Ahorro

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Mesa de comedor con vajilla de fondo.

Mesa de comedor con vajilla de fondo.

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Eligen siempre leds

Las bombillas con filamentos hace tiempo que cayeron al olvido. Pásate a las leds, ya que gastan poca energía, duran 25 años y ahora su luz es cálida y acogedora. 

Saben descifrar la factura del gas
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Saben descifrar la factura del gas

Y tienen contratada la potencia justa que necesita la casa. ¿Sabías que si no tienes calefacción de gas puedes tener una tarifa más económica? Te lo explicamos todo para que sepas cuánto pagas por este servicio y qué puedes hacer para ahorrar.

Office de cocina con vista al comedor.

Mesa de IKEA.

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Forman parte del 11% que entienden la factura de la luz

Según la OCU tan sólo el 11% de los consumidores entiende por qué paga lo que paga. Si tú también quieres ser uno de ellos aquí te decimos cómo comprender y ahorrar en la factura de la luz.

Cuarto de baño con lavabo independiente, estante y decoración.

Lavamanos, de Roca.

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Saben descifrar la factura del agua

Sí, porque una cosa es leerla y pagar y otra es entender por qué pagas lo que pagas e intentar ahorrar.

Escritorio del dormitorio con mini macetas.

Escritorio de madera, macetas con plantas y cuadros con marco de madera.

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Compran por internet

Casi todo (por no decir todo) lo que vemos en las tiendas y supermercados se puede comprar por internet y además más barato. Además puedes comparar precios al instante y te llevan el pedido directamente a casa.

Aprovechan los cupones de descuento.

Mujer sentada en el suelo revisando tickets de compra.

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Aprovechan los cupones de descuento

¿Quién dijo que usar cupones está anticuado? Los nuevos amos y amas de casa modernos aprovechan descuentos, ofertas, códigos de promoción o de lanzamiento... Ojo, algunos son en código QR o bidi, así que necesitarás un lector para escanearlo. Algunos teléfonos ya lo tienen incorporado, pero también existen aplicaciones gratuitas.

Mujer haciendo cuentas en casa.

Mujer haciendo cuentas en casa.

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Son grandes ahorradores

Saben que el ahorro no está solo en la marca que elijas o en renunciar a ciertos caprichos, sino que hay malos hábitos en casa que te cuestan mucho dinero y de los que ni siquiera eres consciente. Ellos los detectan y ponen remedio.

Tomates.

Tomates.

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Y saben que el miércoles...

... es el mejor día para ir al supermercado. En concreto o a las 10 o a las 16h. 

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¿Una cubeta o dos?

 Aunque los de dos senos siguen siendo los más habituales, su elección debe realizarse en función del uso que se le dará y del espacio disponible ya que los hay de muchos tamaños y formas diferentes. El de una cubeta está indicado para cocinas pequeñas con lavavajillas. 

Lista de la compra con tomates de fondo.

Mujer sujetando una lista de la compra con tomates de fondo.

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¿Y qué gastos fijos?

El método Kakebo te pedirá todos los gastos mensuales que tengas. Piensa en ellos y recopílalos: el alquiler o la hipoteca; los suministros de luz, agua, gas, wifi; los seguros; el colegio; el gimnasio y las extraescolares; la media de gasto que haces en la compra para casa...

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¿Adiós ahorro?

Con la crisis, la capacidad de ahorro en España cayó en picado y aún hoy no nos hemos recuperado. Se calcula que la tasa de ahorro ronda el 6,5% de la renta disponible, sin embargo, con el método Kakebo podría alcanzar el 35%. Merece la pena prestarle atención, ¿no?

Mujer calculando sus facturas.

Mujer con facturas.

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¿Cómo llevas tus gastos?

¿Eres de Excels? ¿Prefieres apps? Pues ahí viene el cambio: el Kakebo es un método de ahorro offline que, según los expertos, resulta más efectivo porque el hecho de apuntar tus gastos y tus objetivos por escrito resulta una especie de "compromiso contigo mismo" que te empuja a cumplirlo.

Blackie Books

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Esta es la agenda Kakebo

Blackie Books editó el primer Kakebo en España en el 2014 pero hace más de 100 años que este método de ahorro es un clásico entre los japoneses y hoy, además de en España, también se edita en Italia, Brasil y Portugal.

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Bombilla, tu vales mucho

Cambiar todas las bombillas por bombillas led es una de las maneras más sencillas de ahorrar electricidad. Una bombilla de led de 14 W equivale a una de bajo consumo de 20 W y a una incandescente de 100 W. Una bombilla led tiene una duración aproximada de 70.000 horas. Y aunque su precio es elevado, unos 7 euros, no contienen tóxicos que sí tienen las de bajo consumo.

