Calendarios de hace años
Se quedaron colgados en la pared o en un lateral, igual son hasta bonitos, pero no tiene sentido que en tu zona de trabajo tengas calendarios que sean de año pasados. Ahí no puedes apuntar nada solo generan ruido visual.
Millones de clips, algunos muy absurdos
Abres el cajón de tu book o escritorio y millones de clips lo invaden todo. ¿De verdad necesitas tantos? Lo ideal es que los tengas reunidos en una cajita o contenedor y te quedes los normales. Los clips con formas al final nunca los acabas usando.
Bolis viejos que ni pintan
Seguro que tienes un cajón un portalápices lleno de bolis, lápices y demás y, al final, siempre usas como mucho dos o tres. ¿Has comprobado que funcionen? Coge un papel y revisa uno a uno si escriben o no. Los que no vayan y se vean viejos o muy gastados, tíralos.
Portalápices feos
Porque te lo regalaron, porque no sabes como fue a parar allí, porque te lo hizo tu sobrina... ¿En serio? Si tienes uno o varios portalápices que no te encantan lo mejor es que te deshagas de ellos. Es importante que en tu zona de trabajo te rodees de cosas que te gusten y te hagan sentir bien.
Post its que ni pegan de lo poco que los usas
Seguro que te pasa: nunca encuentras un post it cuando lo necesitas y en cambio tienes el fondo del cajón lleno de ellos. Antes de comprar más, revisa lo que tienes, pon orden y tira los que ya no vas a usar.
Rotuladores y marcadores que no van
Si eres de las que marcas ciertas cosas con fosforito verde, otras con azul o con amarillo seguro que tienes varios marcadores que ya no pintan del todo pero que guardas por algún motivo. Pruébalos una última vez y si no funcionan mejor deshazte de ellos.
Agendas que nunca usaste (ni usarás)
Cada año igual. Te compras una agenda monísima y no te da la vida para apuntar casi nada. Lo primero es que te plantees si el año que viene vale la pena que te vuelvas a comprar otra agenda que no vas a usar. Lo segundo que tires las que son de hace años.
Grapadoras que no van
Primero, no necesitas tener más de una grapadora en casa. ¿Cuántas veces grapas algo? Y segundo ¿por qué guardas esa que grapa mal la mayoría de las veces? Aunque tenga un diseño bonito o te la regalaran tus amigas, si tu grapadora no funciona bien tírala.
USBs con poca capacidad
El que te dieron en el banco, en una feria, uno de hace años, otro que te hizo gracia porque tenía una forma curiosa... Si tienes tantos usb como para hacer una colección lo mejor es que te deshagas de algunos. Mira primero que no tengan nada importante y tíralos. Mejor si los llevas al punto verde para saber dónde. Quédate solo los que tengan más capacidad y vayas a usar.
Facturas y nóminas viejas
Confiésalo, seguro que tienes un cajón lleno de nóminas y facturas que hace años que no revisas. Fíjate un día y hazlo. No deberías de guardar ninguno de ellos más allá de cinco años (según la OCU). Que no te dé pereza, cuando acabes seguro que tienes un cajón vacío solo para ti.

ORDEN EN CASA
10 papeles y documentos que deberías tirar ya
Impresiones y papeles que nunca miras
En un portafolios, apilados sobre la mesa, dentro de un cajón... Seguro que tienes papeles que imprimiste o en los que apuntaste algo pero que hace años (sí, años) que no has vuelto a consultar. ¡Y que ni te acuerdas que tienes! Ponlos en una bolsa de papel y tíralos en su contenedor. Puedes guardarte algunos que solo estén usados por una cara para que pinten los niños o apuntar alguna cosa. Así los acabas de aprovechar.
Una vieja torre de ordenador
A veces pasa: te compras un ordenador nuevo y el viejo se queda ahí arrinconado y nunca encuentras el momento de hacer algo con él. Eso sí antes deshacerte de él. siempre debes hacer una copia de seguridad de su contenido y luego borrar su disco duro. Hay tiendas de ordenadores a los que puedes llevar tu ordenador viejo y ellos puedes aprovechar algún componente y luego llevarlo a un punto de reciclaje.
Cedés de instalación viejos y hasta algún diskete
Son casi reliquias de la informática que guardas por una mezcla de descuido y nostalgia. No lo hagas más. No tienen sentido que estén ocupando un espacio si sabes que no los vas a usar (a menos que viajes en el tiempo).
Archivadores viejos
Están en lo alto de una balda y en un rincón de tu mesa. Y, aunque tengas espacio para ellos y no te 'molestan', si no has consultado nada de lo que guardas en ellos en años lo mejor es que lo tires. Igual son recortes, artículos, informes... Lo que sea. Pasa revista de si hay algo importante y sino a reciclar.
Cables de origen desconocido
No guardes más cables de impresora u otros cables que tienes y ya no sabes ni que conectan ni para qué sirven. Guarda solo los que vayas a usar (como un alargo) pero los que sean de origen desconocido y lleven tiempo acumulando polvo no los necesitas.
Esa impresora que nunca usas
Si es porque no funciona desde hace tiempo, llévala a un punto verde. Por desgracia, a veces cuesta más reparar un aparato que comprarse uno nuevo. Si funciona, puedes dársela a alguien que le vaya a dar uso. Lo más probable es que necesite una buena limpieza del cabezal y nuevos cartuchos de tinta.
Alfombrillas para el ratón feas
Con una alfombrilla por cada ordenador te basta. Si tienes algunas de propaganda guardadas por si acaso pero no te gustan nada, mejor tíralas. Las alfombrillas de ratón son casi eternas. Antes te cambiarás el ordenador que a ellas, así que no vale la pena.
Un reposapiés roto
Los expertos recomiendan que para trabajar cómodamente durante horas los pies deben estar ligeramente elevados. De ahí que sea recomendable tener un reposapiés en tu zona de trabajo. Pero solo si lo usas y está en buen estado. Si el tuyo no cumple ninguno de estos criterios lo mejor es que lo tires.

Sin piedad
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