Color

Ha sido el color revelación de este año y ha venido para quedarse. A medio camino entre el beige y el gris, el greige aporta la misma luz y calidez del beige pero sumándole la profundidad y elegancia propia del gris. Esto lo convierte en una opción perfecta para espacios pequeños en los que se busca carácter pero sin caer en tonos demasiado intensos.  

Crema, vainilla, ocre suave... Dotan de una profunda calidez los ambientes que tocan. Como reflejan la luz natural, se produce un bello juego de luces y sombras que envuelve todo. Por todo ello, el crema es un color idóneo para pocos metros. Además, nos ayuda a agregar calidez a un ambiente frío o a llenar de luz una estancia poco luminosa.

Sí, el beige vuelve a ser un color de moda esta temporada. Eso sí, en un matiz más renovado que lo distancia del clásico beige de toda la vida. Es una muy buena opción si tienes un piso pequeño y quieres huir del blanco, porque aporta elegancia, serenidad y también calidez. Y con el plus de ser un buen comodín para cualquier estilo decorativo. 

Lo comentábamos, de blancos hay muchísimos. Solo Bruguer ofrece más de 160 referencias de blanco. De entre su enorme gama, los denominados blancos rotos o desvaídos se diferencian del icónico blanco puro por ser más cálidos y envolventes y crear un efecto matizado, tranquilo y encantador en cualquier espacio. 

En un piso pequeño, un rosa frío y un rosa palo ayudan a ampliar el espacio. Y si buscas algo más moderno, un rosa o un malva oscuro matizado con gris. Combinado con detalles en gris, ¡queda genial!

El gris, como color neutro que es, es una opción idónea para espacios pequeños, sobre todo en sus tonos más suaves. Si lo matizas con rojo, tirará más a cálido, idóneo para estancias poco luminosas, porque las hará más acogedoras. En cambio, si tienes mucha luz, un gris frío quedará genial. 

El verde, al ser un color frío, da profundidad a una estancia, y en sus tonos menos saturados hace que la estancia parezca más grande. Además, es un color que aporta frescor y mucha calma. Matízalo con gris y el resultado será moderno, versátil sin ser estridente.

Malvas o violetas en sus matices más suaves ayudan a proyectar la luz y hacen que la estancia parezca más amplia. Los tonos fríos con baja saturación (más apagados) son idóneos si quieres añadir un poco de color sin renunciar a la amplitud.

El azul tiene un efecto sedante, porque transmite una agradable sensación de calma. Es un color frío, que en estancias pequeñas crea una sensación de profundidad que amplía visualmente el espacio. En un matiz poco saturado, como el azul celeste, es luminoso y crea atmósferas muy frescas y envolventes, siendo idóneo para espacios pequeños. En dormitorios es una apuesta segura, porque favorece el descanso. 

Este año un tono azul tenía muchas posibilidades de ser el escogido. Y es que, tal y cómo avanzó Laurie Pressman, vicepresidenta del Pantone Color Institute, en una conferencia en Las Vegas hace unos meses, "los colores Pantone del año para 2020 estarán inspirados en el mar". Por lo que no sería una locura pensar que el color de este año sea un azul, ¿verdad? 

El azul es uno de los colores que más ha sido encumbrado por Pantone como color del año. En sus tonalidades más suaves, en la gama de los turquesas, similares al color de esta imagen, e incluso en un matiz más frío y tranquilo como con el Serenity, que compartió protagonismo en 2016 con el Rose Quartz. 

"¿Naranja? ¿Otra vez?", podrías pensar. Pero este naranja que tenemos en mente no tiene nada que ver con el Living Coral, el que fuera color del año 2019. Es más vibrante y alegre, pero con matices de óxido que evocan a los tonos tierra. Es cierto que es poco probable que repitan gama cromática dos años seguidos, pero con Pantone nunca se sabe...

No sabemos si es que los gurús del Pantone Color Institute son supersticiosos, pero sin duda el amarillo no está entre sus preferencias. Y es que desde el año 2000 solo han coronado una vez al amarillo y fue el Mimosa, de un tono un pálido, en el año 2009. Quizás este 2020 pueda romper su mala racha y convertirse, de nuevo, en color del año. Veremos...  

