Estanterías

Los muebles multifunción son brillantes en cualquier espacio. En aquellos en los que los metros no sobran, más. La interiorista Marta Tobella ha ideado para este dormitorio infantil un mueble que lo tiene todo: mesa de escritorio blanca para hacer deberes y estantes y cajones del mismo color para almacenar libros y material escolar. Una silla de mimbre o polipropileno les puede valer, si pasan poco tiempo sentados. Cuando la tarea se alarga, mejor escoger un modelo ergonómico para evitar dolores de espalda.

Un día lluvioso, sin mucho que se pueda hacer en la calle, es el día ideal para retomar ese libro que dejaste abandonado hace tiempo. Por eso, nada como una enorme librería que te invite a la lectura y que, además decore el salón. Se trata de un diseño de Sergi Pons, fabricado con roble y el fondo en color antracita, un color gris con matices cálidos que bebe de la madera para crear un ambiente nada frío. 

Fotos, adornos... Para que no agobien ni afeen la librería y esta esté en orden, pon solo los más grandes que coordinen con los tonos de la habitación y colócalos entre grupos de libros (ordénalos por alturas), dejando 3-10 cm alrededor. Descubre todos nuestros consejos para decorar estanterías. 

Un consejo: mejor que la librería lleve puertas, ya que te permiten ocultar carpetas, vajilla... y protegen del polvo. 

El estilo nórdico ama la artesanía y la filosofía DIY. Por eso, si se te dan bien las manualidades, no dudes en darle ese toque handmade a tu recibidor nórdico. Puedes inspirarte en esta propuesta, donde una rama de un árbol se ha convertido en un original y decorativo perchero. El banco de madera y las estanterías blancas acaban de dar ese aire nórdico a este coqueto recibidor. 

Una simple butaca tapizada en color mostaza es capaz de llenar de vida cualquier rincón, sin necesidad de más complementos.

El color mostaza es un must en los dormitorios juveniles, porque resulta alegre y cálido a la vez. Combínalo con azules grisáceos y  juega con las texturas y los estampados, son licencias que te puedes permitir en este tipo de habitaciones.

¿Cuáles son las butacas preferidas de los salones con matices clásicos? Las francesas estilo Luis XV y Luis XVI o los butacones consistentes británicos. Hoy ambas pueden tener su gracia pero no con los mismos textiles. La mejor manera de rejuvenecerlas es retapizarlas con telas más contemporáneas con motivos geométricos y florales. Esta butaca de la imagen, se ha actualizado con un estiloso tejido de cuadros muy british.

Superficie de trabajo y mesa para comidas rápidas, así es esta singular barra de desayunos para 4 comensales. Diseñada por la interiorista Gema Ospital, la mesa sale a media altura de la estantería y se prolonga hasta la zona del fregadero. Gracias al espacio libre que queda por abajo, permite colocar dos taburetes altos con respaldo a cada lado.

Porque son capaces de elevar el nivel de la decoración y con una presencia casi imperceptible. Estas colgantes con la pantalla de cristal confieren al espacio de un estilo actual que se apoya en la estantería negra para mantener el estilo cromático sin recargarlo ni oscurecerlo. Se trata de una idea del estudio de interiorismo Egue y Seta. 

Los salones neutros ganan puntos cuando se revitalizan con una pared subida de tono. La interiorista Jeanette Trensig ha lacado en un verde oscuro la estantería con chimenea integrada. El verde es atrevido pero no cansa y trae la naturaleza al interior. ¿El resultado? Darle personalidad al estar.

Aunque en los espacios de estilo industrial originales el hierro era el metal por excelencia, en los más modernos el acero inoxidable también ha ido cogiendo terreno sobre todo en muebles de cocina, electrodomésticos y estanterías.

Hormigón, hierro, cuero, madera sin tratar... Todos son materiales habituales de las construcciones fabriles que dan sentido al estilo industrial.

En este otro apartamento la opción para tener una mesa de comedor -para la que no había demasiado espacio- fue crear una solución modular plegable a partir de una librería. En la parte inferior, dos módulos se convierten en mesa con cambiar su posición. Al juntarlos, se crea una superficie cuadrada suficientemente grande.

Tras unas puertas pueden ocultarse cajones, baldas o alguna solución más sorprendente como ¡un espacio de trabajo! Dentro de un armario es posible. Y es una solución oculta perfecta para pisos pequeños en los que no quieres ver la zona de trabajo constantemente desde el sofá. Así, abres para trabajar y cierras al acabar.

