No solo de cuadros vive la pared del sofá. Si tu salón es mini, no dudes en aprovecharla para ganar un espacio donde guardar. Lo ideal es crear un mueble a medida, de Pladur o DM, de muy poco fondo (entre 15 y 20 cm, lo que mide un libro de bolsillo), para poder ganar una minilibrería en la parte alta y una balda, justo sobre el sofá, para apoyar objetos decorativos. "La clave ha sido hacerlo de pared a pared, para sacar el máximo partido a esta zona", afirma la interiorista Cristina Pérez.