Percheros

Este recibidor es mini ¡pero tiene tanto encanto! El banco, una pieza moderna que reproduce los diseños campestres con asiento de enea y estructura de madera, se ha completado con una composición de coloristas colgadores de diseño que, además de servir para tener la ropa de calle a mano, decoran por sí solos. 

¿No tienes recibidor? ¡Invéntatelo! Mira esta propuesta en la que se ha aprovechado el pasillo para crear un coqueto rincón de recibidor con tan solo un banco y un perchero de pared. No solo sirve para dejar la ropa de calle, sino que decora por sí solo. 

No es magia, ¡sino derroche de ingenio! En este recibidor se ha ideado un banco combinando varias cajoneras, lo que permite ganar un espacio de almacenaje extra de lo más práctico para dejar los zapatos. Cuatro colgadores de aire retro permiten tener a mano las chaquetas y complementos de más uso, y el resto tiene su espacio en el armario o en las cajas con las que se ha equipado la balda. Más capaz en tan poco espacio, ¡imposible!

Esta combinación funciona a las mil maravillas, creando un rincón de recibidor con mucho encanto y personalidad con pocas piezas pero escogidas. El banco, una pieza tapizada de estilo clásico, resulta una práctica descalzadora y el perchero, inspirado en los diseños tradicionales, es pequeñito, pero muy práctico, ya que la repisa superior puede aprovecharse con cestas para tener a mano y en orden los pequeños complementos. 

Este recibidor demuestra que, no por ser pequeño, no puede tener mucho encanto. Y la clave es el original perchero DIY hecho con una rama que se ha sujetado con cuerdas a la balda superior. Más fácil imposible, ¡y que estiloso y original! 

En este recibidor se ha aprovechado el espacio debajo la escalera con un banco muy práctico, que sirve de descalzadora y de superficie de apoyo, que se ha completado con un perchero de pared que no resta espacio y permite tener a mano los abrigos. 

No es necesario disponer de mucho espacio para contar con un banco y un perchero en el recibidor. Para descalzarte o, simplemente, usar el banco como repisa donde dejar las cosas al llegar a casa, basta con unos 35-40 cm de fondo. Y si eliges un perchero de pared, como aquí, no restarás ni un cm útil.

Esta propuesta de la decoradora Clara de Castro es el mueble de recibidor perfecto. Cuenta con espacio para todo: un banco para sentarse y descalzarse cómodamente, espacio para los zapatos, colgadores donde dejar abrigos y mochilas, baldas y una zona de armarios muy capaz que contribuye al orden visual. 

Las bondades de descalzarse al llegar a casa son por todos conocidas. Pero en el campo es una necesidad imperiosa si no quieres llenarlo todo de tierra. Por eso un banco, por pequeño que sea, y un perchero donde dejar la ropa de campo, son una combinación imprescindible en cualquier recibidor de casa de campo. O de montaña. Aquí se ha elegido un ligero banco de madera que permite dejar el calzado debajo y un estilizado perchero de pie que apenas ocupa espacio. 

Ya te habrás dado cuenta. Toma buena nota de esta fórmula porque es tendencia: perchero+banco+zapatero. Una solución práctica para recibidores, incluso pequeños, que te permite sentarte al ponerte los zapatos y tener todo a mano cuando sales con prisa. Su doble estante facilita la presencia del calzado de toda la familia. 

¿Quién ha dicho que los zapateros no son decorativos? Aquí tienes la prueba. Un mueble volado, especialmente pensado para recibidores pequeños, con huecos en los laterales donde depositar los zapatos. Una excelente idea para descalzarnos nada más traspasar el umbral y evitar manchar (y contaminar) el suelo de casa.

El diseño minimalista se caracteriza por su sencillez, el uso de líneas rectas, colores neutros y su conexión con la Naturaleza. Muy en esa tónica se encuentra esta otra versión de recibidor minimalista: un perchero DIY hecho con una rama gruesa y cuerda, un estante de pared y un banco de madera. ¡Una propuesta muy eco!

