Mesas auxiliares

Sí, para que tu salón te haga feliz debe tener un espacio muy tú. Y aquí no hay reglas más que las que impongas. Nos referimos a un rincón en el que hagas lo que quieras, te relajes, escuches música, leas, hagas manualidades… sea cual sea tu hobby busca la manera de integrarlo en el salón, sobre todo, si puedes llevar la actividad en cuestión a esta estancia de la casa para disfrutarla tú y compartirla al mismo tiempo con la familia.

Es decir, de vivir tu salón y decorarlo y distribuirlo para ello. Un salón que te hace feliz no es de exposición. Es bonito y está cuidado para ti, tu familia y las personas con las que quieras compartirlo; pero tiene que invitar a disfrutarlo, con piezas cómodas y funcionales. Así que no te olvides de pensar en esto y elegir los muebles y complementos según tengas mascotas o niños, por ejemplo, que requerirán tejidos antimanchas y resistentes.

La pintura de las paredes del salón te ayudará a crear la estancia que quieres, la que te hace feliz. Lo más fácil es optar por una gama neutra predominante, en tonos suaves, pero sí incluir tonos más intensos en una pared o parte de ella según la luminosidad que tenga la estancia. Al elegir la paleta de colores para pintar el salón, piensa que las tonalidades más fuertes son los más "peligrosos". Los más vibrantes y alegres también te harán sentir más animado. Pero úsalos con medida y en combinación con otros relajantes para los momentos en los que hay que parar.

Objetos pequeños, muebles auxiliares… ¿Poca cosa? ¡Para nada! Su poder es brutal. "Renovar un rincón del hogar con mobiliario y elementos pequeños es posible y marca la diferencia. Por ejemplo, en una zona de lectura suma, junto a la butaca, un taburete que podrá servir como mesa auxiliar. Utiliza una bandeja y sobre ella, un jarrón con flores, velas aromáticas y libros decorativos para dar ese toque final y encantador al espacio", Annanke Interiorismo.

Retapizándola o incorporando un reposapiés. En piezas de gran tamaño, piensa que no es necesario retapizar por completo. Puedes actualizar solo su estructura o bien los almohadones para conseguir un cambio con poca inversión. Es un consejo para renovar sin gastar demasiado de Olga López de Vera.

La interiorista Laura Pujol ha elegido un precioso cabecero antiguo de cuarterones de madera y con apliques de metal integrados para este dormitorio. Su restauración mereció la pena a la vista del resultado. Unas mesitas ligeras hacen de mesillas de noche.

"No hay ni un solo elemento conservado de la vivienda natural, el interior quedó desnudo en hormigón cuando hicimos la reforma", nos explica. Resulta que Marga, la propietaria, guardaba fotos de Pinterest desde hace años. "Así llegó hasta nosotros, con las ideas claras", nos cuenta Isabel. 

La decoradora Natalia Zubizarreta fue la encargada de transformar este cerramiento en un salón comedor que, siendo de exterior, no lo pareciera. Sofás tapizados, terciopelo en cojines y puffs, cortinas, alfombras... ¡Qué acierto!

La combinación verde-dorado es todo un clásico navideño. Y no es de extrañar porque queda fenomenal. Fíjate en esta chimenea de embocadura blanca, decorada con ramas verdes, velas y pequeños marcos dorados. Unos colgantes metalizados en forma de estrellas penden de las ramas. Y en el espejo dorado, una corona verde perfectamente centrada. Para rematar el rincón, una mesita velador presume de ramo de eucalipto y portavelas dorados.

En el salón, como en el resto de la casa, la decoradora jugó con el contraste de claros y oscuros, usando el negro como punto rompedor: "Creo que un espacio con estas alturas, de más de 4 metros, y esta luz se lo puede permitir sin problemas. De hecho, la paleta cromática parte del blanco, con toda una serie de gamas de tonos piedra, y muere en el negro. Pero siempre trabajando con una base de piedra, muy cálida para lograr este ambiente acogedor", explica Pia Capdevila. 

Cestas y cestos como cubremacetas, para tener a mano la mantita y a juego con una mesa auxiliar en fibra natural. Es el hilo conductor que se ha seguido en este rincón de lectura para decorar. De diferentes formas, tamaños, colores y diseños, los cestos son el comodín perfecto para dar un toque acogedor y personal a cualquier rincón de la casa.

