Gracias a Peter Walsh sabemos que el desorden puede engordar. De hecho, hasta hay un estudio que lo confirma, según recoge él en el libro "Does this clutter make my butt look fat?" ("¿Este desorden me hace el culo gordo?", en español), que puedes comprar en Amazon por 13,32 € en versión Kindle). ¿Y qué más podrás saber si lees el libro de este organizador profesional? En este artículo te hablamos de los puntos más interesantes.
1. Más desorden, más snacks
Esto es lo que afirma un estudio del que habla en su libro Walsh. La investigación asegura que las personas que viven en ambientes desordenados tienden a comer hasta un 44% más de snacks que las que dedican algo de su tiempo a mantener el caos a raya en casa. Tiene su lógica, ¿no? Si estás más ocupado limpiando y ordenando... ¡menos tiempo para sentarte en el sofá y picar entre horas!
2. Ordena y comprarás mejor
El experto home organizer asegura que hay una relación muy estrecha entre ordenar la casa y elegir productos más saludables para tus menús. Según Walsh, "tratar mal el espacio en el que vives es tratar mal una parte de ti. La casa, la cabeza, el corazón, las caderas... todo está conectado".
3. Pero… ¿Por qué el caos engorda?
Peter Walsh dice que el desorden incrementa nuestro nivel de estrés. Es una cuestión puramente hormonal y el resultado de todo ello es que pasamos de comer a engullir. Sentirnos en un espacio más relajante, baja nuestros niveles de cortisol y nuestra ansiedad.
4. Empieza por el dormitorio
El dormitorio principal rige toda la casa, así que Walsh aconseja empezar por ahí. ¿Cómo? Coge dos bolsas, en una pones lo que no te sirva de nada, y en la otra lo que quieras donar. Un dormitorio más ordenado y sencillo, se traduce en un mayor descanso y un menor estrés.
5. El armario también es clave
El organizador profesional australiano-americano aconseja reducirlo a piezas que adoremos porque nos quedan perfectas y provocan que los demás nos echen "piropos". Si te sientes bien con la ropa que te gusta, tratas de mantener más la figura que te hace estar "tan guapo".
6. Libera la encimera y no picarás
Comemos lo que vemos, así que si ordenas y liberas la encimera al máximo, conseguirás picar menos. Pero no la vacíes al 100%. Es mejor dejar algo saludable a la vista (fruta, frutos secos...), porque no tener nada te lleva a pensar en comer fuera.
7. Ojo con la nevera
Mantenerla en orden también ayudará a controlarte. Los expertos aconsejan, además, fijarse bien en lo que dejamos en el estante que queda más a la vista. En él hay que evitar dejar quesos y productos calóricos, y en su lugar colocar frutas y verduras.
8. Tápers para no engordar
Y ya que nos ponemos a ordenar la nevera, un truco que nos va a ayudar a evitar lo que no nos conviene es guardar en tápers transparentes frutas, verduras u hortalizas ya cortadas (por si queremos picar) y en tápers opacos los productos más calóricos porque lo que no se ve, no se come.
9. come mirando los árboles
Estudios recientes afirman que comer junto a una ventana, mirando un paisaje verde, ayuda a comer sano, porque relaja y hace que tengas más ganas de comer platos ligeros. En cambio, si comes en una estancia más íntima y recogida, te lleva a desear comidas más calóricas.
10. No te agobies
Ahora no se trata de marcarte unos objetivos muy exigentes porque si te cansas ordenando, abandonarás. Concéntrate cada día en un rincón de la casa. Es mejor dedicar 10 minutos diarios a ordenar que hacer un sprint que te quite las ganas de volver a ponerte en ello. En unos días (pocos) empezarás a ver los resultados.
11. La decoración también puede ayudarte
Pero más allá del orden "light", está la decoración. Comer en una estancia demasiado confortable hace, según los expertos, que alarguemos la hora de comer, con lo que consumimos más. Para cada día, busca un espacio cómodo, no obstante que no te lleve a hacer largas sobremesas con un café... y unas galletitas o un trocito de chocolate. Y no comas con la televisión delante, sobre todo si ves las noticias o series que te mantengan en tensión, porque la tensión produce estrés y el estrés, más ganas de comer.
"Una casa desordenada impide llevar una vida saludable porque el caos no nos permite elegir bien lo que comemos", dice Walsh
¿Y cómo mantengo el orden?
Si reduces tus "posesiones" y a cada cosa le das su lugar, será más sencillo de lo que crees. Sin embargo, todavía hay un truco más: la técnica de los 10 minutos. ¿De qué se trata? Walsh aconseja que cuando vayas a comprar algo para tu casa, evites la compra compulsiva, pares un momento, te preguntes si realmente lo necesitas y esperes 10 minutos dando una vuelta. Luego vuelves frente a la pieza en cuestión y te haces la misma pregunta de nuevo. La mayor parte de las veces, no realizas la compra porque realmente no necesitamos tanto como pensamos. ¿Resultado? Menos piezas en casa que la llenen sin sentido... ¡Y más ahorro!
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