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Prueba con la energía solar

En casa aprovecha todo lo que puedas la luz del sol para iluminar y calentar tu casa. Y úsalo también para calentar el agua o generar electricidad. Unas placas solares son una buena alternativa para reducir tus facturas y generar tu propia energía limpia. Instalarlas es costoso (unos 11.000 euros para una vivienda unifamiliar), pero a la larga compensa. 

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Controla tus impulsos

Sobre todo a la hora de comprar cosas que no necesitas. Antes de adquirir algo haz la prueba de las 24 horas para saber si realmente lo necesitas. Si pasado un día sigues pensado en esa prenda u objeto, adelante. Cuando se trate de ropa, comprueba siempre en casa si ya tienes algo sospechosamente parecido. Suele pasar. 

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Regula bien los grados

¿Sabías que un grado menos en el aire acondicionado representa un 10% más de consumo energético? Y lo mismo pasa si tienes la calefacción muy alta. En invierno, no la pongas a 25 grados para poder ir en manga corta en casa. Déjala a 20-21º , la temperatura ideal según los expertos, y ponte un jersey. Si programas las horas de encendido y la apagas por la noche la factura no se dispara. 

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Jabones libres de químicos

Cada vez más productos cosméticos tienen la etiqueta "bio". Eso atestigua que están hechos con ingredientes orgánicos procedentes del cultivo biológico perfectos para pieles sensibles y que no llevan parafinas ni derivados del petróleo. Si, además, en su envase tienen la imagen de un conejito, eso certifica que lo que compras no ha sido testado en animales. 

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Erre que erre

Las clásicas 3 R se han multiplicado y, ¡ahora son siete! Las primeras son: R de reducir y usar solo lo necesario; R de reciclar y aprovechar los objetos y R de reutilizar los productos. Las nuevas erres son: reflexionar antes de consumir; rechazar los productos que no sean eco; redistribuir la huella ecológica; y reclamar a quienes no tienen conductas ecológicas. 

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Apaga el televisor

Y el resto de aparatos de casa que se quedan con el piloto encendido, aunque ellos estén apagados, y siguen consumiendo electricidad. ¿El truco para evitar esta fuga de energía? Colocar una regleta con interruptor y apagarlo de noche.  

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Ni una gota perdida

No dejes que ningún grifo de tu casa pierda agua. ¡Arréglalo cuanto antes! Una gota por segundo supone 30 litros de agua al día. Y lo mismo pasa con la cisterna del WC. Solo un hilo de agua es un despilfarro de 12 litros cada hora. Si lo piensas es una barbaridad. 

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Reduce los residuos

Se calcula que cada europeo genera 150 kilos de envases desechados al año. Si compras productos a granel –desde comida a detergente– reduces el número de envases que entran en casa. Pásate a las facturas online y pide el banco que te mande todas las notificaciones por correo electrónico. Dí adiós a las bolsas de plástico. Lleva siempre una plegable en el bolso y usa el carrito.

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¡Carga pilas!

Las de usar y tirar son super contaminantes así que, si puedes, evítalas. Se calcula que una sola pila de mercurio puede contaminar 600.000 litros de agua. Por eso, siempre hay que tirarlas en sus contenedores específicos. En cambio, si utilizas pilas recargables no generas residuos ni contaminas. 

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Aprovecha el horno

Es el electrodomésticos responsable del 8% del consumo de la casa, por eso, cuando lo uses vale la pena sacarle el máximo rendimiento. ¿Cómo? Pues cocinando de una vez el mayor número de alimentos, aprovechando el calor residual para acabar las cocciones o no abriendo y cerrando su puerta repetidamente. Se estima que esta acción le hace perder un 20% de la energía que acumula en su interior. 

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El aceite no se tira

Y mucho menos por el desagüe, ya que desde tu sumidero llega al mar y es muy contaminante. En función de lo que hayas cocinado puedes usarlo en más de una ocasión. Es muy práctico tener una botella a mano para acumularlo y luego llevarlo al punto limpio para reciclarlo como debe ser. 

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Compra a lo grande

En bebidas, detergentes... Los envases pequeños generan más residuos que los grandes. Y, además, suelen ser proporcionalmente más caros. Tenlo en cuenta cuando vayas a comprar y, siempre que tu despensa te lo permita, apuesta por la talla grande. Contaminas menos y ahorras. Dos en uno

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Ahorra energía en la cocina

Con gestos aparentemente sencillos como ajustando el tamaño de los recipientes al de los fuegos o tapando la cazuela mientras cocinas para que no se escape el calor. La olla exprés, por su lado, es ideal para las cocciones más largas ya que cocina en la mitad de tiempo. Y en cuestión de placas, las de inducción consumen un 20% menos de electricidad que la vitrocerámica convencional. 

