Taburetes

Cualquier rincón desaprovechado es susceptible de convertirse en un espacio con uso. Y esto es lo que debió pensar la decoradora Pia Capdevila en esta cocina, en la que aprovechó el espacio libre entre los muebles y la pared creando una mini barra de desayunos –con unos 60 cm de ancho cabe sin problemas un comensal–. Para ello, bastó con prolongar la encimera. Ahora, además de barra de comidas rápidas, sirve de zona extra de trabajo. 

Esta península es todo un acierto. No solo separa la zona de cocina del salón, sino que sirve de zona de barra, oculta los equipos de refrigeración y, por la parte de la cocina, cuenta con armarios que completan el almacenaje de la cocina. Todo, con el plus de ser muy decorativa, en este acabado madera que contrasta con los muebles en blanco de la cocina. 

A estas alturas no tendrás ninguna duda que las cocinas abiertas al salón van a seguir llevando la batuta en 2024. Pero con la salvedad de que veremos más cerramientos y puertas correderas que ningún otro año. Mercedes Pérez empleó un cerramiento acristalado, a modo de ventana, que comunica con el recibidor. Así se logra que la luz fluya en esta cocina con isla. Diseñada en blanco y antracita, comparte espacio con el estar y el comedor.

En las cocinas 2024 veremos más perfilerías blancas que negras. Se integran mejor y no llegan a ser tan duras visualmente. Otra característica a tener en cuenta es que los cerramientos se afinan para lograr ambientes serenos y elegantes. El estudio Egue y Seta han semi abierto esta cocina que gana luz y una barra de desayunos.

La iluminación de las islas va a tener un protagonista estelar en 2024: las lámparas tubulares que sustituyen a los tradicionales focos. Los vamos a ver a pares o en tríos, negros o dorados, como en esta isla en color beige, a diferentes alturas o alineados, tal y como ha hecho aquí el interiorista Ignacio Dávalos.

"Una isla central puede ser el elemento ideal para una cocina pequeña porque un mismo mueble puede ser clave para cubrir diferentes necesidades y utilizarse como lugar para cocinar, mesa de reunión con familiares e incluso como barra para los desayunos", señala Lanoix. La isla central de esta cocina, además, ofrece una gran cantidad de espacio para trabajar y como almacenamiento. Igualmente, cuenta con un espacio adecuado para utilizar como mesa. Descubre el resto de rincones este piso. 

¡Aquí la tienes! Ese mismo cerramiento en negro, que hace de caja de luz, sirvió como apoyo, en uno de los lados, para diseñar una práctica barra de desayunos. ¡Qué manera tan fabulosa de aprovechar ese tabique acristalado!

Aprovechar los bajos de las ventanas es muy aconsejable en espacios reducidos. Y en la cocina, también.

Dorotea Estudio nos enseñó esta cocina pequeña y lineal que prolongó en una península, a modo de office. Ahora da gusto desayunar disfrutando de maravillosas vistas. ¿No te acuerdas de ella? Búscala en el número 719, de mayo.

Un pasaplatos es un clásico que nunca falla para comunicar la cocina con el salón y ganar luz, continuidad visual y practicidad. Por eso esta solución de la decoradora Anna Vendrell, que recogimos en nuestro número de abril, es una de nuestras ideas preferidas de este 2022. La decoradora ideó un cerramiento acristalado tipo guillotina que recorre toda la barra y permite abrir este espacio por completo al salón. 

Atreverse con una cocina en negro puede ser una decisión muy arriesgada. Pero la decoradora Nezha Kanouni no lo dudó a la hora de planificar la cocina con isla de esta casa en Marbella. Los techos altísimos en blanco y la pared acristalada que comunica con el jardín e inunda de luz el espacio jugaban a su favor. Y, para darle un toque de sofisticación y romper con el total look en negro, la decoradora apostó por detalles en dorado, como los tiradores, la grifería y los taburetes. 

La decoradora Bàrbara Serra supo sacarle lo mejor al espacio de esta cocina urbana. De planta alargada, la decoradora organizó el mobiliario en dos frentes, y reservó para el extremo la zona de office, con una barra alta que es una prolongación de la encimera. Y, para darle un toque más especial, combinó un frente de chapa de nogal, que suma calidez, con muebles lacados en gris. 

