Muebles de baño

Esta idea para combinar azulejos en la ducha es aplicable tanto a una ducha abierta e integrada en el resto del baño como a las que se organizan en una cabina, como aquí. Escoge azulejos diferentes a los del resto del baño para todas las paredes. Se potencia la sensación de ambiente único. Es posible usar ese revestimiento también en el suelo con un plato de obra. En este caso se coloca un desagüe específico y se da inclinación al suelo para favorecer la caída del agua.

Está permitido mezclar azulejos de acabado liso con otros con textura tanto en la misma zona de la ducha como en el resto de paredes del baño. Lo mismo sucede con los acabados brillo o mate. Esta última idea es interesante cuando se quiere elevar el nivel de un espacio con revestimientos brillantes pero sin abusar de ellos. En este baño, la piedra de las paredes se convierte en azulejo en la zona de la ducha para facilitar la limpieza y que no se estropee en contacto con el agua.

Otra forma de combinar los azulejos en la ducha es revestir las tres paredes (la más larga y las dos de los extremos cortos) del mismo material y acabado y prolongarlo en el resto del espacio, al menos en una pared para dar continuidad. Esta solución es práctica cuando no se quiere revestir con azulejos todo el baño, por ejemplo, pero sí proteger zonas en contacto con agua, como aquí la pared de la bañera exenta.

La idea de prolongar los azulejos de la zona de la ducha en otras zonas del baño que pueden estar en contacto con agua (aquí el frente del lavabo) para dejar el resto sin revestir con azulejos, permite ahorrar material en la reforma del baño. Se puede usar pintura o papel pintado en la pared. Pero, además, es una buena idea cuando el espacio cuenta con un techo de altura excepcional. Ese corte, acerca visualmente el techo.

De eso va este artículo, de las ideas que puedes llevar a tu baño para decorar y revestir con azulejos de la ducha. Puede que sea porque vas a reformar el baño por completo y quieres saber si integrar la ducha en el resto del espacio o diferenciarla; o porque vas a afrontar un cambio de bañera por ducha y sí o sí debes optar por elegir un azulejo diferente (a no ser que cuentes con el mismo revestimiento que tienen el resto de las paredes). ¡Veamos las opciones!

A la hora de combinar los azulejos en la ducha puedes optar por elegir el mismo revestimiento para las paredes de la zona que se han usado en el resto del baño, incluso, en el suelo. El efecto es de bloque y continuidad, es decir, no se busca el contraste ni destacar, sino integrar en estética todo el ambiente, como en este baño con un azulejo tan de tendencia en acabado marmolado.

Como ves, este baño representa ese mix blanco y negro tan típico del estilo minimalista, con muy pocos elementos, pero modernos y esenciales.

Dos de los objetivos de la reforma eran, por un lado, lograr el máximo de almacenaje y, por el otro, disfrutar de un baño muy cómodo y funcional. Por eso la decoradora planificó un gran mueble de pared a pared y hasta el suelo, para no renunciar ni a un cm de almacenaje. Lacado en gris y con tiradores de hierro forjado es elegante y atemporal. Lo complementó con un espejo tipo cabinet con espacio para guardar.

Con la reforma, Pia buscó conservar la esencia "clásica" del piso, por eso se apostó por un techo con molduras, unas baldosas tipo adoquín y un mosaico que imita el hidráulico como pavimento, pero ganando un baño moderno. Para ganar almacenaje, ideó un gran mueble doble con cajones gaveteros, y lo diseñó volado para aligerarlo visualmente. La base blanca de este baño la rompe la pared azul del lavamanos, a la que se le aplicó un acabado lacado para que la pintura no sufriera.  

La decoradora Pia Capdevila ha sabido sacarle el máximo partido a este baño que, aún siendo pequeñito, cuenta con mucho espacio para guardar y una ducha muy cómoda, que aprovecha todo el ancho del baño. Para no recargar el espacio, la decoradora ha elegido un mueble tipo cajonera que, al dejar un espacio libre entre la encimera y el mueble en sí, no resulta tan pesado. El espejo, redondo y con este acabado de laca negra, da personalidad y elegancia a este baño. 

