Azulejos

Si el mármol es una opción atemporal, si lo que buscas es decorar un baño moderno, los revestimientos con texturas y relieves son lo último para las paredes. Crean un efecto más dinámico, de manera que parece que se están moviendo. Conseguirás que las paredes se conviertan en foto de todas las miradas. 

Otra opción para decorar las paredes del baño son los azulejos con acabado hidráulico. Ahora, tendrás que estar muy convencida de que es lo que quieres, pues este tipo de estampados pueden cansar más que otros más sencillos. Ante la duda, instala baldosas vinílicas, mucho más económicas y que podrás cambiar cuando te canses.   

"Si los revestimientos de tu baño son los típicos azulejos estampados de los años 80, empieza por renovar las paredes", aconseja Marta Tobella. Pinta los azulejos para actualizar su look.

Ya sea en pared, suelo o mueble, jamás coloques un vinilo decorativo sin antes limpiar a conciencia la superficie con un paño limpio. El polvo es el enemigo número uno del vinilo. Esta consigna se multiplica si el lugar donde vas a pegarlo es sobre los azulejos de la cocina. Límpialos bien antes retirando toda marca de grasa y suciedad. Una vez secos, ya puedes colocar los vinilos.

Actualmente, es tendencia en baño combinar distintos azulejos en la zona de la ducha y el resto del baño. Así no solo se consigue definir mejor el estilo decorativo que hayas elegido, sino que también es un recurso que ayuda a dar profundidad y sensación de amplitud en el baño.  

Todo dependerá del tamaño y de la cantidad de luz que tenga tu baño. Así, en baños oscuros o con muchos elementos en madera, como este baño rústico, lo ideal es escoger azulejos de colores claros que reflejen toda la luz que reciban. Si, además, tienen una acabado brillo (en lugar de mate o satinado), el efecto será mayor.  

A la hora de elegir y combinar los azulejos del baño, tienes muchísimas opciones: desde elegir unos distintos para la zona de la ducha, revestir los suelos con un azulejo más llamativo o, incluso, crear una cenefa minimalista que decore las paredes. 

Tendrás que medir bien el suelo y las paredes de tu baño y multiplicar el ancho por el alto. Para el modelo que hayas elegido para las paredes, puedes restar la superficie que tenga la puerta y la ventana, si el baño dispone de ella. En el caso del suelo, tendrás que restar el espacio de la ducha –si va con un plato o un revestimiento distinto– o la bañera. 

En cualquier caso, siempre es recomendable adquirir un 10% más de material por si hay fallos o tienes que cambiar algún azulejo en el futuro. Piensa que, a veces, los acabados pueden variar un poco su color, por lo que lo ideal es que sean todos de la misma partida. 

No tienes por qué elegir un color liso para los azulejos de baño. Gracias a los azulejos de gres porcelánico podrás hacerte con diseños que imitan otros materiales nobles como el mármol o la madera. ¿El resultado? Espacios elegantes, cálidos y atemporales, como este baño en el que hasta el faldón de la bañera se ha revestido con unos azulejos de gran formato en acabado mármol. 

Porque cuando los azulejos son de gran formato, conocidos como XXL, ayudan a que las superficies se vean más limpias y con menos juntas, lo que concede amplitud al espacio. Su única desventaja es que son más difíciles de colocar y es recomendable que lo haga un profesional. 

Hay muchos tipos de azulejos para el baño según el material. Repasamos los más populares: 

• Azulejos cerámicos: son los azulejos de baño más bararos y, en consecuencia, los más empleados. Ofrecen un mantenimiento  sencillo
• Azulejos de porcelana: aunque son similares a los cerámicos, su precio es más elevado. También son fáciles de limpiar. 
• Azulejos de gres porcelánico: su éxito reside en la cantidad de acabados que ofrecen. Aunque son algo más caros que los anteriores, tienen cero porosidad y son muy duraderos. 
• Azulejos de vidrio: su precio es más elevado que el de los cerámicos o de porcelana. También son fáciles de mantener y limpiar.

A veces, no es necesario decantarse por un material u otro. ¿Azulejos? ¿Microcemento? ¿Piedra sinterizada? Si quieres dar un toque original en el bao puedes combinarlos con resultados elegantes y estilosos. Por ejemplo, si te gusta el aspecto tradicional de los azulejos hidráulicos, pero no quieres revestir una pared entera, prueba con esta idea. Tan solo se han empleado los azulejos en la zona de la hornacina, que la destaca y da protagonismo sobre la pared de microcemento. Original, ¿verdad?  

