¿Son verdad estos mitos de limpieza? Analizamos 14 ejemplos

VERDADERO. El precio de los limpiadores 'eco' suele ser algo más elevado, es cierto, pero estos productos son multiusos, sirven para limpiar distintas zonas, por lo que te ahorras comprar otros productos distintos (por no mencionar el ahorro de espacio en la cocina). Además, los detergentes para lavadoras y lavavajillas funcionan a baja temperatura lo que supone un ahorro de energía y, por tanto, en la factura eléctrica. 

FALSO. Si frotamos con los limpiadores 'eco' igual que con un multiusos tradicional, quitan igual de bien las manchas habituales de azulejos, suelos, sanitarios, muebles de cocina, puertas, espejos, encimeras... Lo bueno es que al no contener productos tóxicos en su composición no hace falta aclarar (con los convencionales siempre conviene hacerlo) ni abrillantar. Así que realmente son más efectivos con menos trabajo. Existen muchos ecotrucos de limpieza que son muy efectivos. 

FALSO. Realmente la eficacia de un producto no tiene que ver con el buen olor, aunque solemos asociarlos (es común decir 'huele a limpio'). En los limpiadores 'eco' el hecho de que no huelan tiene que ver con que son productos lo más naturales posibles y por tanto, no emiten vapores tóxicos ni contaminan el ambiente. Y tampoco hace falta usar guantes porque no son agresivos con la piel. Si te gusta que huela, puedes usar aceites esenciales. 

Estos limpiadores también se pueden encontrar 'a granel', es decir, en tamaños más grandes que ahorran (mira higiaeco.es). 

FALSO. Aunque se recomienda usar entre 8-30 ml diluidos en unos 5l de agua, lo cierto es que los expertos afirman que es posible utilizar menos cantidad y el resultado es igual de bueno. Y al estar concentrado, se necesita utilizar menos cantidad; realmente, la única diferencia entre uno convencional y uno concentrado es el 'relleno', un componente que le da volumen pero que no influye para nada en la limpieza. 

FALSO. Tanto si usas sábana como si no, el edredón toca tu cuerpo cada noche y necesita ser lavado. Según los expertos, la funda del nórdico hay que lavarlas una vez a la semana, como las sábanas. Y el edredón o el nórdico, cada seis meses o, como mínimo, una vez por temporada. 

VERDADERO. Las paredes son, la mayoría de las veces, las grandes olvidadas en las limpiezas generales. Y, tanto si tienes peques en casa como mascotas, verás que se manchan más de lo habitual. Limpia las paredes, como mínimo, anualmente. Y si tienes pensado pintar, piensa en aplicar pinturas lavables o papeles vinílicos, que se limpian con una esponja mojada en agua tibia y jabón líquido. Y hay más materiales y soluciones de limpieza para casas con niños.

FALSO. Aunque resulte contradictorio, los electrodomésticos que lavan también necesitan ser limpiados. Y uno de los que más olores y bacterias reúne es el lavavajillas. Para empezar, el filtro debe limpiarse una vez a la semana para evitar atascos y obstrucciones. Lo mismo con la puerta y el dosificador de detergente. Y, por lo menos, dos veces al año, selecciona el programa de mayor temperatura y ponlo en marcha. Cuando lleve 15 minutos funcionando, ábrelo con cuidado de no mojarte e introduce un vaso de vinagre de limpieza. Pero hay más trucos para alargar la vida útil de tu lavavajillas. Mira, mira.

VERDADERO. No hay excusa. Incluso, en verano, lo ideal es cambiarlas dos veces a la semana, ya que sudamos más. También cuando estamos resfriados. Tanto las toallas como las sábanas hay que cambiarlas con bastante frecuencia.

VERDADERO. El director general de Levis Strauss, Chip Bergh, hizo unas declaraciones el año pasado en donde decía que no había lavado sus vaqueros en 10 años. Tampoco hay que llevar las cosas a los extremos, pero sí que es cierto que, cuanto menos laves los vaqueros, mejor te sentarán. Lo suyo es utilizarlos unas 4 o 5 veces antes de lavarlos. Por cierto, a lo que se refería Bergh era a lavarlos en la lavadora. ¡Menos mal! Ah, y hazlo con mejor con agua fría, del revés y con los botones y cremalleras abrochados. Es uno de los trucos para que la ropa no pierda color.

FALSO. Pasa un poco lo mismo que con vaqueros. No hace falta lavar tus sujetadores después de cada uso. Lo ideal es hacerlo después de tres o cuatro usos, por lo que si decides ponerte ese sujetador de lencería que te encanta y te realza el pecho para salir a cenar un día, no es necesario que lo laves cuando te lo quites. Guárdalo en el cajón junto al resto. El exceso de lavado de estas prendas tan delicadas termina dañando su elasticidad. Tenemos todos los consejos para mantener tu cajón de la ropa como si fuera el de Marie Kondo. 

VERDADERO. Sí, y mil veces sí. Además de la humedad que acumulan, también contienen restos de jabón, suavizante de pelo o cremas. De hecho, deberías lavarla cada quince días, además de eliminar los restos de jabón después de cada ducha. Las cortinas de ducha pueden meterse en la lavadora, pero si está ennegrecida, métela en remojo en un barreño con agua tibia y un buen chorro de vinagre. Deja que actúe durante unos minutos y frota con un cepillo de cerdas suaves las manchas de moho. Después lávala en la lavadora a una temperatura máxima de 30º y deja que se seque bien antes de ponerla de nuevo. Aprende cuáles son otros errores habituales que cometemos al limpiar el baño. 

FALSO Y VERDADERO. Lo único que pasará si sigues posponiendo esta incómoda tarea es que, cuando te pongas a ello, sea más difícil de eliminar la suciedad. Lo ideal es limpiarlo a fondo una vez al mes y cuando lo utilices si se ha manchado mucho. En El Mueble tenemos todos los consejos que necesitas para limpiar el horno cuando está sucio –¡y muy sucio!–.

VERDADERO. Aunque no se utilicen directamente para cocinar, las partículas de polvo que se acumulan en la superficie permiten que la grasa viaje con facilidad por la cocina. Y que tus armarios se conviertan en algo pegajoso. Al menos pasa una bayeta húmeda para limpiar el polvo y, una vez al mes, hazlo de forma más intensiva. ¿Sabes cómo se limpia bien bien la cocina y de forma natural?

FALSO. Desde Bosch, recomiendan limpiarla cada dos semanas. Así extenderás la vida de tu frigorífico y evitarás malos olores. Asimismo, según AEG, la limpieza a fondo ha de realizarse cada dos meses. Se puede utilizar una “solución de agua jabonosa y prestar especial atención a las gomas de la puerta, donde suele quedarse incrustada la suciedad. Puedes utilizar un cepillo que te permita limpiar donde la bayeta no llega”, aseguran desde la marca. Mira cómo limpiar la nevera paso a paso.