Se llaman así porque atraen los papeles y las cosas pequeñas de cada día que generan desorden. ¿Adivinas cuáles son las zonas imán del salón? Pues sí: la mesa de centro y la librería. Dedica 5 minutos al día a revisarlas y notarás la diferencia. En serio: El truco infalible para ordenar la librería es vaciar. La fórmula es: los libros deben ocupar el 60% del espacio, el 30% debe estar vacío y el 10% que queda es para los objetos decorativos. Es decir, ocupa la máxima del orden que empleas con tu ropa. Si algo entra, algo sale , por ejemplo un libro, una revista o algún elemento decorativo. Evitarás un salón atiborrado. Visualmente, es la forma en que la librería queda más ordenada (mucho más que si está organizada por autores o título). Si recuerdas la portada del libro, no tardarás en encontrarlo. Si eres muy lector o lectora, agrupa los libros por géneros y estilos, ya sean novelas, guías de viaje o libros de cocina . Una vez catalogados, también se pueden ordenar alfabéticamente. Clasifica tus libros: de bolsillo, de gran formato, de tamaño estándar... Cuando ordenes, descarta las lecturas que ya no te interesen. Los diseños con compartimentos dan un plus de almacenaje. Puedes guardar mandos, libros... Pero ¡cuidado con acumular! ¿Un truco? Tener solo objetos que te gusten y eliminar cada día lo que sobre: bolis, libretas, revistas ya leídas... Si tu mesa es cuadrada, no la llenes. Siempre debe quedar sitio para el café. Si es redonda, busca objetos que reproduzcan su forma, como jarrones, velas, boles... Una bandeja con la forma de la mesa ayuda a transmitir orden. Agrupar da sensación de orden: libros, plantas o jarrones pueden ponerse en grupos de 3. Otra clave: divídela visualmente en 4 , en dos cuadrantes opuestos, pon los objetos voluminosos, como los libros, y en los otros dos, los más pequeños. Si la librería ocupa todo el frente de pared, destina la parte inferior a almacenar todo aquello que no te interese tener a la vista pero sí al alcance de la mano. La zona media de la líbrería destínala a objetos con mayor valor sentimental, aquellos que te gusta ver cada día. Pero trata de no acumular. Finalmente, reserva las baldas superiores para colocar cestos y cajas junto con libros de consulta puntual y otros objetos decorativos.