Mesas de comedor

Desde el salón pasamos por una salita de televisión, más recogida, y junto a ella descubrimos el comedor clásico y amplio, para 8 comensales. Las paredes se pintaron en blanco roto, como el resto de la casa, para lograr sensación de amplitud y mayor luminosidad. Además de la mesa de madera maciza y las sillas tapizadas, el mobiliario se completó con un aparador para guardar vajilla.

Junto a la cocina se dispuso un agradable office con una mesa redonda, perfecta para las comidas de diario. ¡La propietaria está encantada con el resultado! Unas puertas acristaladas con cuarterones lo comunican con el jardín. A través de ellas se cuela la intensa luz, tamizada ligeramente con unos estores beiges tipo paqueto. 

Ligereza, luz y capacidad son las claves de esta cocina blanca, que es pequeña pero a la que no le falta de nada. Precisamente, para aprovechar el espacio al máximo, los armarios no llegan hasta el techo. Y en el espacio que quedaba libre junto la cristalera, la decoradora Olga Gil-Vernet ideó un mini office de apenas 2 m² en el que caben, cómodamente, 4 personas gracias al banco a medida y a la mesa con pie central, que no molesta a la hora de sentarse.

Esta cocina es, en realidad, muy pequeñita, porque reúne todo lo necesario en un solo frente. Al estar abierta al comedor parece mucho más amplia de lo que en realidad es. Para aligerar el espacio, se prescindió de armarios altos, así espacio no se ve tan 'lleno' visualmente, y en su lugar, se optó por una balda que recorre toda la pared para tazas, plantas... Son pequeños detalles que suman encanto y hacen este espacio más vivido, como el original antepecho con hidráulicos, que da personalidad y un sabor campestre muy acogedor. 

"Es una cocina pequeña, pero la preferíamos cerrada y con intimidad. Con el cerramiento de cristal, no renunciamos ni a la luz ni al contacto visual. Para que fuera más liviano y el vidrio quedara más limpio, dejamos una zona central despejada y decoramos la parte superior e inferior con un listón", explica la decoradora Marta Tobella.

Con una ventana en la parte superior, este comedor se asegura dec contar siempre con muchísima luz natural. Su estilo oscila entre lo clásico –lo vemos en la lámpara de araña– lo campestre –presente en el conjunto de la mesa y las sillas. 

La continuidad de los espacios es un recurso perfecto para aprovechar el espacio y hacer más divertidas las reuniones en familia o con amigos. ¿Y qué hacer para ahorrar espacio? Colocar a uno de los lados un banco volado que te ayude a prescindir de las sillas. Llaman la atención las lámparas con pantalla de lino, que da naturalidad y carácter a este comedor abierto a la cocina y el salón. 

La moderna lámpara en negro, las sillas tapizadas y la mesa, con cierta tendencia hacia lo industrial, hacen combo en este comedor para crear un conjunto ecléctico. Y la calidez está presente, no solo gracias a los elementos ya mencionados, sino también al mantel de lino en varios colores que viste la mesa. 

En este comedor dominan las fibras y la madera, aportando muchísima naturalidad al espacio y convirtiéndolo en un espacio acogedor y que invita al relax. ¡Parece que en él no pasan las horas! Y todo ese efecto se ve acentuado gracias a los textiles, tanto de la mesa como el de los cojines de las sillas, en un verde deslavado fresco y que potencia lo natural.

Con una mesa ovalada de madera oscura, no quedaba más remedio que elegir unas sillas tapizadas en un tejido claro que suavizara su efecto. ¿Cómo lo consiguieron también? Con un llamativo mantel en color azul deslavado que le da personalidad y aporta ese toque fresco tan necesario. 

Además del gran ventanal, en este comedor la luz es protagonista gracias también al gran espejo colocado a su lado y que multiplica la luminosidad, además del reflejo de la naturaleza que rodea la casa. La mesa cuadrada invita a la conversación y cuenta con espacio hasta para 12 personas.  

Este comedor con sillas de cuerda nos recuerda a los comedores exteriores de muchas casas de El Mueble. Y el objetivo es claro: aportar un toque veraniego y fresco. La mesa, de madera y aspecto ligero, les cede todo el protagonismo. Llaman la atención las lámparas, de un marcado estilo moderno y un color verde caqui. 

Como sabes, las fibras naturales se han convertido en todo un estilo decorativo: aportan calidez, son frescas y ofrecen un estilo desenfadado e informal muy agradable. Aquí las vemos en las grandes lámparas y las sillas, pero también en los detalles de la mesa, como los bajoplatos o las paneras. Los detalles en azul refrescan el ambiente. 

