Bye, bye

25 cosas que tienes que tirar cuando cumples 30 años: son viejas, acumulan polvo y no las vas a utilizar

Ya son tres décadas de experiencia acumulada en tus espaldas, así que toca hacer limpieza y tirar (donar o regalar) todo aquello que no hace necesitas. Ponte a prueba ¿cuántas de estas cosas tienes aún en casa?

Salón con pared del sofá con composición de cuadros y láminas

Si ya has cumplido los 30, tienes que tirar estas cosas de tu casa. ¡Es el momento de hacer limpieza!

El Mueble

No hace falta que nadie te diga que la juventud no es eterna (aunque ser joven de espíritu dura toda una vida). Mientras que cuando tenías 20 años todo era mucho más desenfadado y parecía que apenas existiesen las preocupaciones (sobre todo los primeros años cuando eras más un adolescente mayor que un adulto joven), a lo largo de los 30 tus preferencias irán cambiando. Y tus gustos deco, también.

Por eso, te traemos un listado de las cosas que deberías tirar una vez que ya has cumplido cierta edad. También puedes donarlos si se encuentran en buen estado o reciclarlos, pero es momento de decir adiós a objetos que no vas a volver a utilizar y que cualquier adolescente tendría guardado en los cajones. No es que nos pongamos a lo Marie Kondo, pero podríamos decir que han llegado a un fin de ciclo. Ahora empieza otro.

1. Tu primer teléfono

¿Te acuerdas de tu primer móvil? Pronto pasará a ser una reliquia retro, pero aún quedan bastantes años para que decorativamente hablando se considere un accesorio vintage digno de exponerlo en una estantería. Lo mejor que puedes hacer es dejarlo en algún punto de reciclaje.

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Móvil antiguo encima de una mesita de noche.

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2. Los vasos de conciertos y festivales

Sí, sí. Esos que coleccionabas de las fiestas universitarias, conciertos o festivales a los que has ido y que ahora están olvidados al fondo de la vitrina. Creemos que hace tiempo que has aprendido a disfrutar de tu gin-tonic o bebida preferida en una buena copa de cristal.

[No te pierdas este vídeo con todo lo que tienes que tirar de tu recibidor]

3. La manta de viaje

Cuando viajas en avión son muy prácticas y se agradece que la aerolínea te obsequie (de momento aún son gratis) con una. Pero no hace falta que la tengas en casa. Seguro que este no es el mejor souvenir con el que volviste. Quédate con las más bonitas y colócalas cerca del sofá.

4. Libretas de la ESO

Amante de la papelería como eres no te puedes resistir a una libreta. Pero lo que debes hacer es acabar todas las páginas y no coleccionarlas/acumularlas porque aún no las has gastado y no quieres desperdiciar pastel. Gástalas de una vez por todas o tíralas.

5. Un pañuelo como mandala en el cabecero

Puede que te recuerde a tus años mozos donde el lema era "Paz y amor" y la espiritualidad oriental se podía sentir (y oler a incienso) por todos los rincones de casa. No renuncies a tu lado más zen, pero puedes vestir a tu cama con un buen cabecero acorde a tu estilo y personalidad.

6. Tazas

No es que renuncies a beber tu café con leche en tu taza preferida, pero mira por tu armario a ver si por casualidad tienes un montón de tazas que ya no usas y que no se corresponden, digamos que con tu estilo actual. Es decir, tira las tazas con fotos, despintadas, con algún logo corporativo o de dibujitos.

Detalle de tazas blancas, rosas y grises

Vitrina con tazas de colores. 

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7. Fotos sueltas

Di adiós a las fotos esparcidas por casa. No nos estamos poniendo como Marie Kondo con las fotos, pero una buena fotografía se merece un marco (o la guardes en un álbum) y que la expongas, no que la cuelgues con un imán en la nevera o con una pinza en alguna estantería.

8. Tu peluche

Durante un tiempo fue tu mejor amigo, pero esto no es Toy Story así que lo mejor que puedes hacer es despedirte de tu peluche y si está en buenas condiciones dónalo a una guardería o regalárselo a tus sobrinos o a los hijos de alguna amiga.

9. Los juegos de mesa infantiles

Lo mismo puedes hacer con algún juego de mesa que tengas como por ejemplo el mítico "Quién es quién", el "Operación" o el "Tragaldabas". Si tienen todas las piezas y aún funciona (si tiene mecanismos electrónicos), dáselos a alguien que los vaya a usar.

10. Cedés

En tu adolescencia toda tu música la tenías en cedés. Pero hoy por hoy con tus listas de reproducción en plataformas de música, los cedés son objetos que solo acumulan polvo. Por si te sirve de consuelo, los que pasan de los 40 también se han despedido de los cassettes y su walkman.

11. Apuntes y libros de la facultad

No es necesario que guardes todos los libros de primero de carrera como "Anatomía para estudiantes". A no ser que quieras convertir tu salón en una biblioteca universitaria o en un despacho de abogados con librerías llenas de códigos de derecho civil, penal o mercantil, descarta todos los libros. Y de paso, los apuntes.

