Taburetes

Una de las claves de esta cocina es su gran cristalera en L, que abre visualmente este espacio al salón y al recibidor respectivamente. Esto, además de ampliarla ha multiplicado su luz. Se ha aprovechado para crear ese pasaplatos con una zona de barra que da mucho juego. 

El aire de Bilbao definitivo llega en la cocina, a la que añadieron taburetes rojos... “Y ya te viene a la cabeza el Athletic de Bilbao”, bromea medio en serio la decoradora. Así se crea un claro contraste con el azul de las paredes y los muebles de color blanco. Los tres colores de una ciudad, juntos en un ático centenario actualizado para presente y futuro.

Tanto baño como cocina deben estar "decentes" para alquilar un piso. Si se trata de espacios con decoración vintage, perderás inquilinos. Siempre que estas estancias estén reformadas es un plus tanto a la hora de alquilar más rápido y por más dinero como a la hora de vender (puesto que es una reforma que se ahorra el nuevo propietario). Si no vas a reformar, invierte en pintar los frentes o cambiarlos, cubrir azulejos con plaquetas vinílicas y cambiar la encimera.

¿Quién dice que no se puede tener un mini rincón de office en una cocina pequeña? Puedes aprovechar un rincón con una barra de desayunos. Piensa que para que sea cómoda, debe medir, al menos, 45 cm de fondo, y calcula unos 60 cm por persona. Otra opción es una mesa abatible, la ventaja es que, cuando no la usas, se puede plegar sin restar espacio. También puedes tener una barra prolongando la encimera tan solo unos 20-30 cm, lo suficiente para que te quepan las piernas. 

No lo dudes y elige muebles a medida. La inversión será un poco superior, pero podrás optimizar al máximo cada cm de tu cocina. En esta cocina, por ejemplo, la decoradora Lory Hansen habilitó en la pared del fondo una zona de barra que se prolonga desde la encimera y aprovechó los ángulos con un armario y un par de baldas para almacenaje extra. 

La casa es un adosado, "la clásica vivienda con mucha escalera y plantas pequeñas, con la gran suerte de tener vistas a las playas de Laredo. Al final, ¡la derribamos por completo! Se volvió a hacer, básicamente, con una idea central: que parezca más grande", nos explica la interiorista.

En la cocina, aunque no es muy grande, conseguimos una isla que añade espacio de trabajo y tiene una mini barra para desayunos muy cómoda. "Para lograr esa sensación de amplitud, usamos colores claros como un blanco roto, un beige suave muy cálido, toques de verde agua... y una decoración uniforme en todas las estancias". 

¿Por qué elegir entre una isla/península o un office, si puedes tener ambos? Unos taburetes altos te permitirán utilizar esta zona para las comidas informales, y a la vez tendrás a tu disposición un área estupenda para cocinar.

Si revistes de madera la cocina, le darás toda la calidez que precisa el estilo rústico. Además, las vigas vistas potencian el ''efecto cabaña''.

Una cocina pequeña parecerá más amplia si la diseñas abierta y utilizas una de las paredes como divisor de ambientes. En este caso, la pared separa la cocina del recibidor, mientras la península con taburetes enmarca y define la estancia. Y, para que no desentone con el salón, se ha elegido un acabado en madera de roble. 

El mármol es el revestimiento por excelencia de las cocinas. Aunque lo que se lleva ahora es imitarlo con un revestimiento porcelánico (por ejemplo de Neolith o Dekton), y si lo combinas con el blanco, ganarás toda la luminosidad que necesitas en tu pequeña cocina. Su estilo sofisticado y elegante ayuda a que encaje a la perfección con el resto de la decoración, más aún cuando la cocina es abierta. 

Cualquier rincón es bueno para instalar una pequeña barra de desayunos. No olvides colocarla a una altura que te permita guardar debajo los taburetes, de este modo aprovecharás el espacio al cien por cien. Otra idea que nos encanta es la de situar en la pared una barra con ganchos donde colgar los utensilios de cocina: permiten tener los utensilios de mayor uso a mano y ¡no ocupa nada de espacio! 

Es una de las reformas más habituales de nuestras casas precisamente para ganar metros en la cocina. Elimina puertas y tabiques para comunicar ambos espacios. O bien instala cerramientos acristalados que harán que tu cocina parezca más amplia y luminosa. Es lo que ha hecho aquí el Estudio Egue y Seta.

Otro truco que visualmente agrandará tu cocina es equiparla con colores claros. No solo en paredes y techos, también en mobiliario y suelo. Además de todas las gamas de blanco, decántate por beiges y grises soft. Utiliza tonos neutros en tu cocina ¡y acertarás!

¡No dejes que los pasillos que desembocan en una escalera queden desangelados! Decóralos aunque sea de forma minimal. En este de la imagen se ha optado por colocar un sencillo taburete de madera y un espejo redondo en la pared que le da calidez, luminosidad y amplitud. ¡Nunca una pieza tan pequeña aportó tanto a la decoración!