Esta cocina abierta es como una estilosa caja de luz. Abierta a la zona de día y con maravillosas vistas al jardín, se ha optado por un mobiliario en blanco que se ha combinado con superficies de Neolith en acabado Calacatta, lo que le da ese punto de sofisticación al espacio. Las lámparas de diseño doradas refuerzan esta estética. 

Esta cocina antes era una galería cerrada que se abrió a la zona de día, llenando de luz el espacio. La decoradora Gemma Gallego, de Knowhaus le dio a la cocina un look muy especial, con muebles en blanco alistonados, toques de dorado, un precioso techo de bóveda catalana y una barra revestida de madera que separa la cocina del comedor.

El estilo de esta cocina la delata: es de Deulonder Arquitectura Domèstica. La decoradora Chone de la Sotilla la organizó en L con una isla con mucho almacenaje extra y una zona de barra. Con muebles de color topo y una luminosa encimera de Corian blanco, es atemporal y muy acogedora. 

Cuando los metros escasean el ingenio se convierte en protagonista, como en este proyecto de Gema Ospital donde la isla-barra de la cocina es clave. "Hace de unión entre cocina y salón y funciona como una zona de trabajo para la cocina a la vez que sirve de mesa de comedor”. La librería abierta separa visualmente la cocina de la entrada. Al no tener trasera le acerca la luz natural. La librería mide apenas un metro de ancho y reúne el almacenaje del salón a la vez que decora.

En el lado opuesto a los hornos, se ha panelado todo un frente que va de suelo a techo. Sirve de almacenaje y también oculta algunos electrodomésticos, como el frigorífico. Los armarios lacados en blanco se funden con la pared.

A un lado de la isla, unos taburetes en blanco y madera, a juego con las lámparas, la convierten en una cómoda barra de desayunos.

¿Más posibilidades para aprovechar la isla? Cuenta con una vinoteca integrada en la parte inferior. Y, gracias a la presencia de dos taburetes altos, se convierte en una espléndida barra de desayunos.

La cocina de Adriana, una de las 3 ganadoras del concurso "Las mejores cocinas de las lectoras", no era así desde el principio: "Llevamos viviendo en la casa 9 años, con mi marido y nuestros dos hijos pequeños. La fuimos renovando por fases, y dejamos la cocina para el final. La queríamos hacer a lo grande", nos explica. Cuando se animaron, contactaron con Paula Duarte, que ya había intervenido en las reformas anteriores. "Mi marido es un cocinillas y soñaba con tener una cocina con isla", añade la ganadora.

En cocinas estrechas y alargadas, como esta, la mejor distribución es en línea. Y eso es lo que hizo aquí la decoradora Pia Capdevila, que reunió todo el mobiliario en un solo frente y aprovechó el espacio bajo la ventana con una mini barra que sirve a su vez de superficie de trabajo extra. Aunque la clave de esta cocina es la gran ventana fija que la decoradora abrió y que, además de ampliar visualmente el espacio, lo inunda de luz y suma mucho carácter. 

Esta cocina era pequeña pero gracias a la nueva distribución proyectada por la decoradora Pia Capdevila ahora disfruta de más metros y luz natural. Por un lado, Pia prescindió del tabique que la separaba del pasillo y lo reemplazó por un biombo con la zona superior acristalada, lo que lleva luz a la cocina sin renunciar a un punto de apoyo para los muebles bajos. Y, por otro, ideó una península a modo de separación del salón que además de servir de barra oculta los radiadores.  

La decoradora aprovechó esta cocina pequeña en U con una pequeña barra que, además de cerrar la cocina, permite ganar una zona de armarios en un lado y una práctica barra de desayunos y comidas rápidas en el otro. Los techos altos y los colores claros contribuyen a ampliar visualmente el espacio.

Además, Conchi no dudó en viajar a Madrid y hasta buscar en el extranjero para conseguir piezas tan especiales como los grifos o los fregaderos. ¡Se nota que la decoración es su pasión!

Marta lo había planeado todo en secreto: "quería darle una sorpresa a mi madre", confiesa. "A ella le encanta la decoración y hasta que construimos la casa tuvo mucho tiempo para pensar cómo la quería, sobre todo la cocina", nos cuenta. "Nos encanta cocinar, por eso tuvo toda la importancia". Y nos ha gustado tanto, ¡que ha quedado finalista!

