Invierno

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Salón invernal con chimenea.

Salón de invierno con chimenea.

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1.

Y la chimenea... ¡que no falte!

A este salón solo le faltaba una cosa: la chimenea. ¡Y aquí la tenemos! Es el rincón ideal para envolver de calidez a este salón tan invernal. Nos dan ganas de pasar horas y horas viendo nuestra película favorita mientras disfrutamos de este ambiente tan acogedor y confortable.

Recibidor rústico de montaña con banco de madera tapizado y vigas en el techo

Espejo y banco de Cado y papel pintado de Élitis.

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2.

Un recibidor de montaña muy acogedor y personal

Personalidad y calidez. Son las dos palabras que nos vinieron a la mente cuando vimos por primera vez este recibidor, entre nuestros preferidos de este mes de febrero. ¡Cómo no iba a serlo! La decoradora Jeanette Trensig conservó su esencia, con esta preciosa carpintería de madera, y le dio un twist, con un original y envolvente papel de pelo de potro, muy cálido y acogedor, en color verde caqui oscuro que da la mejor de las bienvenidas. Los toques alpinos, con ese espejo y banco con cornamentas, completan el look de un recibidor que nos invita a disfrutar del invierno. 

Dormitorio abuhardillado con paredes y techo blancos y ropa de cama azul.

Butaca de Gems y banqueta, de Azul Tierra.

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3.

Una buhardilla en blanco arropada por los textiles

Esta buhardilla es una invitación a acurrucarse entre sus calentitos textiles y dejar pasar las horas pasar. Ya sea leyendo en su confortable butaca o descansando entre mantas de mohair y plaids de lana. Su base en blanco ha permitido arriesgar cromáticamente con los textiles, de una paleta de azules y grises, dos tonalidades que solemos asociar con la frialdad. Las texturas abrigadas y la madera equilibran el conjunto, creando un refugio tan acogedor como invernal. 

Dormitorio con papel pintado con estampado tartán.

Papel pintado a cuadros, de Leroy Merlin.

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4.

Un dormitorio rústico decorado con el papel pintado y el color

Este dormitorio rústico es pequeñito, pero va sobrado de estilo. El equipo de Luderna y Dröm se atrevieron con un original papel pintado con efecto textil que se inspira en los típicos cuadros escoceses, y pintaron las paredes de un verde intenso en sintonía con el papel. Junto con la madera crea un dormitorio con vocación de refugio alpino. ¡Qué calentito!

dormitorio pared cabecero gris intenso.

Cabecero y armarios restaurados por la decoradora Bàrbara Serra.

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Un dormitorio muy acogedor gracias al color

El color es un gran creador de sensaciones y emociones. Y la decoradora Bàrbara Serra se alió con él en este dormitorio moderno para sumar calidez, confort y calorcito al espacio. Pintó el cabecero y el armario de este beige cálido y revistió la pared del cabecero de un papel textil de un intenso marrón. Los toques de madera, en los tiradores de los armarios, la repisa del cabecero o el marco de los cuadros, refuerzan la calidez. Y los textiles, en gris y mostaza, completan un dormitorio actual y muy 'cosy'.

Dormitorio rústico con vigas de madera y pared del cabecero de madera

Cabecero, con hornacinas diseño de Deulonder.

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Un dormitorio muy 'cosy' con un original cabecero a medida

Sobran las razones para elegir este dormitorio como uno de nuestros preferidos de noviembre. Su techo de vigas arropa el espacio y, en blanco, no le resta ni un ápice de luz. Sus grandes ventanales panorámicos lo abren a su entorno natural de excepción. Y el cabecero original le regala mucho estilo. De hecho, el pavimento de roble sube por la parte alta de la pared contrastando con las vigas claras. Unas hornacinas hacen de estanterías y mesillas de noche. Y la parte inferior se ha forrado con una tela gris, a modo de arrimadero. 

Salón con chimenea.

Butacas, de Crearte, con lino, de Güell-Lamadrid. Mesas de centro, diseño de Marina y Laia Reguant. Alfombra, de KP.

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7.

La chimenea, el centro de atención

Es la estampa por excelencia de un salón de invierno: una chimenea encendida en torno a la cual se organiza la zona de estar, y es que los sofás se colocan para contemplarla y disfrutar de la magia del fuego. Por eso, este punto focal tiene el poder de elevar o arruinar el look de cualquier espacio.

