Los ataques de orden compulsivo ocurren con menos frecuencia de lo que nuestra casa necesita. Así que no hace falta que esperes al próximo que pondrá tu casa patas arriba como si Marie Kondo hubiera aterrizado por sorpresa y dedica unos minutos al orden a partir de hoy.
Resulta difícil encontrar tiempo hacerlo tras las decenas de obligaciones diarias como el trabajo o la familia, por mencionar algunas. Pero con poco que hagas verás grandes resultados. Si adoptas nuevos hábitos al llegar a casa y dedicas 15 minutos al día a mantener el orden verás cómo recuperas ese hogar limpio y despejado en el que te sentirás más cómodo. Recuerda la máxima que decían nuestras abuelas, "no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia".

Si las superficies ya están limpias, dedica unos minutos a ordenar los jerseys del armario o a deshacerte de los alimentos caducados de la despensa. Poco a poco irás creando el orden que deseas en casa. ¡Y no te obsesiones! Si no, la tarea se volverá ardua y pesada y desaparecerán las ganas de ordenar. Cambia de hábitos y recuerda la máxima de Fay Wolf, autor de New Order: "Antes de comprar piensa bien si lo necesitas tanto. Cuanto menos tengas, más feliz serás. Frena el deseo de acumular, y pondrás una barrera al principal foco del desorden".