Sí, es el mismo baño. La decoradora Pia Capdevila lo transformó por completo hasta ganar un baño que, aunque es pequeño, cuenta con una buena ducha y un mueble de baño capaz. Nos gusta especialmente el punto atrevido del color, con este mueble azul a juego con las baldosas tipo mosaico que revisten paredes y suelo. La madera, de la encimera y del marco del espejo, le da el contrapunto cálido al espacio. 

De ese baño anticuado y desaprovechado no queda absolutamente nada. La decoradora ha planificado un completísimo mueble doble volado que resulta tan capaz como estiloso, con este elegante color café. La ducha, con su mampara con cuarterones en negro, es cómoda y un activo más de la decoración de este baño, tan personal como práctico. 

Una escueta mesilla de noche o una mesa tocinera cortada a medida pueden ser también buenas candidatas para muebles bajolavabos, sobre todo, en baños pequeños. En este de la imagen, la interiorista Pía Capdevila eligió en un anticuario esta mesilla con cajón para colocarla como flamante mueble bajolavabo. Debajo en el suelo, una práctica cesta sirve para guardar las toallas.

Un material tan actual como el microcemento, en suelo y paredes, puede convivir a la perfección con un mueble antiguo. Prueba de ello es este de la imagen. En su día perteneció a una cocina típica de los años 50 y ahora luce con orgullo su look vintage en el cuarto de baño. La interiorista Sylvia Preslar pintó la madera en un color gris azulado. Para romper el aspecto rústico, colocó un espectacular espejo dorado.

Aprovechar un mueble para colocarlo fuera de su zona habitual es una opción sostenible. Este mueble de estilo industrial pertenecía a una antigua oficina y ahora luce así de espléndido como mueble bajolavabo. La interiorista Gabriela Conde conservó su apariencia, tan solo colocó una encimera porcelánica en acababado mármol que se extiende por el frente e integra el lavabo.

Si has heredado la antigua cómoda de la casa de tus padres y quieres darle otro aire sin que pierda su esencia, píntala de un color suave. El interiorista Pablo González lacó este modelo con chalk paint gris —molduras y herrajes, incluidos— y lo ubicó en el baño como mueble bajolavabo. La encimera es una plancha de mármol, a juego con el salpicadero, que eleva su nivel. Si te fijas, los lavabos sobre encimera quedan más decorativos que los integrados.

Los muebles bajolavabos del baño de los niños requieren un diseño diferente donde no falte el color y la originalidad. En este baño infantil, reformado por Begoña Susaeta, la interiorista revistió los frentes de los cajones con un papel pintado a rayas verdes. Este color, junto con el blanco y el tono arena también presentes, se repiten en la pared y en el suelo hidraúlico.

¿Te gustaría dar a tu baño un aire romántico? Puedes transformar el tuyo recuperando, por ejemplo, una cómoda de estilo versallesco que haga las veces de mueble bajolavabo. Si conserva su color original en caoba, píntala de blanco —tiradores incluidos— para actualizarla. Coloca sobre ella una encimera fina de mármol que le de presencia, como esta de la imagen. Aprovecharás más el espacio si eliges lavabos redondos y grifería empotrada.

El uso de madera bruta y el diseño sencillo son dos características que definen el estilo nórdico. La interiorista Jeanette Trensig lo ha llevado a este mueble volado, diseñado por ella, donde se pueden apreciar los nudos y las vetas que le dan personalidad. ¿Un detalle? Los mini tiradores, a modo de lengüetas, en los cajones, metálicos y negros. Un guiño a la grifería y a la puerta.

¡Se acabaron los muebles de baño con frentes lisos! Las interioristas Leticia y Gracia de Amescua, del Estudio Hoc Volo, sugieren este modelo volado diseñado por ellas: en roble alistonado y con relieve. En contraste, presentan la encimera negra, al igual que los lavabos, la grifería y las lámparas suspendidas. Bonita manera de sofisticar el baño.

Si tu baño es oscuro y pequeño, aquí tienes una solución elegante para darle una vuelta de tuerca: colocar un mueble bajolavabo con frentes de espejo en puertas y cajones. Gracias a ellos, lograrás espacios amplios (al menos visualmente) y luminosos. Es lo que hicieron en este baño en blanco roto y decorado con un papel pintado en un suave verde agua.