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Separa bien la basura

Destina un módulo de la cocina al reciclaje. Reciclar bien no es solo poner cada cosa en el contenedor de su color: azul para papel y cartón; amarillo para el plástico; verde el cristal; y marrón lo orgánico. También hacerlo sin errores. Los más comunes tirar los papeles con grapas o brics al contenedor azul. En el de cristal no debes tirar nunca bombillas ni espejos, y en el de plástico aerosoles o guantes de goma. 

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Electrodomésticos A+++

Los aparatos eficientes son siempre la mejor elección. De entrada son más caros, es verdad, pero a la larga el ahorro de energía que representan compensa. Además, contaminan menos. Para que tu nevera no trabaje de más, evita ponerla cerca de una fuente de calor ni dejes la puerta abierta innecesariamente. Pon lavavajillas y lavadora a carga completa. 

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Muévete más

¿Sabías que se eco puede, además, ponerte en forma? Sí, si usas la bici para trayectos cortos, por ejemplo. Puedes llegar a evitar hasta 240 kg de CO2 al año. ¿Otra forma sencilla de conseguirlo? Subiendo escaleras en lugar de coger el ascensor. No solo haces ejercicio también ahorras energía, ya que 15 segundos de ascensor equivalen a tener encendida una hora una bombillas de 60 vatios.  

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Bye bye secadora

Con el clima que tenemos lo de tener secadora, en la mayoría de casos, no es imprescindible. Así que siempre que puedas tiende al aire libre (o dentro de casa). Según Greenpeace, las secadora emiten cerca de 300 kilos de CO2 al año, a la vez que gasta unos 40 kWh.

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Cuida el agua Y

 no la despilfarres. Intenta hacer duchas de no más de 5 minutos, aunque te parezca rápidas estás consumiendo 100 litros de agua. También puedes instalar aireadores en los grifos para que gasten la mitad. Y no caigas en el error de usar el inodoro como si fuera una papelera. Cada vez que vacías la cisterna se van entre 3 y 6 litros de agua. 

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Plancha menos

Es uno de los pequeños electrodomésticos que más consumen (necesitan mucha energía para calentarse). Para que te hagas una idea: una hora de plancha equivale a 20 de televisor o 7 de ordenador. Por ello, evita calentar la plancha para una sola camisa. Acumula un poco de ropa y, entonces, hazlo de una sentada. Y para lo menos arrugado, te bastará con el calor residual de la plancha. 

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Purifica el aire con plantas

Según un estudio de la NASA las mejores para limpiar el aire de tu casa son espatifilios, palmera de bambú, lengua de tigre y ficus. Así que apuesta por ellas. Puedes crear un auténtico pulmón verde reuniendo varias en un rincón. Que sea luminoso, pero sin luz directa, para que sean más efectivas. Colócalas a varias alturas y juega con sus tamaños. 

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Compra según la estación

Frutas y verduras de temporada son más sabrosas... y más baratas. Y, además, no han tenido que viajar desde el otro lado del planeta, lo que genera 1.700 veces más emisiones de CO2 que si recorren unos kilómetros por carretera. Favorece a los agricultores de tu zona: puedes buscar mercados donde compras directo a los productores y otras iniciativas km 0. 

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Mejor con cristal

Los botes y tuppers de vidrio no cambian el sabor de los alimentos ni desprenden partículas. A la hora de envolver, no uses papel de aluminio. Es un residuo muy contaminante, así que busca alternativas. Ahora hay bolsas especiales reutilizables para bocadillos fáciles de lavar. ¡Hay modelos muy chulos!

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No se hace con agua

Enjuagar los platos para meterlos al lavavajillas es un gasto de agua innecesario. Basta con quitar los restos sólidos y ponerlos dentro del lavavajillas. Tampoco es correcto descongelar los alimentos bajo el grifo. Lo más sano, para respetar la cadena de frío, es ponerlos en la nevera la noche antes para que se descongelen.

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Viste bien tu casa

Las sábanas, los manteles, las toallas... Compra ropa de casa no tratada con tintes tóxicos y de tejidos 100% naturales, como lino, algodón o lana. Si tienen certificado ecológico mucho mejor para tu piel y para el medio ambiente. Las telas con derivados del petróleo contaminan mucho más en su fabricación, mientras que las producción ecológica asegura que las materias primas proceden de cultivos biológicos controlados.