Mesitas de noche

Aunque dicen que compartir es vivir, en cuestiones de mesitas de noche, lo ideal es que tengáis una para cada uno. Así, podréis respetar vuestra privacidad y guardar vuestros objetos personales sin ocupar el espacio del otro.

A los 50 años, os merecéis calidad, necesitáis dormir bien y que todo 'respire', por eso los textiles deben ser naturales y suaves. Lino, algodón orgánico, seda... cuanto mayor sea su calidad, mejor será el descanso.

Puede tratarse de un espejo de suelo o de pared, pero este elemento en versión XL dotará a vuestro dormitorio de la elegancia que requiere. Además, es muy útil en el día a día y sirve para duplicar la luz y el espacio de la habitación.

Ya se trate de dormitorios clásicos o de dormitorios modernos, escoger un cuadro (o dos) para presidir la pared del cabecero es todo un acierto a vuestra edad. De este modo, estaréis dándole carácter y personalidad a la habitación.

Se trata de elegir pocos detalles, pero que realcen el estilo de esta zona del dormitorio. Un jarrón con unas flores bonitas puede ser más que suficiente.

Los cables ensucian visualmente cualquier estilismo que se precie, especialmente en los dormitorios. A los 50 años, os merecéis una habitación pulcra donde ningún elemento estorbe, así que si decidís instalar, por ejemplo, unos apliques, acordaos de esconder los cables.

A estas alturas de la vida, al fin sabéis lo que de verdad os gusta. El cabecero de cama puede ser de madera, lino... en realidad, eso es lo de menos, lo que importa es que se trate de una pieza que os defina y encaje con vuestro estilo.

Existen diferentes opciones a la hora de elegir el mejor emplazamiento para un espejo en el dormitorio. Una de las mejores es en la pared del cabecero, aunque el espejo elegido ha de tener dimensiones similares a este. Otra opción es colocar una composición de varios espejos. El modelo de la foto, rectangular y de estilo ventana, crea un atractivo contraste gracias a los perfiles de color negro.

¿Tu invitado se va a quedar a dormir? Prepárale un dormitorio en el que se sienta a gusto, es decir, con la comodidad de un hogar y el anonimato de una habitación de hotel. ¿En qué se fijará sí o sí? En si has cambiado las sábanas (hazlo aunque estén limpias), si estas coordinan con el resto de la ropa de cama, si cuenta con un plaid extra por si tiene frío, si le has dejado espacio libre en el armario y perchas de más para que pueda colgar su ropa, si le has despejado la mesilla de noche y algún cajón para que deje sus cosas.

¿Quieres sumar más puntos? Sé detallista: decora con un ramo de flores que de alegría y fragancia a la estancia y ofrécele una infusión caliente antes de acostarse. ¡Fíjate qué acogedora han dispuesto esta habitación de invitados las interioristas Carla Rotaeche y Ana Pardo!

Los dormitorios de matrimonio que ves en las páginas de nuestra revista siempre juegan con las texturas y la mezcla de materiales. Eso hace que la decoración se sienta rica en matices, aunque no haya nada que destaque especialmente. Juega con tres materiales a la hora de decorar el dormitorio (es fácil lograrlo solo con los textiles, el mobiliario principal y algún auxiliar o revestimiento de pared diferente).

''Quitaría el color oscuro de las carpinterías: suelo, ventanas, puertas, muebles... recomiendo lacar o decapar para ganar en paz y serenidad en el dormitorio. Y por supuesto, también eliminaría cualquier color estridente y oscuro del techo y las paredes'', precisa Natalia Zubizarreta. ¿Estás de acuerdo?

La decoradora Asun Antó, de Coton et Bois, aprovechó este dormitorio abuhardillado con un cabecero tan ligero como práctico. Y es que al ser tipo murete, su sobre sirve de balda extra y, para liberar el suelo de muebles y así ganar comodidad, incorporó las mesitas en el cabecero, a modo de hornacina. Con una balda y un pequeño cajón empotrado son muy capaces y ordenadas. 

La decoradora Beatriz Hernández ideó un cabecero murete de pared a pared y aprovechó su estructura con dos hornacinas que sirven de mesita de noche. Para darle un plus decorativo, ha combinado la estructura blanca, que da ligereza, con toques de madera, como el sobre o las mesitas, que las ha revestido. 

Sólido y ligero a la vez. Así es este cabecero diseñado por la decoradora Marta Tobella. De madera, ocupa poco menos de 20 cm y es súper práctico, porque su sobre sirve de repisa y se ha aprovechado su estructura para incorporar las mesillas, a modo de hornacina, así no son un obstáculo. 

Más ligero, imposible. La decoradora Marta Prats ideó para este dormitorio un cabecero de DM tipo murete, que lacó a juego con los armarios, y lo completó con un par de mini mesillas. Al contar con tan poco fondo, la decoradora completó la hornacina con una balda de madera que sobresale del cabecero lo justo para ser capaz. 

Los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar optimizaron los pocos metros de este dormitorio con un cabecero tipo panel de unos 5-10 cm de fondo que se prolonga con dos mesitas de más fondo equipadas con estantes. Al ser todo blanco, resulta aún más liviano. 

