1. El despacho gana luz
Era un auténtico caos, con papeles apilados en todos los estantes, carpetas descolocadas y montones de revistas y papeles por todas partes. El punto de partida fue un armario con puertas correderas de tres cuerpos, de DM lacado en blanco (1.500 €).
- Centímetros útiles. El armario es un diseño de la interiorista Olga Gil-Vernet. "La parte central es despacho y el lateral, ropero. Con una profundidad de 60-65 cm puedes colgar ropa y tener una mesa cómoda para trabajar. Para los archivadores, son suficientes baldas de 30 cm de fondo y de 40 cm de alto. Si son regulables, aprovechas mejor el espacio", explica.
- Mejor lisos. Como en la casa domina el blanco y la madera, los archivadores y las cajas -de IKEA- se han elegido en estos colores. Engamar aporta orden y los tonos claros dan más luminosidad a esta estancia sin ventana. Incluso el corcho para las notas -de Servei Estació- se ha pintado de blanco para unifica.
Después: un despacho 'escondido' en la entrada
- Tres cuerpos muy útiles. Uno, pensado como armario para guardar abrigos, bolsos y zapatos, y los otros dos, convertidos en un práctico estudio.
- Las puertas correderas son la solución ideal para un espacio estrecho. Las guías permiten moverlas hacia donde se necesite dejando el estudio completamente abierto.
- Las baldas. Tienen 30 cm de fondo y 40 cm de alto, ajustándose a la perfección al tamaño de los archivadores.
- Ahora silla... Ahora butaca. Con las puertas cerradas, la silla decora la entrada. Otra opción de asiento es guardar un taburete bajo la mesa de estudio.
- Copia la idea. Necesitas una estructura de armario 'vacía'. Pon la mesa (una balda de 60 cm de fondo) a unos 75 cm del suelo; un book de cajones y estantes de 30-35 cm de fondo arriba.
2. De 'leonera' a armario en orden
Olga empezó dedicando una estantería para cada tipo de prenda: pantalones, camisetas de manga larga y de manga corta. Además de dejar una zona para piezas colgadas.
- Con separadores. Las cajas con separadores -de IKEA- son muy útiles para los calcetines y la ropa interior, y a ellos les enseñas a guardar mejor las cosas.
- Verdes para ropa... Y transparentes para edredones y colchas. Las cestas de rejilla -de Servei Estació- dejarán a la vista lo que más use. ¿Un consejo? "Elígelas de la misma altura que las baldas para no perder espacio", nos cuenta Olga.
- Cestas. Coloca cestas que puedan mover ellos mismos para que ordenar sea más fácil.
Después: un sitio para cada cosa
¿Dónde lo pongo? Las gafas de piscina y de sol, los cinturones... Para guardar estas piezas pequeñas, los bolsillos de Ikea, colgados de la puerta, son perfectos.
Los zapatos en cajas transparentes -de Servei Estació- y apilables, ves lo que contienen sin tener que abrirlas.
5. Una librería versátil que decora y organiza
En este salón comedor se come, se trabaja, se hacen los deberes y también celebraciones. Es polivalente y necesita un mueble que sea igual de versátil y guarde todo lo que se puede usar a lo largo del día o del año. Esta pieza de madera lacada en blanco -unos 3.000 €- diseñada por Olga Gil-Vernet cumple el objetivo.
- Cesta de fibra. "Son de Ikea y resultan ideales para guardar manteles, velas, complementos que sacas para las celebraciones... También son perfectas si tienes niños. Acumulan juguetes en todas partes y por supuesto, también en el salón. Guardados en cestas, solucionas fácilmente la sensación de desorden que generan", matiza Olga.
- No mezcles. Necesitas contenedores para guardar objetos distintos y para todos los miembros de la familia. Para que no se vea caótico, el secreto es no mezclar colores ni materiales, ni acumular cajas sin sentido. Guarda solo lo que uses y en el mismo tipo de almacenaje.
- ¿Y los detalles? "Si son fotos, que tengan el mismo estilo de marco. Y si son plantas, el mismo tipo de maceta", añade. Por cierto, las plantas son grandes aliadas: decoran y darán aire y vida a los estantes. ¡Utilízalas!
Con espacio para todos
Lo más pequeños utilizan el salón tanto como nosotros. Guardar colores y cuadernos en una caja permite tener sus cosas a mano.
La vajilla mejor guardarla en la zona cerrada. Así está más protegida. Las copas, en cestas, puedes sacarlas con más comodidad.
Usar los mismos tonos y materiales del comedor ayuda a ganar sensación de orden visual. Y, para huir de la sensación de biblioteca, "coloca unos libros en horizontal y otros en vertical. Crearás distintas alturas y te permitirá poner fotos y plantas", finaliza.