Y todo esto que ahora nos parece una obviedad, empezó con el Método KonMari, de la famosa organizadora profesional Marie Kondo, y su archiconocida técnica de doblado vertical para la ropa. Dejando de lado que guste más o menos este método, existen verdades y mentiras sobre él. Nuestra experta en orden, Vanesa Travieso, nos las cuenta:
Verdades sobre ordenar en vertical
1. El doblado vertical nos ayuda a ver todas las prendas que tenemos, por lo tanto, nos ponemos cosas que antes no veíamos y esto hace que no volvamos a comprar las mismas prendas o demasiado parecidas (que levante la mano a quien no le haya pasado...)
2. Es mucho más rápido y práctico elegir lo que quieres ponerte. Abres el cajón, escoges y cierras sin desmontar las típicas torres que tenemos en estanterías y baldas.
3. Tardamos un poco más doblando, ya que en vez de hacer una doblez haremos las necesarias según la altura de nuestro cajón.
4. Este método ayuda a mantener el orden.
5. Optimizamos más y mejor el espacio, aprovechando su capacidad. De golpe, parece que los cajones den más de sí. ¡Magia!
6. El doblado vertical genera una satisfacción interior, que hace que merezca la pena el esfuerzo.
Mentiras sobre ordenar en vertical
1. Se arruga más que el doblado horizontal. FALSO. Se arruga igual. Las arrugas aparecen por e peso y la presión de las prendas y no por el número de dobleces que hagamos. No hay que planchar cada doblez que hacemos, la doblamos sin ejercer presión y la colocamos en vertical.
2. Se desmonta cada vez que cogemos una prenda. No es así, siempre y cuando no intentemos meter más prendas de las que realmente caben y lo hagamos con cuidado.
3. Si no tenemos prendas hasta el fondo del cajón, no sirve para nada. Mentira. Si no tenemos camisetas para llenar una superficie, contengamos con separadores, con cajas o bien con una de esas prendas que guardamos, poniéndola en horizontal. No intentemos llenar el espacio que queda vacío. Ese espacio, lo dejamos para que puedan entrar cosas nuevas, a su tiempo.