Los nacidos bajo el signo de acuario son personas muy creativas y soñadoras, con un gran afán de independencia en todos los ámbitos de la vida. Su dormitorio debe permitirles dar rienda suelta a su imaginación. Una cama con dosel de bambú, láminas botánicas en las paredes, ropa de cama fresca y suave en colores alegres... Todo ello hará feliz al inteligente acuario.

Los gemelos del zodiaco se caracterizan por la dualidad, por eso su dormitorio ha de ser ecléctico y original (tienden a aburrirse fácilmente). Un elemento que no puede faltar: un mural con motivos exóticos en la pared del cabecero.

Los nacidos bajo el signo de cáncer tienden a ser personas sensibles y emocionales con un lado romántico que muchos desconocen. Su hogar es una parte fundamental de sus vidas, así que su dormitorio ideal tendría que tener elementos que evoquen romanticismo y materiales cálidos al mismo tiempo. ¿Un cabecero tapizado en terciopelo rosa y un papel pintado floral? ¡Acierto seguro!

Si bien la clásica distribución de mesillas idénticas a ambos lados de la cama no va a desaparecer, sí van a surgir otras alternativas más dinámicas y originales. Como la de colocar mesillas desparejadas o la de instalar lámparas suspendidas del techo, una idea que está de plena actualidad.

Menudo contraste, ¿verdad? Y es que los dormitorios minimalistas son mucho más ligeros a nivel visual. Todo es gracias a los colores, los materiales y la ausencia de muebles o elementos accesorios.

Una escueta mesilla de noche o una mesa tocinera cortada a medida pueden ser también buenas candidatas para muebles bajolavabos, sobre todo, en baños pequeños. En este de la imagen, la interiorista Pía Capdevila eligió en un anticuario esta mesilla con cajón para colocarla como flamante mueble bajolavabo. Debajo en el suelo, una práctica cesta sirve para guardar las toallas.

El blanco, presente también en el resto de la casa, se impone en el dormitorio, donde se han teñido paredes, suelos y techos. Solo se ha dejado del color de origen las vigas, que son de madera de abeto teñido en nogal oscuro, el mismo color que estaba en toda la casa antes de la reforma. El resultado es un dormitorio tan sereno como acogedor. El refugio perfecto para disfrutar del invierno en la montaña. 

Si en el comedor de este tríplex de montaña los frentes de la alacena se han entelado con una tela a cuadrados, en el dormitorio se ha optado por un papel pintado que es una imitación textil de un típico estampado escocés para revestir y decorar la pared del cabecero y sumar calidez y carácter. Y aunque las vistas que nos devuelve la ventana son nevadas, dentro, no se puede estar más a gustito... 

A veces las dimensiones de las habitaciones de los niños son difíciles de amueblar con modelos estándar. Ahí vienen en tu ayuda los muebles a medida capaces de aprovechar al milímetro el espacio. En este dormitorio juvenil, Grup Escrivá Interiors ha optado por colocar un arrimadero alistonado en la pared, a modo de cabecero. La mesilla es a la vez cajonera porque el sobre se prolonga en una amplia mesa de escritorio que hace esquina. Su forma curvada aporta dinamismo al cuarto y la apuesta en gris de toda la estructura demuestra que este color va ganando puestos.

Lisos, decorados con tachuelas o en capitoné, los cabeceros tapizados siguen su apogeo frente a los de madera que quedan relegados a un segundo plano. Pero este tipo de cabecero tejido no va a acaparar la atención él solo, va a tener que compartirla con el papel pintado, un revestimiento dispuesto a vivir un 2022 prodigioso. Los motivos botánicos cobrarán aún más fuerza. Así recogen aquí esta tendencia las interioristas Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font.

Potenciar la conexión con la naturaleza se hace mucho más palpable en los dormitorios de 2022, bien a través de un papel pintado o un gran mural que capitalice toda la atención. Un paisaje que evoque escenas vividas de alguna etapa de tu vida hará que disfrutes más de tu habitación. Las interioristas Leticia y Gracia de Amescua han optado por este mural tan exótico en la pared del cabecero que traslada a un destino oriental. Blanco, grises y negros aportan serenidad y sofisticación a la estancia.

Una de las claves fue usar la madera mate: "al ser un refugio al lado de los Pirineos, era importante utilizar el roble, pero en su versión más clara, para no restar luminosidad", detalla la interiorista. "Por otro lado, los colores piedra son un guiño al antiguo pajar del XVIII. Suavizan y armonizan toda la decoración", añade.

En un espacio blanco, la presencia de madera sienta fenomenal. Este dormitorio grande con elegantes molduras en las paredes es buena prueba de ello. No hace falta que la madera sea toda igual. La mezcla de distintas tonalidades y veteados le va genial. Añade algo de fibra —una alfombra o una butaca como aquí— y te quedará una estancia redonda.

