Lámparas

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En el salón.

Sofá Stocksund , butaca Stockholm y alfombra Silkeborg de Ikea, como los cojines turquesa. Mesa de centro antigua belga y veladores suecos recuperados.

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Desde el comedor.

Grabados de pájaros con marcos Virserum y aparador Stockholm pintado de azul, ambos de Ikea. La silla con brazos es gustaviana.

Dormitorio con cama con dosel y antesala.

Sillón tapizado con lino Albury, de Becara. Mesa auxiliar, de Roche Bobois. Al fondo, cama, de Coco-mat; dosel, de Güell-lamadrid; secreter y banco, en Little house; espejos, en Mer&Cía, y maleta, en Luzio. Alfombras, de Ikea.

El Mueble

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Con antesala

Un gran arco da la bienvenida a este dormitorio espectacular presidido por una cama con dosel. 

Dormotorio clásico con techos abuhardillados de madera y cabecero de capitoné marrón.

Cabecero diseño de Torredálbiz Interiorismo, con tela de Becara. Mesitas de noche, en Casa de Abastos. Lámparas aplique Tolomeo, de Artemide, en Biosca & Botey. Lámpara de techo en Las Tiendas de la Granja. Espejo, de Laura Ashley.

El Mueble

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Toques vintage

El tocador ejerce de mesita de noche improvisada en este dormitorio cálido. 

Cocina blanca con muebles con sabor campestre.

Mobiliario de DM lacado, y pavimento y encimera de microcemento, de Enric Savall. 

El Mueble

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Una mega cocina blanca y muy campestre

Esta cocina es el sueño de todo amante de la cocina. La isla central ordena el espacio a la vez que facilita las circulaciones, e integra una pequeña zona de barra para comidas rápidas. El mobiliario, con molduras, tiradores de concha y algunos módulos de rejilla, crea un conjunto clásico y con sabor campestre.

Cocina blanca con isla central.

Mobiliario, de Cocinas Castro. 

El Mueble

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Con una gran isla central

Esta cocina con sabor clásico se ha proyectado con una gran isla central que sirve, a su vez, de división con el comedor de diario. El mobiliario blanco, a juego con la encimera y el pavimento, ambos de mármol macael, resulta atemporal y visualmente ligero.  

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Rústica y con piezas recuperadas.

El vajillero es una pieza recuperada que da un matiz provenzal a una cocina con un mobiliario de marcada herencia rústica. Las lámparas y la gran campana de acero "delatan" que estamos ante una cocina de hoy.

Salón señorial con decoración clásica, chimenea con marco dorado y lámpara de araña.

Sofá, de Grassoler. Mesa de centro, lámparas y tocador, de Ana Ros. Alfombra, de BSB.

El Mueble

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Más que elegante

Con un estilo entre lo provenzal y lo clásico, este salón rebosa elegancia y clase, pero sin perder su toque actual, que vemos en el diseño del sofá. 

Salón blanco clásico con suelo de mármol.

Salón con sofás, en Showroom. Butaca, de Gastón y Daniela. Mesa de centro, en El Globo.

El Mueble

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Un salón sereno y confortable

Con la esencia de los salones de verano, en este se respira paz, armonía y tranquilidad. ¿Por qué? Pues todo gracias al techado pintado de blanco, las tapicerías en un beige suave y los muebles de madera lavada.  

Salón clásico con sofás de color blanco y chimenea.

Salón con sofás, de Ikea. Mesa, espejo y cojines, de El Taller dels Somnis. Lámpara de sobremesa, en Ático 38.

El Mueble

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Sofás junto al fuego

A diferencia de otros salones, en este la chimenea completamente blanca es el centro de todas las miradas. Los dos sofás y el pufs que completa el conjunto no son más que meros espectadores. El estilo, entre clásico y provenzal, tiene toques románticos.  

Salón amplio con vigas de madera y dos zonas de estar.

Salón con sofá, de KA International. Chaise longue, de Ikea.

El Mueble

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Salón de dimensiones generosas

Gracias a la enorme superficie de este salón es posible crear varias zonas de asientos. Mientras que una de ella tiene dos sofás enfrentados con sendos puffs cerrando el conjunto, en la segunda zona, dos amplios chaise longues son ideales para relajarse. ¡Y los puffs pueden utilizarse hacia ambos lados! 

Salón con sofá y butaca beige y mesa de centro de metal.

Sofá a medida diseñado por Vivestudio y realizado por Miki Beumala. Butaca de Cado y lámpara de pie de Marset. Mesa de centro, diseño de Vivestudio.