¿Tienes camisas que se arrugan solo con mirarlas? ¿Eres de las que se organizan por la noche la ropa del día siguiente? Si tu respuesta ha sido afirmativa en ambas, entonces te vendrá fenomenal tener un perchero de pared. Junto al armario con puertas de espejo de la imagen, se ha fijado una sencilla barra de metal, que le da al dormitorio cierto aire industrial. Bajo ella, una cómoda con cajones mantiene lencería y camisetas ocultas de miradas indiscretas.

Los habrás visto miles de veces en las tiendas de moda y en el backstage de los desfiles: esas estructuras metálicas con ruedas que permiten colgar ropa. Los llamados "burros", por la carga que suelen transportar, llevan ya unos años colándose en los dormitorios, con lo que no te asustes si tu hija adolescente dice que quiere uno en su habitación. ¡Es más, a lo mejor hasta te apuntas tú a la tendencia! Son súper funcionales, ligeros y puedes cambiarlos de sitio cuando quieras. Algunos, como el de la imagen en madera, vienen con un estante que lo mismo sirve de asiento que de repisa. ¡Más completo, imposible!

Los percheros son para dejar los abrigos, la ropa del día para que se airee o preparar lo que te pondrás al siguiente. Pero no son un armario ni un lugar donde acumular prenda sobre prenda. Los percheros son un foco de desorganización. De ahí que debas evitarlos si quieres que tu casa se vea ordenada y estés aprendiendo a adquirir los hábitos de las personas ordenadas.

Otra propuesta para decorar la pared del recibidor a dos bandas: con pintura y friso de madera alistonado, en diferentes colores pero en una misma gama neutra. En el revestimiento se ha fijado un aplique y un perchero que además de recibir abrigos, admite bolsos, adornos y ¡macetas colgantes! Porque él es así de sostenible.

¿Quieres darle a tu recibidor un estilo fresco y veraniego? Píntalo en dos colores: blanco y azul claro para que te recuerde al mar y a ese sentimiento de felicidad que tienes cuando estás de vacaciones. Fija en la pared unos colgadores individuales originales para colgar el bolso, el pañuelo, la chaqueta... Si le echas un vistazo a Instagram encontrarás modelos muy divertidos: de cerámica artesanales, de madera en forma de pájaros, vintage tipo guitarra, de resina simulando personas trepando por la pared... Estos de la imagen, de metal y muy románticos, van numerados: uno por cada miembro de la familia.

¿Qué es en lo primero que piensas a la hora de decorar la pared del recibidor? Seguro que en tener un lugar donde colgar los abrigos nada más entrar en casa o dejar las llaves y el móvil. Un perchero de pared será perfecto para no restar espacio. Y si quieres darle un aire rústico, opta por elementos naturales como esta rama, suspendida de una balda. Unos ganchos metálicos acogerán encantados prendas ligeras. Acompáñalo con un banco descalzador de madera ¡y listo!

A la hora de decorar el recibidor debes encontrar un equilibrio entre lo práctico y lo decorativo. Un buen ejemplo de ello es el de esta imagen con esas perchas divertidas y coloristas que le hacen tan especial. Una repisa pequeña hace las veces de vacía bolsillos y una lámpara suspendida ilumina el espacio lo suficiente.

Está en la misma montaña, en los Picos de Europa. ¡Y lo tiene todo! Piedra, techos bajos y unas maderas fantásticas que han recuperado. Desde Madrid, viajaban todos los fines de semana para supervisar la reforma.

¿Cada vez te gustan más los muebles multifuncionales? Entonces te enamorarás de este recibidor rústico amueblado con una consola, que lo mismo hace de mesa o de banco, un perchero que sirve para colgar bolsos o exponer sombreros y la presencia de la fibra, en alfombra y cestas, que mantiene el calor a raya. 

¿Quieres captar la luz y hacer que tu recibidor parezca más grande? Píntalo de blanco y lo lograrás. Aquí además se ha equipado con un perchero de acabado envejecido y piezas de fibra muy veraniegas que rebajan la temperatura exterior. 

