Muebles de comedor

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Un comedor con muebles Art Decó, vitrinas, cortinas largas y amplios ventanales

Un comedor con muebles Art Decó, vitrinas, cortinas largas y amplios ventanales

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1.

Comedor con muebles modernos y amplios ventanales

El comedor es la zona más extensa e iluminada de la casa, conectando con la cocina y el salón. Sus grandes ventanales se abren a balcones con vistas a París. Destaca el suelo de parqué de chevrón en toda la casa, fácil de identificar por su forma en V. Este tipo de suelo es propio en viviendas elegantes y clásicas.

Se puede ver claramente las molduras en la pared, una bonita vitrina de exposición y una iluminación en las cornisas del techo, aportando una luz indirecta muy sofisticada. Pero lo que verdaderamente llama la atención, son las sillas y la mesa del comedor de estilo moderno Art Decó en tonos grises y patas doradas, en armonía con el textil de las cortinas.

Office con mesa de madera y muebles blancos.

Mesa realizada a medida por V. Gálvez y sillas, réplica de la CH24.

El Mueble

2.

Un comedor anexionado a la isla en sintonía con la cocina

Para aprovechar mejor el espacio la decoradora integró el comedor en la cocina, anexionando la mesa a la isla, lo que ofrece un espacio cómodo para 5 personas. Pero, al tratarse de una mesa exenta, siempre puede separarse de la isla para ganar más plazas de asiento de manera puntual. El mobiliario, con cajones y armarios para la vajilla y demás, va a juego con la cocina, igual que el papel pintado, que reviste la trasera de los muebles, lo que refuerza la sensación de unidad. 

Comedor  con mesa y sillas de madera.

Mesa de Brucs. Sillas y bufete de Taller de las Indias. Vitrina negra de Asitrade.

El Mueble

3.

Para aislar la cocina optaron por un cerramiento de aluminio

Aunque la 'niña de sus ojos' es, por cierto la cocina. "Es de la firma Santos y en realidad es la reina de la casa, con una estupenda isla donde comer y mucho almacenaje. Para aislarla de los olores y ruidos, optamos por un cerramiento de aluminio y cristal con puertas correderas. Para enfatizar el aire rústico, optamos por frentes de cocina efecto madera con vetas y nudos, pero modernizado con la encimera porcelánica oscura de Dekton y los toques de iluminación en negro", explica. 

Salón comedor con mucha luz y librería tras el sofá 503529

4.

Un salón comedor más amplio con una gran librería multiuso

El salón de este piso de 120 m2 no es muy grande, pero la decoradora lo ha optimizado al máximo con una distribución que busca sacar partido a la luz y con muebles a medida. Así, ha colocado el comedor frente al gran ventanal, que se beneficia de la luz sin frenar su paso al ser piezas bajas. Y en lugar de arrimar el sofá a la pared, lo ha separado unos cm para así poder ganar una librería a medida de pared a pared que ofrece muchísimo almacenaje para el salón y el comedor. Lacada como las paredes es ligereza y estilosa. ¡Qué gran idea!

Librería y sofá, diseño de Paula Duarte. Mesa de centro, de Maisons du Monde. 
Comedor con mesa de madera abierto a la cocina.

Comedor con mesa de Merc&Cia, sillas de Sacum y lámparas de Matèria. Pavimento de roble rústico de Parquets Rodríguez. Cortinas de Interestor.

El Mueble / Stella Rotger

5.

Toques industriales sobre una base cálida

"Nos atrevimos con el biombo acristalado de hierro y las lámparas esmaltadas porque al llevar el suelo de madera a la cocina ya le estábamos dando un extra de calidez", apunta Marta. Además, la luz lo suaviza todo. Una luz que se multiplicó aún más con la reforma con la nueva ventana horizontal que parece un cuadro.  

Cocina con muebles de madera y moderna en cabaña_00474001

6.

Revestida de madera

En paredes, suelo, techos y mobiliario hay madera. ¡Y qué moderna se ve! Y es que a pesar de formar parte de una cabaña de montaña, la cocina se ha diseñado moderna, muy cómoda –para tenerlo todo a mano–, y para favorecer la sociabilización. De ahí que la isla, que ocupa el espacio central, reúna la zona de cocción, para que quien cocine pueda interactuar con quien esté sentado a la mesa. 

Mobiliario de la cocina diseño de Lara Vallés, de Space Stage. 
Cocina con isla y comedor integrado.