Es un color muy versátil y que permite muchísimas combinaciones. En sus tonos nude –como en la imagen–, combinados con colores tierra y marrones, logra ambientes dulces, sensuales y acogedores sin caer en la cursilería. Al mezclarlo con cualquier gama de grises, además de minimizar su carácter frío, adquiere una intensidad especial. Esta combinación, además, es tendencia, tanto en salones como en dormitorios. Para un resultado más fresco, combínalo con tonos de verde pálido.

Viendo esta panorámica, ¿quién diría que esta no es una casa? Pues es un piso, ¡y vaya pisazo! "Es una maravilla", nos confiesa la decoradora de Coton et Bois Asun Antó. "Tiene muchísima luz y el jardín es un lujo. Piensa que todas las estancias tienen salida directa al exterior, lo que acentúa aún más esa sensación de vivir en una casa".

Aunque esta galería te servirá de inspiración para saber todos los elementos que te ayudarán a dar carácter vintage a tu baño, debes pensar en qué dosis quieres usarlos. Es decir, no todos los elementos que decoren un baño han de responder a este estilo decorativo. Puedes introducir alguna nota, un guiño que ponga encanto, personalidad y tradición pero mantener actual el conjunto. Así que, toma nota y valora qué vas a llevar a tu baño vintage y qué se queda aquí.

Fíjate en el encanto y elegancia de este baño vintage. En él la bañera exenta es la pieza central, de diseño cuidado inspirado en las antiguas tinas pero actualizado. Se completa el espacio con una mesa auxiliar de hierro a modo de velador y un radiador toallero de diseño 100% vintage. Radiadores tubulares o de hierro fundido caldearán tu baño vintage en todos los sentidos.

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50 bañeras exentas (que nos encantan) para un baño de película

Con la misma imspiración que te indicábamos antes, no pienses en decorar tu baño con un mueble convencional. Puedes transformar una pieza que inicialmente tiene otro uso en tu mueble de baño vintage y triunfar. Hazlo tú si te gusta el bricolaje y las manualidades o encárgaselo a un restaurador o artesano. Por ejemplo, una mesita tipo velador puede ser el lugar perfecto para instalar el lavabo…

¿Quién dice que una alacena solo puede servir para guardar la vajilla? Inspírate en esta idea de la decoradora Meritxell Ribé, que ha reconvertido esta pieza en una librería que recoge y da personalidad al rincón de lectura del salón. 

Este salón destaca por su acertado mix de estilos: de base rústica, se ha optado por una decoración de corte actual, con los dos sofás de líneas rectas, las lámparas o la mesita auxiliar, pero sin olvidar su esencia, con la alacena, que llena y da personalidad ese rincón del salón. 

¿Te acuerdas de aquellas mesas auxiliares con ruedas que tan buen apaño hacía a tu madres cuando érais muchos a comer? Le evitaban tener que levantarse de la mesa cientos de veces a la cocina. Sí, las famosas camareras o mesas de servicio. Puede que hayas heredado alguna y la tengas en el salón en modo mini bar con esas licoreras transparentes que te chiflan —como las de la imagen—. O mejor aún, las hayas actualizado con el carrito Raskög de Ikea al que has terminado por darle otros usos. El caso es que la camarera como tal, tiene los días contados.

Este salón es tan discreto como elegante y señorial. Su arquitectura clásica con techos altos, molduras y rosetones, marca un espacio que, por sí solo, ya resulta especial. El blanco que lo envuelve todo es el mejor lienzo, mientras las mesas de centro de madera y el marco del espejo le dan el toque cálido al conjunto. 

Si te levantas del sofá para ir a otro sitio, hacer una tarea nueva o salir de casa, coloca los cojines en su sitio. Se trata de que el sofá se vea ordenado, los cojines del respaldo estirados (igual que las fundas) y los decorativos, colocados. Sin obsesionarse, pero este pequeño gesto hará que tu salón se vea ordenado nada más entrar.

Como mesas de centro o de apoyo junto al sofá, las mesas auxiliares no pueden faltar en una sala de estar moderna. La mejor apuesta son las de tipo nido que te permiten poner una, dos o tres, según las necesidades, y retirarlas si no hacen falta. Estas dos pequeñas ovaladas de la imagen quedan perfectas junto al aparador bajo. Si te fijas en los detalles, verás que sus sobres se han decorado con un par de libros y unos jarrones discretos.