Un diseño depurado como el de este salón, decorado por Marina y Laia Reguant, sumará modernidad al espacio. Pero, ¿qué pasa si la chimenea tiene una embocadura de ladrillo visto o demasiado clásica? La interiorista Laura Martínez lo solucionaría, bien instalando con un cassette a medida, bien pintándola de blanco.

cojines ocre y terracpta 00540150 O

Salón con cojines ocre y terracota.

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8.

Anima el sofá con cojines en tonos naturales

Porque también tienen mucho que ver en el estilo decorativo que quieras para tu salón. Entre los colores que triunfan este temporada, están los tonos tierra y terracota, ideales para lograr atmósferas cálidas, acogedoras y naturales. Laura nos propone crear una composición que combine el tono terracota (un color con mucha presencia) con tonos naturales y discretos estampados florales. Y es que combinar cojines de una misma gama de color es una apuesta segura.

Vista cenital de salón de casa de montaña.

Mueble de chimenea de Ventura Estudio, butaca retapizada con tela de Kirby House y mesa de Batavia. 

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5. Un pequeño refugio blanquito y de aire nórdico en los Pirineos

Sí, el blanco también es para las casas de montaña. El look escandi ha llegado, también, a los Pirineos y son muchas las casas que han teñido sus techos de madera (y suelos, en este caso) de blanco para ganar luz. Y esto es lo que se hizo en esta casita de apenas 100 m2, además de abrir más ventanas para que las bonitas vistas y la luz natural colorearan los interiores. 

Planta diáfana de casa de montaña blanca con salón, escalera y cocina.

Cocina a medida de Docu Lleida con diseño de Ventura Estudio. 

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Una planta diáfana muy funcional y más amplia

Esta casita tiene apenas 100 m2... ¡organizados en cuatro plantas! De ahí que el espacio fuera un bien que debía mimarse. Precisamente, para ganar sensación de amplitud, la zona de día se planificó en una sola planta diáfana y es la escalera la que hace de separación visual entre la cocina –que integra el comedor– y el salón. 

Dormitorio blanco de casa de montaña.

Mesita de noche de Ethnicraft. 

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El dormitorio que es la reina de las nieves

El blanco, presente también en el resto de la casa, se impone en el dormitorio, donde se han teñido paredes, suelos y techos. Solo se ha dejado del color de origen las vigas, que son de madera de abeto teñido en nogal oscuro, el mismo color que estaba en toda la casa antes de la reforma. El resultado es un dormitorio tan sereno como acogedor. El refugio perfecto para disfrutar del invierno en la montaña. 

Recibidor de casa de montaña.

Espejo y banco de Cado. Papel pintado con textura de piel, de Élitis. 

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4. Una cabañita en la Cerdaña rústica y con toques de verde

Esta cabaña en la Cerdaña es rústica, con un punto tradicional y con toques de estilo que le suman personalidad y acentúan su calidez, como el original papel pintado de pelo de potro, "muy cálido y acogedor, en este color verde caqui oscuro", explica la decoradora Jeanette Trensig, de Cado Interiors, responsable de la reforma de esta casa, que ha pasado de sombría a estilosa. 

Salón de casa de montaña con chimenea de piedra.

Sofás, cortinas, banqueta y mesa de centro, de Cado. Alacena, de Becara, decapada por Jeanette Trensig. 

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Un salón con una chimenea de piedra con mucho encanto

La gran protagonista del salón es la chimenea de piedra, que recuerda a las tradicionales de esta zona. Su mix de piedra y madera la convierte en una pieza decorativa por sí sola. También el precioso techo de vigas es un activo de la decoración, que la decoradora se encargó de "transformar" con la reforma. "Todo estaba cubierto de un pino tan tratado que resultaba oscuro, pesado, así que lijamos y barnizamos el techo", explica la decoradora.

Buhardilla rústica con techo de madera y paredes verde suave.

Juego de cama de lino crudo, almohadas verdes y plaid verde de Filocolore. Manta de Zara Home. 

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Una buhardilla extra acogedora

La buhardilla es una mega suite que cuenta con zona de estar, una minicocina, un baño, una biblioteca y un escritorio. Aunque no es esto lo que nos gana, sino la combinación de la madera, presente en suelos y techos, con este suave tono piedra verdoso empleado en paredes y muebles. Una combinación que funciona a las mil maravillas y que suma carácter y un extra de calidez a esta casa. 

Salón de montaña con madera oscura y comedor con armarios con frentes de telas de cuadros escoceses 00447283

Sofá rinconero de Frajumar con tapicería de Crevin.