El Mueble / Pepa Oromí

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Abriéndose a la luz

Todo empezó (cómo no) con una reforma. Ya en el inicio, fue un auténtico reto: "Lo derrumbamos todo y empezamos de cero. El piso tenía una distribución parcelada que no sacaba partido a sus grandes ventanales. Nuestro objetivo fue ampliar los espacios, llenarlos de luz y crear una atmósfera con un punto nórdico", dice la decoradora Van Castro. Punto nórdico. Buen comienzo para aprovechar, efectivamente, esa magnífica luz que entra por la ventana.

Comedor abierto al salón con un gran mueble de pared a pared.

Mesa de Vivestudio, sillas de Pilma y lámpara de Foscarini. Bajoplatos de Cado y servicio de mesa de Velafusta.

El Mueble / Pepa Oromí

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Un salón nórdico y muy capaz

En el salón, el objetivo es el orden. Para ello se recurrió a un mueble a medida que combina ese blanco nórdico que vemos en toda la casa con madera (roble, por cierto, reciclado de antiguas cubas de vino). “El mueble debía ser muy capaz y ligero a la vez: combinamos una zona de cajones para guardar cedés con un lateral de estantes abiertos”, cuenta este apasionado de la música.

Cabecero de madera de roble y mesita blanca y de madera.

Cabecero de roble y mesilla, diseño de Vivestudio. Ropa de cama, de Filocolore.

El Mueble / Pepa Oromí

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Una oda a la madera de roble

Para dar calidez y no perder luminosidad, se eligió una madera de roble (que verás por toda la casa). También se destinó al cabecero, hecho a medida por Vivestudio, así como en la mesita, de un marcado estilo nórdico. 

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En el dormitorio

Los muebles de madera, el color crudo de la pared y las cortinas de lino aportan al dormitorio esa atmósfera fresca y natural.

Cabecero de terciopelo, mesilla de noche y banqueta de La Albaida. Alfombra de Designers Guild.

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Bañera con vistas

¿Quien no quisiera darse un baño mientras contemple este espectacular paisaje?

Es el modelo Toulouse de Victoria + Albert. La grifería es de Dornbracht. Suelo hidráulico de Mosaic del Sur.

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Un sueño hecho realidad

Esta família con tres hijos querían una casa de vacaciones  y de fin de semana donde disfrutar en compañía. El arquitecto Antonio Casado, junto con el estudio de interiorismo La Albadia cumplieron ese sueño en Sotogrande.

En la imagen, el porche con mesa y sillas de La Albaida. Vajilla de Casa y Campo. Alfombra de Fernando Moreno.

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Comedor exterior

El techo cubierto lo convierte en un espacio in&out fresco, pero protegido. De hecho, está decorado como un comedor de interior con su alfombra, sus lámparas de techo y su mesa de gruesos tablones de madera.

Aparador y espejo de teca de La Albaida. Damajuanas y macetas deTeklassic.

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En el porche

En uno de los porches se creó un comedor de exterior muy veraniego en el que caben hasta diez personas (sí, ¡diez!). Es el rincón ideal para organizar comidas y cenas con amigos, ese en el que todos piensan cuando dicen “¿dónde quedamos?”.

Lámparas de AMC Proyectos. Mantel y jarra de Teklassic.

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En el comedor

“Buscamos encontrar el equilibrio entre funcionalidad y calidez. Por eso combinamos muebles blancos con otros de madera natural y pusimos un mosaico hidráulico", explica la decoradora Mar Barroso.

Mesa y sillas de La Albaida. Muebles de cocina de Bulthaup y hornos de Gaggenau.

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En el comedor

Conchita, por cierto, es una apasionada de la repostería. Cada vez que puede, nos deleita con riquísimas meriendas, muchas con recetas húngaras de su familia. 

Mesa y sillas de Mis en Demeure. Cortinas de lino de Élite Decor, alfombra de sisal de Ikea y cuadro botánico de Ramón Crespo.

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En el office

La cocina dispone asimismo de este agradable office, con mesa y alacena diseñadas por la propia interiorista. 

Lámparas de Vaporetto según un diseño de Cuca Arraut.

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Rincón de la chimenea

Su propietaria, Lluïsa, quería una casa que fuera "alegre, ligera y clara, que respirara paz". Y, en efecto, la paz está asegurada con el sonido de las olas al fondo, al que se suma el crepitar de la leña en la chimenea durante el invierno. 

Las butacas, los sillones y el sofá son un diseño de Crearte Collection.

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Dirige la luz

Los flexos o apliques dirigibles son una buena opción en la mesilla de noche: permiten tener una luz potente para leer junto a la cama. Los empotrados requieren más obras pero despejan la mesilla y dan a la lámpara una buena altura para no tener sombras, por encima del hombro.

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El espejo del baño

Este diseño de Boffi incluye luces en todo el perímetro, la iluminación ideal para tener un reflejo fiel. Un punto de luz en la parte superior da claridad y en los laterales elimina sombras. Evita solo las luces superiores porque generan sombras.

