Muebles de exterior

Las dimensiones permiten que las terrazas grandes cuenten con un jacuzzi o una terraza. Todo dependerá de la estructura del espacio porque debe soportar el peso del agua. Hay terrazas que ya cuentan con una y otras en las que es posible realizar la obra, siempre bajo supervisión de los profesionales. En esta, la terraza se completa con una zona de solarium alrededor y, al fondo, un espacio de estar bajo la pérgola.

Otra terraza tamaño L que se decora con un gran sofá. Los diseños que van a estar al aire libre deben contar con tejidos específicos que no se decoloren con el sol y que sean impermeables. Las espumas también son específicas de manera que no absorban agua. Planifica el espacio bajo una zona de sombra que proteja el mobiliario de las inclemencias meteorológicas.

Ya hay espacio para colocar una mesa para cuatro comensales. Las cuadradas de 80 x 80 y 90 x 90 cm son muy apropiadas, también las redondas. Si eliges un diseño extensible seguro que puedes ganar espacio para dos personas más. Y si no quieres ver tantas sillas, combina con taburetes y bancos sin respaldo.

Y cada día. Porque hay espacio para tener un confortable comedor. Si tu terraza es mediana, no lo dudes: disfrutarás de este ambiente a la hora del desayuno, comida y cena. Es importante asegurar un mínimo de sombra para que sea realmente agradable. Juega con parasoles, toldos o pérgolas según el diseño de la terraza.

Ahora nos referimos a las ideas para decorar una terraza pequeña, pero algo más grande que los ejemplos anteriores. Pasamos de balcón a un espacio que se convertirá en el oasis mini de la casa. Lo ideal es que lo conviertas en una extensión del interior. Para sacar el máximo partido al espacio cuando se trata de un estar, adosa los sofás a las paredes y parecerá más amplio. Un banco de obra debe tener unos 40-45 cm de altura y unos 50-55 cm de ancho.

Sencillo y con mucho protagonismo de las plantas, que se distribuyen por todo el espacio. Estas decoran por sí mismas cuando lucen en bonitos maceteros y cestos. Como muebles, dos sillones Acapulco que ponen la nota de diseño y un par de mesas auxiliares. Los tonos claros en el mobiliario también ayudan a que el conjunto se sienta amplio.

Sea cual sea el tamaño de la terraza, cuenta -y mucho- el acabado de las paredes y del suelo. Para disfrutar la terraza han de estar en perfecto estado. Es fácil colocar un suelo vinílico -en terrazas cubiertas- o tarima de exterior. Mejor para hacerlo tú misma cuando más pequeño es el espacio. Incluso instalar césped artificial. Y en las paredes, los jardines verticales y las celosías te darán mucho juego. En estas últimas pueden enredar plantas y guirnaldas luminosas, que llenarán de encanto el ambiente por la noche.

¿Crees que solo es posible decorar con encanto una terraza grande? ¡Para nada! Las terrazas mini y los balcones también quedarán perfectas para disfrutar en verano con los muebles adecuados. Lo ideal es que sean plegables, sobre todo en el caso de las mesas y sillas, de manera que las puedas recoger cuando no las uses y dejar más espacio.

Muebles más grandes, más complementos, rincones del suelo ocupados, mayor separación entre muebles… ¡Se nota que la terraza crece! Su tamaño nos ayuda a decorar con otras ideas. Por ejemplo, una zona de estar ahora se planifica para compartir y cuenta con varios asientos. Lo ideal es que haya un sofá de 2-3 plazas y un par de auxiliares como butacas o sillones. Ahora las alfombras ayudan a acotar ambientes.

Ahora, gracias al tamaño de la terraza, es posible crear un par de ambientes con diferentes usos. Un estar y comedor, una zona de relax para leer y otra para tomar el sol… En este caso, mantén una unidad decorativa en ambos, es decir, un estilo unificado; para que haya coherencia, ya que aunque se ha ganado espacio, aún quedarán bastante juntos. Las alfombras y las plantas te ayudarán a demarcar.