¿Qué amarillo podría ser el escogido? Uno pálido cercano a la paja; un mostaza, un color que hace unos años ya marcó tendencia; uno intenso como el limón, uno tirando a ocre... ¿Nuestra apuesta? Un amarillo chillón, alegre y luminoso. 

En estos 20 años, Pantone ha escogido dos verdes como color del año, el Greenery en 2017 –un fresco verde amarillento– y el Esmerald en 2013 –un exuberante, radiante y lujoso verde–, dos colores muy diferentes entre sí. ¿Podría ser este el año de un verde caqui? 

En 19 años de color Pantone, el marrón no ha sido nunca escogido. Así que, aunque sea por eliminación, este bien podría ser su año. ¿A su favor?  "Entre los colores para este próximo año, los marrones son importantes en toda la gama y están inspirados en las algas secas y la madera a la deriva”, declaró Laurie, durante una conferencia de moda en Las Vegas. De entre los marrones, nuestra apuesta es uno tipo café, profundo, elegante y con matices tostados. 

Elegir un marrón como color del año sería, sin duda, un golpe de efecto. Porque precisamente los expertos de Pantone definieron un tono de marrón, concretamente el Pantone 448 C, como el más desagradable del espectro. ¿Se atreverían a convertir en color del año una tonalidad de la misma gama? 

Si hay una gama que al naranja le va de maravilla es la de los tierra, unos tonos de estrecha vinculación con la naturaleza que nunca pasan de moda. Con marrones, ocres, arenas o beiges el naranja acentúa su calidez y vitalidad. 

En este distribuidor se ha optado por pintar una pared de un intenso rojo para darle personalidad propia y rehuir de la idea que un distribuidor es una zona solo de paso. De hecho, se ha completado el espacio con una butaca para darle un nuevo uso. Al ser un color cromáticamente potente, lo mejor es reservarlo para una sola pared. 

Esta casa es mini –¡48 m² repartidos en 4 plantas!–, y aún así se pintó toda la pared de la escalera que recorre las cuatro plantas de un intenso tono pizarra. Y es que si la escalera iba a tener tanto protagonismo en una casa tan pequeñita, ¡qué menos que convertirla en un elemento decorativo y con personalidad propia! Y se hizo con este color, que además, hace más envolvente y acogedor este espacio de paso. Además, se unificó la parte baja de la escalera, que esconde un armario. 

Viendo esta pared, ¿quién diría que se trata de una cocina? Entre el vistoso verde, que la propietaria lo obtuvo del colorímetro de una app, a partir de algunas telas del salón, del comedor y el papel del aseo, y los platos decorativos de plantas e insectos, más que una cocina parece un rincón especial del estar. Se reservó solo en esta pared, que es la que integra la zona de desayunos o de comidas rápidas, lo que le da un toque más hogareño y menos de cocina. 

¿Para qué quieres un cabecero al uso si toda una pared puede hacer esta función decorativa? En este dormitorio, se ha pintado la pared del cabecero en un verde luminoso y para vestirla aún más se ha empanelado con molduras, lo que acentúa su efecto decorativo.

Los colores claros son los que aportan mayor amplitud al espacio y por tanto mayor luminosidad. En función de la cantidad de luz natural que reciba tu salón será mejor optar por unos u otros. Si es muy escasa, desde Jotun aconsejan "optar siempre por matices de blanco, beige y gris que aportarán esa luminosidad que te falta. Te aconsejamos estos tonos claros y luminosos: un blanco luminoso como el 1622 Reflection, el 1624 Skylight, o el 9918 Classic White y como beige claros el 1625 Soul o un tono beige grisáceo como el 1376 Mist".

Las habitaciones infantiles son mucho más que un espacio para dormir, son un espacio para jugar y soñar. Y aunque los colores adecuados van a depender de la edad de tus hijos, desde Jotun se quedan con la combinación de turquesa y blanco: "Como el 5136 Ice Turquoise y el blanco roto 8395 White Confort. Los tonos turquesas aportan luz y calma y a la vez potencian la creatividad de los niños". 