Una preciosa cómoda vintage de silueta ondulada puede ser una buena opción para transformarla en mueble de baño. La interiorista Natalia Gil eligió esta de mango negro con detalles dorados, a juego con el espejo. Sobre ella puedes colocar una superficie de mármol o, como aquí, una encimera de cuarzo natural. Con el suelo hidraúlico y un discreto papel pintado de baño Toile de Jouy le da un aspecto clásico chic muy original.

¿Cuántos muebles de Ikea has customizado? Seguro que más de uno. Si eres una hackerlover, te encantará esta idea. Sus tradicionales cómodas Hemnes han sufrido una ligera transformación. Pintadas de verde y con pomos renovados, reaparecen ahora mucho más modernas. ¡Y como mueble de baño! ¿Quieres ver más hacks de Ikea para baños pequeños? 

¿Otro mueble de baño original? Por ejemplo, este. Inspirado en el estilo de Los Hampston, fresco, relajado y con grandes dosis de blanco, es la elegante propuesta de la interiorista Synne Brendmoe. Un modelo de líneas puras con doble lavabo integrado y espacio para almacenaje cerrado y abierto que actualiza el baño en un periquete. ¡Nos encantan los uñeros oscuros en lugar de tiradores!

Asegúrate que las toallas están bien puestas, despeja la encimera de cosas que no necesitas tener a la vista y guarda todo lo que haya quedado fuera de sitio. Aprovecha para pasar una bayeta por el lavamanos y desinfecta el inodoro. 

Este baño es pequeño, pero el equipo de Luderna Design lo ha mimado al detalle para lograr un baño rústico con mucho encanto y personalidad sin con ello renunciar a la practicidad (¿te has fijado en lo cómoda que es la ducha con esa mampara transparente). Así, las paredes menos expuestas al agua se han revestido con un papel pintado con renos que le da un sabor alpino y los tiradores del mueble se han elegido a juego. ¿Y ese suelo en acabado decapado o el mueble? Es amor a primera vista. 

Combina ambas. Saca partido a la natural al máximo (sin cortinas o con telas en tonos claros). Y para la artificial, evita las sombras. Decora con lámparas en cada rincón o por zonas o ambientes. Apoya la iluminación del techo con lámparas de sobremesa y suelo que puedes incorporar fácilmente sin instalación. Importante: piensa en conjunto, en toda la casa con cada una de sus estancias, a la hora de planificar la luz. Crearás unidad en estilo y tonalidad (color de la luz).

Blancos, grises, beiges... ¡y negro! Y es que para lograr un look industrial, el negro no puede faltar. Úsalo como color de contraste si no quieres darle un protagonismo demasiado excesivo, como se ha hecho en este baño.

El color blanco es un gran aliado de los pocos metros. Y en un baño siempre es un acierto, porque transmite una sensación de higiene muy agradable. Aquí, la decoradora Natalia Zubizarreta lo ha llevado a paredes y al mueble, que a pesar de llegar hasta el suelo, no se ve pesado. Y, para que el conjunto no quedara demasiado soso, añadió toques de dorado mate, como la grifería y los tiradores. 

En baños pequeños, la unidad de materiales es clave para ganar amplitud. Y es lo que ha hecho aquí la decoradora Marta Tobella, de Sacum. Pero ha jugado con diferentes formatos y con la textura de sus boradas para que no quedara demasiado plano. Los muebles de madera y los detalles acaban de perfilar un baño cálido, atemporal y, a la vez, a la moda.

El dúo blanco-negro rige la decoración de este baño proyectado por Héctor Aguirre de Kökdeco Cocina y Baño. Al ser pequeño, el blanco es el que domina, multiplicando la claridad y la sensación de amplitud, mientras que el negro sirve de contraste. El murete de la ducha, al no llegar hasta el techo, también contribuye a que la luz fluya, y el mosaico suma estilo y personalidad.

La decoradora Natalia Zubizarreta convirtió este baño pequeño en un santuario de bienestar. Para ello, se alió con los materiales naturales –el mueble y el suelo de madera, y un porcelánico que imita el mármol– y con piezas que no saturaran el espacio, como este mueble que, si te fijas, verás que es de poco fondo. 

