Una casa sin un poto es impensable porque es agradecido, ágil y un superviviente. Como sus tallos caen y se arrastran, funciona bien en una cesta colgante o en una estantería alta para que pueda lucir su efecto cascada. Además, el poto también es conocido por su cualidad para purificar el aire y es muy longeva.
Y, por si fuera poco, debes saber que existen distintos tipos de potos: los hay con toques dorados, plateados o incluso neón, entre otros.