Antes de elegir cualquier azulejo para las paredes de tu baño, has de hacerte varias preguntas: ¿es pequeño?, ¿quiero que parezca más grande?, ¿tiene luz natural o, en cambio, es oscuro? Si te haces todas estas preguntas podrás acotar mucho la búsqueda. Piensa que hay azulejos de todos los tamaños, estilos, colores y hasta difieren en los materiales. 

¿Baños pequeños con bañera? ¡Ni te lo pienses! Cámbiala por una ducha y tu baño será mucho más funcional y seguro. Además de ganar una zona de ducha amplia y muy cómoda. Lo ideal es que la completes con una mampara de cristal transparente que te ayude a multiplicar la sensación de espacio. Y por cierto, fíjate qué efecto tan bonito se consigue al cubrir las paredes de la ducha con un revestimiento diferente al del resto del baño. Una idea para delimitar visualmente las distintas áreas del baño. Mira más ideas para combinar los azulejos de la ducha.

Si estás pensando en hacer reforma, una forma de decorar las paredes del baño y darle estilo es con azulejos de gran formato. Aunque son algo más caro que otros más pequeños, al reducirse el tamaño de las juntas, el resultado es más elegante y ofrece mayor sensación de amplitud.  

Las baldosas adhesivas vinílicas son una opción económica y que puedes colocar tú misma para cambiar la imagen de tu baño. Las hay con muchísimos diseños, desde los que imitan las tradicionales baldosas hidráulicas, hasta los que parecen madera, mármol o piedra. 

Si buscas un aire más clásico para tu cuarto de baño, puedes elegir revestimientos sencillos con el mismo formato en dos colores, para diferenciar alguna zona. En este cuarto de baño se ha apostado por baldosas más oscuras para el suelo y la zona de los lavabos, y más claros para el interior de la ducha. El resultado es sobrio y elegante. 

A la hora de decidir de qué tamaño deben ser los azulejos de las paredes o del suelo, conviene saber que tanto las piezas grandes como las más pequeñas resultan perfectas. Con cada una se consigue un efecto diferente, pero decorativo en ambos casos, lo que no sucede siempre con las piezas de tamaño medio. Los formatos de tamaño XXL, como las piezas de la pared de este baño, transmiten sensación de continuidad al tener menos juntas, mientras que los azulejos pequeños son adecuados para espacios reducidos o para combinar azulejos en la zona de la ducha.

Ir más allá de los tonos neutros, del blanco y el gris, es una buena idea a la hora de elegir los revestimientos para el baño. Como en el espacio de la imagen, donde se optó por el verde para los azulejos de la pared de la ducha. Un color natural y muy decorativo que, sin ser demasiado llamativo, aporta interés al conjunto. Se ha combinado con piezas de color arena y formato grande en el resto de las paredes y en suelo.

Los diseños llamativos y llenos de color de las baldosas hidráulicas se convierten en las protagonistas de este cuarto de baño, aunque en realidad se trate de un gres porcelánico que imita su apariencia. Sea como sea, el interés visual recae en el pavimento. Para contrarrestar, en el resto del espacio se han utilizado baldosas biseladas de estilo metro en color blanco, ligeras y luminosas.

Que tu cuarto de baño no disponga de mucho espacio no significa que tengas que renunciar a combinar diferentes azulejos. Sin embargo, en baños pequeños es importante elegir revestimientos en tonos claros y luminosos que aumenten la sensación de amplitud. Como en este caso donde se han utilizado varios modelos de baldosas, aunque todas ellas son blancas con detalles en negro.

Los diseños geométricos triunfan en los revestimientos del cuarto de baño, ya que aportan dinamismo y enriquecen los espacios, en especial si eliges más de un patrón distinto. Puedes instalar un azulejo rectangular dispuesto en espiga en las paredes como en este baño, y baldosas hexagonales en el suelo. En este caso imitan el acabado del mármol gris.

Existen diversas formas de combinar azulejos en el cuarto de baño. Una de ellas consiste en elegir el mismo modelo pero en diferente color, como en el cuarto de baño de la foto. En la pared del lavabo, realizado en microcemento y con grifería doble, se ha optado por piezas rectangulares de color gris en la parte inferior y blancas en la superior. La particularidad, en este caso, reside en la disposición de los azulejos, que se han colocado siguiendo patrones distintos en cada caso.