Si mezclas fibra, madera natural y plantas, ya tienes asegurado el éxito en la deco de tu recibidor de verano. Prueba de ello es este espacio sencillo y tan natural equipado con un banco, un estante y una planta. El toque alegre lo ponen unos colgadores de pared lacados en los colores primarios.

¿Hay algo más veraniego que la fibra? Ubica una silla de mimbre en tu recibidor para refrescarlo. Si es un diseño icónico, como esta Acapulco, tendrás múltiples likes ganados ya de entrada. Y para acompañar ¿qué tal unos cactus naturales? Su presencia sigue en alza. 

Aunque se trate de un piso de alquiler, amuéblalo como te gustaría con piezas low cost, sencillas pero funcionales que decoren y te solucionen guardar o dejar el móvil y las llaves al entrar, como en este reibidor. Tiene encanto y pocas piezas.

Sin duda este tándem es ganador allí donde se ponga. Y en el recibidor, la combinación de blanco y madera será todo un éxito. Esta entrada se ha lacado de blanco lo que la ilumina y la hace más grande y en la pared se ha colgado un perchero con balda de madera, que le aporta calidez. Y si encima le añades fibra natural, no te extrañe que sea este el rincón favorito de tu mascota. El de este perro, desde luego que sí. Cestos y paragüero, de Rivièra Maison.

La distancia que separa la cama de los armarios puede ser más que suficiente para colocar una alfombra en el suelo y aprovechar ese espacio como vestidor. Es lo que ha hecho la interiorista Pía Capdevila en este dormitorio amueblado con unos armarios panelados en cuarterones y pomos diminutos. ¡Más que frentes parecen la pared! Mira qué gran idea para iluminar el interior de los armarios sin molestar al que aún duerme: unos focos empotrados y orientables en la parte superior.

Detalles como este perchero de madera con colgadores de colores aportarán mucha alegría a la decoración de su dormitorio. Puedes utilizarlos para colgar bolsas y cestitas, perchas con ropita, e incluso algún peluche o figurita.

La decoración es un equilibrio entre estética y funcionalidad. Si te preocupa que tu casa parezca cutre en algunos rincones, haz que lo bonito prevalezca. La interiorista María Díaz Leguina propone camuflar algunos elementos que son prácticos de por sí. Por ejemplo, "un zapatero, la bandeja del recibidor llena de cosas, el soporte para las bolsas.… Todos los espacios de tu casa son importantes. Si hay un zapatero en la entrada que sea visualmente bonito y quede ordenado".

En este piso de arquitectura clásica se ha cedido el protagonismo al espacio a la hora de decorar el recibidor. Pocas piezas y de estilo clásico, como la gran lámpara que enmarca el espacio, la balda de mármol a modo de mini consola volada. 

Este recibidor se ha decorado en total sintonía con el espacio, de arquitectura clásica. Una consola antigua, un velador en la parte central y una butaca de estilo Luis XV decoran con mucho estilo este recibidor. 

Este recibidor es pequeñito, aunque no lo parece, porque se ha habilitado parte del pasillo como extensión y la decoración se ha cuidado al detalle. Un arrimadero que viste las paredes y, a la vez, las protege; una consola afrancesada; y un perchero que aprovecha la zona del pasillo. 

A este recibidor no le falta detalle y sin necesidad de ser muy grande. La consola, ligera gracias a sus patas metálicas, cuenta con dos pequeños cajones para tener en orden lo más pequeño. El perchero de pie ocupa poco y, además, integra un paragüero. ¿Y el broche final? El espejo, práctico y muy decorativo. 

• SUECIA: 11,65 €
• ESPAÑA: 15,99 €
• ITALIA: 15 €
• FRANCIA: 15 €
• JAPÓN: 15,15 €
• ESTADOS UNIDOS: 11,88 €
• ARABIA SAUDÍ: 24,06 €

El recibidor es un lugar de tránsito. En ese sentido, considera que debe tener poco ruido visual, sin muchas cosas en medio, en el suelo, en los percheros... Además, una persona poco ordenada tendrá pocos contenedores o sistemas de almacenaje. Dejará todo de cualquier manera. Ayúdate de cajas, cestos, consolas, percheros o armarios a medida para poner orden. Las cestas de fibras naturales están de moda.