Los bancos de obra continúan siento una buena idea en terrazas de tamaño mediano. Ahora pueden ser más voluminosos y llegar hasta el suelo. Mientras que en terrazas pequeñas, una balda es más ligera; ahora ganarás espacio para guardar con una estructura compacta. Aprovecha una distribución en L con asientos de lado a lado o juega en la esquina con un módulo de almacén o tipo mesa. 

Del estilo que prefieras, pero como salón exterior. No necesitas un comedor y prefieres un estar espacioso con una mesa que sirva para servir un picoteo o cena informal. Entonces inspírate en el ambiente de esta terraza grande con sofá y sillones amplios y una mesa de centro que sea suficientemente amplia para colocar platos y vasos. 

En una casa de campo no puede faltar ese rincón fuera de casa acomodado como si de un salón se tratara. Pero al aire libre. Allí es donde se escuchan los pájaros, los grillos, las chicharras… todos esos sonidos que te recuerdan que estás en mitad del campo, sin hacer nada, solo disfrutando.

Es casi una necesidad pensar en este aspecto si tienes una casa de campo. Por un lado en el exterior para resguardarse del sol cuando estés fuera. Pero también en esas soluciones que mantienen el interior fresquito aún en las horas centrales del día.

Sencilla, pequeña, tipo alberca… como sea, pero una casa de campo será el refugio perfecto en verano con una piscina en la que refrescarse. Puede ser de agua con cloro o tratada con sal. De superficie o semi enterrada, pero oriéntala hacia el sol para que puedas aprovecharla el mayor número de horas y días.

Al igual que 1 metro cuadrado es suficiente para crear una ducha en un baño, lo es también para ganar un refrescante espacio en la terraza. Tendrás una ducha de exterior que puedes delimitar con un murete bajo o un biombo. 

El porche de esta planta baja es (casi) inmune a las estaciones. Al estar techado, está protegido de las inclemencias climatológicas, y el blanco que lo envuelve lo hace fresquito durante los meses calurosos y muy luminoso y acogedor durante los más fríos del año. La apuesta por las fibras, en mobiliario, alfombra y complementos, le dan un plus de confort visual.  

Que ocupan poco cuando están colocados, pero que guardados se reducen a la mínima expresión. Los muebles plegables son un must en terrazas muy mini. Además, así podrás guardarlos en cualquier sitio durante la temporada que no le deis tanto uso a la terraza. 

Una terraza pequeña también puede presumir de ser todo un vergel. Si dejas que unas trepadoras, como la hiedra o la buganvilla, se suban por las paredes, disfrutarás de su belleza, pero también de todos los beneficios que aportan las plantas. Y es que el espacio ganará en frescura y actuarán como barrera ante el calor. 

Es que en las terrazas pequeñas (en cualquier espacio mini, en realidad), las paredes son un recurso más para dar calidez. Por eso forrar una pared con listones de madera subirá la temperatura y la hará menos fría.

¿Sabías que materiales como el pavimento cerámico o el composite queman más? Si vas a utilizar mucho tu terraza y te gusta andar descalza, apuesta por unas baldosas de madera. Hay algunas en clic superfáciles de instalar. Eso sí, tendrás que darles un tratamiento anual para que se mantenga en buen estado. ¡Pero queda taaan bien que seguro que no te cuesta nada!

Ya hemos hablado de los muebles ligeros y bancos volados, pero hay más cosas que se pueden hacer para que una terraza pequeña parezca algo más grande. Una barandilla de cristal es un recurso fantástico para ampliar visualmente el espacio. Al eliminar barretas visuales parecerá que se multiplican los metros. 

Dos butacas de mimbre y una mesa auxiliar de un diseño superligero. Esta idea es para las terrazas más, más pequeñas. El conjunto servirá para que te relajes cómodamente con o sin compañía y también para una cena rápida o un desayuno de domingo. Si buscas una terraza con encanto, con esta idea lo conseguirás.  

No tienen por qué ser todos los muebles de madera. O de ratán. O de acero. ¿Por qué no mezclar elementos distintos? Mira qué efecto más acogedor se consigue combinando todos esos elementos. Sin abusar de ningún material, pero realzando su presencia. 