Las tendencias en decoración deben estar presentes sí o sí en el dormitorio de una pareja joven, aunque siempre sin abusar. Este año, las butacas con tapizado bouclé o de borreguito son un must. ¡Imprescindibles como rincón de lectura!

Otro elemento que da mucho juego en dormitorios jóvenes son las plantas. Aportan frescor y desenfado, y si se acompañan de fibras naturales, la habitación ganará un look de lo más relajado, con alma veraniega. Hay muchas plantas que puedes llevar a tu dormitorio, como la hiedra, los helechos, las cintas o las sansevieras, entre otras. Y no solo decoran, también purifican el aire, aumentan los niveles de humedad y oxigenan el ambiente.   

La madera de roble suele ser el material estrella de las cocinas rústicas. La interiorista Carme Caubet la ha empleado aquí en un tono claro y para contrastar ha elegido el negro en campana y encimera.

¿Qué detalles la modernizan? Muchos. Los muebles lisos, la barra más  elevada por detrás, los interruptores integrados en ella y unos taburetes originales forrados de piel.

¿Puede una cocina nueva simular que es una cocina rústica de campo? Sí, y aquí tienes la prueba. Proyectada por Olivia Reina y Marta Jaúdenes, del Estudio LF91, esta cocina rústica de obra cuenta con encimera y fregadero de piedra natural y suelo de barro que parece recuperado. El toque moderno lo da la presencia de la isla y las lámparas colgantes de bombilla.

La isla es en las cocinas rústicas modernas lo que era antes la mesa tocinera en las cocinas rústicas tradicionales. En ellas se trabaja, se charla y se come. Si quieres reformar tu cocina rústica y darle un nuevo look que la traiga a nuestros días, ya sabes, necesitas una isla. Si es con almacenamiento, mejor.

En esta cocina, la interiorista Carla Catalán la ha abierto al comedor y ha incluido en ella, además, la zona de cocción.

Si eliges un color neutro para el mobiiario de la cocina y quieres añadir un punto de color, ¡hazlo con los taburetes! Son un mueble económico y que podrás cambiar pasados los años o cuando te canses. Ahora, elígelo de un diseño cómodo, mejor con respaldo y reposapiés. 

Gracias al detalle del ribete negro, este taburete supera los niveles de elegancia que cualquiera esperaría en una cocina. Es moderno, con un diseño contemporáneo, cómodo gracias a su respaldo y encaja a la perfección en esta cocina con muebles negros y encimera blanca. 

Esta cocina presume de camuflarse por completo en la zona de día gracias a la elegancia de sus muebles con molduras y acabado en color topo. Pero también gracias a los taburetes de terciopelo verde petróleo y patas doradas que completan el conjunto. Se ven cómodos, estilosos y de lo más chi. 

En esta cocina son también los taburetes los responsables de poner el punto original a la decoración. Y es que las líneas blancas y negras de los muebles contrastan con los taburetes de mimbre de la península. 

Sencillos, en madera y muy cálidos. Así son los dos taburetes que dan servicio a esta barra de cocina, que funciona también como pasaplatos y que se comunica con el salón. Además, gracias a sus barras para apoyar los pies serán más cómodos. 

En esta cocina clásica, se han elegido unos taburetes sencillos, de líneas rectas que contrastan con lo llamativo del papel pintado. Llama la atención la forma de sus patas, elemento que les aporta mucha personalidad. 

Si quieres darle un toque original al dormitorio de tus hijos puedes hacerte con un taburete de madera y pintar la mitad de sus patas en con una pintura a la tiza de color deslavado. ¡Quedará genial!

Hay taburetes altos, pero también bajos que cumplen una función fundamental en otras estancias. Como este modelo de color negro que será tu mejor aliado junto a la bañera y donde podrás apoyar una copa de vino, colocar unas velas o dejar la toalla mientras te das un relajante baño. 

En esta cocina campestre, son los taburetes, de estilo minimalista y moderno, los que ponen la nota de contraste. Si te decides por colocar unos en tu cocina, asegúrate que habrá un espacio en el que meterlos cuando no los estéis usando para que no impidan el paso. 

En esta cocina, son los taburetes los encargados, junto con el suelo con acabado en madera, de dar calidez y personalidad. Gracias a su cuerpo de cuerda en color gris son originales y con carácter propio. 

Los taburetes altos en la barra de la cocina tienen tanto poder decorativo como los muebles o la encimera y es que su estilo podrá aportar el matiz que buscas: más desenfadado, más elegante, más campestre... Estos con asiento de madera y patas de color azul aguamarina aportan un toque muy veraniego y relajado.   

¿Qué elementos hacen de tu cocina un espacio elegante? ¡Apunta! Tonos neutros, muebles con molduras, toques dorados, terciopelo... El interiorista Ignacio Dávalos logró darle un aire refinado y atemporal a este espacio, sin desmerecer un ápice la esencia de una cocina: funcionalidad y luminosidad.

"Me encantan las toallas de piqué y nido de abeja de algodón. Y para darle un toque más elegante y chic, puedes usar unas de hilo con flequitos", recomienda Pia Capdevila. 