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3. Un tríplex con las mejores vistas y un look muy british

Una casa que te acoja, en la que estés cómodo y te sientas envuelto de calidez. Esto es lo que se buscaba con la reforma de este trípex en Val de Ruda, que se abrió a la luz con estas ventanas de tejado que miran a las montañas nevadas para que el "peso" de la madera no oscureciera el espacio. Ahora, luz y calidez están a la par. 

Dormitorio de casa de montaña con papel escocés en la pared del cabecero.

Papel pintado escocés, de Leroy Merlin. Aplique, de Vermissen.

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Un dormitorio arropado por el papel pintado

Si en el comedor de este tríplex de montaña los frentes de la alacena se han entelado con una tela a cuadrados, en el dormitorio se ha optado por un papel pintado que es una imitación textil de un típico estampado escocés para revestir y decorar la pared del cabecero y sumar calidez y carácter. Y aunque las vistas que nos devuelve la ventana son nevadas, dentro, no se puede estar más a gustito... 

Dormitorio de refugio de montaña con altillo.

Aplique, de Sophie Bataglia.

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Un dormitorio de madera con vocación de refugio

El dormitorio es una invitación a no salir de la cama. Totalmente revestido de madera de alerce, cuenta con un altillo y el baño en suite. Un auténtico refugio para hibernar mientras esperamos el deshielo en el exterior...

Cocina comedor de cabaña de madera con vistas a las montañas nevadas.

Mobiliario de cocina diseño de la decoradora Isabelle Materra con encimera de granito. Mesa de PNP Furniture y sillas de Gescova. 

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Comer con vistas a las montañas nevadas

La planta principal de esta cabaña es abierta, con la zona de día diáfana, así disfrutas de las hipnóticas vistas sobre la aldea de Les Angles, el lago Matemale y el macizo de Cambre d’Aze desde cualquier punto. Y comer con este paisaje, ¡qué lujo! De la cocina, pequeñita, pero con mucha personalidad, nos gusta su combinación de madera antigua con la encimera de granito negro. Con esta luz, ¡se lo podían permitir!

Salón de casa de madera de montaña con vistas a las montañas nevadas.

Sofás de Home Spirit. Cojines de La Maison, Teixidors y Margarita Ventura. 

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2. Una cabaña revestida de madera en los Pirineos franceses

¿Qué mejor refugio para disfrutar del invierno que esta espectacular casa rústica? Está a pie de pista en una pintoresca villa en los Pirineos franceses y su look de cabaña finlandesa, revestida de madera, le suma encanto y la hace más cosy. Y no es casual, ya que su construcción fue llevada a cabo por Nordika Chalets. Para su construcción se potenciaron las vistas, con las montañas nevadas como telón de fondo, que son una clara invitación a disfrutar del invierno al lado del calor del fuego. 

Salón de casa de montaña revestida de madera con chimenea.

Sofás de Manuel Larraga y chimenea diseño de la decoradora Carmen Caubet, responsable de la reforma de esta casa. 

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1. Una casa de montaña moderna y súper acogedora

Una casa de montaña no tiene por qué ser rústica, de hecho, se puede ser de montaña y moderna sin renunciar a la calidez y al encanto de las construcciones típicas de la zona. Y esta casa, en La Vall d'Arán, es buena prueba de ello. Forrada de madera, es súper acogedora e invernal, pero con un look moderno y atemporal. ¿Te has fijado en la escultural chimenea? 

Visión de zona de día diáfana de casa de montaña

Mesa de comedor diseño de Carmen Caubet y realizada por José María Torres. Sillas de cuero, de Hanbel. 

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Una zona de día diáfana pensada para compartir en familia

Para disfrutar de una zona de día amplia y comunicada, donde la luz fluyera y el confort, visual y térmico, de la chimenea, se disfrutara desde cualquier rincón, la decoradora Carmen Caubet eliminó dos pilares que fragmentaban el espacio. Además, aprovechó la reforma para aclarar la madera y devolverle su belleza original, eliminando las capas de barniz que la oscurecían. 

Dormitorio abuhardillado revestido de madera.

Mesitas, de Ethnicraft. Mantas y cojines, de Teixidors. Alfombra, de Peausserie Sabatier.

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Un dormitorio abuhardillado muy acogedor

La belleza del espacio, con su techo a dos aguas revestido de madera, las vistas de la ventana-cabecero al paisaje nevado y la elección de textiles calentitos, como las lanas o las pieles suaves, convierten a este dormitorio en un remanso de paz donde guarecerse del frío invierno en la montaña. 

