Limpiar los cristales de las ventanas y sus marcos es una tarea complicada y tediosa. Además, si no lo haces bien, en probable que los cristales queden llenos de marcas, reflejos y manchas. Hay muchos trucos y consejos para limpiar las ventanas y los marcas, así como infinidad de gadgets que pueden ayudarte.
Pero limpiar las ventanas no significa solo que haya que dar un repaso a los cristales. También está el marco, al que casi no prestamos atención. Y es que ¿sabías que tener el marco de las ventanas limpio puede ayudarte a que la habitación se vea más limpia y a evitar que el calor se escape de tu casa porque no cierran bien las ventanas?
En las guías y huecos que hay en el marco, día a día se va acumulando suciedad, polvo e incluso restos que van a para allí. Como son espacios reducidos, es difícil acceder a ellos y mantenerlos limpios. Para poner fin a este problema, hemos dado con un truco viral que promete terminar con la suciedad de estos espacios.
El truco, del usuario @mc.klein de TikTok, consiste en marcar en un estropajo los surcos del marco de la ventana y hacer cortes en ellos a lo largo del estropajo. Después, con el estropajo mojado en agua y algo de jabón, podrás pasar el marco de las ventanas fácilmente. Y es que así tendrás un utensilio a medida para limpiar este molesto espacio al que no se puede acceder de ninguna otra manera.
Pero hay más. Si hay mucha suciedad acumulada o pegada y solo con pasar el estropajo no tienes suficiente, puedes probar empleando algún producto de limpieza natural. El usuario de TikTok @homeonyourterms nos propone otra idea, para la que necesitas bicarbonato de sodio, vinagre blanco, un estropajo húmedo y un poco de paciencia.
Paso 1. Aplica bicarbonato de sodio en todo el marco de la ventana y, después, agrega vinagre blanco.
Paso 2. Déjalo actuar entre cinco y diez minutos.
Paso 3. Después, con un estropajo o papel de cocina retira los restos. Aquí puedes aplicar el truco anterior, es decir, un estropajo cortado a medida puede ser perfecto para llegar a todas partes o bien un cepillo de dientes, que puede ayudarte a frotar en las esquinas y los lugares más difíciles. ¡Mano de santo!
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