¿Su apuesta? "Derribamos un falso techo y descubrimos las vigas, que decidimos dejar vistas y solo pintarlas. Así aunque el nuevo apartamento es pequeño, ganó altura y sensación de espacio", comenta Catiana, la propietaria. 

Ya sea un sofá de cuero Chester, una silla Thonet o Wishbone o una butaca Buterfly ¡somos partidarias de los diseños icónicos! Piezas como estas revalorizarán la decoración de tu salón. ¡Nunca las descartes! La interiorista María Just ha elegido en esta imagen los sillones plegables MG501 Cuba, de Morten Gøttler y, como asiento del escritorio, la mítica silla CH23, de Hans J. Wegner. ¡Y la aplaudimos por ello!

Súper moderno y multifuncional, así es este mueble de salón de madera sustentado por dos columnas. Es estantería —gracias a su diseño de estantes flotantes y mueble bajo cerrado—, sirve de elemento separador entre el salón y la escalera y, también, hace las veces de barandilla. Su diseñador, Miquel Gomila del estudio Aquitania, prolongó dos baldas a modo de peldaños.

¿Ampliar el mueble del salón según tus necesidades de almacenamiento? ¡Qué gran idea! Porque no almacenas lo mismo a los 30 años que a los 50, en el estudio Egue y Seta idearon esta estantería ligera, modular y a medida. Realizada en metal negro y madera, recorre la pared de detrás del sofá. Y en ella hay sitio para colocar libros, objetos decorativos y plantas.

El papel pintado de cuadros y la presencia de madera dan algunas pistas del estilo de esta chimenea: rústica. Revestida de roble otorgan al salón un extra de calidez, similar a los refugios de montaña. Pero no queda sólo ahí. La repisa y el hogar en color forja oscuro aportan un puntito industrial. A sus lados una librería moderna con estantes flotantes son un buen acompañamiento.

La boiserie, ese mueble encastrado en la pared con librerías a los lados y la chimenea de leña en el centro, es la manera más habitual de ubicar el calor en los salones clásicos. Aquí todo el mueble se ha lacado de blanco para darle, además de calidez, luminosidad.

Y siguiendo con esa tendencia sostenible en el mobiliario ¡mucha atención a los asientos! Se afianzan los tejidos de borreguito o bouclé y el terciopelo, que ya vimos en 2021 "aunque el terciopelo liso da paso al acanalado y trabajado" —afirman desde Maisons du Monde.

Y cobran protagonismo las fibras trenzadas. "El yute o el ratán trenzado se incorporarán al salón en 2022, alejándose de lo rústico y buscando acabados elegantes y elaborados" —pronostican desde la plataforma Houzz. La interiorista María Just ha elegido para este salón unas butacas de madera de teca y ratán trenzado en un color natural.

Esa supuesta pared en realidad son unas hojas corredizas que se desplazan hacia los extremos cuando se quiere ver la televisión. ¡Y es que a la hora de fotografiar las casas, el televisor nos da muchos quebraderos de cabeza! Así que mejor se oculta. Es uno de esos elementos que una interiorista nunca enseña. Natalia ha elegido unos cuadros que no pesan mucho para que las hojas no se descuelguen.

Este trampantojo es un clásico en El Mueble, luego verás por qué. La interiorista Natalia Zubizarreta ha decorado este salón con una chimenea moderna enmarcada en mármol. Sobre ella descansan un par de cuadros idénticos ¿en la pared? O eso parece.

La interiorista Belén Campos ideó, próxima al comedor, esta librería abierta que parece apoyarse en dos columnas integradas. Parece sí, pero no lo son. Mira la siguiente fotografía y lo entenderás.

Lo que parecían columnas en realidad son ¡dos puertas con múltiples estantes para guardar la vajilla! Fantástico Belén, ¡nos has engañado a base de bien!

En este dormitorio blanco, la interiorista Cristina Pérez ha prolongado el cabecero de la cama nido hasta convertirlo en un tablero rematado con una cajonera en la parte inferior. En la pared ha dispuesto una estantería para colocar cuentos y peluches. Todo ello descansa sobre una pared revestida con un papel pintado estampado con arbolitos en un suave color rosa. La decoración romántica no es exclusiva de los dormitorios de adultos, empieza en nuestra más tierna infancia.

