Resulta curioso ver este concepto de vigas en el salón: utilizando el material en bruto, el propio tronco del árbol. Casi siempre lo hemos visto más en porches. En esta casa, las interioristas Marta y Marieta Yanguas y Marta Gómez de la Serna, decidieron llevar los troncos al centro de la casa y convertirlos en vigas, pero, eso sí, pintados de blanco, como el techo. ¡Un salón actualizado con aire campestre que nos encanta!
Sofá realizado a medida. Butaca, de El Rastro. Mesa de centro, de Hanbel. Alfombra, de Ikea.