Dormitorio de invierno abuhardillado.

Cabecero de madera de castaño y mesitas de noche, de la Constructora Era Carrola. Alfombra, en Velafusta. 

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Un look invernal con una ropa de cama con cuadros tipo tartán

El tartán o los textiles que imitan su diseño a cuadros son un clásico del invierno. Por eso, son una apuesta infalible para transformar tu dormitorio en un refugio en el que hibernar. Este dormitorio, proyectado por Carolina Juanes, cuenta, además, con un gran aliado: la madera. Y por partida doble, en el cabecero tipo murete, de castaño con estas preciosas tonalidades, y en el techo a dos aguas, de roble, que parece iluminar el espacio. 

Dormitorio de invierno con papel pintado efecto textil.

Papel pintado, de Flamant.

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Un dormitorio con efecto entelado

Si abrigar la cama con textiles hace el dormitorio más acogedor, ¿por qué no entelar la pared del cabecero? Y esto es lo que hicieron en este dormitorio las decoradora de Marina & Co. Eligieron un papel pintado textil en espiga que arropa la cama y hace más cosily el espacio. 

dormitorio con cabecero tapizado y luz suspendida.

Dormitorio con cabecero tapizado y luz suspendida.

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Colores cálidos para un dormitorio más invernal

El color tiene un gran poder para transformar un espacio y despertar sensaciones y emociones. Por eso, si buscas darle a tu dormitorio un look muy acogedor y envolvente, los tonos tierra son un gran aliado, con el plus que nos vinculan con la naturaleza y resultan muy confortables. Aquí, el equipo de Deulonder revistió las paredes con un papel con efecto textil de un tono topo, arropando el espacio. El mismo acabado textil lo encontramos en la lámpara de pantalla de cristal, que ofrece una luz tamizada más cálida.

Dormitorio abuhardillado de invierno.

Mesitas de noche de Ethnicraft y taburetes de Bon Vent. 

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Textiles furry, un must para un dormitorio invernal

Los complementos de pelo o furry son un gran aliado para dar un look invernal a un dormitorio. No solo son muy agradables, gustosos y abrigados, sino que visualmente logran subir unos grados la temperatura del ambiente. En este dormitorio, decorado por Carmen Caubet, los encontramos en la alfombra y en el cojín decorativo de la cama. 

Dormitorio de invierno con cabecero de madera y cuero.

Cabecero diseño de la decoradora y apliques de Secto. 

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Un dormitorio abrigado por la madera, el cuero y las telas

Un techo de madera es ya, de por sí, garantía de calidez. Pero si, además, vistes el espacio con un cabecero de madera y cuero, como aquí lo ha hecho la decoradora Carmen Caubet, y lo completas con complementos furry y textiles abrigados, como lanas, felpas o terciopelos, el resultado no podría ser más invernal. 

Dormitorio de casa de campo con cama con dosel.

Cama con dosel, diseño de la decoradora y escritorio en La Bòbila. 

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Invierno en el campo

Este dormitorio, decorado por la estilista de El Mueble y decoradora Gabriela Conde, es acogedor en invierno y refrescante en verano. Y la clave es la acertada paleta de colores, con este verde caqui cambiante según la luz, que la decoradora ha llevado al arrimadero y al papel pintado de efecto textil. La butaca de cuero envejecido da un plus de calidez. 

Dormitorio abuhardillado blanco.

Cabecero diseño de la decoradora y realizado por Vallés Carpintería.

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Con sabor nórdico

Este dormitorio, proyectado por la decoradora Marta Prats, respira un aire de cabaña de montaña, pero en realidad es urbano. Revestido de madera, la decoradora la blanqueó, pero dejando a la vista las vetas y nudos, para aligerar el espacio pero sin renunciar a la calidez y a esa voluntad de refugio invernal. 

Dormitorio de invierno abuhardillado de casa de montaña.

Cabecero de cuero de anticuario y butaca de Carina Casanovas.

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La pisada más abrigada: un suelo de moqueta

Todo en este dormitorio dice "invierno". Desde el espacio en sí, la buhardilla de una cabaña de montaña, hasta la decoración, que ha buscado hacer más abrigado y calentito este espacio bajo cubierta. Por eso la decoradora María Lladó vistió el suelo de este dormitorio con una confortable moqueta de lana que garantiza una cálida pisada al pie desnudo. 

Dormitorio blanco de invierno.

Cojín de pelo de Zara Home, lámpara de Sacum y papel pintado de Leroy Merlin. 