¿Y qué ocurre cuando tu hija te dice que quiere su dormitorio en blanco y negro? Pues que aceptas su decisión, al fin y al cabo, es su habitación y debe reflejar su personalidad. La interiorista Paula Duarte eligió para la zona de estudio de su hija un papel estampado con pequeños topos negros, a gusto de la jovencita. Dispuso dos estanterías cerradas, blancas e idénticas separadas por una mesa de escritorio. Completan el rincón una cajonera y una mítica silla Eames en gris con un mullido cojín en el respaldo.

Las líneas puras y modernas que dominan este salón quedan reflejadas en varios elementos: en la pared principal que acoge la chimenea de estilo contemporáneo, en la librería de obra y, especialmente, en el color gris oscuro que subraya el estilo moderno de la decoración. El contraste lo protagonizan la madera rústica de la mesa de centro.

A pesar de las molduras decorativas del techo y de la chimenea con embocadura de mármol, estamos ante un salón muy actual como lo demuestran el intenso color gris de la pared, las piezas de diseño y los muebles contemporáneos. Como piezas diferentes y originales, destacan la estantería de hierro y madera, y la lámpara de pie.

Estantes y baldas (también con estanterías se puede hacer una composición interesante), escuadras para fijar a la pared, ganchos y perchas, cajas y cestas para organizar, una o varias cajoneras (sirven cómodas también), y barra sus soportes para colgar -irá fijada al techo, a la pared o algún estante-. Son los elementos básicos. Aquí tienes nuestras propuestas para comprar y hacerlo tú.

Dos columnas determinan la estructura de esta escalera luminosa en blanco y madera. En lugar de instalar en ella una barandilla clásica, el interiorista Miquel Gomila ha colocado unos estantes decorados con libros y objetos pequeños. A través de sus huecos libres se cuela la luz procedente del salón. La creación de esta estantería/barandilla separa visualmente ambas estancias, a la vez que hace de mueble de salón por el otro lado.

Como paso para decorar una habitación has de tener en cuenta si deberás incorporar un armario en el espacio. Porque el armario es un mueble bastante voluminoso. Su tamaño ha de ser acorde a la cantidad de ropa que guardas y si es solo para una o más personas. Reserva una pared larga u organiza los módulos por separado según la forma de la planta y la dimensión.

Cajas de madera

Anímate a montar tu propia estantería con cajas recuperadas. No te preocupes si son de diferentes formas y tamaños, se trata de colocarlas con gracia y decorar los fondos con papeles pintados que te hayan sobrado de alguna reforma o con pintura en tonos coordinados. 

Si entre tanta caja tienes alguna de vino con tapa corredera, resérvala para que tus hijos guarden sus muñecos (¡pueden caber todos sus SuperZings!). Otra opción es cubrir la tapa con pintura de pizarra y utilizarla para almacenar lápices y tizas. 

¿Un papel pintado con estampado de cuadros? ¡Pues claro! Es la mejor manera de potenciar el aspecto rústico de un salón con chimenea. En este, la campana revestida de madera, a juego con los estantes, y los detalles green contribuyen a darle esa apariencia de cabaña perfecta. La interiorista Cuca Arraut ha optado por cuadros pequeños solo en una pared para no agobiar la estancia.

Gracias a la estrecha estantería, la zona del escritorio queda separada de la zona del vestidor. Esta solución ayuda no solo a reducir las distracciones en el área de estudio, sino que se ha colocado un elemento visual que hace de frontera.    

Una librería no tiene por qué estar siempre en el salón. Si eres de las que tiene mucho libro, quizá puedas aprovechar un lado del pasillo para hacer una a medida, ponerla modular o simplemente fijar unas baldas voladas de lado a lado. Para guardar libros no necesitas que las baldas midan más de 20 cm de fondo. Si las cierras con puertas, abajo, podrás guardar las mochilas del cole, etc.

Si tu salón es pequeño y has optado por poner baldas tras el sofá para que ocupen menos espacio, alterna su decoración con libros y plantas. Coloca estas en los estantes superiores para darles absoluto protagonismo. También puedes acompañarlas, como aquí ha hecho la interiorista Cristina Pérez, con cuadros de motivos botánicos que logran el mismo efecto de frescor. 

¿Estás pensando en cómo integrar una librería o estantería de obra en el salón? Si te aburre el blanco o tienes ganas de probar algo nuevo, pero tampoco te apetece arriesgar en exceso, pinta la librería y las paredes en color topo. ¿Verdad que queda de ensueño? El columpio también ayuda, claro.