Sillas

Telas, papel, fieltro o barro. Las lámparas sobre la mesa para 2023 se llevan en materiales que realzan el acabado natural y el carácter artesanal, con formas entrelazadas o impuras. Se trata de admirar la belleza de lo imperfecto. Arrugas, nudos, trama…

De forma redondeada, con respaldo bajo, pata estrecha cilíndrica en metal y tapizada. Toma nota del modelo de silla porque tendrás que llevarla a tu comedor si quieres que siga los dictados de la moda decorativa.

Los modelos de madera y diseño nórdico, con respaldo curvado. Parecen realizadas de la misma pieza de madera, sin prácticamente cortes. Todo en el mismo acabado. Algunas sillas de este tipo para el comedor pueden incorporar algún detalle acolchado en respaldo y/o asiento o nada. ¡Como estas! Serán tendencia el próximo año para decorar el comedor.

"La mesa cuadrada nos permitió aprovechar mejor el espacio y ganar más capacidad. Además, combinamos dos bancos en "L", que suman más asientos y al ser más informales son perfectos para los niños, con butacas, para que los adultos estuvieran más cómodos", dicen las interioristas. 

Las casas excesivamente compartimentadas son cosa del pasado. Abrir los espacios y compartir usos no solo es un rasgo de modernidad, sino que resulta más práctico para el día a día. Por lo que, si tienes que hacer obras en casa, valora crear una zona de día diáfana, con un salón comedor amplio integrado con la cocina, como ha hecho la decoradora Bárbara Sindreu en este loft. 

"Las sillas de mimbre son un básico para mí. Siempre las recomiendo, y para dar un toque cálido en otoño son ideales", explica la decoradora Marta Tobella. Las fibras naturales tienen la ventaja de ser muy cálidas a la vista y, a su vez, resultar fresquitas en verano. 

Las fibras vegetales son ideales para decorar porches y terrazas gracias a su gran resistencia, como estos asientos y maceteros de mimbre. Eso sí, tienes que asegurarte que no se mojen para que no se estropeen. 

Las barras de desayuno son un gran aliado para ganar una zona office en cocinas pequeñas. Inspírate en esta idea de la decoradora Ana Galofré: la barra mide apenas 30 cm de fondo y se abre y se cierra, para así prácticamente desaparecer cuando no se usa. 

Un arrimadero es una opción perfecta si buscas subir el nivel y hacer más acogedora una cocina moderna de manera fácil y económica. Lo ideal es reservarlo para la zona de office: lo enmarcarás, protegerás las paredes y al vestirlo, será más acogedor. "Otra opción más económica es colocar simplemente una moldura para decorar, si lo pintas de otro color, dará el aspecto de arrimadero... sin serlo". 

Si a los 20 años me hubieran dicho que en mi casa iba a poner una lámpara de lágrimas posiblemente me hubiera carcajeado y soltado un "¡Ni loca!". Pero hete aquí que cumplidos los 40, empiezas a poner en valor ese mobiliario clásico que antes desdeñabas. Una butaca antigua, unas vitrinas o unas lámparas señoriales no solo no resultan pasadas de moda sino que me parecen lo más. Y si no, ¿por qué perduran a lo largo de los años? Apostar por la atemporalidad de los clásicos es toda una lección deco digna de aprender.

"La silla Wishbone es una silla que me gusta tanto por estilo como por funcionalidad y comodidad, además de que encaja en infinidad de estilos. Un clásico atemporal", reconoce la interiorista Pia Capdevila.

Equilibrio y armonía son las únicas normas que has de tener en cuenta a la hora de distribuir cuadros en cualquier estancia. A veces la unión de varios sin apenas separación entre ellos logra dar la sensación de un único elemento de gran tamaño. Unas láminas discretas en blanco y negro serán perfectas para colocarlas en lugares de relajación, como en este espacio de lectura rodeado de plantas.

La cocina era de madera, pero la decoradora decidió hacerle un lavado de cara y pintarla del mismo color de las paredes. Ahora, a pesar de ser pequeñita, parece más luminosa y tiene mucho encanto. 

Tu terraza, porche o jardín, tu salón de verano, también se disfruta ahora que el sol es un bien más escaso. Añade cojines de colores más empolvados y una manta más calentita. El verde siempre es una opción, claro.