"¡Salir en El Mueble es un sueño!", dice emocionada Conchi, la madre. Y nos da todos los detalles del proyecto. "La cocina clásica debía tener una isla grande, un fregadero para la comida y otro para los platos, una zona de café y una gran alacena". ¿Otro indispensable? El lavadero, que ha quedado de revista.

Y continúa: "Me encanta porque es cálida y muy práctica". Tiene un office todoterreno para comer en familia, hacer los deberes... También muchísimo almacenaje: "Solo teníamos un frente para amueblar, pero hemos conseguido mucha capacidad con armarios hasta el techo y cajones en la isla de la cocina."

Sin duda, nos declaramos fans incondicionales de su cocina. ¿El premio del concurso? Aparte de la publicación de su cocina en El Mueble, Beatriz Rodríguez ganó una cafetera EQ.9 Plus Connect de Siemens. ¡Enhorabuena!

¿Y cómo soñaba su cocina? "La quería clásica, acorde al salón, donde combino muebles de madera con toques modernos, y con el que se comunica a través de unas puertas correderas acristaladas", explica. "Por eso elegí este tono beige y continué con el parqué, excepto en la zona de aguas. Mi madre me ayudó mucho en la decoración", nos confiesa.

"Ha sido una experiencia súper bonita", nos dice Beatriz Rodríguez después de ganar nuestro concurso "Las mejores cocinas de las lectoras", organizado en colaboración con Siemens. Nuestra lectora vive en León con su marido y sus dos hijos pequeños y, tal como nos cuenta, "en la cocina hacemos la vida", de ahí que le prestasen especial atención durante la reforma y que se haya convertido en el corazón de su casa.

"Cuando reformamos el piso, la constructora nos propuso poner la cocina en lo que era un dormitorio. La verdad fue un acierto, porque ahora tenemos una cocina con vistas a un parque y mucha luz", explica Beatriz. Contar con luz en las zonas de días es básico para disfrutar de ellas. ¡Beatriz lo sabe! 

Dan servicio a la cocina pero desde el salón. Así se conectan los ambientes. Una barra de cocina es un elemento que, además, suma como superficie de apoyo. Según las dimensiones puede actuar como rincón de desayunos rápidos o como comedor. También es un buen lugar para trabajar puntualmente desde casa o para tener a las visitas cerca mientras se cocina.

Cuando derribes tabiques con el objetivo de tener un salón con cocina abierta (que seguro se siente más espacioso y conectado) no renuncies a dejar columnas, pilares o vigas a la vista. Son elementos estructurales que ayudan a organizar el espacio.

No nos hemos vuelto locas. Ese "sí, pero no" quiere decir precisamente lo que ves en la imagen. Una cocina que comunica visualmente con el salón, sin puertas de ningún tipo que la delimiten, pero que, en sí, queda en otro plano. No hace falta derribar tabiques, quizá basta con eliminar puertas o abrir vanos y redistribuir ambientes.

Con una solución a medida es posible decorar el salón con un mueble que se prolongue y alcance la cocina. De esta manera, se fomenta la unidad y conexión entre los dos ambientes. En función de la distribución, ese mueble a medida puede ser el principal de los audiovisuales o uno auxiliar que aporte espacio para guardar, como en este proyecto de la interiorista Pia Capdevila.

Es decir, realizar una parte inferior ciega (de obra con ladrillo, placas de cartón yeso o del mismo material que la perfilería del cerramiento) e instalar los cristales en la zona superior hasta el techo. Así el salón gozará de mayor independencia. Para no cerrarlo del todo, crea un pasaplatos o un vano con zona de barra.

La decoradora Marta Tobella transformó esta cocina, pequeña y estrecha, gracias a la cristalera y la puerta corredera, que la separa del recibidor y le lleva mucha luz natural. A pesar de ser de planta estrecha, Marta organizó el mobiliario en dos frentes y reservó un espacio de la entrada para colocar una barra perfecta para comidas rápidas. De madera, suma calidez a una cocina de base neutra. 

La decoradora Marta Tobella decidió abrir esta cocina pequeña a la zona de día para ganar amplitud y luz. Y, para optimizarla al máximo, planificó el mobiliario en "U", con un completo frente de armarios que integra la despensa y los electrodomésticos. Aprovechó el lateral de armarios bajos para ganar una práctica y versátil zona de barra, superponiendo una encimera de madera que contrasta con el mobiliario en gris veteado y suma calidez. 