"Es importante saber el tamaño de la habitación y la cantidad de luz que recibe, pero como consejo general para dormitorios los colores más recomendables son los fríos (azules, verdes y violetas), ya que ayudan a la relajación y por tanto a tener un buen descanso. Si quieres combinarlo con un tono más intenso y cálido entonces hazlo en la pared del cabecero de la cama. Nuestras recomendaciones para el dormitorio principal son: un verde pálido como el 8478 Pale Green, un tono verde azulado como el 6350 Soft Teal o un azul plomo como el 5452 Nordic Breeze", sostienen desde Jotun.

"Los neutros en tonos tierra y beige dorado son los que te aportarán más confort y personalidad a la estancia. Una buena opción es combinar tonos neutros con colores de la misma familia pero más acentuados. Te recomendamos estos dos colores neutros con tonalidades beige-tierra como el 12075 Soothing Beige y el 12076 Modern Beige. Si deseas combinarlo con un tono más atrevido, una buena opción sería tono melocotón rojizo como 12084 Dusky Peach o el 2024 Senses, un tono beige rojizo", recomienda Andreu Guardi, Multicolor Manager de Jotun.

"Aunque depende de los gustos de cada persona, siempre es una buena opción pintar la mayoría de las estancias de un mismo color, y resaltar la que queramos con otros colores que combinen bien. Así, con el blanco es muy sencillo jugar. Por otra parte, nuestra gama Colores del Mundo presenta diferentes tonalidades de un mismo color (Natural, Intermedio, Suave y Matiz), así podemos aplicarlas en las distintas habitaciones, y lograr que la casa respire armonía decorativa", apuntan desde Bruguer.

"El gotelé con pintura no se puede disimular. Lo ideal es alisar las paredes. El precio oscila entre 18-21 €/m² (con 3 capas de pasta con lana, capa selladora, remasillar y 2 capas de pintura de acabado). Si no existe la opción de alisar las paredes es recomendable pintar la pared con pintura blanca extramate", recomiendan desde Pintallar.

"Un truco muy bueno para estilitzar es pintar rayas verticales en las paredes (el color claro o blanco debería ser igual que el techo y el otro a elegir). En caso de ser un pasillo estrecho, la solución podría ser pintar las puertas blancas, techo blanco y paredes blanco roto", explica Francisco Cazorla, de Pintallar. 
 

"Para no ensuciar la pared del lado tienes que proteger las dos esquinas con una cinta especial de color rosa de la casa Tesa y luego añadir un papel con cinta de unos 15 cm. Puedes pintar las esquinas con un rodillo pequeño de 10 cm para evitar acercarte mucho con el rodillo grande", aconsejan desde Pintallar. 

Desde Pintallar, Francisco aconseja apostar por pinturas inoloras: "En el caso de un mueble, recomiendo pintarlo con esmalte acrílico (en caso de necesitar imprimación, también hay en el agua). Para las paredes, una buena pintura plástica de hoy día no huele, la alternativa sería una ecológica. Los esmaltes al agua van muy bien para interior, no huelen y se secan muy rápido, y el acabado es prácticamente similar a los sintéticos". 

"El baño es un espacio que permite jugar mucho con el color, dejando de lado el blanco tradicional. Puedes apostar por un color más neutro como el Piedra Natural –que aporta tranquilidad–, uno más vivo e intenso como el Amarillo Natural para conseguir un espacio más alegre, o bien por un color más oscuro como el Azul Real, que tampoco deja indiferente a nadie y transmite mucho confort", explican desde Bruguer. 

"Si deseas pintar con un color intenso, que sea uno frío y apagado (azules, grises o verdes). Los tonos muy vivos y muy cálidos empequeñecen el espacio. Otra opción es poner solo una pared de color intenso y pintar el resto de un tono claro o blanco. La pared de color intenso podría ser la trasera del sofá o el cabecero de la cama", aconsejan desde Jotun Ibérica. Natalia apunta otra idea: "hacer un arrimadero con pintura: hasta 110-120 cm usa el color oscuro y el claro, arriba".