El pescado siempre se descompone más rápido que la carne, así que en el congelador durará menos tiempo que la carne. El pescado blanco, más magro, aguanta hasta seis meses. En cambio, el pescado azul, al ser más graso, puede durar tres meses como máximo, seis si lo congelas ya cocinado. En cambio, los pescados ahumados, aguantan hasta doce meses.