Low cost

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¿Cómo conseguir un vestidor barato que puedas hacer tú mismo?

La manera más sencilla es la que ves aquí: un vestidor abierto (sin puertas). Se puede organizar con módulos sin frentes o, para lograr que sea low cost, con baldas, barras y cajoneras. Siempre que hay cajones, el presupuesto aumenta. Con baldas, tendrás espacio para guardar sin invertir en sus estructuras y sistemas. En su lugar, coloca cajas compartimentadas y cestas para los objetos pequeños. ¡Todo depende de lo que quieras gastarte!

Decoración de recibidores pequeños

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Recibidor pequeño y low cost

Porque pueden darse las dos opciones. Este recibidor mini es un ejemplo de ello: perchas sueltas en la pared y un estante debajo. Es solo un apoyo al armario de una puerta con el que cuenta el espacio. Si tienes cuadros eléctricos a la vista, recuerda que puedes colocar un cuadro enmarcado tipo caja para cubrirlo y disimular su presencia (que suele afear).

Alfombra de Sacum.
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¿Piensas solo en Ikea cuando se trata de amueblar un piso de alquiler?

Puede que tu respuesta sea afirmativa. Y es que el gigante sueco tiene mucho que decir en precios asequibles y diseño (para algo es el precursor de la democratización de la deco). Pero no solo en Ikea encontrarás muebles low cost con los que decorar. Ahora descubrirás joyas de otras firmas. Este salón, por ejemplo, podrías reproducirlo con muebles de Ikea con un presupuesto de 570€ para el sofá, 60€ para las mesitas y 50€ para la lámpara de pie. Total: 680€.

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Objetivo: ganar armarios en el piso de alquiler

Puede que tenga algún armario empotrado o exento o que no cuente con ninguno. Incluso que tenga alguno pero necesites más espacio para la ropa. El armario es una inversión importante así que queremos darte algunas ideas low cost para que incorpores el tuyo al dormitorio. 

Ropa de cama de Zara Home.
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Lavadero low cost en armario

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Lavadero low cost en un armario

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Lavadero low cost en un armario

Estantería hecha con cajas

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Una estantería hecha con cajas

Las cajas son grandes aliadas para crear el mueble que necesitas. Puede seruna librería DIY en el salón, como esta, un zapatero con cajas de madera de frutas, un revistero... Hay muchísimas ideas originales para hacer con cajas de madera. Y si no tienes cajas, ya sabes que los grandes centros de bricolaje y también algunas firmas de decoración las comercializan en diferentes tamaños, diseños y acabados. Así que no tienes excusa. Y ya sabes que las puedes dejar tal cual, pintarlas, empapelarlas, ponerles ruedas... El límite lo pone tu imaginación. 

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Un vestidor low low cost

Unos estantes, unas barras colgadas de ellos y de la pared, unas cajoneras bajas y cajas con frentes transparentes para ver lo que guardas en ellas. Desde luego, este vestidor reduce costes como ninguno. Cabecero, lámpara, tocador Lisabo, silla Janinge, espejo Skogsva, cajonera Oppland y estanterías Ekby, todo de Ikea. Alfombras, de Zara Home. Ropa de cama, de Filocolore.

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Un cabecero de Pladur

No es caro (unos 30 €/m2) y en un solo día lo puedes tener montado. Dejando huecos para poder acceder a los interruptores tendrás la mesita de noche perfecta, sin necesidad de comprar un mueble aparte. 

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¿Dormitorio mini? ¡Ventana falsa!

La encontrarás fácilmente. Ve a un almacén de derribos o visita desembalajes que se hagan cerca de tu casa y podrás conseguirla. Llévala a un cristalero y que te coloque un espejo, y ya la tendrás. Si la colocas para que refleje el exterior, ganarás luz, vida y sobre todo, mucha más profundidad. ¡Genial!

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Unas contraventanas que ibas a tirar...

...¡pueden convertirse en un cabecero bohemio muy personal! Solo tendrás que limpiarlas bien. Incluso puedes dejarlas sin pintar, como estas. Sus desconchones todavía las hacen más auténticas. Con ellas protegerás la pared y redefinirás el estilo de tu dormitorio. 

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Y si tienes hueco para un armario...

No le pongas frentes. Apuesta por unas cortinas. Truco barato y decorativo donde los haya. Elige unas que corran fácilmente para ayudarte en el día a día. Y aprovecha para decorar el dormitorio con complementos que tengan el mismo color que la tela de las cortinas. Así todo encaja. Es tan económico como tener un armario abierto, pero sin serlo del todo. 

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Sustituye una mesita por una cómoda

Una decisión muy fácil de tomar y que multiplicará tus opciones para guardar en el dormitorio. Y no te agobies porque quede más alta que la cama. No es problema. De hecho, el efecto decorativo de una cómoda junto a la cama es muy bonito y te será igual de práctica para dejar el libro y el despertador. 