Esta cocina se ha convertido en el centro de la vida familiar tras la reforma. Antes estaba alejada del salón y era oscura y pequeña, ya que daba a un patio de luces. El interiorista Ignacio Dávalos la trasladó a la zona de día y la comunicó con el salón mediante grandes correderas acristaladas. De hecho, era tan importante la continuidad visual entre ambos espacios que el mobiliario de la cocina sigue la misma estética que el del salón, con esos cuarterones que le dan un toque clásico y que contrastan con la isla. 

Rociador fijo en la pared para los más altos o alcachofa de mano a media altura para los peques. ¡Aquí se duchan todos! Y para evitar miradas indiscretas, se ha diseñado una mampara con listones de madera de sabina que además sirve para dejar las toallas.

Este dormitorio es sereno, relajante y muy fresquito. Y la clave es la apuesta por un total look en blanco, que crea una base muy neutra que ayuda a ampliar la sensación de espacio de un dormitorio coqueto pero pequeño. La madera de los taburetes a pie de cama y la mesilla volada crea contraste y aporta calidez. 

Abrir la galería a la casa fue clave porque llenó de luz toda la zona de día, incluso el salón”, explica Gemma. Además, esa galería es ahora una de sus zonas preferidas. “¡Me encanta! –exclama–. Aquí comemos, trabajamos, estudiamos (Gemma tiene dos hijos adolescentes)... Y todo con vistas y paso al jardín”. ¡Una delicia!

En esta cocina el arquitecto Luís Martín Fabregat ha tirado de mucho ingenio. No solo para abrir este espacio al salón, disfrutando de una mirada de largo recorrido hasta el jardín, sino porque ha ideado una isla central multifunción que articula todo el espacio. Integra la cocción y su sobre se prolonga a modo de mesa de comedor alta. Un espacio que, cuando no se usa, sirve de superficie de trabajo extra. 

Las mesillas de noche perfectas para los dormitorios pequeños son aquellos modelos integrados, volados o, como estas, en forma de cajón. Pero en ellas no caben lámparas de mesa. ¿Cómo solucionarlo? El interiorista Sergi Pons lo ha hecho con unas originales luminarias suspendidas a ambos lados de la cama. Unos taburetes ligeros se dispusieron a los pies de la cama, a modo de banco.

Esta isla en un práctico dos en uno. Por un lado, integra la zona de fuegos de la cocina y, por otro, su sobre se prolonga a modo de mesa alta del comedor. Al tratarse de un único sobre, se gana sensación de continuidad y puede aprovecharse toda la encimera como superficie de trabajo cuando no se usa la mesa. 

''Guardaría el armario empotrado: se puede lacar, poner molduras, empapelar, entelar, reemplazar los tiradores, dejar el interior y cambiar las puertas... si tienes que recortar presupuesto, es un buen sitio'', comenta la interiorista.

Eliminar tabiques es una solución muy útil en espacios pequeños, porque sumarás metros, amplitud y luz. Siempre que puedas, abre el dormitorio al baño o al vestidor, si tienes la suerte de contar con uno, aunque sea pequeñito. Aquí, por ejemplo, se ha eliminado el tabique y se ha reemplazado por una estructura metálica que, además de decorar por sí sola, sirve de pared de la ducha. La puerta corredera abre el espacio ampliándolo. Además, la luz llega al baño. 

"La barra está pensada para dar cabida a los cuatro miembros de la familia, que hacen mucha vida en la cocina. De madera recuperada, da el contrapunto cálido a tanto blanco", señala Anna. Los taburetes, a juego con las sillas del comedor, y el suelo, una madera cerámica que unifica toda la casa, refuerzan la continuidad entre espacios.

Es otra de las claves que no puedes pasar por alto si quieres una distribución de cocina, comedor y salón integrados. La iluminación debe ayudar a zonificar los ambientes, con las lámparas y tipos de iluminación que necesita cada espacio (ambiental, puntual y general). Lo ideal es que el tono de luz sea el mismo para crear unidad.

Se logra un espacio abierto, sin divisiones verticales, que da la sensación de más espacio. Esto facilita una distribución que de otra manera no sería posible o colocar una isla de cocina (que no entraría si se cierra la cocina con un tabique). Y no es necesario disponer de un espacio muy grande para apostar por el open concept. En plantas pequeñas también se puede crear un flujo ordenado y lógico que aporte amplitud.

Abrir la cocina al salón fue uno de los grandes aciertos de la reforma –¡pero no el único! Descúbrelas–. No solo ganó amplitud, y mucha luz natural, sino que además se habilitó una pequeña zona de barra alta que sirve de office de diario. Para enmarcarla y darle un plus decorativo a este espacio casi de paso, la decoradora revistió el muro con una lámina de hierro. 

25-35 cm de fondo para una barra de desayunos es suficiente para tener un espacio de apoyo para comidas rápidas a primera hora del día. Cuanto las barras se adosan a una pared o quedan frente un cerramiento acristalado, hay que colocar lámparas de techo colgantes que caigan sobre la barra, pero que no ocupen demasiado, puesto que sobresaldrían o darían con la pared. Lo mejor, pantallas de tamaño mini o focos.