Cuando pensamos en nidos de bacterias y gérmenes en casa casi siempre pensamos en el inodoro. Pero existen otros muchos rincones y objetos en los que pueden llegar a acumularse en mayor cantidad y lo peor es que, al no tenerlos tan presentes, los limpiamos con menor frecuencia.
Además de las esponjas y los estropajos, otro de los objetos en los que más bacterias se encuentran son los bolsos y los teléfonos móviles (aquí te contamos por qué llevarte el móvil al baño es más grave de lo que crees). ¿Y qué decir de la costumbre de entrar con zapatos a casa?
Poner un poquito de atención en nuestras rutinas de limpieza, no está de más y hoy le ha tocado el turno a las esponjas y estropajos. Esos utensilios que sirven para limpiar pero quizá están más sucios que aquello que se disponen a lavar.
Pero, además de para lavar los platos ¿sabías que las esponjas pueden tener otras muchas funciones?
- Esponjas para quitar el esmalte: utiliza una que no tenga estropajo. Córtala para que quede más alargada y enróllala. Métela en un bote de cristal no demasiado alto y añade quitaesmaltes. Cuando quieras despintarte las uñas, mete el dedo y frótalo, saldrá perfecto. Mantén el bote cerrado siempre que no lo uses.
- Como ambientador: haz una mezcla con agua destilada y una cucharadita de algún aceite esencial que te guste. Rocía una esponja nueva y pásala sobre las superficies de los muebles una vez limpias. Dejarás un aroma encantador.
- Limpieza del microondas: moja una esponja limpia, escúrrela y métela en el microondas durante 4 minutos. Después pásala por las paredes del microondas y verás cómo sale toda la grasa sin esfuerzo.
- Esponjas en la secadora: corta una esponja en trocitos pequeños, mételos en un recipiente y empápalos en 2 tazas de agua y 1 de suavizante. Cierra el bote. Cuando pongas la secadora, mete uno de estos trocitos entre la ropa. Saldrá perfumada y con menos arrugas.
Lo dicho, si quieres tener una casa limpia de verdad, ve tomando nota de los trucos que te ofrecemos:
El que no limpia... es porque no quiere.