Si nos giramos hacia el comedor se aprecia más claramente los cuarterones y el cambio de tonos en el arrimadero. Y el gusto por la madera de roble, aquí lo apreciamos más en el suelo, desnudo, sin alfombras, y en los muebles en su versión más natural. También se repite la librería a medida. Es gemela a la que encontramos en la zona de estar. Ambas flanquean la salida a la terraza y esconden el sistema de calefacción.
Mesa de Heerenius y sillas CH24 de Carl Hansen. Plaid de Materia. La lámpara es de su antigua casa.