Igual que un rincón vacío es un rincón desangelado que empobrece la decoración, unas ventanas sin telas que las vistan quedan desnudas y, si no tienen una carpintería bonita, desmerecen el espacio. Así que allá va otro gran truco para una casa elegante: vestir las ventanas con cortinas o estores. ¡El lino es siempre una apuesta segura!
Si has llegado a la disyuntiva cortina o estor, toma nota: los estores van perfectos cuando tienes elementos bajo la ventana, como un sofá o un mueble bajo. Cuando el espacio está despejado, unas cortinas hasta el suelo, que se puedan abrir y cerrar bien, son la solución. Recuerda que los interioristas siempre recomiendan que arrastren unos centímetros, ¡el resultado es más sofisticado!