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Lámparas de techo

Perfectas para iluminar y enmarcar la situación de los elementos fijos como la mesa del comedor o una isla de la cocina. En pisos de techos muy altos, las lámparas de techo ayudan a "acercar" la luz.

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Focos halógenos

Sean empotrados o no, son la opción más extendida para iluminar los techos. Si son empotrados pon uno cada 90 cm. Evita ubicarlos sobre los asientos, pueden deslumbrar y resultar molestos.

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¿Te gusta esta idea?

Puedes copiarla sin instalación con una tira de leds autoadhesiva. En Oliva Iluminación las hay de 5 m por unos 91 €.

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Apliques

Son un buena solución en zonas estrechas, como los pasillos, para zonificar el espacio, así como en estancias con techos muy altos. También puedes integrarlos en muebles, como una librería. Estos son de Pantallas Potosí.

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Con leds empotrados

El decorador Iñaki Mujika ha optado por integrar una tira de leds en un lateral y el extremo del recibidor. Así consigue una luz que amplía el pasillo y lo llena de calidez. Refuerza la iluminación con unos apliques.

Si aciertas con las lámparas de tu casa no solo ganarás luz, también calidez y sensación de espacio. Compruébalo. Te damos todas las claves para iluminar bien. [Mangiro: Leer más]

ILUMINA EL PASILLO DESDE LAS PAREDES

Con fama de oscuros y estrechos, una buena iluminación es fundamental para agrandar los pasillos y zonas de paso. El truco para que parezcan más anchos es iluminarlos desde las paredes y no dejar que ningún tramo quede a oscuras.

Con apliques Son una solución clásica, práctica y decorativa para iluminar pasillos. Colócalos a unos 120 cm de distancia para tener una iluminación suficiente y elige pantallas que expandan la luz.

Si tienes focos halógenos Elige los que tengan un mayor grado de abertura (más de 80°), para evitar zonas con sombra. Y de tonalidad cálida, de 2.700 a 3.500 kelvins.

LUZ POR ZONAS EN EL SALÓN

Usa la iluminación para diferenciar y dar protagonismo a la distintas zonas del salón. Al "separarlas" con la luz el salón parecerá más grande. El sofá necesita una luz tenue que puedes conseguir con lámparas de pie y de sobremesa. Refuerza la luz general con lámparas puntuales en una zona de lectura o la mesa para ordenar los papeles y no te olvides de darle protagonismo a la librería. Puedes instalar tiras de led bajo sus baldas o apliques delante de cada uno de sus cuerpos.

UTILIZA LOS TRES TIPOS DE LUZ

Luz general

Debe ser potente y uniforme. El mejor modo de conseguirla es con focos en el techo que iluminen toda la estancia.

Luz ambiental

Pone el contrapunto cálido y "diferencia" zonas en un mismo ambiente. Consíguela con lámparas de pie y de sobremesa.

Luz puntual

Directa, refuerza la iluminación donde se necesita, como la encimera o una zona de lectura, o destaca elementos, como cuadros.

A CADA COCINA SU ILUMINACIÓN

Si es abierta

Busca maneras ingeniosas de iluminar la zona sin armarios altos, como en la cocina que verás en la galería de imágenes, donde se ha prescindido de una pared para abrirla al comedor. Aquí, se ha empotrado una tira de leds bajo la repisa de la barra de desayunos para iluminar la zona del fregadero y la encimera. Sin instalación. Puedes copiar la idea con una tira de leds autoadhesiva. En Oliva Iluminación las hay de 5 m por unos 91€.

Si es oscura

Aunque tengas downlights (focos) en el techo necesitas reforzar la luz de la encimera para ver bien mientras cocinas. Lo más práctico es que aproveches los armarios para instalar focos o linestras. Opta por una luz cálida y blanca, que no altere el color de los alimentos. Y usa también las luces de la campana para iluminar la placa de cocción.

Puedes regularla Elige focos con reguladores de intensidad, como los Omlopp de Ikea, tienen un mando que los enciende y apaga y controla su intensidad.

LA MESA ANTES QUE LA LÁMPARA

Busca la lámpara más adecuada para tu mesa. Ten en cuenta su tamaño y forma a la hora de elegir una luminaria u otra. Una única lámpara solo es recomendable si tu mesa es cuadrada o redonda, si es más alargada puedes poner más de una. Colócala a unos 75 cm de distancia de la mesa, para evitar deslumbramientos, e instala (si no lo tiene) un dif

Una cocina pequeña con barra de desayunos

De madera.

El Mueble

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Una cocina pequeña con barra de desayunos

Cocina pequeña proyectada por Forma Cuines con península a modo de barra de desayunos.