Esta es otra de las razones por las que merece la pena tirar un tabique: infundir sentido a la distribución, favoreciendo -como en este caso- el flujo. La cocina se abre sin paredes divisorias al comedor. Así, los paseos entre estos ambientes, tan frecuentes, ganan en comodidad. Se da unidad a dos espacios relacionados en uso.

Y no nos referimos aquí a únicamente de manera visual. En realidad, imagina esta cocina con un tabique divisorio. La distribución contaría con dos frentes paralelos de muebles. Pero sin tabique delimitador, el segundo frente se convierte en una isla a la que es posible adosar taburetes y convertirla en barra, incluso, ahí se puede ubicar una mesa de comedor.

Con la misma idea, aplicar el derribo de una pared es posible en un dormitorio que tenga una galería o balcón anexo de reducido uso. De esta manera se puede integrar en la zona de descanso para aprovecharla como zona de tocador o estudio o de almacenaje con cómodas o rincón de lectura.

Para aprovechar mejor el espacio la decoradora integró el comedor en la cocina, anexionando la mesa a la isla, lo que ofrece un espacio cómodo para 5 personas. Pero, al tratarse de una mesa exenta, siempre puede separarse de la isla para ganar más plazas de asiento de manera puntual. El mobiliario, con cajones y armarios para la vajilla y demás, va a juego con la cocina, igual que el papel pintado, que reviste la trasera de los muebles, lo que refuerza la sensación de unidad. 

El comedor se ha reservado junto a la ventana para disfrutar de luz natural y de las vistas a una de las calles más bonitas del Eixample de Barcelona. Al ser un espacio pequeño, las decoradoras han optado por una mesa redonda, que visualmente se ve más ligera y facilita la circulación, al no tener aristas. 

Y si esa pareja joven sin hijos teletrabaja algún día a la semana, el dormitorio puede ser el lugar en el que crear una zona de trabajo para dos. Lo ideal es que se encuentre en un espacio independiente para no asociar descanso y trabajo; pero si no hay más remedio, hay que pensar en que resulte agradable y luminoso, con espacio para guardar los útiles de trabajo. En este caso, junto a la mesa -ubicada al pie de la cama y delante de la ventana-, una librería.

¿Tiene terraza? ¿Cuarto de lavado? ¿Vestidor? ¿Chimenea? Analiza los puntos fuertes de la vivienda y no dejes de mostrarlos adecuadamente en las fotos y textos de tu anuncio para alquilar o vender. Y, por supuesto, cuida su decoración, aunque no queden dentro de casa o no se traten del salón principal. Opta por una decoración siempre neutral (de manera que en tanto en verano como en invierno encajen y no se vean los ambientes demasiado "encorsetados" en una estación).

Tanto a la hora de hacer las fotos como si enseñas el piso, decora la estancia con los muebles principales porque un espacio vacío se siente frío, impersonal y parece siempre más pequeño. Al amueblar le "muestras" al futuro inquilino o propietario las posibilidades, le ayudas a verse viviendo allí y eso hará que alquiles o vendas más rápido. Entre las ideas para decorar un piso pequeño contempla la de optar por muebles de poca altura, mucho cristal y piezas con patas que las separen del suelo. 

¿Quieres educar a tus hijos con espíritu eco? Predica con el ejemplo. Empieza por elegir para la zona de estudio muebles sostenibles, elaborados con madera certificada o recuperada.

Así es este proyecto decorativo de Dijous, con la pared de piedra vista, y escritorio y silla recuperados para darles una segunda oportunidad.

Y además de los muebles básicos, ¿qué otros accesorios pueden ser útiles en una zona de estudio infantil? Una pizarra clásica o un calendario magnético serán perfectos para apuntar toda esa cantidad de información que a veces no podemos procesar. Fechas de controles, qué día es la foto del curso, las reuniones con el tutor,  extraescolares, excursiones...

¿Un consejo? Si son varios hermanos, atribuye un color a cada uno para que sea fácilmente reconocible.

Según van haciéndose los niños mayores, su relación con ordenadores y tabletas se estrecha. Reserva en la mesa de estudio un lugar para ellos y estáte atenta a que la falta o el exceso de luz y brillo no dañe sus ojos. Otro imprescindible será una lámpara flexo ¡con bombilla led! o un aplique orientable en la pared para que no quite espacio en la mesa.