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Un baúl, un mundo a tus pies

Es una pieza muy versátil. Además de tener mucha profundidad para almacenar lo que necesites, un baúl colocado a los pies de la cama es la perfecta banqueta. También puedes colocar un baúl o un banco con almacenaje bajo la ventana para aprovechar un espacio que suele quedar sin uso. Con unas colchonetas y unos cojines en el respaldo lo conviertes en una zona de lectura coqueta y comodísima. Estantería Ivar, cama Brimmes, cabecero y baúl Stuva, de Ikea. Lámpara, de Cado.

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Un perchero DIY

Puedes gastar dinero en un colgador trendy o puedes hacértelo tú mismo con unos trenzados de macramé y una simple rama de árbol. El resultado es así de bonito. Eso sí, no le cuelgues piezas en cualquier percha. Que sean de madera y, sobre todo, todas iguales. Así el conjunto será de 10. 

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Un taburete como mesita

No necesitas gastarte un dineral en una mesita de noche. Un taburete es una solución. De madera en bruto o de cuerda. Se llevan los toques rústicos. Y si no te cabe la lámpara, cuélgala del techo, ponla como aplique o elige un modelo de pie que no compita visualmente con el taburete, o sea, delgado y claro. Cabecero diseñado por el estudio de Mercedes Postigo. Lámpara de pie y taburete a modo de mesita, en El Globo. Espejo, en India & Pacific.

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¿Tienes una corredera? Añádele un espejo

Tendrás un elemento que te hará más fácil vestirte día a día porque te podrás ver entero. Además, el espejo agrandará la habitación y potenciará la luz. Y ya que lo hemos colocado sobre una corredera... hablemos de ella: ganarás 1 m2 para pasar con más comodidad. ¡Qué más se puede pedir! Piso reformado por el arquitecto Antonio Cortines y decorado por Emma Massana. Cabecero de madera y algodón aterciopelado, de CM Textiles. Lámparas, de Marset y Dab. Revestimiento de madera de roble.

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Convierte un hueco en un estudio

¿Tienes un hueco junto al armario, una columna o tras la puerta? Un sistema de baldas como este podrá crear un estudio mini perfecto. Las baldas son muy económicas y versátiles. Añade una silla ligera y el conjunto será práctico y no ocupará visualmente. Diseño realizado por el estudio de Mercedes Postigo. Lámpara, de Luz & Ambiente.

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Si no hay sitio... ¡ve hacia arriba!

Olvídate de mesitas y lleva la superficie de apoyo a la pared del cabecero. Cuanto más alta y ligera como esta balda, más airosa se verá la habitación. Y las lámparas, también pueden acompañarla. Además, bañando las paredes de luz, estas parecerán alejarse y tu dormitorio parecerá más grande. Espacio decorado por Marta Torres. Banqueta, de Sacum. Lámparas aplique, de Maisons du Monde. 

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Un gran espejo, más luz y espacio

No hay truco más barato y efectivo. Y si no quieres taladrar la pared, apóyalo sobre cualquier pieza que tengas: un tocador como este o una cómoda servirán. Y si no los tienes, opta por un espejo grande (aunque tu dormitorio sea mini) y apóyalo en el suelo. Tocador y espejo, de Azul Tierra. Proyecto decorado por Mäinities.

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Sube el parquet hasta el techo

Es el truco ideal para un cuarto frío. Los suelos laminados no son caros y los hay que imitan muy, muy bien la madera. Reviste el suelo con ellos y llévalos hasta el techo forrando la pared del cabecero, que es la que se lleva todas las miradas. El efecto es precioso y quedará un espacio más recogido y confortable.

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Cajas de metacrilato para organizar los cosméticos

Te permiten tenerlos siempre ordenados y a la vista. Se acabó el neceser lleno de cosas, mancharte las manos porque se ha roto una sombra y perder el tiempo buscando un lápiz.

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Un cabecero a tu gusto

De madera, pintado, tapizado... O si lo prefieres puedes hacerlo tú mismo con, por ejemplo, crochet. Pon un cabecero a tu cama y verás cómo se transforma. Este es un diseño tapizado y con capitoné.

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Tu dormitorio, tu color

Gris, beige, azul, un suave tono pastel... Elige el color que más te guste y pinta tu dormitorio o la pared del cabecero y hazlo más personal. Aquí, se ha elegido un luminoso gris.

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Ventanas bien vestidas

No lo dudes: pon unas cortinas (o estores) en el dormitorio y observa cómo este se transforma. No solo el cuarto parecerá más vestido y acogedor, sino que además disfrutarás de más intimidad y podrás regular la entrada de luz.