Muebles de cocina de Toni Cabello. Cortinas de lino y estores de fibras, realizados a medida por Piccolo Mondo. Taburetes de La Maison y lámpara de Natura Casa.

El Mueble

7.

Un comedor acogedor integrado en la isla de la cocina

La cocina se planificó abierta y con el comedor integrado en la isla. Pero fue Sol quien le dio la calidez y el encanto que tiene ahora, porque "nos había quedado demasiado neutra y minimalista", recuerda Eva. Para compensar tanto blanco, Sol la vistió: "con las cortinas, los taburetes, los complementos y la lámpara de fibras, que nos encantó y la compramos incluso antes de que llegara la mesa. Nos arriesgamos, porque podía verse desproporcionada, pero al final le va genial al espacio", asegura la estilista de El Mueble.

comedor-de-estilo-clasico-con-alacena  7f8d12f1

8.

Un mueble de salón reconvertido en vitrina

Pero sin cristales y con mucha gracia. ¿Sin cristales? Sí. En su lugar, rejilla de gallinero. Es el comedor de la estilista Conchita Crespo, que necesitaba una pieza especial para guardar su colección de porcelana húngara y reconvirtió esta antigua pieza en una vitrina muy personal. 

Mesa y sillas, en Mis en Demeure.
Comedor moderno con mesa de madera y sillas de mimbre.

Aparador de Vical Home y lámpara y apliques de De Sine Nomine.

El Mueble

9.

Un comedor fresco y acogedor

Las sillas de fibras tienen la ventaja de encajar en cualquier comedor, desde los más actuales hasta los de carácter más clásico. Aquí, además, aportan un matiz relajado, muy en sintonía con esta casa con vistas al mar. 

10.

Una cocina bien integrada en la zona de día

La cocina es blanca y discreta. "La camuflamos con la pared para no darle protagonismo. Pero nos permitimos completar la isla con una barra de madera, que liga con las maderas del salón y del comedor", resume Gracia. Y con el plus de ¡que es móvil! (la isla tiene ruedas)

Cocina, de BLR Interiorismo, sillas de la barra de Pilma y barra móvil, diseño del Estudio Hoc Volo. 
Salón abieto al comedor con mesa y lámpara en negro.

Mesa, sillas, lámparas y vasos de colores de Coton et Bois. Vajilla y jarrones de madera de Son & Calm.

El Mueble / Stella Rotger

11.

Beige y negro para un comedor muy personal

A diferencia del salón, con una decoración muy smooth y sobria, el comedor destaca por tener un "punto más atrevido", confiesa Anna. Con la sólida mesa de madera que tiene un matiz rústico, las sillas tapizadas en dos tonos de gris, y las lámparas XL, de las que ella y su marido se enamoraron y se las llevaron a casa sin dudarlo.

Comedor con mesa y lámparas negras separado de la cocina con una puerta corredera.

Mesa, sillas y lámpara de techo, de Coton et Bois. Puerta corredera acristalada, de Zetrum.

El Mueble / Stella Rotger

12.

Una cocina abierta... pero no tanto

Uno de los retos con el que Asun se enfrentó fue reubicar y abrir la cocina al salón comedor. El resto, ¡vino rodado! "A Anna y a su marido les gusta mucho recibir en casa, por eso era importante que la cocina estuviera integrada en la zona de día. Pero a la vez, que disfrutara de cierta autonomía, por eso la gran vidriera, que permite flexibilizar el espacio según las necesidades", explica la interiorista Asun Antó, de Coton et Bois y responsable del proyecto de reforma.

Vista cenital de salón diáfano con comedor y cocina

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La Toscana y la Provenza en la retina

Lali quería impregnar su casa con el estilo de esos parajes pero con un punto más actual: colores suaves y materiales frescos y veraniegos. ND Disseny lo lograron. Esta es una de las estancias que más nos gustan. ¿Quieres ver el resto de la casa, verdad?

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Alíate con las plantas

 Si tienes una terraza o un balcón con plantas, riégalas por la noche. No solo las plantas aprovecharán más y mejor el agua que les suministres, sino que la humedad de la tierra contribuirá a refrescar el aire que entre en casa. Dentro de casa, las plantas de hojas verdes y grandes, como la monstera, te ayudarán a refrescar el ambiente.