La interiorista Asun Antó proyectó esta zona de estudio pegada a la estantería, en blanco y madera, un clásico que no pasa de moda.

Aprovecha al máximo la luz natural colocando la mesa de estudio próxima a la ventana. La interiorista Lucía Mariñas ha optado por una mesa redonda que ocupa menos espacio y da movimiento a la habitación. En ella pueden merendar antes de ponerse a la tarea. Unas sillas cómodas y unos estantes a su altura para trabajar su autonomía completan la deco. 

Además de prácticas, las sillas de la cocina también deberían ser cómodas. Por eso, elige modelos con respaldo y reposabrazos, si es posible. Asimismo, la mejor opción son las que tienen el asiento acolchado o, en su defecto, están decoradas con unos que mejoren su confort.  

Combinar varios estilos en el office es fácil si, sobre una base clásica como la de esta cocina, incluyes unas sillas de cocina modernas como estas. Tanto el papel pintado, con estampado floral, como la mesa con pie central recuerdan a los espacios más clásicos, actualizado gracias a las sillas blancas y base de madera.  

Una silla de cocina, además de práctica, ha de adaptarse como un guante al espacio donde la vamos a poner, y no solamente por su tamaño, sino también por su estilo. Con un marcado aire tradicional, las sillas de madera con respaldo en forma de aspa, como la de la foto, son perfectas para cocinas clásicas y también para las de estilo rústico.

En las cocinas actuales triunfan las sillas que se inspiran en modelos célebres del pasado. Como la silla Tolix, un modelo icónico de estilo industrial que data de los años 30. Hoy encontramos su reflejo en muchas de las sillas de las cocinas actuales como la de la imagen: de hierro y pintada de blanco.

Al elegir las sillas de la cocina, selecciona modelos de materiales resistentes y que tengan un buen mantenimiento, como las fibras sintéticas. Las de la imagen, además de ser fáciles de limpiar, tienen un diseño retro que le da al espacio un aire vintage muy atractivo. El papel pintado de la pared, sencillo y luminoso, es el complemento perfecto para unos muebles tan especiales.

Junto a la cocina, el comedor es amplio y acogedor. Destacan las sillas que hacen gala de un verde claro de lo más atractivo. En este tipo de espacios abiertos lo mejor es elegir piezas especiales, como sillas modernas, de diseño o inspiradas en algún modelo icónico.

Tulip, Eames, Tolix... ¿A que te suenan? Son los nombres de esas piezas vintage que el paso del tiempo ha convertido en iconos deco. Cuántos más años acumulan, más valor tienen. Si quieres elevar el nivel de tu comedor, coloca auténticos muebles vintage, como estas sillas de diseño de la imagen: unas Tolix metalizadas en acabado verde aguamarina. ¡Quién diría que tienen más de 80 años! 

En este repaso de ideas low cost que te ayudarán a renovar tu casa, las lámparas son importantes. Para actualizar las que tienes o para incorporar en nuevos puntos de luz. Siempre hay diseños que sorprenden por su precio en grandes superficies de bricolaje o tiendas online. Pon la mirada en las de fibra vegetal o papel.

Según la estilista Sol van Dorssen las sillas también son importantes: "Las sillas con asiento mullido son un clásico que nunca falla. ¿Será porque son las más cómodas?". Y es que así las sobremesas se extenderán durante horas. 

Si el aspecto de las sillas del comedor o del sofá se ve anticuado, no dudes en colocar unas fundas que mejoren su imagen. Podrás lavarlas cuando se manchen y tu comedor o salón parecerán nuevos. 

Imagínate este comedor sin el espejo, ¡no tendría nada que ver! Porque el espejo, grande y con cuarterones, le da profundidad y lo hace crecer hasta el infinito.

El estilo no está reñido con el confort. Y Martina nos lo enseña en esta terraza. Por eso, nada como dar más comodidad a las sillas que añadiendo unos cojines mullidos y de un tejido fresquito que amortiguen la sentada. 

"La mesa y las lámparas de cristal y forja del comedor rompen en cierta manera con la tranquilidad de la vivienda, en la que no quisimos introducir demasiados elementos modernos ni tonos llamativos", indica la interiorista.