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Espacios conectados

En la zona de día, despacho, comedor, salón y cocina pueden componer un gran espacio abierto... o aislarse. Una puerta corredera camuflada tras la biblioteca permite cerrar el despacho, y otra vista en el otro extremo, la cocina. Al unirlos se crea un gran espacio familar “muy vivible”, como pidieron los propietarios a la interiorista Pia Capdevila.

Mesa de Rivièra Maison, sillas Luis XVI, lámparas de Santa & Cole y parquet de L’Antic Colonial, en Pia Capdevila Interiorismo.

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Un trío natural

Una mesa redonda ayuda a ganar espacio en el salón. Esta composición con tres piezas da flexibilidad porque puedes convertirlas en auxiliares donde más lo necesites o en una de centro (con ellas agrupadas).

Mesas de Cado.

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Mesas con ruedas. ¡Facilidad de movimiento!

Para que puedas moverla fácilmente si necesitas despejar el espacio central en el salón. Para que no quede demasiado baja, las ruedas de las mesas de centro han de ser grandes.

Mesa de Brucs.

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Tamaño familiar

¡Esta mesa es perfecta para familias numerosas! Por sus dimensiones y sus grandes cajones, que permiten guardar de todo, incluso juegos para compartir en familia. Es una tocinera de anticuario con las patas cortadas.

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Un dormitorio femenino y romántico

El clasicismo vuelve a hacer presencia en el dormitorio principal, en el que la fusión de elementos románticos con otros más clásicos, como la lámpara, consiguen un resultado bucólico y acogedor. 

Lámpara similar en Cottage Little House. Cortinas de lino, de Linum.

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Un baño principal con aspecto clásico

En este baño, prima el estilo clásico en toda su esencia. La lámpara de araña es superllamativa y encaja con soltura en el espacio. Incluso su combinación con los suelos de barro y el mueble de baño en blanco resulta muy acertada y armoniosa. 

Mueble bajolavabo similar en Velafusta, espejo, en Mavi Lizán, y apliques, en Debany.

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Estrella dorada

 Es de latón y procede de Blaubloom. Macetita con vela de Blanco Zinc.

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Atrévete con el color

 En la zona de juegos puedes permitirte añadir más color. Pero, para no saturar, es mejor reservarlo para los muebles pequeños y complementos. Así no te cansarás ni tendrás sensación de caos o desorden. Es el consejo de la interiorista Meritxell Ribé, autora de este espacio.

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Un salón con mirador

Este salón domina el paisaje del valle a través del gran ventanal de forja, tradicional de las casas del sur. Dentro, una decoración clásica y serena.

Sofás de Casa y Campo y mesa de centro de Fernando Moreno.

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Un toque rústico y nostálgico

Muebles distintos, colores vivos, tejidos lisos y estampados, crean un espacio acogedor y muy cálido en este salón volcado al verde exterior, corazón de una masía rehabilitada.

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El Mediterráneo en el salón

Con unas vistas como estas, la opción era clara: decorar el salón en blanco con algunos toques de azul. 

Sofás blancos de Tapicería Vigastro, alfombra de rayas, de Naturtex y mesa de centro de madera envejecida, en Triggo.
Salón con dos butacas y mesa de centro.

Butaca de hierro y loneta de Vinçon. Mesa Marrakech de Gancedo y butacas de Becara.

El Mueble / Felipe Scheffel

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Una nueva planta con vistas al lago

La nueva planta se diseñó con un hall distribuidor, en el que desemboca la escalera, iluminado por una amplia claraboya. “Quisimos que tuviera estructura de loft, en el que se van sucediendo distintos espacios a lo largo de unos 100 m2", dice el arquitecto.

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Muebles de madera.

En un mueble con herrajes, como una mesa, es necesario restaurar y limpiar los herrajes: para hacerlo bien es preciso destornillarlos cuidadosamente de su emplazamiento. Los restos de barniz se limpian con un paño empapado en acetona, que se enjuagará con una mezcla de agua y amoníaco. En esta fotografía, la mesa se restauró, y las sillas son de Cestería Batlle.

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Una cocina tradicional

 El fregadero es de piedra negra de una cantera valenciana. Mesa y bancos de El Chinero. Lámpara de techo de Chehoma, vajilla de Côté Table. Suelo de adoquines de piedra francesa del estudio de Isabel López-Quesada.

Cocina pequeña con isla.

Proyectada por Deulonder Arquitectura Domèstica. Mobiliario de polímero color crema.

El Mueble

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Con una pequeña isla

Cocina pequeña distribuida en "L" y con una pequeña isla que cuenta con barra de desayuno. La pureza y frialdad del mobiliario blanco y los detalles en acero se ve suavizada por el tono amarillento elegido para la parte superior de las paredes.