Esta cocina es pequeñita, pero la decoradora Marta Prats la resolvió con mucho ingenio. Para llevarle más luz natural, el tabique que la separa del recibidor no llega hasta el techo y se ha cerrado con un fijo de cristal, que priva a la entrada de olores y humo, pero sin restar luz. Y los muebles a modo de península cierran la cocina del estar. La decoradora ha superpuesto una barra de madera para ganar una zona de desayunos. 

Esta cocina, proyectada por Luderna Design, es pequeñita, pero no le falta de nada. El gran acierto fue abrirla a la zona de día, mediante un cerramiento acristalado en "L" que la llena de luz y le da amplitud. Y se ha ganado una zona de barra de desayunos superponiéndola a la encimera. El mobiliario, en un gris pálido, le da luz y contrasta con la carpintería de madera. 

Esta cocina blanca es sobria y, a la vez, muy chic y estilosa. El arquitecto Jorge Moser ha apostado por una base neutra, con un mobiliario atemporal y de frentes lisos, que no pasa de moda, y le ha dado estilo con una elección muy cuidada de materiales nobles. Así, en la zona de cocina ha elegido una encimera de mármol blanco, mientras que en la barra ha jugado con un granito negro muy veteado. Esta combinación de materiales y colores se repite en el elegante suelo en damero.  

Esta cocina es pequeña, pero tiene mucho encanto, gracias a su mobiliario con molduras y renovado con pintura, y la propia arquitectura del espacio, con sus techos altos y este bonito arco que da paso a un pequeño rincón de office. Se ha aprovechado el hueco junto a la ventana con una barra plegable que, cuando no se usa, no ocupa espacio. 

Es un detalle que, muchas veces, solemos obviar por el temor a su mantenimiento. Pero vestir las ventanas de la cocina con estores siempre funciona para ganar calidez y, a su vez, darle un look más cuidado, vestido y, por consiguiente, más nivel. "Los estores de lino son un clásico infalible, pero si quieres una opción más todoterreno, los tipo screen son siempre", opina Sol van Dorssen. 

Muebles diseño de ST Interiorismo e instalados por Acocsa. Trapos de Filocolore, taburete de Dareels y bandejas de Carolina Blue

La palmera areca es una planta resistente y con personalidad: conduce a hogar salud, la paz y prosperidad. También, eliminan la energía negativa y atraen la positividad. Y para los principiantes del mundo de la jardinería, no os será muy difícil haceros cargo de ella. Tan solo recuerda que es sensible a los encharcamientos, pero no puede secarse nunca (al ser más alta, debes tener cuidado con ello). 

Y no nos referimos aquí a únicamente de manera visual. En realidad, imagina esta cocina con un tabique divisorio. La distribución contaría con dos frentes paralelos de muebles. Pero sin tabique delimitador, el segundo frente se convierte en una isla a la que es posible adosar taburetes y convertirla en barra, incluso, ahí se puede ubicar una mesa de comedor.

La cocina es el espacio ideal para reunirse y compartir anécdotas, como la que nos cuenta ella misma: "este es el séptimo proyecto que construyo, incluida una lechería de cabras en Suecia (www.goathagelstad.com) a la que vienen a tomar helado los Reyes de mi país", se ríe. El equipo que la ayudó en esta andadura, eso sí, es de Ronda: el arquitecto César de Leyva y el ingeniero Juan Guerrero, y su constructor favorito, Francisco Guerrero y su equipo.

Para aprovechar la máximo el espacio, pero sin recargarlo, la decoradora reservó la columna de electrodomésticos y almacenaje en un lateral, y optó por muebles en blanco, de frentes lisos y sin tiradores, lo que da un look más diáfano a juego con los muebles del salón comedor. Precisamente huyendo del look de cocina, paneló todos los electrodomésticos. Y una idea muy práctica en estos casos: combinar la nevera con un congelador, porque así se compensa el espacio que se pierde al elegir una nevera integrable. 

Contar con una pequeña barra de desayuno siempre es un plus, y la decoradora no quiso renunciar a ella en esta cocina. Una solución fácil y rápida es superponer la barra sobre la encimera. Para que sea cómoda, basta con unos 45 cm de fondo –acabará sobresaliendo unos 20-25 cm, suficiente para meter las piernas–.