Una casa muy amplia y con mucho espacio

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Espacio para todo(s)

El carácter familiar de los propietarios hizo que se sacaran camas extras de debajo de las piedras. Tras la cocina Mar planificó un pequeño chill out tras unas correderas que, cuando tienen invitados, se convierte en cama. Y es que en los apenas 90 m2 de esta casita ¡han llegado a dormir 9 personas! Descubre todos los rincones secretos de esta casa

16.

Compartimentada

 El mueble con cajones de DM del salón se prolonga hacia el comedor donde unas baldas de madera de roble lo convierten en librería (6.000€). Es un diseño de Vivestudio y han sido realizadas por Mini Beumala. Las sillas son de Pilma y la lámpara de techo es de Foscarini.

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Sacarás partido a los rincones

¿Sabes lo que pueden dar de sí esos 30 cm que tienes entre puerta y pared? Aquí Van Castro los transforma en una librería pero pueden ser un rincón de trabajo, un office... Tampoco subestimes el espacio bajo la escalera, puede ser un armario o una zona de baldas, ni las esquinas. Tienen el tamaño perfecto para un estudio o una zona de lectura. 

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Zonifica con molduras

¿Tienes dos espacios juntos con usos distintos? Una opción para delimitarlos es utilizar las molduras. Aquí, se han colocado en el techo de la zona de lectura. 

Mesa, de Maisons du Monde. Sillas y alfombra, del estudio de la decoradora Natalia Zubizarreta –en la foto–. Librería, de pladur, hecha a medida. Butaca, de Bazar y lámpara de pie de Pratka.

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Un comedor que invita a largas sobremesas

“Me apetecía una casa muy clarita, que me diera paz, ¡pero también práctica!”, apunta la propietaria. La mesa es de Rivièra Maison. Las sillas de ratán son de Sika Design. La lámpara de mimbre es de Tons.

20.

Un pequeño dúplex

“El piso es un dúplex cerca de la playa, en Lugo. Mide 30 metros por planta, y aunque es de obra nueva, hicimos algunos cambios”, nos explica la decoradora Celia Crego. “Lo primero que hicimos fue tirar un tabique que había en la entrada. Tú llegabas al piso y estaba cerrado. Ahora entras y es un espacio abierto", explica la decoradora Celia Crego, quien se ocupó de ponerlo a punto. Para ganar sensación de luminosidad lacaron en blanco toda la carpintería, también en la escalera. 

La mesa de comedor es el modelo Crisal. Las sillas tapizadas son de Yutes (ambos y la lámpara en Acevedo).

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Una cocina "de campo"

Movieron la cocina de sitio y ese fue uno de los grandes cambios de la obra. Los muebles los hizo un carpintero de la zona y aportan su toque rústico.

Lámpara, de Chamusquina. Apliques, antiguos. Trapos de Zara Home.

22.

Cambiar y sentir

Este atrio cubierto es el corazón de la casa, donde se resume la filosofía del proyecto: una vivienda creada para que una familia disfrute de sus vacaciones, muy abierta, muy relacionada.

23.

Mezcla de tradición y modernidad

El comedor queda en una zona recogida bajo el nivel de los dormitorios y junto a la cocina. En él conviven dos vitrinas gemelas de madera y cristal adquiridas en un desembalaje en Francia, con un bufet de dos puertas en las que aún se aprecian restos de un emblema familiar, con patas talladas y decoradas, y bisagras de hierro.

24.

Comer bajo las vigas

 También aquí la viguería resulta imponente. Bajo su cobijo, la familia disfruta de los manjares de esta tierra.

Salón muy natural con pequeño balcón con comedor de verano

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Haz crecer las ventanas sin obras

Si tus ventanas son pequeñas y no puedes ampliarlas, un truco para que parezcan más grandes es elegir una barra más larga que la ventana. Otra opción es llevar las barra de las cortinas hasta el techo, con ello, además, ganarás altura visual y sensación de amplitud. 

Sofá tapizado con tela de Crearte. Mesa de centro, balda, alfombra y pavimento laminado, en Vive Estudio. 

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Un comedor de verano

Bajo un cenador recuperado con una mesa de herencia familiar, sillas de Adaleya y lámpara de techo tipo farol, en Blanc de Provence. 

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El rincón de los peques

Fueron los más pequeños de la casa los primeros en elegir su espacio en el jardín. Y no lo dudaron, vieron la higuera y se la pidieron. La “colonizaron” de inmediato convirtiéndola en su patio de recreo particular. 

Las sillas son el modelo Madame O de Roche Bobois. La guirnalda es de Zara Home y la cesta, de La Maison.