Abrigos, paraguas, fulards, zapatos, bolsos y mochilas... Es importante buscarles un sitio en el recibidor donde poder guardarlos: ganarás en comodidad y evitarás que la entrada sea el rincón de los trastos. Con un armario de 45-50 cm de fondo te basta para poder tener en orden y a mano los abrigos. Si lo planificas con alguna balda podrás guardar, además, los accesorios, que podrás organizar en cestos, o como aquí los zapatos.

Y, sobre todo, muchísimo encanto gracias a esa combinación de piedra y madera. Los propietarios cambiaron la puerta de entrada de sitio y, en lugar de tapiarla, usaron con mucho ingenio este bonito hueco como marco para construir este recibidor tan perfecto. No todos tenemos esta suerte, pero sí que podemos aplicar esta estructura: solo necesitamos una pared de 1'5 metros y 50 cm de fondo.

Lo mínimo es tener un colgador por cada miembro de la familia y algún extra para invitados o complementos. Pero recuerda: el perchero no es el lugar para guardar los abrigos, es un sitio de paso, donde dejar antes de guardar. No es fácil evitar la tentación, porque muchas veces el espacio de almacenaje del dormitorio es limitado y el armario se colapsa en invierno con los abrigos... Si te cabe un armario en el recibidor, es una buena solución para evitar el caos de orden y estético.

Ya no queremos, como antiguamente, una butaca para recibir a las visitas y hacerlas esperar en el recibidor, solo necesitamos un sitio para descalzarnos. Puede ser una simple repisa si no sobra el espacio. Debe estar muy bien fijada a la pared. Y muy bien integrada decorativamente. En este recibidor gris lo que destaca es este precioso kílim de tonos rojizos y anaranjados.

Una casa en la montaña es el sueño de invierno de niños y adultos. Por eso no hay mejor bienvenida que unas paredes revestidas con madera de roble. No se necesita casi nada más, solo algún estampado que rompa la sobredosis de calidez. Aquí se logra con una banqueta tapizada en imitación de piel de potro. Todo está preparado para entrar y salir a jugar con la nieve.

Algunas casas rústicas y de montaña tienen una doble entrada con dos puertas para evitar que el frío (y la suciedad) entre en casa. El primer espacio más práctico suele ser para dejar chaquetas, botas, leña...; y el segundo, da la bienvenida más formal. 

Si tu recibidor es muy pequeño y no te cabe nada más, escoge con mimo tu perchero. Si tiene repisa, será más práctico, y si es antiguo o envejecido, lo llenará de estilo. Cuelga de él elementos bonitos jugando con las diferentes alturas y dimensiones: un sombrero ideal al lado de una bufanda a juego, una cesta, un conjunto de cajas antiguas...

Nos encanta esta idea: unas cajas de madera decapada se convierten en el sitio ideal para guardar los zapatos de montaña y las botas de esquí. Si además quieres que funcionen como un banco, deberás fijarlas y asegurarte que son resistentes. 

Realizan su función (este es hasta paragüero) y tienen grandes ventajas: no necesitan clavarse, caben en cualquier rincón, pueden moverse y no quitan el protagonismo a la pieza principal del recibidor. En este caso, a este espejo tan escultórico.

Algunas casas encuentran en este espacio de transición, entre dentro y fuera, el lugar para almacenarla. Bajo la escalera es un sitio perfecto para apilarla, como en la imagen. Y para crear el recibidor, bastará con un banco y un perchero.

No puedes dejar de mirarlo: una forma encantadora y cálida de proteger un recibidor de montaña con este papel pintado que imita la piel de potro. Y casi más protección necesita el suelo, especialmente en las casas donde la suciedad (agua, barro, nieve, piedrecitas...) entran el doble en invierno y hacen estragos en el suelo y en la limpieza. Como si se tratara de un gran felpudo, esta alfombra puede cambiarse cuando esté deteriorada.