15 zapatos que deberías tirar (o donar) cuanto antes. ¡Libera espacio en tu armario o zapatero YA!

Entre las cosas que deberías tirar ya o al menos, hacer limpieza, están los zapatos. Reconócelo: solo tienes un par de zapatos que te pones mucho y los demás, sin embargo, casi nunca salen de tu armario. Esos son los primeros que debes tirar. Para empezar, saca todos los zapatos, botas y deportivas que tienes guardados por toda la casa, reúnelos y categorízalos, y decide cuáles se quedan y cuáles no. ¡Verás cuántos te sobran!

1. Los zapatos que te hacen daño

Seguro que tienes algún zapato (o zapatos) que cada vez que te los pones te hacen mucho daño. Y ya has probado todo: llevarlos al zapatero, congelarlos, ponerte vaselina en los pies... A veces pasa, lo vuestro es imposible, así que mejor despídete de ellos. 

2. Deportivas que ya no hacen deporte

Si tu debilidad son las deportivas y tienes más que en una tienda especializada ha llegado el momento de que te deshagas de unas cuantas: las más viejas, las desgastadas, las que han cambiado de color, las que te da pena tirar pero que no te pones... Quédate con tus sneakers más molonas, las más nuevas y las básicas como las deportivas blancas que viven una segunda juventud. El resto va fuera.

3.  Esas bailarinas que son incómodas

Porque son muy planas, los dedos te quedan demasiado presionados, cuando andas con ellas te duelen los pies... las bailarinas son muy monas pero no están hechas para todo tipo de pies. Así que si las que tienes no te las pones por alguno o varios motivos de estos, lo mejor es que liberes su espacio en tu armario o zapatero. 

4. Sandalias con varios veranos encima 

El desgaste en las sandalias de verano puede verse de varias maneras: cuando en la base queda marcado tu pie, pierden color por el sol, las suela ya no tiene dibujo... Si tienes varias que ya se ven un poco viejunas lo mejor es que las jubiles antes de que llegue el próximo verano. Se lo han ganado. 

Armario con cajones para organizar zapatos.

5. Botas de agua que no se mojan nunca

Si vives en una zona en la que tampoco llueve tanto, ¿qué haces con tres pares de botas de agua que apenas han pisado un charco? Si puedes contar con los dedos de una mano (y aún te sobran) las veces que te has puesto esas botas de agua lo mejor es que las tires (o se las des a alguien que las vaya usar). Las botas de agua suelen ser grandes, así que te ahorrarás un buen espacio.

6. Zapatos que se ven pasados de moda

A veces pasa, hay zapatos que te van bien y están en buen estado pero que casa vez que te los vas a poner hay algo que te tira para atrás. Quizás es porque su forma, su color o su estilo se ve algo pasados de moda. Si hace tres temporadas que no te los has puesto eso significa que ya no lo vas hacer. Como diría Marie Kondo, despídete de ellos con gratitud y tíralos. 

7. Tacones imposibles con los que no puedes andar

Ya lo dicen que un buen tacón estiliza la pierna, por eso es necesario tener algún zapato de tacón por si tienes una fiesta o un evento. Pero una cosa es eso, y la otra muy distinta, tener el zapatero lleno de tacones de aguja con los que no sabes ni andar (eso no estiliza nada). Así que deshazte de los que sean más peligrosos para tus tobillos. 

8. Zapatos que parecen clones

A todos nos pasa, nos gustan siempre el mismo tipo de zapato y compramos una y otra vez el mismo modelo sin haber jubilado el anterior. Cuando reúnas los zapatos por tipo lo verás súper claro. Cuando veas una hilera que parece el "Ataque de los clones", quédate con los más buenos y con los que estén en mejor estado, el resto mejor los tiras. 

9. Zapatillas de estar por casa que han vivido lo suyo

Aunque sí, se trata de un calzado de estar por casa, nunca se sabe cuándo puedes tener una visita inesperada que vea tus zapatillas de estar por casa con agujeros de tanto usarlas. Dales un buen retiro a tus zapatillas y a tus pies estilo tanto dentro como fuera de casa. 

10. Botas de cuando eras grunge

O motera, o hippie... Si guardas algún calzado porque te recuerda a tu época universitaria o cuando eras joven pero hace décadas (literal) que no te pones, lo mejor es que te quedes con su bonito recuerdo y liberes ese valioso espacio de tu armario. 

Armario con zapatero. 

11.  Calzado que compraste en un viaje

Artesano, baratísimo, muy mono pero, ¿sabes qué? no te lo has puesto ni una sola vez porque no te pega con nada de lo que tienes ni con tu estilo. Si conoces a alguien que le puede encajar dáselo (son zapatos nuevos que no han cogido la forma de tus pies) si no es así, lo mejor es que los recicles. 

12. Zapatos que alguien te dio

Porque los compró por Internet y no los podía devolver, en la tienda le iban bien pero en casa ya no, les resultaban cómodos... hay varios motivos por los que alguna amiga o tu hermana te han dado esos zapatos que a ellas no les van bien. ¿Cuánto hace de eso? ¿Te los has puesto alguna vez? Si la respuesta es mucho y no, puedes ponerlos en la bolsa de zapatos que van fuera. 

13. Botas peludas que te fríen los pies

Si vives en una zona templada y no has ido a esquiar en tu vida no necesitas esas botas de pelo que casa vez que te pones te dejan los pies, literalmente, fritos. Para un día al año (o a veces ni eso) que nieva donde vives no las necesitas. Puedes conseguir un efecto similar con unas plantillas peludas que se adaptan a las botas que ya tienes, por ejemplo. 

14. Los zapatos que te pusiste en una boda

Porque eran plateados y te quedaban ideales con tu vestido o tenían el mismo estampado que tu traje. Hay zapatos, que por ser muy especiales, te va costar volverte a poner. Así que lo mejor es que les busques una nueva vida. Puedes probar a venderlos en Wallapop o aplicaciones similares. Después de todo solo te los has puesto un día. 

Cajón con zapatos. 

15. Chanclas que te dieron con una revista

Y ni siquiera son de tu talla. Busca al alguien que le puedan valer porque lo de ir con unas chanclas de dedo (muy incómodas) y, encima, de una talla más pequeña a la tuya. ¡Eso sí que es un deporte de riesgo! 

Y si quieres renovar y reorganizar el armario desde cero, te descubrimos unos consejos muy prácticos y fáciles que puedes usar para tener un armario bien ordenado. ¡Toma nota!

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