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Mesilla XS

A veces, menos es más. Como en este caso, y es que esta mesilla mini (de Kenay Home) es tan original con su diseño hexagonal que es imán de todas las miradas y auténtica protagonista del dormitorio.

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Cojines y más cojines

Son decorativos, regalan confort y visten la cama por sí solos. Además, basta con cambiar las fundas para que la cama parezca otra.

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Una pisada mullida

Entre salir de la cama y pisar una mullida alfombra o un frío suelo de baldosas no hay color. Y, además, decora... ¡y mucho! Esta, de Tailak.

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Enmarca tus recuerdos

Una serie de fotos, unas láminas que te encantan... Viste las paredes de tu dormitorio con una composición que te guste que, además, puedes renovar periódicamente. 

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Tu rincón personal

Una escalera a modo de original colgador, una cómoda y un espejo son suficientes para crear un rincón personal y práctico a la vez. Cómoda de Maisons du Monde, espejo de Zara Home y escalera, en Miv Interiors.

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Personaliza tu cama

La ropa de cama no solo nos abriga sino que, por sí sola, decora. Aprovéchate de esta virtud y cambia la personalidad de tu dormitorio renovando, tan solo, la ropa de cama.

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Con luz propia

Tanto si sueles leer en la cama como si no, un flexo o una lámpara de sobremesa dará calidez extra a tu cuarto y, a la vez, decorará. Esta, de un llamativo y alegre azul, es de India & Pacific.

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Protege las paredes

Un antepecho es una opción perfecta para proteger de la grasa y las salpicaduras la zona de los fuegos. Elígelo a juego con la encimera para que el conjunto se vea más integrado, como se ha hecho aquí, que se ha apostado por un antepecho y una encimera de Silestone blanco Zeus. Los materiales más habituales por sus buenas prestaciones son el acero o los sintéticos. 

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Un suelo continuo y sin obras

 El microcemento ofrece esta posibilidad, ya que puede instalarse sobre el suelo antiguo, sin tener que levantarlo, siempre que esté nivelado. Además, se trata de un suelo continuo, sin juntas, lo que garantiza un fácil mantenimiento; se puede elegir entre una gran variedad de tonalidades, está disponible en 4 acabados y puede restaurarse en caso de aparecer grietas. En su contra, es un suelo que se raya y se marca con los golpes.

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Renovar la encimera

 Te sorprenderá ver cómo cambia la cocina con solo cambiar la encimera. Elige un material resistente, sufrido y fácil de mantener: saldrás ganando. Las más resistentes son las de porcelánico y las de acero inolvidable. 

Encimera de Silestone. Mobiliario de The Singular Kitchen.

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Viste las ventanas con screens

En la cocina, son la opción más práctica. Su tejido, fabricado con hilos de fibra de vidrio recubiertos de PVC, no se deforma ni se decolora por el sol y basta un paño húmedo para mantenerlo en perfecto estado. Además, puedes elegirlos con la trama más abierta o cerrada, según si necesitas más o menos claridad. 

Estos son de Bandalux.

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Estrena azulejos

¡Y sin tener que arrancarlos! Basta con pintarlos para que tu cocina respire un aire nuevo, una opción económica, que puedes hacer tú mismo y con un efecto transformador increíble. Lo único que debes tener en cuenta es elegir un esmalte especial para azulejos. Si no te decides por el color, no lo dudes: el blanco es apuesta segura. No pasa de moda, es luminoso y queda bien con todo.

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Una iluminación más sostenible

No se trata de cambiar las lámparas, sino las fuentes de luz. Reemplaza las bombillas por Leds y verás cómo lo notas de inmediato en tu próxima factura de luz (el ahorro en energía es notable, además de que su vida útil es mucho mayor). Si quieres reforzar, además, la iluminación de la zona de trabajo, puedes instalar linestras de Leds, como se ha hecho aquí.

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Pintar las paredes

Es una de las reformas más fáciles, económicas y con mayor poder transformador. El cambio se hará más evidente si eliges un color distinto al que tenías. Lo mejor es que elijas una pintura acrílica, ya que es resistente a la humedad y la grasa. Antes de pintar aplica una capa selladora contra la humedad. Puedes aprovechar para pintar un rincón con pintura de pizarra, como se ha hecho. 

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El poder transformador de la pintura

Si no te interesa cambiar el mobiliario de tu cocina, siempre puedes renovar su imagen con pintura. Los esmaltes para muebles se pueden utilizar sobre melamina, aglomerados o incluso madera maciza. También aprovecha para cambiar los tiradores, así el cambio de look será completo. Aquí, los muebles son un diseño de la decoradora Gemma Gallego. Antepecho con baldosas que simulan los antiguos diseños hidráulicos, a la venta en Azul Acocsa.