Otro tipo de papel pintado que suma adeptos es el estampado botánico. Flores, ramas, hojas pondrán su alegre nota de color en la pared del cabecero. La interiorista Paula Duarte combinó aquí un cabecero de madera y rafia con un sutil revestimiento green. El resultado es un dormitorio rústico que, aunque urbano, trae esa serenidad propia del campo.

La interiorista Ana Generó unió dos puertas recuperadas y las colocó en vertical a modo de cabecero (señal de que los techos del dormitorio son altos). Simplemente, las barnizó dejando las imperfecciones de la madera a la vista. Lo mismo hizo con la mesita velador que hace de mesilla de noche. También recuperada, Ana la pintó de blanco y le dio un acabado envejecido.

A veces, los diseños de las puertas antiguas no casan con el estilo de nuestra nueva vivienda. En lugar de reciclarlas, piensa en darles un uso diferente que aumente su valor. Es el caso de esas puertas acristaladas típicas de las cocinas. Elimina los cristales y deja únicamente la estructura de madera. Rellena los cuarterones con rafia y ya tienes un cabecero personalizado y a medida. Un carpintero fue el manitas que realizó este modelo, diseñado por Paula Duarte, a juego con las mesillas de noche.

Estás en disposición de plantearte qué pared quieres destacar. Puedes poner el punto focal en el frente del cabecero o darle protagonismo a otro panel. A la hora de decorar una habitación, una buena idea es destacar la pared en la que apoya la cama con otro tono, papel pintado, láminas, espejos…

Aprovechando la llegada del otoño, puedes pintar las paredes de la habitación en marrón chocolate. ¡No hay color que mejor combine con la estación! Eso sí, para la ropa de cama, elige textiles en tonos como blancos y beiges.

Esta versión del verde también es de lo más relajante (y elegante). De nuevo, las lamas de madera crean ese efecto rústico y campestre que parece de cuento.

¿Se puede salir de la rutina con el blanco? Por supuesto, es un color que SIEMPRE funciona: aporta luz, permite infinitas combinaciones... En definitiva, es ideal. Si revistes tu dormitorio con lamas de madera (por ejemplo, la pared del cabecero) y las pintas en blanco, le darás un toque campestre superacogedor.

Otro pequeño cambio que quizá no se te ocurra para reformar los armarios es este: ¡ilumínalos! Existen varias formas para iluminar los armarios sin cables: puedes instalar varios focos orientables en el techo, justo delante del armario, de manera que cuando lo abras se ilumine el contenido. Ten cuidado si el armario tiene puertas abatibles porque deberá salvar la distancia hasta los focos (para que no dé la puerta al abrir).

Todo en este dormitorio nos remite a "clásico". Pero un clásico ligero y atemporal, reñido con lo rococó y lo anticuado. La cama, una preciosa pieza con dosel, viste este espacio generoso de techos altísimos, y suma dulzura, con su cabecero tapizado y su estructura torneada. La mesilla, de líneas sinuosa y aire afrancesado, junto con las molduras del techo y ese precioso suelo en espiga completan un dormitorio clásico y señorial. 

Este detalle también puede hacer que un dormitorio parezca más grande. Las cortinas, pensando en caídas o visillos, llenan más por la onda que crean en su caída. Los estores son más ligeros visualmente. Recurre a ellos cuando la cama queda muy pegada a la pared de la ventana. Además, si los llevas hasta el suelo podrás ocultar el radiador y también ganarás orden visual.

Este truco se aplica a cualquier espacio que quieras que parezca más grande, también al dormitorio: escoge muebles de líneas sencillas y que no resulten pesados visualmente. Frentes lisos (sin molduras ni ornamentos). Juega mejor con su acabado y las texturas que aportan. Las piezas con patas son más ligeras porque dejan ver el suelo.

Por supuesto que hay que tener en cuenta cómo de luminoso es un espacio para decorar (elegir colores, por ejemplo). Pero además, la entrada de la luz. Evita muebles que se interpongan en recorrido de esta desde la ventana y sentirás el dormitorio más espacioso.

Lo que percibe el ojo influye en la sensación de amplitud de un espacio. Los muebles han de ser sencillos, como hemos mencionado, mejor de diseño bajo y horizontal. Pero puedes tener en cuenta la geometría como ilusión óptica. Las líneas verticales u horizontales te pueden hacer ganar altura o ensanchar el espacio, respectivamente. Juega con ellas en el cabecero, por ejemplo.

El truco para que por la noche, al encender las luces, el dormitorio no parezca más pequeño es que no haya rincones oscuros. Esto es importante si estás acostumbrado a estar. Pero la iluminación de la habitación ha de ser suave. Así que apuesta por lámparas con regulador de intensidad.  Además de la general, luces en la zona de la cama y en al menos otro punto de la estancia (en un rincón con una lámpara de pie o sobre una cómoda).

Despejar las paredes y las superficies concede sensación de amplitud así que no puede faltar en este listado de ilusiones ópticas para que el espacio parezca más grande. Decora solo con algún complemento, no demasiado voluminoso. Si tiene un color que se mimetiza con la pared, será más adecuado al no aportar contraste cromático. Y agrupa varios en un punto en lugar de "desperdigarlos".