Y es que cuando el espacio escasea, lo mejor es destinar el espacio a un solo uso y centrarse en ese. ¿Zona de relax? ¿Comedor? ¿Solárium? Sea lo que sea que decidas, ten en cuenta tus gustos. Por ejemplo, si no te gusta comer fuera porque te acribillan los mosquitos, destínalo a solárium. Pero si lo que te privan son las reuniones con amigos y familia, hazte un salón exterior.   

Porque no debes conformarte con unos muebles sencillos y que no te digan nada. Si te gustan los espacios con personalidad, no dudes en añadir una silla Acapulco, como la de la imagen. Además, los muebles de cuerda, ¡están de moda! Y no necesitas hacer una gran inversión, hay muchas marcas low cost que tienen imitaciones muy logradas.

Aunque pienses que en tu terraza no cabe nada, ¡estás equivocada! Si no te atreves con muebles más contundentes, instala un par de bancos volados haciendo una L. Después recuerda de llenarlos de muchos cojines para que los asientos sean extra cómodos. Y será suficiente para disfrutarla como se merece.

Esta terraza aunque parezca amplia no lo es. ¡Es el efecto del blanco! Desde los sofás hasta la pérgola de metal. Todo es blanco. La única nota de color la ponen los complementos en aguamarina, que parece fundirse con el océano de fondo. Si te fijas, los sofás de cuerdas son de color gris, de manera que potencia la elegancia del espacio sin saturarlo. 

Y de líneas sencillas que potencian la ligereza y la amplitud. En las terrazas pequeñas, menos es más. Por eso no se trata solo de elegir pocos muebles, estos tienen que ser funcionales y de aspecto liviano para que el espacio no se sienta saturado. Aquí un sencillo banco, con unas mesas tipo nido, que puedes mover cómodamente, y un par de puffs, bien para los invitados o para colocar los pies y relajarse cómodamente con una puesta de sol. ¿Quién da más?  

Hay pocas cosas mejores que disfrutar de una deliciosa comida al aire libre. Por eso, si tu terraza cuenta con suficiente espacio, coloca una gran mesa de comedor. Las de madera de teca aguantarán bien en el exterior. Añade unas cómodas sillas en las que disfrutar de las más largas sobremesas y una lámpara que emita una luz acogedora. Para ello, las de fibras son las mejores (se pueden colocar bajo techado).

No intentes que quepan miles de muebles en tu terraza. Si no es pequeña ni grande, lo mejor es que la destines a un solo uso, pero ¡como dios manda! Con comodidad, espacio y estilo. Cuando una terraza es pequeña, hay que limitar el número de muebles al máximo –cabrá poco más que un sofá y una mesa–. Pero si las dimensiones lo permiten, añade un par de asientos más. Bien en forma de butacas o de puffs.

No satures el espacio con muebles voluminosos, condenarás la sensación de amplitud y moverse será complicado. Es preferible que emplees muebles ligeros (mejor si son plegables) y volados y acompáñalos de una pieza con mucha presencia, como una cómoda butaca de fibras. Esta coqueta terraza es buena muestra de ello.

Si cuentas con una terraza o ático muy grande y quieres crear diversos ambientes, el suelo te ayudará a potenciar la diferenciación entre zonas. Haz como la influencer Paula Ordovás: en la zona de más tránsito (el comedor y el estar) ha colocado un suelo de exterior de madera de teca, muy cálido y resistente. Pero, ¿qué pasa con la zona de relax con las tumbonas? Ahí el suelo cuenta con césped artificial, una opción económica y de casi nulo mantenimiento para darle un poco de verdor a la terraza.

Siempre hay hueco para un farolillo de fibras, una maceta con una frondosa planta o una mesa auxiliar que acompañe a los asientos. Al decorar la terraza no te limites a los muebles, añade otros elementos. Serán los responsables de la calidez y de potenciar un estilo u otro. 