Las paredes revestidas de azulejos de efecto mármol en color blanco con vetas en gris contrastan con las piezas oscuras del pavimento, logrando un efecto decorativo muy elegante. ¿Y cuál es el mejor revestimiento para baños?, te preguntarás. Pues es importante elegir un revestimiento con acabado antideslizante para el suelo, sobre todo en la ducha. El gres porcelánico, no poroso e impermeable, es perfecto para zonas de agua.

A la hora de elegir los revestimientos para el cuarto de baño es buena idea apostar por una combinación de dos colores, como en el espacio de la imagen, donde se ha elegido un azulejo de tipo metro en blanco para la zona de la ducha, y un modelo de diseño geométrico en blanco y azul. El resultado es fresco y acogedor.

Instalar azulejos diferentes en el suelo y en las paredes y que, además, estos contrasten en cuanto al diseño y al color, es una gran idea decorativa. Los suelos de baldosa hidráulica, tanto si son reales como si se trata de una imitación en cerámica, aportan encanto y personalidad. Por otro lado, los azulejos de la pared son de formato rectangular y, aunque oscuros, reflejan la luz al estar acabados en brillo.

Han ocupado un lugar destacado en cocinas y baños desde hace décadas y, aunque siguen siendo decorativos y elegantes, en 2022 van a quedar en segundo plano. Se opta hoy por otro tipo de ideas como los azulejos de gran formato, las piezas con textura o los revestimientos de mármol.

Cuando la zona de la ducha queda en la misma pared que el frente del lavabo, una opción para combinar azulejos es usar el mismo tipo en esa pared, de lado a lado, de manera que integre ambas zonas. Elige un revestimiento llamativo, con presencia y personalidad; y recurre a un azulejo neutro que equilibre para el resto de paredes y suelo.

Con las juntas entre azulejos marcadas o en el mismo tono del revestimiento en sí. Pero la instalación de una baldosa que permita jugar con la orientación de las piezas es una idea que demarca la zona de la ducha. Aquí, al encontrarse en una zona independiente, el suelo en blanco contrasta con el azul de la ducha y, a su vez, también con la madera usada en primer plano en la zona del mueble del lavabo.

En este baño, toda la zona de la ducha, paredes y murete delimitador, se reviste con el mismo tipo de azulejos en color, que contrastan con el blanco del resto de paredes del baño. Estas se pintan en blanco. Las pinturas esmaltadas soportan mejor las salpicaduras, por si lo quieres tener en cuenta a la hora de pintar la zona del lavabo. Tanto con pintura plástica como con papel puedes elevar el copete de la encimera del mueble del lavabo para crear un zócalo que proteja de salpicaduras.

Este tipo de revestimiento aporta matices decorativos interesantes sin saturar. Se trata de piezas pequeñas que aportan textura. Esta puede ser más o menos marcada según escojas unas juntas más destacadas o del mismo color que el azulejo en sí. Así, decorar con mosaico la zona de la ducha o prolongar su uso al resto de paredes del baño es una opción interesante a nivel estético.

Hoy hay materiales porcelánicos de gran formato que permiten revestir las paredes de la ducha prácticamente sin juntas (algo que se consigue también con el microcemento). Como si fueran planchas que se adaptan a la pared. Jugar con el mismo acabado en el plato y paredes de la ducha, en contraste con el resto, hará que esa zona sea el punto focal de la decoración.

Si quieres otra opción para saber cómo combinar azulejos en la ducha, toma nota: destaca la pared más larga de la ducha con un revestimiento que contraste respecto al resto. La idea de llevar el acabado madera a las paredes de la zona de la ducha logra un interesante efecto de calidez que permite optar por tonos neutros y muebles en blanco en el resto del espacio sin miedo a caer en el efecto "hospital".

Una opción que aporta matices de textura y brillo sin saturar es la de combinar en la zona de la ducha azulejos del mismo tono pero de modelo diferente, como en este baño. Así, la pared más larga de la ducha cuenta con un revestimiento de azulejos rectangulares con instalación contrapeada y acabado esmaltado -aporta cierto brillo- mientras que las cortas juegan con un azulejo más sencillo mate.

