Es algo que se suele hacer muy poco, quizás por las prisas, y que puede causar algún disgusto a la lavadora y, por supuesto, a la calidad de la ropa. Si se dejan en los bolsillos papeles, lo más probable es que aparezcan pegados a todas las prendas. Al final, habrá que lavar de nuevo la ropa y aumentaremos el consumo de la lavadora. Puede parecer una tontería pero mezclar prendas de diferentes colores puede desteñir la ropa. Las prendas que tengan más de un color, siempre deben lavarse con otras cuyo color predominante sea casi el mismo. En el caso de que la prenda sea nueva, mejor lavarla sola. Y si son blancas, por supuesto, es mejor lavarlas solo con ropa de este color para que no se vuelvan amarillas. Sobre todo en invierno, para que la ropa se seque antes, se intenta introducir todo en la secadora. Y aunque se ahorra tiempo, no siempre es un acierto. Hay tejidos que no se deben añadir en la secadora como el lino, la lana, el algodón 100% o la pana. Por tanto, lo más recomendable es leer siempre bien la etiqueta de cada prenda. Si no tendemos la ropa al instante, puede coger humedad en la lavadora y generar mal olor en las prendas. Por tanto, tendremos que volver a lavar la ropa y gastar más agua. Si quieres ahorrarte este paso, mejor tiende al momento la ropa y de una forma correcta para que pasar la plancha sea más fácil. La lana es un tejido que aunque parece muy robusto, es delicado, sobre todo en el lavado a máquina. Por eso, cuando tenemos estas prendas en el armario es mejor leer atentamente la etiqueta. Te recomendamos limpiar en seco estas prendas o lavarlas a mano , sobre todo si no quieres ver como tus prendas se encogen considerablemente. ¿Calcetines desparejados? Puede que se te hayan olvidado en la colada, o simplemente estén en la lavadora. Esto es habitual, ya que muchos de los calcetines se quedan atrapados en la goma de lavadora o en la parte baja. Para que no te suceda, utiliza una bolsa de lavado de malla en la que meter todos tus pares de calcetines. La lejía es un producto químico con grandes propiedades desinfectantes pero que, al entrar en contacto con tejidos y telas de color, deteriora los pigmentos, provocando una decoloración que altera el color original de las prendas. Por eso, si la queremos usar debemos tener cuidado y solucionar la mancha lo antes posible. ¿Lavas las toallas y salen empapadas de agua? Quizás el culpable no sea la lavadora, sino el uso que le damos. Si al lavar las toallas, añadimos mucho suavizante lo más probable es que no absorba bien el agua y nos salgan casi escurriendo. Añade lo justo y necesario y, verás como hay cambio. Quitar las manchas de grasa o de cualquier otra suciedad antes de introducir las prendas en la lavadora es importante. Hay que revisar con detalle si hay manchas y tratarlas antes del lavado a máquina. Si no lo hacemos será más complicado eliminar la mancha con posterioridad.