Efectivamente, las plantas no pueden faltar a la hora de decorar tu sala de estar. Desde pequeños buqués de flores en las mesas de centro y auxiliares hasta grandes macetas que vistan un rincón vacío, como este inmenso ficus detrás del sofá. Refrescan, dan color y te hacen sentir más cerca de la naturaleza. 

Otra idea estupenda para decorar con damajuanas es elegir un modelo XL y colocarlo con despreocupación junto a la butaca de tu rincón de lectura. Sus aires rústicos, mezclados con la sofisticación del acabado dorado de las mesas auxiliares que ves en la imagen, no podría resultar más encantadora. Pero si vas a decantarte por una damajuana grande, también puedes crear un coqueto collage acompañándola de varias macetas con plantas de distintos tamaños (que no falte una monstera), ya sea en interior o exterior.

¿Cuentas con una mesa de centro amplia en tu salón? Lo mejor que puedes hacer para rellenar el espacio y que no se vea muy vacía, es repartir distintos objetos decorativos a lo largo y ancho de la mesa: un jarrón con flores, una cajita, un par de damajuanas azules a juego con los cojines y, por supuesto, ¡tu revista de El Mueble!

Este salón de techos altísimos y arquitectura clásica precisaba un mobiliario a su altura. La librería con vitrina y la gran consola son dos piezas clásicas recuperadas que le van como anillo al dedo al espacio señorial. Y el sofá de líneas más actuales le da el toque contemporáneo al salón. 

La combinación de cojines de este salón es de manual, ya que se ha jugado solo con dos tonos: el verde y el beige, que es a su vez el color del sofá y del resto de textiles del estar. Y en base a este dúo cromático se han mezclado cojines lisos en diferentes tonos de verde y beige con otros a rayas, combinando uno de multirrayas y otro con una gran franja central beige sobre fondo verde. 

Y para terrazas con encanto en la ciudad, nada mejor que un sofá hecho a medida y revestido de tarima sintética, a juego con el suelo, que no necesita mantenimiento. Queda cálido y todo va perfectamente coordinado. Además, el respaldo del banco puede servir como jardinera para poner unas plantas altas y dar el toque de vida y frescor. ¡Esta terraza está aprovechada al máximo!

Una terraza, la de la influencer Paula Ordovás, llena de encanto, con un estilo entre boho y chill out confortable y desenfadado. Lo lograrás con muchos cojines, incluso colchonetas de suelo apiladas, un sofá de palets perfectamente vestido y fibra, mucha fibra.

Esta terraza tiene encanto y se decora de manera muy sencilla con muebles de obra con colchonetas a medida, plantas y una mesa de centro. El acierto aquí son los tonos blancos que le dan al espacio un aire ibicenco. No descartes los bancos de obra si tienes clara la distribución.

Esperas impaciente la salida de un nuevo número de El Mueble y en el revistero y la mesa del salón ya no caben más. ¿Dónde almacenarlos? ¡Acertaste! Coloca tu nueva mesa tocinera en el recibidor y su balda inferior estará encantada de albergar las revistas, eso sí bien apiladas. El sobre puedes decorarlo con jarrones de flores o esa pieza decorativa que has heredado ¡y te encanta!

Si tu cocina es pequeña, la encimera será tres cuartos de lo mismo con lo que te conviene mantenerla despejada. Ayúdate de una mesa tocinera que haga las veces de auxiliar y conviértela en un práctico rincón de desayuno. Decórala con pequeños electrodomésticos, como la cafetera, la tostadora o el exprimidor, o un jarrón de cristal transparente con ramas de laurel. 

ZONA DE ESTUDIO. MESA Y BALDAS A MEDIDA, DE PICCOLO MONDO. SILLA, DE CATALINA HOUSE. LÁMPARAS, DE AVANLUCE. SOFÁ Y MESAS DE CENTRO, EN LA MAISON.

Los propietarios de esta casa se quedaron prendados de su enclave: un paraje agreste, rodeado de sabinas y pinos y con vistas al mar. ¿La casa? Era una ruina, pero con la ayuda de la interiorista Mireia Pla la convirtieron en la belleza que es ahora. Su entorno privilegiado y el gusto por lo natural de sus nuevos propietarios rigieron la decoración de toda la casa, con un look relajado y con esa esencia hippy chic tan singular de Ibiza. 

Estas cortinas son, sin duda, un robamiradas. Su estampado de abundantes y elegantes flores en tonos frescos sobre un fondo muy suave, de color mantequilla, dará un toque romántico y delicado a cualquier estancia de casa.