El Mueble

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Un dormitorio invernal en blanco con textiles abrigados

¿Quién dice que el color blanco no es para el invierno? Sir ir más lejos, ¡la nieve es blanca! La clave es elegir blancos con matices cálidos –que tienda a amarillo y nunca a azul– y apostar por texturas y textiles abrigados. En este dormitorio, se ha elegido una alfombra de lana de pelo largo y la cama se ha vestido generosamente con varias capas de textiles calentitos. 

Dormitorio con pared revestida con papel con textura.

Cabecero revestido con tejido de moqueta de KP.

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Paredes más cálidas revestidas ¡de moqueta!

La decoradora Bàrbara Serra no dudó en sumar calidez a este dormitorio con una idea tan original como efectiva: revestir la pared del cabecero con un tejido de moqueta que destaca por su diseño de espiga. Estiloso, acogedor y muy cosily

Recibidor con aparador y papel pintado y arrimadero.

Aparador, de Bloomingville. Espejo, de Catalina House.

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Más abrigado con un papel textil

Elegante y muy acogedor. Así es este recibidor proyectado por la decoradora Natalia Zubizarreta, que combinó un arrimadero clásico, en sintonía con el espacio, con un papel pintado textil que sube la temperatura del espacio y lo hace, además de más vestido, más arropado. 

Recibidor con aparador de madera y luces encendidas.

Aparador, en The Room Studio. 

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Una iluminación cálida para un recibidor más cosily

Este recibidor, decorado por Meritxell Ribé, es la estampa de la calidez: un mueble de madera, un arrimadero que viste las paredes, papel pintado textil y una cuidada iluminación cálida, que envuelve el espacio y lo hace más acogedor y cosily. 

Recibidor con paredes verde grisáceo y mueble de madera recuperado.

Alfombra, de Carolina Blue.

El Mueble

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Una pátina de calidez con el color y el mobiliario

Cálido y abrigado son las palabras que mejor definen este recibidor, decorado por Bàrbara Serra. Y el color, este verde grisáceo que enmarca el espacio, y el gran mueble recuperado de madera, contribuyen a ello.

Recibidor con arrimadero y consola.

Recibidor con consola de hierro y espejo de cuarterones.

El Mueble

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Colores cálidos para un recibidor más acogedor

Los colores cálidos son una apuesta segura para hacer más acogedor un recibidor. El beige, que además de atemporal vuelve a estar de moda, se ha combinado con un arrimadero en blanco que le da más luz. Las pantallas textiles de las lámparas matizan la luz y refuerzan su calidez. 

Vista cenital de vestíbulo con mesa redonda y perchero.

Recibidor con puerta de entrada acristalada.

El Mueble

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Una cálida bienvenida

Este vestíbulo es amplio pero resulta muy acogedor. Y la cuidada selección de mobiliario contribuye mucho a ello. La mesa, robusta y de madera, viste el espacio y al ser redonda, es más invitadora que una rectangular. El perchero de pie, perfecto para tener los abrigos a mano, además decora por sí sola. La alfombra, que enmarca el espacio, y las velas, abrigan más este vestíbulo amplio y acogedor.   

Recibidor alpino.

Espejo y banco de Cado. Papel pintado con textura de piel, de E´litis. Perchero de Luzio, esqui´ de Little House.

El Mueble

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Un recibidor alpino 100% invernal

Este recibidor pertenece a una casa de montaña y la decoradora Jeanette Trensig no dudó en decorarlo en sintonía con su entorno invernal. Por eso, revistió las paredes de toda la entrada con un papel de pelo de potro, muy ca´lido y acogedor, en color verde caqui oscuro. Y optó por piezas de mobiliario de carácter alpino, como el banco y el espejo de astas o los esquís decorativos.

Recibidor en gris con armario integrado.

Banco de IKEA, alfombras de Sacum y armarios, diseño de la decoradora. 

El Mueble

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Un recibidor muy invernal vestido en gris

¿Quién dice que el gris es un color frío? La decoradora Elena Eyre apostó por este gris antracita para pintar paredes y techo, creando una "caja" superacogedora y envolvente. Los muebles de madera, como el banco y la consola, y las alfombras refuerzan este look invernal tan acogedor. 

Recibidor empapelado.

Consola de madera y hierro diseño de Marta Miquel Interiorismo. 

El Mueble

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Un recibidor invernal abrigado por el papel pintado

Este recibidor, decorado por Marta Miquel, es pequeñito, pero superacogedor y con un claro look invernal. La elección del mobiliario de madera y de sabor rústico junto con el papel pintado crean un espacio personal, estiloso y muy abrigado. 

