decorativos en el mismo tono para una Navidad llena de elegancia. ¡Sorprenderás a tus invitados con una mesa en tonos rosa pastel, dorados y blancos! El dorado viste la casa de fiesta y el rosa pone el punto dulce.

Elige con mimo cada detalle: pon en un plato de cristal diferentes bolas en estos tonos y tendrás un centro de mesa navideño elegante y glamuroso. Ah, y los detalles naturales como las ramas, traerán la naturaleza a la mesa.

Hay pocas ocasiones durante el año para usar unos elegantes cubiertos dorados. Estos contrastan alegremente con la mantelería de colores oscuros. Por otro lado, este centro de mesa es muy original y fácil de hacer. Compra algunas calabazas de pequeño tamaño y píntalas con un spray de pintura dorada. Luego, colócalas sobre unas hojas de eucalipto y termina el conjunto con velas blancas aromáticas, preferiblemente de vainilla o cítricos suaves para que no se sobrepongan a los aromas de la comida.

Si unes los tonos dorados con los colores oscuros, como negros o azules, la mesa se llenará de fiesta. Una vajilla estampada le dará un plus de sofisticación. Mira este ejemplo, en el cual el mantel cubre solo parcialmente la mesa de madera, cuyo color combina a la perfección con los elementos dorados de la decoración: los cubiertos, las calabazas, el borde de las copas y la serigrafía de la vajilla. El bajoplato de color gris contrasta con el azul oscuro del mantel, consiguiendo que se combinen una gran gama de colores. ¡Ideal!

El mantel en color crudo es de lino y llega hasta el suelo. Con dos caminos de mesa, también de lino pero de un tono más oscuro, la mesa queda más vestida. La lámpara de anticuario, el bambú de la pintura mural de las paredes –hecha a mano–, y las sillas de madera tapizadas con tejido de cuadros, refuerzan el ambiente natural del salón.

La clave de está vajilla está en que tenga un nexo común: en este caso, hemos combinado un bajoplato verde y un plato llano en verde y blanco ilustrado con pájaros y ramas. Los manteles individuales son de fibras y las servilletas, de lino. El toque final lo pone la cinta de terciopelo verde que ata las servilletas.

Los colores neutros como base, plantas naturales y puntos de luz dorados dan a esta mesa de Navidad un aire campestre, cálido y sofisticado. Un jarrón de cristal dorado que resplandece gracias a una guirnalda de luces led en su interior, aporta calidez y refuerza el ambiente navideño. Los jarrones en verde, las ramas de hiedra, las piñas secas y los cubiertos con mango de madera y velas blancas, completan el look natural y elegante de la mesa.

Los centros de mesa alargados son los más adecuados para engalanar una mesa rectangular por Navidad. Basta cualquier adorno (nos encantan las guirnaldas de hojas verdes) con una tira led entrelazada.

Al tratarse de una iluminación a pilas no tendrás que preocuparte por los enchufes y las mismas ramas te ayudarán a ocultar la caja. Esta mesa de comedor de la imagen ha sido adornada por Aresta.

¿Y la habitación de los niños, cómo puedes decorarla e iluminarla por Navidad? Con guirnaldas luminosas led colgadas en la pared, en los cabeceros o pieceros, como nos propone Laura Mas en esta imagen. Y, por supuesto, con un mini árbol luminoso y muñecos navideños. ¡Ellos estarán felices!

¡Atención, atención a esta idea fantástica de iluminación que nos cede Olga Gil Vernet! Muy útil si hay niños o si quieres olvidarte de estar pendiente de la llama de una vela encendida. Opta por velas led que simulan una llama pero funcionan a pilas. Las hay con el cuerpo de cera, ¡súper reales!

Puedes introducirlas en un farolillo, en una casita u otro tipo de portavelas. Decora con ellas una cesta, la embocadura de la chimenea o un centro de mesa. 

¿Eres de las que también decoran el dormitorio por Navidad? Ilumínalo como sugiere la interiorista Marta Tobella: con una guirnalda verde sobre el cabecero y sugerentes velas sobre las mesillas de noche. ¡Fantástico!

Son tan hogareñas y cálidas que no deben faltar nunca a la hora de planificar la iluminación de tu casa ¡y menos en Navidad! Estas velas redondas tan bonitas son perfectas para dejarlas dentro o fuera de casa. Las hay también en forma de árbol, caracola, piña o Papá Nöel.

Te recomendamos que las pongas siempre sobre un plato o dentro de un portavelas, lejos de objetos inflamables y siempre bajo supervisión.

Esta original lámpara suspendida potencia su luminosidad, brillos y destellos mágicos gracias a un par de trucos que nos ha soplado Lara Vallés, del estudio Space Stage: colocarla junto a un espejo y rodearla de una guirnalda luminosa. Una buena solución para aplicar en la entrada de casa o sobre la chimenea.

Tanto si pones la corona de Adviento en la puerta de entrada como en alguna de interior, entrelaza en ella una guirnalda luminosa. Solo tienes que medir el diámetro de la corona y elegirla a medida. Puedes ocultar la petaca de las pilas detrás del lazo o colocar una solar, si es de exterior.

Para las mesas de centro, la estantería o el alféizar de la ventana, elige piezas que integren iluminación: campanas de cristal, portavelas en forma de farol o unas cajas de luz de madera, como estas de la imagen. ¡Verás que ambiente tan mágico desprenden!

Una sencilla estrella con una tira led y una vela dentro de una campana son las sugerencias de la interiorista Dafne Vijande para decorar e iluminar el lavabo de este cuarto de baño. ¿No te parece un detalle encantador?

¿Otras opciones? Un adorno navideño que integre luz en la puerta de entrada o una tira led alrededor del espejo.

Elige soluciones económicas para iluminar tu casa, es decir, usa bombillas led que gastan poco y no se calientan. Colócalas en el árbol, en adornos luminosos o entrelazadas en una guirnalda verde, como esta que decora la repisa de la chimenea.

Como orientación, una guirnalda de 8,5 metros con 100 luces leds blancas necesita una potencia de 7,4W. Eso se transforma en 0,0074 KW por hora, que es lo que consumirían. Multiplica por el precio de la luz y tendrás el gasto que implica tu guirnalda navideña.