A terrazas pequeñas, grandes soluciones. No satures el espacio si este escasea. Es mejor que te limites a poner lo básico. Mira cómo se ha hecho aquí: dos cómodas butacas Acapulco, muy ligeras y que decoran por sí mismas, un set de mesas auxiliares y plantas, muchas plantas (garantizarán la frescura y decoran un montón).

¿Cómo decorar una terraza cuando los metros escasean? Planifica un banco suspendido en L que ofrezca asientos para varias personas y añade algún auxiliar, como una mesa o una butaca extra. Al colocar los bancos completamente pegados al perímetro de la terraza, la sensación es de mayor amplitud.

Lo primero en lo que debes pensar al decorar tu terraza, ya sea grande, pequeña o mediana, es en el uso que le daréis. Si sois más de comer fuera, planifica un pequeño comedor. En cambio, si lo que os gusta es disfrutar del atardecer sumido en la tranquilidad y el relax, tu opción será un estar con, al menos, un cómodo sofá o un par de butacas. Eso sí, si el espacio lo permite, ¡no renuncies a nada! 

Límite de personas, toques de queda... La verdad es que, hoy por hoy, montar una cena de cumpleaños con amigos no es fácil. ¿Solución? ¡Hazla de día y al aire libre! Un desayuno, un brunch o una comida informal será más segura e igual de placentera. En la mesa que no falten platos individuales, vasos personalizados y cubiertos para cada invitado. Y para la decoración festiva, recurre a los básicos: globos y guirnaldas de banderines.

Si eres una persona prudente y prefieres celebrar la fiesta en casa con solo el núcleo familiar mal que te pese, piensa en positivo. Cuando los niños se vayan a la cama después de un día ajetreado, quédate con tu pareja a solas y celebrar tu cumpleaños en plan romántico. ¿Cuánto tiempo hacía que no estábais así los dos solos? Prepara un rincón con muchos cojines, disfrutad de una cena especial a la luz de las velas y rodearos de plantas y lámparas solares para una velada mágica.

¿Tienes alguna fiesta de cumpleaños dentro de nada? Como ahora tienen que ser en petit comité, organizarla no te llevará mucho tiempo. Empieza por la deco, crear ambiente será primordial. Si vas a celebrarla en tu jardín o terraza, cuida la iluminación. Unas guirnaldas led pondrán la nota festiva. Acompáñalas con unas velas repartidas estratégicamente por la mesa. ¡Verás que atmósfera tan ideal se genera al atardecer! El interiorista Daniel Lizarriturry así lo sugiere.

No olvides que tu espacio exterior, ya sea terraza, jardín, porche, patio o balcón, también puede vestir de temporada. Los detalles pequeños como auxiliares, cojines, macetas, lámparas y alfombras te ayudarán a introducir esas claves. Piensa en tu exterior siempre como un ambiente más de la casa. Si sigues las tendencias dentro, ¿por qué no hacerlo fuera?

Saca todos los cachivaches de tu balcón y verás cómo te parece mucho más grande. De hecho, seguro que hay más de sitio suficiente para una zona de relax. Un banco a medida sacará partido al espacio y os ofrecerá algo de almacenaje extra. Hay un montón de muebles para balcones y terrazas pequeñas.

Son la clave de este pequeño balcón que parece una postal tropical. Las plantas de hoja más grande son ave del paraíso. Debajo, helechos y, en el rincón, fatsia japónica (Aralia). A su lado, las butacas livianas quedan muy elegantes.

Así es este balcón proyectado por la interiorista Asun Antó. La calidez la aporta la madera con la que revistieron el suelo y el banco. El color, los cojines de rayas y los estampados, algunos de ellos vintage. Y la frescura, los arbustos, que dan intimidad en las jardineras y decoran en las macetas.

Una reforma barata que te dará mucho juego (refrescante) en verano es instalar una ducha de exterior en tu terraza o jardín. Un diseño de pared ronda los 100 € mientras que una de pie y solar la tienes desde 150 €. Necesitas contar con toma de agua y un suelo con desagüe o drenante. Desplazar un punto de agua (la tubería) desde uno existente varía en precio en función de la distancia que haya que cubrir.