Las sillas Luis XVI tapizadas, la lámpara de araña y la mesa cuadrada hacen de este comedor uno de nuestros favoritos en El Mueble. Lo mejor es que se ha planificado con sendos armarios empotrados con frentes lisos, de manera que pasan desapercibidos y no restan protagonismo a la mesa cuadrada. 

Este comedor junto al gran ventanal llama al verano: las vistas y las fibras naturales crean un combo único que nos traslada a la estación más cálida en cualquier época del año. El negro de las estructuras aporta el toque moderno que se ve apoyado por el diseño de las sillas. 

A petición de los propietarios, una gran puerta fue convertida en una gran mesa de comedor, a la que se pusieron unas contorneadas patas que dotan al espacio de ese toque clásico. Las lámparas de cuentas aportan un toque moderno, al que contribuye el diseño de las sillas, desenfadado y cómodo.  

En este comedor, si algo destaca es la pared color caldero que lo enmarca. Una apuesta arriesgada y atrevida que da personalidad al espacio. Con la mesa de madera y las sillas y lámparas de fibras, son los textiles en beige los que suavizan el espacio sin perder calidez. 

En el office, la decoradora ha buscado aunar estilo, para ir en sintonía con la cocina, y practicidad, por eso se han combinado sillas con un banco arcón de DM lacado que aprovecha el hueco entre las columnas. "Para que resultara más cómodo, diseñé el respaldo con una leve inclinación, así se adapta mejor a la espalda, y lo tapicé con una tela outdoor súper impermeable y antimanchas", explica. La foto en blanco y negro, un tributo a la ciudad de Barcelona, y la espectacular lámpara dan un toque chic a este espacio familiar.

En el caso de querer insonorizar las paredes, lo mejor es usar materiales específicos: fibra de lana o lana de roca, corcho o madera. La lana de roca se coloca detrás de la "pared vista". Es un material elaborado a partir de papel reciclado y cartón, con la adición de hidróxido de aluminio. Es considerado uno de los mejores aislamientos acústicos. Si quieres hacerlo sin colocarlo "dentro" de la pared, instala paneles y cúbrelos con placas de cartón yeso, que serán las nuevas paredes interiores. Implica que pierdes centímetros. Las propias planchas de cartón yeso tipo Pladur, también aíslan.

Hay espumas aislantes que también te pueden ayudar a lograr algo más de aislamiento acústico para insonorizar paredes. Se infiltran en la pared, mediante agujeros. Otra opción para insonorizar una pared es revestirla con materiales como corcho, madera o paneles de poliuretano que imiten otros acabados. La "pega" es que se pierden centímetros en el interior de la vivienda. Pero se pueden lograr resultados estéticos muy agradables.

"La razón de lacar el material es para mejorar la estética y la durabilidad, porque el material se trabaja y en ocasiones los cordones de soldadura no son todo lo precisos que deberían y puede aparecer óxido a la larga. Con el lacado al horno se evita la aparición de óxido", explican desde AMG Carpintería Metálica y Aluminio.

Un diseño como este en blanco, puerta corredera de una hoja estilo industrial, con chapa inferior a 1 metros y el resto con perfilería en hierro y cuarterones de vidrio laminar 3+3 transparente, con medidas totales 2 x1.25 metros, incluyendo guía de la marca Klein y lacada al horno tiene un precio aproximado de 1.430 €.

Es posible llevar este acabado de listones a una puerta corredera. Se trata de un tipo de solución que delimita sin ocultar, ya que siempre hay una continuidad visual entre las estancias a través de los listones. José Borrallo, diseñador ebanista de Dream Designer, explica que cuando se hacen estas puertas correderas alistonadas, pero ciegas, "da muy buen resultado la madera de Paulownia porque tiene poca densidad y una estructura visual muy agradable".

¿Y por qué, no? Estamos habituados a decorar la mesa del comedor con ramos de flor cortada. Pero, ¿por qué no hacerlo con plantas? Aquí Rocío ha optado por dos plantitas diferentes, una de verde –una aromática y comestible menta– y otra de flor, que decoran de manera casual la mesa y le dan frescor y alegría. Para unificarlas visualmente, se ha optado por el mismo diseño de maceta. Y como guiño a este vínculo con la naturaleza, los cuadros con láminas de hojas. 

Decorar con plantas no solo da vida, bienestar y belleza. Y prueba de ello es este árbol que Sol ubicó en una zona estratégica del comedor: "Además de decorar, también impide las vistas a la pared del patio". ¡Qué gran idea! 