12. Pósteres

No basta la excusa de que eres un cinéfilo y Pulp Fiction marcó un antes y un después en tu vida. Si tanta estimación tienes a tu póster enmárcalo y exhíbelo como en una galería de arte. Te quedará mucho mejor.

13. La colchoneta o colchón hinchable para los invitados

Del mismo modo que acabas de cumplir 30 (o ya hace un tiempo que estrenaste década), tus amigos también. Y aunque antes con una colchoneta, sofá o incluso colchón inflable podían quedarse a pasar la noche en tu casa, lo mejor será que tires directamente lo que tengas y te compres un sofá-cama.

14. Platos de plástico

El plástico tiene los días contados y lo sabes. Puede que antes en casa se juntasen 20 o 30 personas, pero con el paso de los años esas grandes reuniones se han espaciado en el tiempo. Así que tira los 4 platos de plástico que tienes y sirve tus recetas en una vajilla digna para tus invitados. Si un día vuelves a reunir a mucha gente y no te apetece lavar, usa platos biodegradables y amables con el medioambiente.

15. Entradas de conciertos

O bonos de metro de otras ciudades, entradas a museos... Ya sabes a lo que nos referimos. Échales un último vistazo y diles adiós.

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Frasco con entradas antiguas. 

Pinterest

16. Táperes de plástico

Haz limpieza de táperes y quédate con los de cristal, mucho mejores que los de plástico (y más amables con el medio ambiente). Si te organizas bien, verás que no es necesario tener tantos táperes de formas y tamaños. Para que te duren más tiempo, limpia los táperes de manera correcta.

17. Las plantas artificiales

Ya has llegado a la treintena y es momento de que asumas ciertas responsabilidades. Hazte con unas plantas de interior sencillas de cuidar y tira las artificiales. Además, si el acabado no está muy logrado, el efecto es feo y lo único que hacen es acumular polvo.

18. Lámparas con pantalla de papel

Cierto que son la opción más barata para conseguir una iluminación cálida en casa y que no se vea la antiestética bombilla. Pero hay un montón de lámparas baratas y estilosas que pueden subir el nivel de la decoración de tu dormitorio. Además, las de papel van cogiendo un color amarillento un poco feo con el tiempo y, a la mínima, se rasgan. ¡Fuera!

19. Figuritas de personajes de dibujos animados

Puede que aún tengas guardadas tus Barbies o alguna figura de tus princesas favoritas de Disney. Si no las coleccionas y las guardas como oro en paño, lo mejor es que les des una segunda vida regándoselas a un niño que sí que pueda disfrutarlas.

20. Cojines demasiado infantiles

Los estampados con motivos infantiles, los cojines con brilli brilli o lentejuelas o los que tienen pelo rosa se quedaron atrás y, ahora, que te gusta la decoración y sabes lo que quieres en tu casa, no combinan con nada. Lávalos y dáselos a tus sobrinos. ¡Seguro que les encanta tenerlos en su cuarto!

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Cama con peluche y cojines infantiles. 

RBA

21. Las cajas de plástico

Cámbialas por otras más decorativas, bien de tela o de fibras naturales. Las de plástico dejan ver todo su interior y más que ofrecer sensación de orden, lo que transmiten es un efecto de desorden. Las puedes llevar al trastero, donarlas o, si están rotas, les falta alguna rueda o no cierran bien, llévalas al punto limpio.

22. El corcho con tus 'recuerdos'

Ahora que, definitivamente, ha pasado la época de estudiantes, es el momento de deshacerse también del corcho en el que ponías las fotos con tus amigos, las entradas de los conciertos o cualquier otro recuerdo de una noche inolvidable. No tienes que tirarlo todo, pero tal vez lo mejor es guardarlo en una caja y dejar ese espacio que ocupa el corcho para colocar una lámina decorativa que vaya más con tus gustos.   

23. Los coleteros demasiado infantiles

Has cambiado de década y tu estilo se ha sofisticado un poco. Si hace tiempo que no usas los coleteros, diademas y horquillas de colorines, ha llegado el momento de que pasen a mejor vida. ¡Una cosa menos!

24. Los platos sueltos

Vale que en tu época de estudiante, toda donación era bien recibida. Así te hiciste con una vajilla con un plato de cada color y estilo. Pues ha llegado el momento de hacerse con una vajilla con estilo para cuando recibas visitas y te deshagas de esos platos desparejados. 

25. Perchas de alambre y otros accesorios de orden

Has llegado a la treintena y es el momento de invertir un poco en tu comodidad. Por eso ha llegado el momento de deshacerse de las perchas de alambre que has ido 'heredando' y sustituirlas por perchas de madera, más estables y elegantes, que den un look más ordenado al interior de tu armario. Y lo mismo vale para los separadores de plástico y otros complementos. Cámbialos por cestas de fibra natural o de tela. 

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