Muchas personas creen que lo malo de ser el anfitrión es que es agotador. No tienes ni un minuto para disfrutar de la fiesta yendo de aquí para allá: que si tienes que preparar el primer plato, que ahora hay que decidir dónde se sientan los invitados, un momento por favor que se me quema el pavo del horno... Por no hablar de lo que ya has hecho previamente (comprar la comida, decorar la mesa de Navidad)... Vamos, que muchas veces hacer una celebración en casa un estrés.
Hasta ahora. Porque este año triunfas seguro. La cocina va a dejar de ser un escenario caótico y para convertirse en un espacio organizado. Es más, hasta te va a gustar ser la anfitriona porque con estos consejos vas a colgar el delantal mucho antes de la llegada de los invitados y vas a disfrutar de la comida de Navidad.