Desde mi punto de vista, disponer de bancos a ambos lados de la mesa del comedor es mucho más cómodo que las sillas al uso. Además, con los bancos pueden caber más comensales. Si tienes uno, ¡no lo tires! Y si no lo tienes todavía, ¿a qué esperas para hacerte con uno?

"Un bajoplato de fibras da calidez y destaca la vajilla. Me gustan las artesanas, como estas con árboles pintados a mano. Si tienen una base clara con más fáciles de combinar con el resto de elementos de la mesa" nos cuenta Dafne.

"Nos encantó el tono –ni gris, ni azul– y lo elegimos no muy saturado, para no cansar. Combina genial con el tono rubio del roble del suelo y los muebles y con los toques dorados", relata. 

"También fue importante la madera: aporta la calidez que necesita una casa para que el resultado sea acogedor. La pusimos en suelos, mesas, sillas…", informa Zubizarreta. 

"Recomiendo meterle mano sí o sí a la cocina y los baños. O por lo menos la cocina y uno de los baños. Pero no olvidar la cocina, porque si te has desenamorado de tu casa suele estar la cocina de por medio", explica Natalia, que añade que es importante, si no queremos hacer una reforma integral, priorizar que los espacios en los que hacemos más vida estén bien, como el salón, la cocina, el dormitorio y al menos uno de los baños si tienes dos. 

El papel pintado es un grandísimo aliado para actualizar la casa y hacerla más personal y actual. "Juega con el papel en alguna estancia. A rayas, topos, con textura textil… ¡Atrévete! Es fácil de cambiar y renovará el look de una estancia", apunta la decoradora Pia Capdevila. 

¿Qué lugar es el más adecuado para colocar cortinas en la cocina? Procura colgarlas en zonas alejadas del fregadero y de la placa de cocción. Un lugar perfecto sería el office, como propone aquí Emma Arenzana. La interiorista ha elegido unas cortinas para cocina discretas, con fondo blanco y estampado de cuadritos negros apenas imperceptibles. Junto al papel pintado botánico de la pared, también en blanco y negro, dan al espacio un look distinguido y sereno.

¿Te has fijado en el agradable equilibrio que forman la mesa clásica con las sillas de diseño?

¿Lisos o estampados? En esta elección entra el gusto de cada uno. Y aunque en El Mueble somos fans de los estores lisos, en blanco o cualquier otro color neutro, es cierto que tenemos también proyectos más atrevidos. ¡Ya verás! De momento, este de la imagen es un triple estor paqueto en un lino tostado. La interiorista Gabriela Conde lo eligió para el office, a modo de mirador. ¿A qué el resultado es muy cálido?

La decoradora Aurora Monasterio decidió revestir la pared del comedor con una composición de espejos a modo de mural. De acabado envejecido le da un toque clásico a un comedor de estilo. Además de vestir el espacio, contribuye a multiplicar la luz y el espacio.  

En El Mueble somos fans de los espejos ventana. Su diseño encaja en todo tipo de decoraciones y tienen un carácter atemporal. Estos espejos destacan por su look envejecido y su marco decorativo decapado, lo que les da mucha personalidad y encanto. 

Cuesta creer que esta cocina fuera antes de la reforma una especie de almacén-trastero. Los muebles abiertos, con la vajilla a la vista, dan más sensación de campo. Y el office, pequeñito pero coqueto con su mesa redonda y sus sillas de respaldo alistionado, da un contrapunto más actual a una cocina de buscado sabor campestre. 

La propietaria de la casa en las afueras de Barcelona quería una casita de campo, y la decoradora Natalia Gomez Angelats le dio una casita de campiña británica con mucho color, personalidad y repleta de plantas. Y cuidó mucho la planificación del jardín, con un coqueto comedor de verano a la sombra de una gran magnolia. 

Esta casa rústica está en Toledo, pero entre Extremadura y Ávila, y cuenta con unas vistas espectaculares a la sierra de Gredos. Su vasta extensión de terreno permitió habilitar diferentes zonas de exterior para disfrutarlas en verano, aunque es en primavera, cuando el jardín rebrota, cuando está en su máximo esplendor. 

Las casas de madera no son cosa, solo, de la alta montaña. De hecho, esta casa con vistas despejadas a la bahía de Santander así lo demuestra. Construida por Canexel, especialistas en casas canadienses, la madera es la base de esta casa, aunque aquí la vemos teñida en un luminoso blanco. Y es que, como explica la decoradora Asun Antó, "las casas de los Hamptons, situados en la costa este de Long Island, en Estados Unidos, fueron la inspiración de la casa".