Si piensas en qué diseño escoger para destacar la pared de la ducha y el lavabo, como aquí, contempla cualquiera que aporte textura, los que imitan madera con un efecto palillería, las baldosas hidráulicas o imitación, mosaicos y teselas y aquellos azulejos que permiten una instalación original en formas poco convencionales como zigzag o espiga.

Paredes en tono claro y suelo oscuro, incluido el plato de ducha. Los platos de piedra y resinas ofrecen posibilidades interesantes para escoger colores que no sean solo en blanco. Así, se puede jugar con un plato en gris, como en este baño, que tenga continuidad en el revestimiento del resto del espacio y paredes en color claro. El efecto marmolado rompe el blanco liso con una discreta veta que resulta elegante. Fíjate que aquí el azulejo no llega al techo y se usa también en el murete que delimita la ducha.

Cuando el plato de ducha no es un modelo en resina -los que más se instalan hoy- ni porcelana, se crea con un revestimiento de obra y aquí las opciones para darle protagonismo al suelo de la ducha son infinitas. Opta por un revestimiento marcado y paredes en tono neutro que compensen la fuerza del plato. En este espacio todo juega con el blanco y el negro, usado en diferentes elementos y proporciones.

Sin que destaquen las paredes especialmente, puedes combinar un azulejo en color blanco en la zona de la ducha con continuación en el frente del mueble del lavabo con pintura en blanco en el resto de las paredes. La idea es aplicable a azulejos de otra tonalidad con pintura idéntica. De esta manera el suelo puede tener más protagonismo.

Esta idea para combinar azulejos en la ducha es aplicable tanto a una ducha abierta e integrada en el resto del baño como a las que se organizan en una cabina, como aquí. Escoge azulejos diferentes a los del resto del baño para todas las paredes. Se potencia la sensación de ambiente único. Es posible usar ese revestimiento también en el suelo con un plato de obra. En este caso se coloca un desagüe específico y se da inclinación al suelo para favorecer la caída del agua.

Está permitido mezclar azulejos de acabado liso con otros con textura tanto en la misma zona de la ducha como en el resto de paredes del baño. Lo mismo sucede con los acabados brillo o mate. Esta última idea es interesante cuando se quiere elevar el nivel de un espacio con revestimientos brillantes pero sin abusar de ellos. En este baño, la piedra de las paredes se convierte en azulejo en la zona de la ducha para facilitar la limpieza y que no se estropee en contacto con el agua.

Otra forma de combinar los azulejos en la ducha es revestir las tres paredes (la más larga y las dos de los extremos cortos) del mismo material y acabado y prolongarlo en el resto del espacio, al menos en una pared para dar continuidad. Esta solución es práctica cuando no se quiere revestir con azulejos todo el baño, por ejemplo, pero sí proteger zonas en contacto con agua, como aquí la pared de la bañera exenta.

La idea de prolongar los azulejos de la zona de la ducha en otras zonas del baño que pueden estar en contacto con agua (aquí el frente del lavabo) para dejar el resto sin revestir con azulejos, permite ahorrar material en la reforma del baño. Se puede usar pintura o papel pintado en la pared. Pero, además, es una buena idea cuando el espacio cuenta con un techo de altura excepcional. Ese corte, acerca visualmente el techo.

A la hora de combinar los azulejos en la ducha puedes optar por elegir el mismo revestimiento para las paredes de la zona que se han usado en el resto del baño, incluso, en el suelo. El efecto es de bloque y continuidad, es decir, no se busca el contraste ni destacar, sino integrar en estética todo el ambiente, como en este baño con un azulejo tan de tendencia en acabado marmolado.

En este otro baño las paredes de la zona de la ducha se han revestido con el mismo azulejo en tono neutro usado en el baño (una idea diez en baño pequeños). Pero el suelo es diferente, más claro para que añada una nota de luminosidad. Los tonos naturales crean una atmósfera neutra y cálida sobre la que encaja cualquier estilo decorativo. Aquí, esa neutralidad deja que el plato de ducha, rodeado de cantos rodados en blanco, adquiera presencia.

Nada como un lavado de cara para que tu baño parezca otro. Así que, si ya estás cansada de los típicos azulejos blancos o de esas cenefas en relieve que tanto se llevaban en los 80 (¡casi nada!) es hora de coger rodillo, brochas y una pintura especial para baños. Aquí te explicamos paso a paso cómo hacerlo. Y en cuanto a la gama de color, puestos a modernizarnos, ¿por qué no escoger el Very Peri, color del año 2022 según Pantone?