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Cocina nueva con solo cambiar los frentes

Será lo más parecido a estrenar cocinar pero sin tener que echarla abajo. Mantén la "caja" o estructura, sobre todo si está en buen estado, y cambia las puertas de los armarios. Pero ojo: para que te salgan los números, los módulos deben ser estándar. Puedes aprovechar, por ejemplo, para incluir módulos de vitrina en los armarios altos. Cocina con mobiliario de DM pintado, en Contilan Cocinas.

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Estrena grifería y ahorra

 Renovar la grifería no solo es una cuestión estética, sino también práctica. Todo son ventajas: dará una personalidad nueva a tu cocina, no supone un gasto excesivo, es fácil de instalar y, lo más importante, te ayudará a reducir el consumo de agua. Y es que las nuevas generaciones de griferías incorporan dispositivos que pueden reducir el consumo de agua en un 50%. 

Grifería de Grohe.
Cabecero DIY hecho con tela y un listón de madera.

Cabecero DIY hecho con tela y un listón de madera.

El Mueble

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3. Un cabecero entelado, mullido y colorista

Esta tela imita el punto de cruz, pero puedes conseguir un efecto similar con papel pintado. Tienes infinidad de diseños entre los que elegir. Ten en cuenta que solo forras el ancho de la cama, no toda la pared, así sale más económico. ¿Qué efecto buscas? Una tela estampada a todo color dará vitalidad a tu dormitorio y un diseño con rayas verticales elevará visualmente el techo. Piensa si necesitas color, luz o espacio y elige el modelo de tela o papel más adecuado a tus gustos y necesitas.

Para este cabecero se ha empleado la tela Roseraie de Pepe Peñalver, un listón de madera de Leroy Merlin y guata, a la venta en Servei Estació.

Dormitorio con cabecero DIY hecho con una celosía de jardín.

Dormitorio con cabecero DIY hecho con una celosía de jardín.

El Mueble

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4. Un cabecero DIY hecho con una celosía

Su uso original es ser un separador de exterior, pero puedes crear con él un decorativo cabecero ¡en tan solo una mañana! Todo gracias a una mano de pintura de chalk paint que ofrece un acabado a la tiza sin necesidad de decapar ni preparar con antelación la pieza. Aquí hemos elegido un color azul para darle un toque fresco y luminoso al cabecero y un verde salvia para la mesilla. Puedes pintar y aplicar una cera o bien lijar, como aquí, para que el efecto final sea más desgastado.

Esta celosía (180 x 90 cm) es de Leroy Merlin, igual que la pintura chalk paint. La mesilla es de IKEA y la ropa de cama y cojines, de Filocolore.

Cama con cabecero hecho con unas puertas de madera.

Cama con cabecero hecho con unas puertas de madera.

El Mueble

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1. Un cabecero DIY hecho con puertas o contraventanas

Para tener un cabecero como este la clave es dar con la pieza que dé el toque de estilo que buscas. Elígela en proporción al tamaño de tu cama y la altura del techo. Si tu dormitorio es pequeño, puedes usar unas contraventanas. 

Busca en almonedas y rastrillos el diseño que más encaje en tu dormitorio. Desde diseños más rústicos y campestres hasta otros más clásicos y atemporales. Estas puertas son de Otranto.

Persona colocando un cabecero DIY hecho con contraventanas de madera.

Persona colocando un cabecero DIY hecho con contraventanas de madera.

El Mueble

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¿Con qué combinación me quedo?

Es importante que antes de pegarlas a la pared, hagas diferentes combinaciones en el suelo para ver cuál o cuáles te gustan más. ¿Cómo sujetarlas? Lo ideal es que no tengas que taladrar la pared. Puedes usar un adhesivo especial para sujetar que no precisa clavos. Basta con aplicarlo en todo el contorno de las puertas ¡y listos!

Cabecero DIY de crochet.

Cabecero DIY de crochet.

El Mueble

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2. Un cabecero DIY de crochet, muy personal

Si sabes hacer punto o ganchillo puedes tener un cabecero como este. De trapillo, cuerda, lana... elige el material y el color que mejor se adapte a la decoración de tu dormitorio y a la ropa de cama. Aquí hemos usado un trapillo en tono piedra que combina a la perfección con fibras y textiles en blanco y beige. Pero si no te atreves con el crochet, siempre puedes comprarlo ya hecho. Este cabecero es de Fina Badia Knit Studio.

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Expón tu colección de arte.

A la hora de colocar los diferentes cuadros, coloca uno grande en el centro y rodéalo más pequeños. Para que la composición no quede tan plana, superpón diferentes fotos.

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Decora con marcos... ¡y sin cuadros!

Los más grandes son de Toca Fusta (100 €/u) y los de tamaño mini, a la venta en Leroy Merlin (2,5 €/u).