Este baño es muy pequeño pero se ha decorado con descaro, con este original papel pintado de renos que da un look alpino y mucho encanto al espacio. ¿Te has fijado que los pomos del mueble son, también, renos? La ducha acristalada y a ras del suelo resulta muy ligera. Y la madera da un toque cálido a un espacio dominado por el blanco. 

La decoradora Cristina Mendoza optimizó los pocos metros de este baño con una distribución en línea de los elementos que permite aprovechar su planta estrecha y alargada. El inodoro queda oculto tras el mueble, una pieza de anticuario que da personalidad al espacio, y la ducha, acristalada y al fondo, hace crecer visualmente el espacio. 

Este baño es pequeño, ¡pero tiene de todo! Los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar salvaron el techo abuhardillado colocando en la zona de menor altura la bañera y el inodoro, mientras que la ducha y la zona de tocador se reservaron en la entrada del baño. La ventana tipo Velux inunda de claridad el espacio que, además, tiene mucho encanto gracias a las lamas de madera machihembradas en blanco. 

Cuenta como solución oculta que ayuda a mantener el orden y la amplitud el crear puertas o tabiques correderos que se integran prácticamente por completo en la pared, de manera que casi no se ven. En este caso, tras ella, aparece un mini baño que queda casi metido en un armario.

Lo natural evoca naturaleza y esta tiene un poder relajante sobre nosotros. En un ambiente en calma, las referencias a la naturaleza están presentes. Y la manera de hacerlo es decorar con materiales que evoquen esa naturalidad con sus irregularidades. La madera no puede faltar, también la cerámica con efecto artesanal (baldosas que imitan piedra, barro, esmaltados…), las fibras naturales y el microcemento.

Esta otra idea fácil de aplicar para que la casa respire calma y relacionada con el punto anterior es la de ordenar. Para ello, cuanto menos quede a la vista, mejor. Guardar en armarios con puertas, cajones, cajas y cestas. Eso hará que lo que se ve esté más organizado y sea más pulcro y limpio a la vista. De nuevo, esa ausencia de ruido visual, invita a la paz. Haz que reine el orden en casa.

Antes de ir a la cama, tendrás que repasar el baño si acostumbráis a ducharos por la tarde-noche. De esta manera, al día siguiente, estará recogido. La ropa sucia al cesto de la colada, las toallas en su sitio (estiradas para que se sequen), nada de botes por medio o gotas de agua y restregones que hacen que el baño se sienta sucio y desordenado.

Otra tarea de limpieza y orden de primera hora del día tiene que ver con el baño. Por un lado, a diario, antes de salir a trabajar (o ponerte a ello en casa, tras el momento aseo, asegúrate de que se queda recogido con las toallas en su sitio y el lavabo recogido. Si es el momento de limpiar, entonces también limpia el baño por la mañana, cuando estés descansada y animosa, para que no se haga cuesta arriba.

Si, además de decorativo, buscas un espejo que aporte un toque de vanguardia a tu baño, opta por modelos retroiluminados: están marcando tendencia. Pero no son los únicos. También lograrás un baño más moderno con espejos redondos, de formas orgánicas o rectangulares con molduras negras (ya sabes, igual que las griferías). Y en zonas de lavabo dobles, mejor coloca dos: uno para cada lavabo.

Seguimos con nuestro empeño de camuflar la cerámica. Y es que, si bien es cierto que cada vez es más frecuente encontrar baños de nueva construcción con revestimientos cerámicos lisos, que imitan piedra o mármol en tonos discretos, hubo una época (no hace tanto) en la que no era así. ¡Triunfaban los azulejos con flores y motivos en relieve! ¿Es así el baño que quieres actualizar?

Entonces, anímate a pintar, pero no con pintura especial para azulejos que comentábamos anteriormente, sino con una pasta que se conoce como "plaste blanco multiusos". Esta pasta, mezclada con agua, se aplica directamente sobre la pared con espátula y llana. Después de una primera mano, verás que se van perdiendo los relieves que tenía el azulejo. Déjala secar, pasar una lija fina, y aplica una segunda capa de plaste que dejará la superficie completamente lisa y lista para pintar del color que quieras.