Escalera con peldaños forrados de moqueta.

Velador de Taller de las Indias y moqueta de Harley & Tissier. 

El Mueble

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Un recibidor espectacular decorado con una moqueta estilosa

Los inviernos parisinos son fríos, por eso reforzar la calidez del recibidor, que es la estancia que nos da la bienvenida cuando llegamos a casa nunca está de más. Y esto es lo que hizo la decoradora Pia Capdevila con este recibidor, vistiéndolo con una estilosa moqueta tricolor que, además de hacer más abrigado el espacio, le aporta elegancia. 

recibidor rustico con paredes y techos de piedra.

Consola, de La Europea. Alfombra, de Rica Basagotti. 

El Mueble

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Un recibidor de invierno arropado por una cúpula de piedra

La arquitectura de este recibidor, con una preciosa cúpula de piedra recuperada de la masía original, ya le da un extra de calidez innegable, que la decoración refuerza con una personalísima consola antigua verde y una alfombra XL con motivos florales.  

recibidor rustico con mesa redonda.

Mesa, de pino reciclado, en Vical. Lámpara de pie, en Teca de Java. Alfombra, en Dareels. Espejo envejecido, en Taller de las Indias. 

El Mueble

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Rústico y muy abrigado

Este recibidor es muy versátil, porque puede resultar fresquito en verano y abrigado en invierno. La mesa de madera y el espejo envejecido crean una base cálido que detalles como el cesto de leña o la alfombra de fibras refuerzan. 

Escalera con armario debajo.

Butaca, de Antigüedades Merale.

El Mueble

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Pequeñito pero muy acogedor

La alfombra de pelo largo, la butaca tapizada y con una mantita para calentarnos cuando llegamos de la calle y nos sentamos para descalzarnos y el suelo de madera de pino que hace más cálida la pisada. Este pequeño recibidor, proyectado por Estudio Boira, está pensado, ¡a prueba de inviernos!

Recibidor con consola retro dorada.

Consola y espejo, en el estudio de la decoradora. 

El Mueble

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Toques dorados que suman calidez y estilo

Este recibidor, decorado por Natalia Zubizarreta, es acogedor y superestiloso. Su consola y el espejo, de aire retro, regalan unos destellos dorados que hacen más cosily el espacio, una calidez que se ve reforzada por la lámpara de pantalla de fibras. La pared que enmarca el recibidor se ha revestido con un revestimiento mural con relieve que hace más acogedor y personal el espacio. 

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¿Madera en el baño? ¡Claro!

Un laminado sintético de Quick-Step es ideal para el baño y para el mueble bajolavabo una madera de iroco, que también es resistente a la humedad. Y la alfombra de baño... ¡que sea XL! Cuanto más abrigada sea la pisada, más cálido se verá el baño.

Salón de invierno con chimenea 00522942

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Al calor de la chimenea, por supuesto

Si tienes la suerte de tener un chimenea, solo su presencia decora en invierno con calidez. Pero además, la visión de fuego encendido caldea la casa por completo. No hagas pereza y enciéndela. 

Sofá a medida, de Miki Beumala. Mesas de centro, en Taller de las Indias. Butacas, en Zara Home. Alfombra, de Hamid. Espejo, de Antrazita.
Salón de cabaña de madera con luces encendidas 0517190

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La iluminación artificial

Si quieres que tu casa se sienta cálida y confortable, coloca una lámpara prácticamente en cada esquina. De mesa, de pie, de suelo o aplique. Se trata de crear una iluminación ambiental con bombillas de luz amarilla o cálida. 

Sofás de Home Spirit y mesa de centro, en Veronique Tafoiry-Daure. 

 

Detalle de mesas de centro de troncos de madera 00472479

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Madera en estado puro

Y en bruto. Incorpora a tu salón mesas auxiliares o taburetes con forma de tronco tosco de madera. Es una nota natural muy inspiradora que decora con calidez.

Mesas de centro diseño de Luderna Design. Alfombra, de Benuta. 
Salón de montaña con leñera y chimenea 00532270

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Una leñera práctica y decorativa que sume confort

La madera apilada nos transmite seguridad y confort. Si cuentas con una chimenea, aprovecha para planificar una leñera: tendrás los troncos a mano cuando los necesites y, además, decorarán por sí solos. A veces basta con tener un cesto o una caja al lado de la chimenea. 

Leñera diseño de Carmen Caubet.